Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.
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viernes, 18 de octubre de 2024

La causa de los pecados sexuales.

Pablo había estado argumentando que quienes se han convertido al cristianismo deben mostrar una vida transformada por Cristo. Su enfoque debe estar en el cielo y no en la tierra (Colosenses 3:2). Como resultado, deben considerarse muertos a los pecados.

" Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la inmoralidad, la impureza, las pasiones desordenadas, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. Porque es por causa de estas cosas que la ira de Dios vendrá sobre los hijos de desobediencia, en los cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando vivían en ellos ” (Colosenses 3:5-7).

Para ilustrarlo, Pablo comienza con el pecado de fornicación . La NASB traduce mal la palabra griega comenzando como “inmoralidad”. “Inmoralidad” es un término demasiado amplio. La palabra significa estar involucrado en actos sexuales con otra persona cuando las dos personas no están casadas entre sí. Incluiría actos realizados antes del matrimonio o actos de adulterio cuando una persona está casada con otra. Si bien el mundo está perdiendo su brújula moral, todavía es común encontrar personas que se dan cuenta de que los actos sexuales fuera del matrimonio están mal. Sin embargo, incluso aquellos que permitirán que esté mal hablarán de cómo la fornicación “simplemente les sucedió” en un momento dado. Se dejaron llevar por el momento, no querían que las cosas llegaran tan lejos, pero ahora les preocupa que puedan haber concebido un niño.

Pero no fue un accidente fortuito. Las cosas condujeron al momento de la relación sexual. Pablo describe con su siguiente término: impureza o inmundicia (dependiendo de la traducción). El término se refiere a acciones que son lo opuesto a la santidad. Porque no nos llama Dios a la impureza, sino a la santificación. (4 Tesalonicenses 7:7). Estos son actos que no asociarías con una persona que ha sido separada por Dios para un propósito santo. En el ámbito de la sexualidad, la inmundicia incluye en las que dos personas actúan como animales, estimulando su deseo sexual mediante toques inapropiados.

Las acciones impuras conducen naturalmente a la fornicación porque así fue como Dios diseñó el cuerpo humano. Pero ese diseño fue para que ocurriera en el matrimonio, no fuera de él. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. Si tu intención no es participar en la fornicación, entonces no debes participar en lo que conduce a la fornicación.

Sin embargo, debemos considerar por qué las personas deciden actuar sin restricciones con alguien con quien no están casadas”. Pasión ” se refiere a las cosas lujuriosas que una persona observa y que despiertan el deseo sexual. Estas pueden ser las cosas a las que las personas se refieren como sus detonantes. Pueden ser visuales o verbales, como ver una parte del cuerpo de una persona o la atención que otra persona les brinda. Estos detonantes empujan a la persona a la excitación ya pensar en cosas sexuales. Debido a que la excitación se siente bien, las personas adquieren el hábito de buscar la pasión, como mirar pornografía, especialmente en momentos de estrés o depresión. La pasión se convierte en una distracción, pero también es una trampa.

Sin embargo, el problema de la lujuria no es sólo externo. Tiene su raíz en un problema interno. deseo de pecado . " Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, las fornicaciones, los hurtos, los homicidios, los adulterios, las avaricias, las maldades, el engaño, la sensualidad, la envidia, la calumnia, la soberbia y la insensatez. Todas estas maldades salen de dentro y contaminan al hombre. ” (Marcos 7:21-23). la impureza, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos ” (Romanos 1:24).

Sin embargo, Pablo va un paso más allá. Detrás de todo esto hay un problema muy básico: la avaricia o la codicia. Generalmente pensamos en la codicia como un deseo de dinero u otras cosas mundanas, pero puede estar relacionada con el sexo. No codiciarás la mujer de tu prójimo ” (Éxodo 20:17). La gente en el mundo se entrega a querer más y no importa cómo obtener esas cosas. “ Ellos, habiéndose vuelto insensibles, se han entregado a la sensualidad para la práctica de toda clase de impurezas con avidez. (Efesios 4:17).

Lo que quiero, lo que deseo, se convierte en el eje central de todas mis decisiones. Se convierte en mi dios, que dirige mi vida. Es mi dios, que he creado a mi propia imagen.

Así, ahora tenemos la visión para librarnos a nosotros mismos y a los demás de los pecados sexuales. Comienza reconociendo que Dios tiene el control de mi vida. Estoy aquí para servir a Dios y no a mis propios deseos (Eclesiastés 12:13-14). Debo amar a Dios y a mi prójimo, lo que significa que no puedo permitir que mis deseos me lleven a dañar a mi prójimo.

Conquista la codicia dentro de ti y los pasos sucesivos hacia los pecados sexuales se desmoronarán.

Fuente: lavistachurchofchrist

sábado, 4 de enero de 2020

¿Qué hacer si he caído en pecado sexual con mi novio?


Un amigo pastor me decía el otro día que en menos de un año de haber plantado una iglesia, ya había tenido que ver varios casos de fornicación entre sus miembros. 

Luego de haber servido con jóvenes por años, y de haber tenido un año de noviazgo con la mujer más hermosa del universo, puedo decirte en amor que entiendo lo fuerte de la tentación sexual. Sin embargo, lo frecuente de un pecado no hace de la voluntad de Dios algo diferente:

“Porque ésta es la voluntad de Dios: su santificación; es decir, que se abstengan de inmoralidad sexual; que cada uno de ustedes sepa cómo poseer (tener) su propio vaso en santificación y honor, no en pasión degradante, como los Gentiles (paganos) que no conocen a Dios”, 1 Tesalonicenses 4:3-5

¿Quieres saber cuál es la voluntad de Dios para tu vida? Puedo decírtelo sin temor a equivocarme: huye de cualquier satisfacción sexual con alguien que no sea tu esposa. Eso implica la abstinencia total fuera del matrimonio, el huír de la pornografía, el correr del adulterio, y el guardar en santidad el tiempo de amistad y noviazgo antes de casarse.

La fornicación es pecado. Es horrendo delante de Dios. Daña nuestra relación con Él. Nos hace sentirnos sucios e indignos. Nos convierte en hipócritas cuando estamos sirviendo en la iglesia o aconsejando a los demás. Empodera a la carne y perjudica la influencia del Espíritu en nuestras vidas. No importa cuánto diga la cultura que es algo normal; no importa cuántos de tus amigos hayan hecho lo mismo; no importa cuánto Satanás te diga que no es tan malo; no importa cuánto te hayas engañado a ti mismo. Si eres cristiano, tú sabes dentro de ti que es el sexo antes del matrimonio es pecado. Y si ya has caído en fornicación, o estás entreteniendo ideas sexuales con alguien que no es tu esposa, tú sabes que necesitas parar. AHORA.

“Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos”, Efesios 5:3.

Como todo pecado, la fornicación no solo perjudica nuestra relación con Dios. Tal vez más que ningún otro pecado, las relaciones sexuales antes del matrimonio hacen un daño increíble para la relación. No tengo que decírtelo nueva vez: tú ya lo sabes. Si han caído en pecado sexual, su relación ha sentido los abates. Las cosas ya no son igual: ha crecido la desconfianza entre los dos, las discusiones son más frecuentes, y los tiempos a solas han perdido mucho de su encanto. Por tal razón, es necesario arrepentimiento y volver a la voluntad de Dios. A continuación te presento algunos consejos sustentados en la Palabra que oro puedas seguir si este es tu caso, o puedan servir para aconsejar a otros y aun a ti mismo.

