Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 29 de abril de 2023

Tremenda mujer de Dios. Hulda

Hulda: Una profetisa y maestra (2 Reyes 22)

Una de las profesiones más importantes pero a veces subvalorada es la del maestro. Podemos prosperar o fracasar, dependiendo de la calidad de los maestros que hayamos tenido. Para algunas personas, todo depende de la clase de educación que reciban. En 2 Reyes encontramos una maestra que tuvo este nivel de impacto no solo para un alumno, sino para toda una nación.

Tras un largo y exitoso gobierno, David fue seguido por su hijo Salomón. Pero tras la muerte de Salomón, el reino comenzó a desmoronarse por la lucha entre reyes rivales en el norte (Israel) y en el sur (Judá). Si bien algunos de los reyes en los siguientes dos siglos fueron fieles al Señor, la mayoría de ellos abandonaron al Dios de Israel en favor de la adoración pagana. 

En consecuencia, el reino del norte se había vuelto tan malvado que Dios trajo a las fuerzas asirias para que conquistaran y dispersaran al pueblo. En el sur, las cosas solo iban levemente mejor. Muchos de los reyes de Judá actuaron malvadamente, hasta que un joven rey con un corazón entregado a Dios llegó al trono. Su nombre era Josías.

Para el tiempo de Josías, el templo de Dios en Jerusalén había sido arrasado con la adoración de ídolos, y Josías ordenó un minucioso proyecto de limpieza con el fin de devolverle el templo a Dios. En el proceso de esta renovación, un obrero encontró un antiguo manuscrito, el cual entregó al sumo sacerdote Hilcías. Los cortesanos del rey no podían entender este documento, pero cuando se le leyó una parte al rey, este reconoció que la ira de Dios estaba a punto de descender sobre Judá por todas sus prácticas malvadas. Pero ¿había más? Josías ordenó que su personal ubicara a un profeta confiable para que le explicara el contenido completo del rollo.

En ese entonces, Jeremías estaba profetizando en Jerusalén (Jeremías 1:2), lo mismo que Sofonías (Sofonías 1:1). Pero el sumo sacerdote no acudió a estos profetas varones, sino a una mujer llamada Hulda, que vivía en el Segundo Sector, el sector universitario. Los estudiosos piensan que ella era una maestra, y por la Biblia sabemos que también era profetisa.

¿Te sorprende que el sumo sacerdote y el secretario del rey escogieran a una mujer para que les interpretara el manuscrito? 

Cuando escuchamos su discurso al rey y su corte (2 Reyes 22:14-20), oímos una plática directa al grano. Ella no se anduvo con rodeos. Sí, la nación se dirigía a la destrucción. No, esto no sucedería durante el reinado de Josías, porque él honró a Dios el Señor. Pero sus sucesores serían hombres malvados, y finalmente la nación iría a la cautividad en Babilonia.

Hulda fue una verdadera ayuda (ezer) porque vino en auxilio de su rey y nación, usando sus dones intelectuales y espirituales. Ayudó a estos líderes a entender la Palabra del Señor, y, como consecuencia, Josías implementó una enorme purga de los ídolos de cada lugar del territorio de Judá. Sobre la base de la enseñanza de Hulda, todos los que vivían en Judá fueron salvados de la destrucción inminente.

A veces las mujeres pueden ver su rutina laboral interrumpida por una petición para entrar a un rol diferente, uno que las empuja a hablar por Dios en un ámbito público. La experiencia de Hulda desafía a las mujeres a aceptar estas nuevas oportunidades sin rehuirlas. En el proceso, pueden descubrir que Dios usa sus dones de una forma nueva, o les da dones totalmente nuevos.

Fuente: https://www.teologiadeltrabajo.org/

domingo, 23 de abril de 2023

La muerte no da miedo a los cristianos

VOLVER A VIVIR: VENCIENDO EL DOLOR DE LA MUERTE

La muerte es un enemigo cruel y despiadado. Todos lidiamos con la muerte en un momento u otro. Tal vez hayas recibido malas noticias de un médico, o quizás estás luchando para salir adelante luego de la muerte de un hijo o de un cónyuge.

MI HISTORIA

Mi mayor batalla contra el cáncer vino cuando era solo un niño. Mi padre había peleado una lucha desahuciada contra el cáncer. Lentamente, se fue reduciendo desde un hombre gigante a alguien frágil y quebrado. ¡Su muerte me dejó vacío, lleno de temores y amargura!

La descripción perfecta de cómo me sentía llegó el día en que enterramos a mi padre. Era un sábado. El trayecto hasta el cementerio era por la misma vía que la gente iba a usar, minutos más tarde, para un desfile popular. Me senté en la parte trasera del auto con mi familia. Todos estábamos vestidos de negro. Nos lamentábamos, pero ninguna de las personas que cubrían las calles para el desfile se daba cuenta de lo que nos sucedía, de lo que me estaba ocurriendo a mí.

Los niños no entendían por qué la multitud guardaba silencio cuando la caravana fúnebre pasaba. Ellos no sabían que yo había perdido a alguien a quien amaba. Tenían globos en sus manos y sonrisas en sus rostros. Yo me sentía vacío y solo. Mientras su mundo estaba feliz, el mío estaba acabado.

¡NO ESTÁS SOLO!

La muerte les hace eso a los que están de luto. Pocas personas entienden el dolor, la soledad y la frustración que sientes. Ellos sonríen mientras tú estás llorando.

hay un Dios que sí entiende tu pesar…

Pero hay un Dios que sí entiende tu pesar. La Biblia nos dice que el dolor de la muerte es causado por mundo lleno de pecado. Dios nos ama tanto que ideó un modo de vencer la muerte. No fue sencillo, a Dios le costó su único Hijo, Jesús.

