Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

viernes, 1 de marzo de 2024

¿Quién puede destruir el alma y el cuerpo?

JESÚS DIJO QUE NO TUVIÉRAMOS MIEDO A LOS HOMBRES, PERO ESTE ES UNO DE LOS MANDAMIENTOS QUE MENOS OBEDECEMOS

La Biblia es muy clara al respecto: nadie disfruta, ni reina en el infierno; se trata de un lugar de tormento donde el fuego y los gusanos atormentan eternamente a los condenados

Jesús dijo que no tuviéramos miedo a los hombres, pero este es uno de los mandamientos que menos obedecemos, ya que el temor al hombre es algo muy común. Tememos al jefe por miedo a ser despedidos; tememos al competidor en los negocios que parece ser superior a nosotros; tememos a alguien que sabe un secreto de nosotros y con el cual puede perjudicarnos; tememos a los maleantes que pueden asaltarnos o causarnos algún tipo de daño; tememos que los enemigos de nuestra vida algún día regresen para cobrar venganza.

En todos los casos, se trata de temor al hombre, pero con la característica de que lo único que puede hacernos el hombre es dañar lo temporal y terrenal.

En contraste, Jesús dijo que deberíamos temer al que puede destruir con el fuego el alma y el cuerpo. Este es un tipo de daño eterno. La pregunta es ¿quién puede destruir con fuego alma y cuerpo?

Lo primero es entender quien NO puede destruir con fuego alma y cuerpo: ni el hombre, ni el diablo pueden destruir alma y cuerpo con fuego. El hombre puede destruir el cuerpo asesinándolo, pero no puede hacer nada con el alma de sus semejantes; el diablo puede corromper y tentar el alma de los hombres, pero no tiene la autoridad de destruirles con el fuego.

Aquí hay algo interesante: la idea de que el diablo “reina” en el infierno y de que tiene su trono en medio de las llamas, es una mentira que no procede de la Biblia. Esa idea de que el infierno es un lugar de diversión y depravación, en donde todo mundo da rienda suelta a sus pasiones, y en donde se encuentra la gente que ha escogido seguir viviendo perdidamente, es un tremendo engaño para convencer a los hombres de que no es tan malo ir al infierno.

La Biblia es muy clara al respecto: nadie disfruta, ni reina en el infierno; se trata de un lugar de tormento donde el fuego y los gusanos atormentan eternamente a los condenados, y en donde el diablo mismo y los demonios también sufrirán por toda la eternidad. Ahí nadie gobierna, y mucho menos es un territorio donde Satanás se pasea entre las llamas sin sufrir daño alguno; por el contrario, está escrito en la Biblia que todos aquellos que hayan escogido la condenación eterna, serán lanzados a ese lago de fuego, donde arderán por siempre.

Pero volviendo a la pregunta inicial, ¿quién entonces puede destruir el alma y el cuerpo con fuego?, la respuesta es: Dios. Dios es el verdadero juez de toda la creación, y en su momento Él se encargará de juzgar con rectitud a todo lo creado y de decidir su destino eterno, ya sea la salvación en el cielo, o la condenación en el infierno. A lo que se refería Jesús cuando dijo “teman al que puede destruir con fuego”, era, en otras palabras, “teman a Dios, porque Él tiene la autoridad y el poder para destruir alma y cuerpo”.

Sin embargo, el deseo de Dios nunca ha sido destruir a los hombres, ya que el lago de fuego del infierno nunca fue preparado para los hombres, sino para el diablo y sus ángeles malvados; pero, desgraciadamente, el hombre también ha escogido desobedecer a Dios y encaminarse a la perdición.

 Por eso fue que Dios mismo abrió un camino de salvación a través de creer en el sacrificio supremo de su Hijo, quien murió en una cruz para pagar así la deuda de toda la humanidad. Cuando una persona cree en este mensaje, y decide de todo corazón seguir y obedecer a Jesús por el resto de su vida, puede tener la garantía de que Dios le ha perdonado y no destruirá su alma en el infierno, sino que le recibirá en el cielo, para vivir juntos por toda la eternidad. El temor a Dios y el temor a los hombres nunca pueden ir juntos. ¿A quién vas a temer?

Fuente: https://www.informador.mx/