"Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí". Gálatas 2:20
Mi vida es maravillosa, sin drogas, sin alcohol, y sin las corrientes de este mundo, ya no ando buscando el placer de esta vida. Camino todos los días hacia la libertad, no mirando hacia atrás, porque sé en quién he creído y que es poderoso para guardarme en justicia desde ahora y para siempre. Por eso puedo decir; el Dios en quien yo confío, nunca me ha desamparado.
Gloria sea a su santo nombre!
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