1. Confiesa tu pecado.

“El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia”, Proverbios 28:13

Llama las cosas por su nombre. Como pareja, admítanse uno a otro que la fornicación es ofensivo a Dios. Que es pecado. No lo escondas, porque no prosperarás. Puede que en este momento solo lo sepan ustedes dos, pero que esto siga siendo así sería lo peor que puede pasarles. En Su misericordia hay perdón para todo el que se arrepiente y aparte de su pecado. Este arrepentimiento conlleva confesión. Y no el uno al otro: deben confesarlo ante alguien más. Esto nos lleva al segundo punto.

2. Ve donde tus mentores/pastores.

“Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho”, Santiago 5:16

No cabe dudas de que nuestro mediador es Jesucristo. No necesitamos confesar nuestros pecados ante algún hombre para ser perdonados. Sin embargo, sí necesitamos la guía de los hombres dados por Dios a su iglesia. Necesitamos el consejo de nuestros pastores. Por tal razón, tan pronto reconozcan la fornicación como pecado, hagan una cita prontamente con su pastor y reconozcan su situación y pídanle su guía. Ve con el corazón dispuesto a que sea Dios quien les sustente y ordene.  

Los próximos consejos son cosas a tomar en cuenta en base a la guía de tus pastores y mentores. Si ellos te recomiendan algo diferente a lo que aquí escribo, con toda probabilidad sigue lo que ellos digan. Te conocen mejor: velan por tu alma: van a rendir cuentas de su cuidado hacia ti. Sigue su consejo y, con el poder del Espíritu y la Biblia en la mano, da los pasos que sean necesarios para honrar a Dios y sanar tu relación.

3. Sepárense momentáneamente.

“Huyan de la fornicación. Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo. ¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”, 1 Corintios 6:18-20

Hay diversas razones por la que una separación inmediata es lo ideal. Tres de ellas:

a. Ya han mostrado que no tienen suficiente dominio propio como individuos en esta relación. Por tanto, huir de la fornicación conlleva alejarse el uno del otro.

b. La relación ha sido teñida por el pecado, y es necesario que cada cual pueda ser aconsejado y buscar a Dios sin las presiones de mantener una relación.

c. El pecado tiene consecuencias. Es importante para el arrepentimiento el sentir el peso de las acciones cometidas. Si luego del pecado sexual ambos continúan como si nada hubiera pasado, en poco tiempo la carne les convencerá de que genuinamente nada ha pasado.

4. No descarten el matrimonio.

“ESTE ES EL PACTO QUE HARE CON ELLOS DESPUES DE AQUELLOS DIAS, DICE EL SEÑOR: PONDRE MIS LEYES EN SU CORAZON, Y EN SU MENTE LAS ESCRIBIRE,” añade: “Y NUNCA MAS ME ACORDARE DE SUS PECADOS E INIQUIDADES.” Ahora bien, donde hay perdón (remisión) de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado”, Hebreos 10:16-18

Como el punto anterior, para esto debes una vez más buscar el consejo de tus pastores. Es posible que la relación esté tan dañada, o el matrimonio esté tan lejos, que lo mejor para ustedes es separarse sin siquiera imaginarse volver en un futuro. Si no han podido parar su pecado, eso implica que hay otras situaciones y patrones de pecado en su vida que les dificultará tener un matrimonio santo. Pero no necesariamente es este el caso en cada relación. El evangelio hace posible que relaciones que hayan tenido un pasado pecaminoso puedan tener un futuro glorioso. Lo horrendo del pecado de David con Betsabé conllevó la muerte de ese hijo. Pero Dios usó esa relación con un pasado tan oscuro para traer a aquel sabio rey, Salomón (2 Sam. 12:24).

Además de esto, creo que tampoco debemos olvidar el principio detrás de Éxodo 22:16: “Si alguien seduce a una doncella que no esté comprometida para casarse, y se acuesta con ella, deberá pagar una dote por ella para que sea su mujer”. Para el Señor, luego de fornicación, el matrimonio sigue siendo una opción. De esa forma, Dios cuida la integridad de los individuos, protege a la mujer de daños futuros, y guarda a ambos de traer otras experiencias sexuales a matrimonios futuros. Otra vez, vuelve al punto dos y busca el consejo de tus pastores. Pero no supongas que su pecado significa que no podrán contraer matrimonio.

5. Recuerda el evangelio.

“Esto traigo a mi corazón, por esto tengo esperanza: Que las misericordias del Señor jamás terminan, Pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡Grande es tu fidelidad!”, Lamentaciones 3:20-23

Quedarte rememorando tu pecado una y otra vez, olvidándote del perdón que hay en Jesús, solo te servirá para deprimirte y desanimarte. Como dice un poco más adelante este texto: ”¿Por qué ha de quejarse el ser viviente? ¡Sea valiente frente a sus pecados! Examinemos nuestros caminos y escudriñémoslos, y volvamos al Señor” (Lam. 3:39-40). No te quedes en quejas, ¡sé valiente frente a tu pecado! Escudriña tus caminos, lamenta tu pecado, y corre a la cruz. Una y otra vez.

El Señor te ha perdonado y te ha hecho parte de su familia, la Iglesia. Ahora tienes una familia con la cual caminar, un Padre que te recibe en amor, un Hijo que te da el perdón, y un Espíritu que te empodera para vivir en santidad. Rinde cuentas regularmente. Ve ante el trono de la gracia diariamente. No te confíes porque ya hace meses que no caen nueva vez en pecado y ya está todo bien. Recuerda qué tan pecaminoso es el pecado, y cómo puede engañarte. Recuerda qué tan hermoso es tu Salvador, y cuán digno es de tu esfuerzo por honrarle. Él está más interesado que tú mismo en que puedas vivir en santidad, así que, confíesa tu pecado, corre a Él, y espera en sus fuerzas.

Fuente; https://www.coalicionporelevangelio.org/

sábado, 5 de agosto de 2017

El sexo pervertido

PERVERSIONES SEXUALES EN LA BIBLIA


La desviación y la perversión sexual es uno de los pecados más predominantes de nuestra sociedad. Ellos son aceptados por muchos como algo normal y “cosa de todos los días”. Es por eso que como cristianos que creemos en la Biblia como la Palabra de Dios necesitamos tener una clara orientación y aprender a diferenciar lo bueno de lo malo.
Dios creó al hombre y a la mujer y es el autor del sexo (Gen. 2:20-25; 1:27,28), por lo tanto la vida íntima sexual matrimonial entre el hombre y la mujer es parte normal de la vida y cumple el propósito de Dios: Felicidad y satisfacción para cada cónyuge y procreación para la extensión de la raza. Dios es el autor de la monogamia al formar el primer matrimonio (Adán y Eva) y dentro de este marco la relación sexual es pura, normal, placentera, legitima y no es sucia (1 Co. 7:2-5, 10-17), y ella deber ser limpiada de impurezas, actitudes abusivas y egoísmos anormales.

La Biblia enseña que toda relación sexual fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer (fornicación y adulterio) está prohibida y será juzgada por Dios (1 Co. 6:9; Gal. 5:19; Ef. 5:3,5; Col. 3:5; 1 Tes. 4:1-7; Heb. 13:4; Mat. 19:9, etc.) También la Biblia condena toda clase de perversión sexual, uso anormal o abuso del sexo (Ro.1:18-32 y leer especialmente los vv. 24, 26, 27, 29, 31, 32) Otras perversiones sexuales, mencionadas en la Biblia, que Dios NO aprueba: De estos pecados generales antiguos se desprenden todo tipo de perversiones sexuales específicas
modernas

•Incesto: Contacto sexual entre parientes cercanos (Deut. 27:22; Lev. 20:17, 19; 18)
•Homosexualismo: Pecado sexual entre personas del mismo sexo. Entre las mujeres se le llama lesbianismo (Lev. 18:22; 20:13; Ro. 1:26, 27; 1 Co. 6:9)
•Afeminado: Conducta de un hombre que parece de mujer (1 Co. 6:9)
•Relación sexual entre un ser humano y un animal (Ex. 22:19; Lev. 18:23, 24) 
•Masturbación: Autoexitación con el fin de producir el orgasmo. Se basa en el egoísmo y la morbosidad. No cumple el propósito puro del sexo, por lo tanto es impuro perverso y origina consecuencias sexuales en el futuro.

PERVERSIONES SEXUALES EN LA BIBLIA

•Sodomía: Relación sexual perversa y antinatural de distintas formas (Gen. 18:20)
Aclaración: De todas estas clases de perversiones, se ramifican todas las “tendencias sexuales modernas” tales como el tener relaciones con dos, tres o mas personas a la vez del mismo sexo u opuesto, intercambio sexual con otros matrimonios y toda otra forma de sexo pervertido a los ojos de Dios. Los peligros que existen de salirse de los límites que Dios ha establecido para la vida sexual. Dios ha puesto limites para cuidar la vida del ser humano, pues aquellos que se involucran sexualmente fuera de los límites de Dios (el matrimonio entre un hombre y una mujer) quedan expuestos no solo a las tantas enfermedades sexuales que abundan sino a que las personas quedan infectadas por los demonios, por lo cual cuando vienen a los pies de Cristo, necesitan no solo arrepentirse de sus pecados, sino también ser ayudados a ser libres de todo espíritu de inmundicia y perversión sexual. No hacer esto es dejar la puerta abierta para que la persona, a pesar de ser “creyente” quede atada por esos espíritus que le impedirán disfrutar la vida en plenitud sexual que solo Jesucristo puede dar.

Es posible mantenerse puro sexualmente y vivir lejos en medio de una sociedad corrompida sexualmente y sin valores morales. La impureza sexual corrompe al ser humano más rápido que cualquier otro pecado.

CÓMO RENUNCIAR A TODA ADICCIÓN Y A LA PERVERSIÓN SEXUAL

1. Recibir a Cristo como su Salvador personal (Jn. 1:12)
2. La sangre de Cristo nos puede limpiar de todo pecado sexual cuando este es confesado y abandonado (1 Co. 6:9-11; 2 Co. 2:5-11; 1 Jn. 1:9)
3. Renunciar específicamente a toda clase de perversión que se haya practicado en el pasado, en el Nombre de Jesús, para cerrar toda puerta abierta hacia el pecado.
4. Pedir la llenura del Espíritu Santo para que la presencia de Dios inunde cada área de su vida. Consagrar la vida sexual al Señor para que El la purifique (Ef. 5:18)
5. Decidir vivir de acuerdo a los principios de pureza de la Palabra de Dios (Josué 1:8)
6. Desarrollar el hábito de aprender a resistir toda tentación sexual en el Nombre de Jesús.
7. Ser ayudado por los pastores o líderes espirituales de la congregación, a ser liberado de todo espíritu inmundo de inmundicia y perversión sexual.

SUGERENCIAS ÚTILES PARA MANTENER LA PUREZA SEXUAL

1.Tener siempre presente que nuestro cuerpo es del Señor, no nuestro (1 Co. 6:13)
2.Mantener distancia prudencial (o alejarse directamente) con personas del sexo opuesto y con personas de tendencias sexuales pervertidas. Eso no significa rechazarlos como personas, sino respetuosamente no participar ni aprobar su estilo de vida sexual contrario a Dios. Recuerde que detrás de estas personas, están los demonios de perversión buscando devorar “a los distraidos”.
3.Cuidar los ojos, lo que miramos, leemos, donde prestamos atención con la vista.
4.Cuidar la mente, la imaginación, especialmente cuando uno esta en la cama.
5.Cuidar las palabras sugestivas, de doble sentido que recibimos o les damos a los demás.
6.Cuidar los gestos. Existen manera de caminar, mover el cuerpo que pueden excitar a otros.
7.No alimentar los deseos carnales sino controlarlos con la obediencia a la Palabra y además trabajar duro, hacer deportes. Una mente y un cuerpo activo son factores importantes para mantener la pureza sexual.
8.Rodearse de amigos que practiquen la vida cristiana y vivan en pureza sexual.
9. Decidir ser personas que cuidan su vida sexual y la consagran a Cristo en el marco de la santidad y pureza.
10. No sentir verguenza porque somos diferentes en nuestra manera de ver la vida sexual. En realidad los que están errados en su manera de proceder son aquellos que aprueban y practican la inmundicia y perversión sexual. ¡En la presencia de Dios no hay verguenza sino seguridad, confianza, amor y libertad!

Demos gracias a Dios que él nos advierte en Su Palabra de los peligros y consecuencias que existen por desobedecer sus preceptos. No importa si alguien se burla o nos menosprecia por pensar como Dios piensa. En definitiva bien sabemos que cuando le hacemos caso a Dios y a los principios de su palabra, ellos nos conducirán a vivir una vida sexual plena en el temor del Señor.

Fuente: http://restorationnations.com

domingo, 18 de enero de 2015

Pastores y cristianos adictos al sexo

El pastor adicto al sexo.  Por Harry W. Schaumburg


Alguien que usted conoce tiene un problema escondido. Puede que trabaje en su iglesia, o quizás sea un pastor en la misma ciudad, la esposa de un amigo, un líder de distrito, un evangelista, o un misionero regresando del campo. Quizás sea su cónyuge o un familiar. Los conoce por nombre, y sabe de sus dones espirituales. Lo que no sabe es su vida secreta de pecado sexual. Lo que usted no ve detrás de las predicaciones ungidas, los dones del Espíritu, y el ministerio exitoso es la profundidad escondida del corazón de esta persona. Allí encontrará la falsedad de "los malos pensamientos,...los adulterios, las fornicaciones" (Mateo 15:19), una maldad tan impura que va en contra de la lógica y razón cuando surge y afecta una iglesia creciente y un matrimonio que parece ser bueno. La penetración de este problema es uno de los desafíos espirituales más grandes que enfrenta la iglesia cristiana en esta era postmoderna.

ENFRENTAR LA VERDAD

Los pastores tienen muchos problemas y cualquier persona que duda de eso está espiritualmente dormida (1 Tesalonicenses 5:6). No son solamente los números que indican la seriedad del problema, sino que son parte de la naturaleza del problema. Para entender la anchura y la profundidad de esta crisis los pastores tienen que tener el coraje de abrir las puertas cerradas de su propia vida ministerial y pedir que el Espíritu examine su corazón.  El problema no es la pornografía en el internet ni las muchas oportunidades de pecar sexualmente en la cultura americana saturada con el sexo. Es el potencial de la maldad en nuestro propio corazón junto con la naturaleza secreta de la vida personal de un pastor. Las preguntas críticas que se debe hacer son:

¿Sigue moldeada mi vida por mis creencias, ideales, y tradiciones como antes?
¿Mi fe está moldeando efectivamente mi integridad como líder cristiano?
¿Hacen una diferencia mis creencias en mi vida privada? Yo crecí como hijo de un pastor de Las Asambleas de Dios. Me gradué de Central Bible College en el año 1969. Yo he pasado mi vida adulta en el mundo cristiano, y mucho de este tiempo en el ministerio a los pastores.  Existe un silencio fuerte que se tiene que romper antes de poder entender y tratar con el problema verdadero del pecado sexual. Podemos empezar en la superficie con los ejemplos muy familiares, pero también tenemos que ir hasta las profundidades no vistas del corazón humano. En humildad, pida que el Espíritu de Dios examine su mente, busque detrás de las puertas cerradas, y examine lo más recóndito de su corazón.

LA HISTORIA DE LA DEDICACIÓN Y ENGAÑO DE JUAN

Juan (no es su nombre verdadero) había sido misionero por 25 años. El llamado de servir a Dios vino temprano en sus años en el instituto bíblico. Cuando tenía alrededor de 25 años de edad, él y su esposa Judy estaban viviendo su pasión, su llamado, y su sueño de servir a Dios en Nicaragua.   Plantaron iglesias y discipularon a los recién convertidos. La obra requería mucho, pero era muy gratificante.  

Temprano en su quinto plazo en el campo misionero, Juan desarrolló una relación de discipulado con Gloria, una nicaragüense de 19 años. Ella era inteligente, madura por su edad, y tenían una pasión para aprender más acerca de Jesús. Cada vez más, Juan invertía más tiempo en la vida espiritual de este discípulo joven. Ella pasaba horas en la casa de esta pareja y llegó a ser muy buena amiga de Judy. Judy, sin embargo, estaba cada vez más preocupada que su esposo estaba pasando una cantidad de tiempo desproporcionada llamando, mandando correos electrónicos, y hablando con una muchacha tan joven y atractiva. Rápidamente su esposo desairaba sus sospechas, y finalmente acusaciones, con fuertes reproches de su inmadurez, su envidia insignificante, y su falta de compromiso al ministerio.   Cuando Judy encontró mensajes de texto en el teléfono celular de Juan que indicaron la medida de su relación física con Gloria, ella tenía la evidencia de enfrentar su pecado sexual y buscar la ayuda de su supervisor.

Cuando lo enfrentaron, Juan confesó que había cometido el adulterio durante 5 años. Con su reputación destruida, su carrera como misionero terminada, su esposa destrozada, y el supervisor dejado para resolver el problema, la pareja regresó a los Estados Unidos para buscar asesoramiento y restauración espiritual. Increíblemente, en medio de todo este caos, Juan continuó su relación con la muchacha por medio del correo electrónico. Él racionalizó su conducta diciendo que necesitaba continuar su ministerio con esta muchacha.  

LAS HISTORIAS NO COMUNES

Motivado por la lujuria y fantasía sexual, un pastor y su esposa participan juntos, como grupo de tres, en el sexo con la niñera de 20 años.El pastor racionaliza su conducta al citar las esposas múltiples de los personajes bíblicos.  
Por años un pastor de jóvenes corrompe su mente con fantasías sexuales. Finalmente tiene relaciones sexuales con tres muchachas y tiene que ir a la cárcel.  
Un pastor llega a tener relaciones sexuales con una mujer casada que él está asesorando. Ella se quedó embarazada, y él pagó el aborto para cubrir su pecado. Al mismo tiempo, su esposa dio a luz a su hijo.  

Una pastora del ministerio a las mujeres desarrolla una aventura amorosa emocional con una líder laica. Las dos mujeres finalmente se involucran sexualmente y niegan terminar su relación citando la importancia de sus necesidades espirituales y relacionales. Un pastor de jóvenes participa en la homosexualidad con varios muchachos jóvenes y se suicida antes de tener que ir a la cárcel. Un pastor asociado que tiene 19 años de casado ha cometido el adulterio durante 17 años con su secretaria, que también es la mejor amiga de su esposa.   Por años ellos prometían a Dios y a sí mismos que terminarían su relación antes de que destruyera a todas las personas en su vida.  La esposa de un pastor de jóvenes deja a su esposo y a sus dos hijos para trabajar en un club de striptease.  

LAS HISTORIAS COMUNES

Los detalles frecuentemente se repiten, pero el dolor, la culpa, la vergüenza, y las lágrimas dejan cicatrices que no desaparecerán hasta cumplir Apocalipsis 21:4: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron."

Las historias comunes incluyen:

Se descubre que un pastor tiene pornografía del internet en la computadora de su oficina. Un pastor que comete el adulterio, y nadie se da cuenta por meses, aun años. Un misionero que se involucra con varios tipos de pecado sexual - clubes de sexo, prostitución legal, y el sexo con jóvenes menores de edad - porque está fácilmente disponible en el campo misionero. La esposa del pastor que se siente sola y abandonada encuentra consuelo en los brazos de otro hombre.

EL DESCUIDADO PASTORAL

El problema no es solamente la mala condición espiritual del liderazgo, sino también la disfunción en cumplir el papel pastoral. El pastor, por descuidado, está destruyendo su propio rebaño. Un laico puede pecar sexualmente y destruir su familia, pero un pastor que comete un pecado sexual daña no solamente a su familia, pero también a la familia de Dios.
Rebecca me llamó porque su matrimonio estaba en un desorden total. Estaba furiosa."Usted asesoró al pastor que cometió adulterio con nuestra asesora mientras que ella estaba tratando de ayudarnos a resolver la infidelidad de mi esposo. Necesitamos ayuda, pero ¿en quién podemos confiar?" Ella no sabía que mientras que su pastor anterior estaba escribiendo sermones para alimentar al rebaño también estaba escribiendo pornografía y dirigiendo a otros al pecado.

Ezequiel habló del descuidado pastoral: "Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.Y andan errantes por falta de pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado" (Ezequiel 34:2,4,5).

EL PELIGRO ES UNA AMENAZA REAL

Aunque los cristianos pueden pensar que la gente generalmente tiene una opinión negativa en cuanto al pecado sexual, esto ya no es el caso. La Iglesia ha entrado en una era en donde los cristianos están diciendo, "La pornografía es solamente para la gratificación propia, una mujer que puede satisfacer mis necesidades emocionales y físicas descuidadas. Una esposa es para manejar el hogar y proveer la apariencia de una familia cristiana."
Puede que los principios bíblicos de la sexualidad humana no sean fácilmente aceptados por los nuevos conversos ni guardados por las parejas cristianas que han crecido en la iglesia. El problema no es simplemente una actitud débil hacia el pecado sexual ni la minimización del pecado sexual, sino una falta de reconocer el enemigo verdadero.

Las consecuencias del pecado sexual entre los pastores son peores que las consecuencias de la guerra, la enfermedad, el fallo económico, o el terrorismo. Lo que sucede con las personas en esta vida es mucho menos espantoso de lo que les puede suceder en la vida venidera. Jesús dijo, "No temáis a los que matan el cuerpo, y después nada más pueden hacer. Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed" (Lucas 12:4,5).

ARROGANCIA

¿Fallarán los pastores en seguir los principios bíblicos y vivir según una espiritualidad que sigue evitando el problema del pecado sexual?   Los pastores tienen que enfrentar cualquier cosa en su corazón y en los corazones de otros que da un consuelo falso y que los desconecta de las advertencias bíblicas (Hebreos 13:4).
Cuando Pablo enfrentó el pecado sexual en Corinto, el problema era más que la existencia del pecado sexual y como el conocimiento del problema se difundía.   El mayor problema era que la iglesia no tomó ninguna acción para corregir la inmoralidad.   El problema de la iglesia era arrogancia (1 Corintios 5:2).   La arrogancia ciega al corazón y mente e impide que uno vea su propia condición espiritual o la condición espiritual de su hermano o hermana.   El estilo de espiritualidad de Corinto produce una insensibilidad hacia el pecado.   Esta insensibilidad hacia el pecado disminuye las consecuencias del pecado sexual en la mente de los que tienen una vida en el Espíritu.

Como los Corintos, los pastores no pueden permitir que su espiritualidad llegue a ser autosuficiente en lugar de dependiente de la obra completa de Cristo. Un pastor dijo en una sesión de consejería: "Todos mis intentos de controlar mi pecado sexual fracasaron. La oración, el ayuno, y echar fuera demonios no funcionaron. No podía liberarme.Yo tenía que examinarme a mí mismo y reconocer mi falta de intimidad con Dios. Yo estaba sustituyendo mi sed por Dios con otras cosas. Simplemente yo no conocía a Dios.Yo había sido engañado por un deseo superficial de satisfacer a mí mismo.   Encontré la victoria cuando busque ser consumido con el gozo que tenemos delante de nosotros."

La lucha interna con el enemigo será difícil, pero guardar los mandamientos bíblicos de pureza no será una carga si los siervos de Dios prefieren su santidad ante otras cosas (1 Juan 5:3). Al hacer esto, la meta del pastor no es simplemente evitar el pecado sexual, sino participar en la naturaleza divina.   Podemos hacer esto porque "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia" (2 Pedro 1:3,4).

La satisfacción temporal totalmente desaparecerá cuando los pastores responden al llamado radical de buscar la satisfacción completa en Dios. Es un llamado de gozo, libertad, y fidelidad de sacrificio a Dios y otros. Siempre es verdad. Cuando una persona busca encontrar vida por medio de sus propias ilusiones de la satisfacción, pierde su vida. Cuando una persona busca perder su vida en la realidad de la gloria de Dios, encontrará vida.

Fuente: enrichmentjourna

martes, 11 de noviembre de 2014

El sexo sucio

La corrupción de la sexualidad.  2 Samuel 13:6-15. 

Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud. Proverbios 5:18

La sexualidad humana, de acuerdo a la Biblia, es un don de Dios. Al crear la primera pareja, los bendijo y los unió para cimentar la especie y dar solidez a la vida humana. La intimidad matrimonial formó parte desde entonces de la relación de la pareja y la procreación, como una parte de la bendición celestial Salmo 127: 3., 4; 12 8:3.Tomando en serio esta bendición, no es aceptable la intimidad fuera del matrimonio. La propaganda constante a que somos expuestos   de la sexualidad ha hecho una diversión o entretenimiento irresponsable. Consideremos a la luz del texto escogido, cuales son las consecuencias de una relación sexual irresponsable. ¡Cuántas familias honorables no han sufrido semejante deshonra! Que Dios nos ayude a vivir una sexualidad sana no sólo por nuestro bien sino también por el de los demás.

La corrupción sexual es una consecuencia, no un accidente

Nuestros ojos y oídos son expuestos continuamente a una propaganda de connotaciones sexuales. Los resultados son violencia doméstica, ultrajes y violaciones de jovencitas y jovencitos por parte de personas corruptas. Como vemos en nuestro texto, estos actos son programados, son concebidos en mentes enfermas y puestos en práctica más tarde Santiago 1:13-15; Mateo 15:19 La corrupción es una semilla que se acomoda primeramente en el corazón del hombre y crece hasta dominar su voluntad. 

La Biblia no oculta los hechos de algunos hombres santos que se corrompieron por haber descuidado su comunión con Dios  y haberse entregado a los deseos engañosos; por ejemplo Salomón 2Samuel 11:2-4; 1Reyes 11:1-3 Teniendo una naturaleza débil y sensitiva a la corrupción, es necesario que estemos en guardia contra aquellas cosas que alimentan estas posibilidades. Consideremos el consejo del Proverbista para tomar el control de nuestro ambiente y no ser víctimas de su contaminación Proverbios 2:10-21. Estos versículos contienen la fórmula perfecta para vivir libres de la corrupción sexual.

La simiente de la corrupción al dominar el pensamiento y las pasiones conduce a su víctima a la hipocresía y a la mentira. Amnón se fingió enfermo para engañar a su padre con el fin de conseguir sus malvados propósitos. Las pasiones desenfrenadas son la causa de estos desórdenes en la vida moral de muchos jóvenes. Por esto, el apóstol Pablo aconseja a Timoteo: Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor 2Timoteo 2:22 Vemos en el texto la importancia de llenar la vida con valores que sirvan de muros de contención contra la tentación. Entendemos que no se puede evitar la corrupción con una vida vacía; es necesario ocupar nuestra mente y corazón en aquello que produce mayor satisfacción; por esto el apóstol Pablo aconseja al joven Timoteo Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza 1Timoteo 4:13

La corrupción sexual destruye la sensibilidad humana.

El texto escogido nos plantea una situación triste y vergonzosa; un hermano que viola a su propia hermana. ¿Cómo es posible caer tan bajo? Se perdió el respeto al padre, la consideración a una hermana. ¿Qué pasó con la santidad de las relaciones familiares? Veamos en Levítico 18:6-18 lo que está escrito en la ley de Dios dada al pueblo de Israel, en relación con el respeto que debía tenerse por la familia y las personas más cercanas. Aquí se extiende a todos los relacionados entre familia. No sólo es inmoral sino una falta de sensibilidad a los valores de la familia. Por eso le pedía Tamar a su hermano que no cometiera tal vileza contra ella y su familia.

La dignidad y el respeto por los valores de la familia deben ser estimados por encima de los epetitos sexuales. No hay duda que una acción reprochable como la de Amnón es el producto de una degeneración de los valores en la sociedad humana. En toda familia debe considerarse con reverencia la privacidad de cada cual, de acuerdo a la enseñanza de  la  ley que hallamos en Levítico. La corrupción de la sexualidad ha llegado a tales niveles en nuestro tiempo que ha sembrado la desconfianza aun entre los más cercanos familiares. Sólo el temor de Dios y la obediencia a la ley moral establecida en su santa Palabra puede restablecer la confianza 2 Corintios 7:1; Colosenses 3:5-7; 1 Timoteo 5:22;1 Pedro 2:11.

La pureza sexual es la mejor manera de honrar a Dios.

Mantener la pureza sexual no sólo es moralmente saludable sino también una manera de honrar a Dios. Las relaciones premaritales no sólo denigran la santidad del matrimonio sino que ponen en riesgo la felicidad de la pareja Isaías 54:5; 62:5 La unión conyugal debe mantener libre de contaminación para que no pierda la bendición de Dios. Esto es lo que advierte el profeta Oseas: Fornicación, vino y mosto quitan el juicio Oseas 4:11. Leamos la amonestación del apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 4:3-5. Aquí se menciona la santidad y el honor como frutos del temor a Dios y la obediencia a su Palabra. En contraste con la vida  de los que no conocen a Dios, representados aquí como gentiles, los creyentes temerosos de Dios tratarán a su pareja con respeto y dignidad.

En muchos grupos de jóvenes se considera a los que practican la abstinencia a las relaciones premaritales como anticuados. Aquellos que son capaces de vencer la presión de los demás y mantenerse puros, son bienaventurados. Es posible combatir los deseos desordenados con la asistencia del Espíritu Santo. Debemos recordar que la voluntad de Dios es nuestra santificación, es decir, nuestra pureza en todo.

Quienes se entregan a una vida desordenada en desobediencia a la Palabra de Dios se exponen a graves consecuencias. Es a ellos a quienes se dirige el mensaje de la carta a los Romanos en el primer capítulo denunciando el extravió de su camino y la deshonra de sus actos, lease Romanos 1:24-27 Afirmamos  que aquellos que se guardan en santidad no sólo honran a Dios sino que aseguran su cuerpo contra los males que acompañan a los que viven desordenamente. El triste final de Amnón a manos de su propio hermano Absalón debe servir como ejemplo de que la corrupción trae consecuencias funestas. La alabanza es para quienes se guardan sin mancha de este mundo Cantares 4:7.

¿Será posible mantener la pureza sexual en medio de la corrupción de este mundo?

Podemos contestar afirmativamente, sí, se puede.Tenemos modelos en la Biblia y en la historia de jóvenes que se mantuvieron limpios, a pesar de la corrupción a la que estaban expuestos.Tomemos el caso de José Génesis39:1-21 este prefirió la cárcel injusta antes que pecar en oculto y ofender a Jehová Dios. Quizás ninguno haya sufrido una presión tan grande como la que él enfrentó. Todo es cuestión de convicción y compromiso de parte nuestra. Hallamos una hermosa declaración en Daniel 1:8:Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que el bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligasen a contaminarse. Ya sabemos que Dios premió esta determinación del joven exaltándole al trono. 

Tú también puedes ser exaltado por Jesucristo si te atreves a mantener la pureza contra la corrupción que te rodea. Los que se mofan de ti tendrán que ofrecerte sus respetos al fin cuando Dios te coloque por encima de todos ellos. La santidad del sexo tiene como premio una vida saludable.

Fuente: nuevacriaturaes

miércoles, 19 de marzo de 2014

Tentación sexual

¿Cómo pueden los trabajadores cristianos ganar la batalla? 
Por Randy C. Alcorn 


“Algo terrible acaba de suceder.” La voz llena de tensión era la de mi amigo, que me llamaba desde el otro lado del país. “Ayer, nuestro pastor abandonó a su esposa y se fue con otra mujer.”

Me puse triste, pero no asombrado, ni siquiera sorprendido. Ya he oído la misma historia demasiadas veces para que ahora me llegue a sorprender. Hace unos pocos años, hablé acerca de la pureza sexual en un Instituto Bíblico. Muchos de los estudiantes vinieron a verme para que los aconsejara, incluyendo tres muchachas a las que llamaré Raquel, Barb y Pam. Raquel fue directamente al punto y me dijo: “Mis padres me enviaron con uno de nuestros pastores para que me aconsejara y terminé por acostarme con él.” Mas tarde, ese mismo día, Barb, la hija de un diácono me dijo entre lágrimas: “Mi papá ha tenido relaciones sexuales conmigo desde hace años, y ahora está empezando a hacerlo con mis hermanas menores.” Al día siguiente me encontré a Pam. ¿Cuál fue su historia? “Yo vine al Instituto Bíblico para alejarme de un amorío con mi pastor.”

En otra escuela, Toni, una muchacha de 18 años, se encontraba llena de culpabilidad porque había tenido relaciones sexuales con su anterior pastor de jóvenes. “¿Se lo has confesado al Señor, y terminado la relación?” le pregunté.“Sí,” me contestó. “Su esposa se dio cuenta, y se cambiaron a otra iglesia. “Pero eso no es todo.”Dijo después de una pausa. “¡No lo puedo creer! Pero cuando la iglesia le dio empleo a un nuevo pastor para los jóvenes, nuevamente ¡acabé teniendo relaciones sexuales con él también!”Toni me dijo que podía hablar de su situación con el decano de los estudiantes.
“¿Qué es lo que está pasando con los líderes cristianos?” Me preguntó.“El año pasado nuestro ministro de música fue despedido por adulterio. Después, nos dimos cuenta de que había hecho lo mismo en la iglesia anterior.Y acabo de oír que un profesor del seminario fue despedido por inmoralidad.”

Parece que por cada una de las personalidades de la televisión que tienen programas cristianos o lideres evangélicos muy populares o bien conocidos que “terminan mal”, hay un número indeterminado de pastores locales, maestros de la Biblia, o trabajadores de la iglesia poco conocidos, que calladamente renuncian o son despedidos por inmoralidad sexual. La mayoría de nosotros podemos mencionar a varios, algunos quizá a docenas, y otros aún muchos más. (Tres líderes cristianos se reunieron y lograron juntar una lista de 250 nombres.) Además, hay un número increíble de hombres y mujeres laicos cuyo servicio ha sido corroído como líderes y trabajadores cristianos o ese servicio ha llegado a un alto abrupto, exactamente por la misma razón. Tanto como nos disgusta tener que admitirlo, en el campo evangelístico se encuentran regados los esqueletos de las vidas y de los ministerios, que han sido diezmados por el pecado sexual. La conclusión es imponente y las implicaciones de largo alcance: Hay entre cristianos, incluyendo cristianos en el ministerio, una epidemia moral de enormes y aterradoras proporciones. 

Enfrentándonos Directamente al Problema 

Al estar investigando y escribiendo el libro “Cristianos en el Despertar de la Revolución Sexual”, descubrí que una característica prominente de la primera iglesia, fue la de la pureza sexual. Si no reclamamos el terreno que hemos perdido, la iglesia de hoy y su liderazgo están destinados a la impotencia espiritual. ¿Por qué? Pues porque un mundo impío y malvado, jamás podrá ser ganado para Cristo por una iglesia impía o profana. ¿Qué tanto ha sufrido nuestra reputación como siervos de Cristo? ¿Cuánta credibilidad hemos perdido como resultado de las hazañas y proezas inmorales de los que están en el ministerio y que se han  publicado extensamente? Después de oír que aún otro líder cristiano había caído, una mujer cristiana cuyo compromiso con Cristo era real y profundo, me dijo entre lágrimas; “Ahora, cada vez que escucho a un líder cristiano, no puedo dejar de pensar que pudiera ser posible que él, esté viviendo en la inmoralidad.” 

A pesar de las pérdidas que esto ha causado, hay algunos aspectos positivos que se han desarrollado de estos repugnantes lapsos morales de los líderes cristianos. El más significante, es el que parece como si nos hubieran lanzado una cubeta de agua fría en la cara. Ya no podemos negar la realidad de las debilidades morales entre aquellos que sirven a Cristo. Tanto líderes como laicos, han llegado ha estar consientes de la crisis moral que se ha extendido por todos lados, de las graves consecuencias de nuestras concesiones sexuales y de la desesperada necesidad de apuntalar o acorralar nuestra moralidad que se encuentra a la deriva. En los últimos años se ha dicho mucho acerca de la necesidad que hay de cuidar y rehabilitar a 
aquellos que han caído en el pecado sexual. Mientras que se debe hacer nota de esto, el énfasis debe ser el de corregir. Lo que nos falta, y lo que necesitamos desesperadamente, son medidas claras de naturaleza preventiva. 

Hay dos formas de responder cuando se está en la orilla peligrosa de un acantilado, por donde las personas caen 50 pies hasta el fondo. Una, es la de poner ambulancias y para-médicos en el fondo. La otra es la de poner señales de aviso y construir una barrera, en la parte de arriba del acantilado. La intención de este pequeño folleto, es la de poner avisos de peligro y de construir barreras, y orando por que menos ambulancias se necesiten en el fondo del acantilado. 
Para prevenir que este folleto se convierta en libro, debo de asumir que los lectores saben lo que las Santas Escrituras dicen acerca de la moralidad sexual. Me enfocaré primero en los tres datos críticos que debemos comprender. Después exploraremos las razones por las que los cristianos cometen pecados sexuales. La mayor porción de este folleto, está centrada en un número de guías prácticas que nos pueden ayudar a luchar y a ganar la batalla de la pureza sexual. 

Tres Puntos Críticos 

1: Somos el objetivo de la inmoralidad sexual. 

Hace algunos años hubo bastantes rumores acerca de una “lista de marcados” un plan calculado para que asesinos pagados mataran a ciertos líderes mundiales estratégicos. Un pensamiento aterrador ¿verdad? Sin embargo yo estoy convencido de que el enemigo, satanás, ha mantenido una lista como esa a través de los milenios. Y hay muchas razones para creer que todos los cristianos, estamos a la cabeza de esa lista. Si usted es un pastor, un misionero, un evangelista, un trabajador de jóvenes, un anciano de la iglesia,diácono, líder de estudios Bíblicos, trabajador de la iglesia; si es Maestro o estudiante de un Instituto Bíblico, si es escritor o músico cristiano, si tiene un ministerio de cualquier cosa; entonces, ponga atención porque usted es un hombre o una mujer marcada por Satanás. Las fuerzas del mal han hecho  un contrato para terminar con usted. Le han puesto precio a su cu cabeza y el precio es lo suficientemente jugoso, como para que a las huestes de satanás se les haga agua la boca. Satanás lo quiere a toda costa. 

¿Por qué? Pues simplemente porque quiere anular su ministerio.

Porque más que cualquier otra persona, usted lleva en sus hombros la reputación de Cristo. Si usted comete un acto inmoral, el enemigo tiene una gran victoria estratégica en su asalto a la reputación sagrada de Jesucristo.  Recuerde que nuestra batalla no es contra la carne, sino que es contra los principados y los poderes de las tinieblas, en contra de las fuerzas espirituales del mal, en un reino invisible. (Efesios 6:12. Estos seres desesperadamente malvados, tienen un interés de inversión en nuestro colapso moral. Ellos harán hasta lo imposible para atacar y vencer a Cristo y a Su iglesia. “Tened control propio y estad alerta. Su enemigo el diablo está rondando como un león rugiente, buscando a quien devorar” (1ª de Pedro 5:8.)  

 2: Somos vulnerables a la inmoralidad sexual.

Todos los cristianos, incluyendo aquellos que están activos en el ministerio, son susceptibles al pecado sexual. El mito de que somos invulnerables moralmente, se muere muy despacio, aún cuando nos enfrentamos a la evidencia sobrecogedora. Pero no hay, ni nunca ha habido un anticuerpo místico que nos haga inmunes al pecado sexual. “El orgullo está antes de la destrucción, un espíritu altanero antes de la caída” (Proverbios 16:18). ¿Cuál es el nivel de orgullo que se necesita, para creer que el pecado sexual pudiera apoderarse de Lot, de Sansón, de David (“un hombre que conoce el corazón de Dios”). Salomón, los Corintios y huestes de líderes cristianos modernos, pero ¿yo no? Las advertencias de Pablo merecen estar en un lugar prominente en el tablero de instrumentos de nuestros carros, en los escritorios y en nuestras Agendas: “Pero cuidado, o también serás tentado” (Gal. 6:1); “Si creen que estan firmes, ¡cuídense de no caer!” (1ª de Cor. 10:12). 

3: Somos completamente responsables de nuestras elecciones morales. 

Frecuentemente se dice que las personas “caen” en la inmoralidad. Esta expresión es tan reveladora como imperfecta y peligrosa. El propio término caer traiciona mentalmente a la víctima. Se oye como si estuviéramos caminando por la calle y alguien nos metiera una zancadilla, o nos aventara. Implica que el colapso moral no se ve, o no se sabe de dónde viene, que no hay nada que se pudiera haber hecho para prevenir que sucediera. Nosotros no caemos en la inmoralidad, caminamos hacia ella. Ciertamente, algunas veces corremos desesperados hacia ella. Debemos darnos cuenta desde el principio, que la inmoralidad es una opción. No es algo que le pasa a la gente. Es algo que la gente hace que le pase. 
Puede ser que hagamos todo lo posible para lograr la salud física, y prevenir que nos de cáncer, sin embargo aún así es posible que nos de cáncer. Pero esto no es la verdad acerca de la inmoralidad. Si dependemos de Nuestro Salvador y deliberadamente tomamos los pasos necesarios para cultivar la pureza y evitar la inmoralidad, podemos evitar el caer en ella. La inmoralidad no nos escoge a nosotros, nosotros la escogemos, o escogemos evitarla.

Siempre debemos aceptar la responsabilidad de lo que escogemos. Pero aquellos de nosotros que estamos en el ministerio, ya sea por medio tiempo o tiempo completo, pagado o sin paga, en la iglesia o para-iglesia debemos aceptar una responsabilidad aún mayor, acerca de lo que escogemos, especialmente en lo referente a los que conocemos por medio de consejería o de dirección espiritual. Dichas personas son particularmente vulnerables y fáciles de persuadir. Nuestro papel involucra autoridad y poder sobre sus vidas, de las cuales no se debe abusar. 
Aún en la profesión de consejería secular, se considera como el mayor rompimiento de la ética profesional, involucrarse en una relación amorosa o sexual con un cliente. Ciertamente, el involucrarse sexualmente con alguien que ha venido a buscar ayuda emocional o guía espiritual, no solamente se debe ver como fornicación o adulterio, sino que debería considerarse como abuso sexual. 

La actividad sexual que sale del contexto de un ministerio, se puede comparar con el abuso sexual de un niño, en donde supuestamente la figura adulta, madura y estable, se aprovecha de su autoridad y credibilidad para iniciar o permitir un encuentro sexual con el que es inmaduro y vulnerable. En esos casos, la persona que esta en el ministerio no es la víctima, él o ella son los victimarios. Y por lo que es todavía peor, es porque supuestamente somos personas confiables, por el hecho de ser representantes de Cristo en la vida de esa persona. 
Desgraciadamente, en la iglesia hay una tendencia inquietante de culpar a la mujer que entra en una relación adúltera con uno de los líderes. Por lo general, automáticamente se le considera como a una seductora, con tanta o más responsabilidad por lo que le pasó al hombre. Cuando en realidad es al contrario, aunque la mujer también es responsable, la persona que está en la posición de autoridad, es quien quien debe tener o a quien se debe tomar como más responsable.  

El ministerio no es solamente una tarea que se debe hacer. Es algo, que se debe considerar sagrado y que se nos ha confiado. El hacer un mal uso de esa misión y violar la confianza que se ha puesto en nosotros, para lograr una conquista sexual o aún una dependencia emocional, es un comportamiento muy deplorable. Cada vez que el pecado sexual de un líder Cristiano se pasa como; “una indiscreción desafortunada que pasó en un momento vulnerable de su vida”, y se evita o se niega la responsabilidad que tiene, estamos enseñando, diciendo a otros que nuestras propias necesidades emocionales o nuestras insuficiencias, puedan de alguna forma disculpar y justificar el enredo inmoral. 

¿Por qué los Cristianos Cometen Inmoralidades?

Estamos expuestos al pecado, porque somos pecadores. Mas allá de eso, el ministerio Cristiano activo trae en sí serios peligros, minas terrestres morales que nos pueden destruir, a nosotros, a nuestras familias y a nuestras iglesias. Entre estas minas terrestres, se encuentra la posición de poder e influencia que se vincula con todo ministro. Un maestro de Escuela Dominical o un líder de pequeños grupos de estudio, es visto como una autoridad, y la autoridad siempre trae consigo el poder y la influencia. Entre más prominente sea el ministro, mayor el poder y la influencia. Por ejemplo en el ministerio pastoral, hay una mezcla extraña de adulación del ego y de un criticismo debilitante que nos puede llenar de orgullo o de desesperación. 
Como el Señor, los pastores tienden a ser adorados o crucificados, y algunas veces ambas cosas en el mismo día. En este proceso de sube y baja, nuestra perspectiva se tuerce y nuestra resistencia a la tentación baja. 

Los que estamos en el ministerio, generalmente tenemos una personalidad que se encuentra centrada en las personas. Nos interesamos en ellas y las escuchamos, y eso, es lo que atrae a otros hacia nosotros y nosotros hacia ellos. Nos torcemos y nos enredamos en las vidas de las personas y algunas veces no en formas muy saludables. Mas de la mitad de los que tienen necesidades emocionales o luchas mentales, van primero con su ministro, pastor o rabino. La mayoría de los pastores son hombres, y sin embargo tanto como el 75 % de los que van a pedirles ayuda son mujeres. Frecuentemente, estas mujeres van precisamente porque tienen profundas necesidades emocionales o grandes vacíos en sus relaciones. Esta situación se complica porque los pastores y las personas laicas por igual, no han sido entrenados o raramente lo son, para que puedan comprender y entender la dinámica sexual involucrada con el ministerio. 

Aquellos que están en el ministerio de tiempo completo, frecuentemente hacen sus propios horarios y les falta la responsabilidad hacia otros que hay en la mayoría de los trabajos seculares, creando un aislamiento y permitiendo una gran libertad para proseguir con una relación no saludable. Los principales candidatos para el pecado sexual, son los que se mantienen largas horas fuera de casa, salen en la tarde o ya de noche y viajan frecuentemente. Ya que estas son las mismas características de un buen lider cristiano, esto es lo que los pone mas en demanda pública, y no es de sorprenderse que tantos de los más famosos o más conocidos hayan caído o estén cayendo. 

Nuestro extraordinario énfasis en la juventud, en la apariencia exterior y en el éxito logrado, se encuentran entre muchos de los factores que contribuyen al fenómeno de la desorientación durante la mediana edad, cuando creen que su tiempo ya esta pasando y que frecuentemente los llevan al interés extramarital. El hecho de que tantas personas se encuentren involucradas en amoríos, desafortunadamente nos hace pensar que la inmoralidad puede ser una elección más plausible. Las ataduras sociales se han roto, y otras fuerzas, favorables para la inmoralidad las han remplazado. No nos debemos engañar pensando que los Cristianos somos inmunes a cualquiera de estas fuerzas. 

Claro que las razones por las que las personas cometen actos de inmoralidad son más que sociales o circunstanciales. Todo pecado es el fruto de un árbol que tiene unas raíces muy profundas. La confesión y el arrepentimiento son la señal del principio de un cambio, pero frecuentemente, todavía queda un largo camino por recorrer y de tratar como se debe, con el problema de las raíces.  
Este es uno de los peligros de la filosofía que dice: “perdón por la inmoralidad necesita de un ministerio de restauración.” Muchos hombres y mujeres están siendo restaurados en el ministerio cuando no se ha tratado con el problema de las raíces que los llevó a su inmoralidad. En muchos casos no ha pasado el tiempo suficiente como para establecer una nueva línea de pensamiento y una forma correcta de vida. Estas personas son como una bomba de tiempo que está esperando explotar nuevamente. 

¿Es Inevitable la Inmoralidad? 

Una mujer me dijo; “Hay tanta inmoralidad entre cristianos ahora, que estoy viviendo con un miedo constante. Se me hace muy difícil trabajar, aún con mis asociados en el ministerio. Les ha pasado a los que yo creía más devotos que yo, por lo tanto, estoy constantemente pensando que me pudiera pasar a mi. Parece que casi es inevitable.” Dios no quiere que seamos vanidosos, pero tampoco quiere que seamos paranoicos. No tenemos que vivir cada día balanceándonos a la orilla de la inmoralidad, o paralizados por el temor de una caída repentina. En el contexto específico de buscar ser sexualmente puro y de resistir la tentación sexual, un hombre sabio le dijo esto a su hijo: 
Hijo mío, conserva un juicio justo y discernimiento claro, No permitas que se alejen de tu vista; serán de vida para ti, Un adorno de gracia para tu cuello. Entonces caminarás con seguridad Y tu pie no tropezará; Cuando te acuestes, no temerás; Cuando te duermas, tu sueño será dulce. No temas desastres repentinos, O la ruina que sobrepasa al malo, Porque el Señor será tu confianza Y mantendrá tu pie fuera del resbaladero. (Prov. 3:21-26) 

Si diariamente caminamos con Cristo, estando alerta a lo que está pasando en nuestra mente e implementando los pasos de la rectitud y de la sabiduría, entonces podremos seguir nuestro camino “con seguridad” y “sin miedo.” La siguiente sección de este folleto presenta los principios y los pasos prácticos para cultivar la pureza sexual y así poder evitar y resistir la tentación sexual. 

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