HAY ESPERANZA

Jesús pagó el precio por nuestro pecado de una vez y para siempre. Él rompió la maldición de la muerte, resucitando de entre los muertos tres días después de que gente pecadora lo clavó en una cruz mortal. Y como resucitó de la muerte, tenemos esperanza de una nueva vida, ahora y para siempre.

Nada cambiará el hecho de que la gente muere, pero la muerte no tiene poder para subyugarnos más. Podemos comenzar a vivir de nuevo, por causa de nuestra relación con Jesús.

TODO COMIENZA CON UNA ORACIÓN:

“Querido Jesús: por favor ayúdame a encontrar un camino para salir adelante. ¡La tristeza que siento me ha dolido tanto! Necesito encontrar nueva vida en ti. Por favor, perdóname por las cosas malas que hice en mi vida. Yo elijo seguirte. Gracias por romper el poder de la muerte sobre mí. Ayúdame a hallar esperanza y gozo otra vez. En tu nombre, amén”.

Fuente: https://juntosenelcamino.com/

jueves, 6 de abril de 2023

Jesús de Nazaret

El hombre más grande de la historia, 

No tenía sirvientes, pero lo llamaban Maestro. No tenía título, pero lo llamaban Maestro. No tenía medicamentos, pero lo llamaban Sanador. No tenía ejército, pero los reyes le temían. No ganó batallas militares, pero conquistó el mundo. No cometió ningún crimen, pero lo crucificaron. Fue enterrado en una tumba, pero hoy vive . Su nombre es Jesús. 

Jesucristo nuestro medico por excelencia. 


Siempre he proclamado esta frase en los momentos críticos de enfermedad que he tenido que enfrentar. Incluso, con muchas personas por las que he orado, le he repetido la frase «Dios es tu médico por excelencia».

En la Biblia no se encuentra esa frase tan exacta. Pero si nos dice «Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.» Éxodo 15:26

¡Qué maravilloso es saber que nuestro Dios es nuestro sanador! Este versículo de Éxodo yo lo interpreto en la actualidad como «No importa las enfermedades incurables que diga la ciencia, yo soy tu sanador». Es por esto que amo la frase «Dios es mi médico por excelencia». Porque sé que es verdad. Lo he visto sanando de cáncer, sida, parálisis, depresión, ansiedades graves, etc.

Podemos hacer un artículo super extenso hablando de todas las enfermedades que he visto a Dios sanando. No es que me lo han contado, es que lo he visto. Es por esto y por todo lo que Dios ha hecho en mi vida, y en la vida de muchas amistades que tengo que sostengo esta frase para mi.

¿QUÉ SIGNIFICA MÉDICO POR EXCELENCIA?

Cuando decimos que una persona es excelente en lo que hace, es porque ha alcanzado un nivel de prestigio en eso que hace. Por ejemplo, si vemos a Michael Jordan nos daremos cuenta que fue uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA.

Cuando decimos que un médico es excelente, es porque lleva una trayectoria impecable con sus pacientes, y muchos de ellos tienen evidencia de esto. Cuando un médico no tiene reputación, no tiene pacientes y por ende no tiene méritos de buen doctor. Nadie va a querer atenderse en un consultorio con él, mucho menos someterse a una cirugía.

Esto es lo que significa ser médico por excelencia, es llegar al máximo nivel de prestigio y tener una trayectoria donde los pacientes mismos garantizan su buen desempeño con la medicina. Esto me hace recordar cuando enfrenté una depresión, hace dos años de eso. Recuerdo que tuve que caminar por varios especialistas de la salud mental.

Me suministraron medicamentos y tuve un proceso de internamiento por una semana en un centro de salud. Recuerdo muy bien que la especialista ya no sabía que hacer conmigo, pues los medicamentos no me sacaban de aquel abismo. Hasta que encontré a un anciano de una iglesia. El anciano me presentó al medico por excelencia del que te hablo. Desde ese entonces, mi vida no ha sido igual.

JESUS ES NUESTRO MÉDICO POR EXCELENCIA

Me encantan los versículos y los pasajes en los que Dios le dijo a sus hijos que era su sanador. El mismo Cristo cuando vino a la tierra una de las señales de su ministerio eran las sanidades y los prodigios que hacía.

Dios le dice a Jeremías «He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?» Jeremías 32:27. Esta palabra Dios te la dice a ti también.

La mujer del flujo de sangre decía «porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva» Mateo 9:21. ¡Impresionante verdad!

Respeto y estimo bastante a los especialistas de la salud. Todos los que he visitado para atender algún problema de salud les tengo un gran aprecio. Pero hay situaciones que se le van de las manos. Porque como humanos son limitados, pero ¿Dios es limitado como ellos? NO. Cuando nos encontramos en situaciones delicadas de salud o enfrentando una enfermedad que la ciencia y la medicina no ha podido enfrentar, Dios nos dice ¿habrá algo que sea difícil para mí?.

Esta mujer del flujo de sangre había recorrido varios especialistas de la salud. Me imagino que en los centros de salud la conocían muy bien. especialistas, médicos con grandes títulos, todos los había visitado. Pero la enfermedad tenía las horas contadas cuando Cristo iba pasando por ese lugar.

Sé lo que se siente enfrentarse a enfermedades incurables o graves. En mi caso, la especialista que se encargaba de mi caso no encontraba la forma de darme la salida. Pero eso terminó cuando Cristo Jesús pasó por aquella habitación de aquel centro de salud. Hoy soy una persona sana y salva por aquel que dijo en la cruz «Consumado es» Juan 19:30 Pedro tenía razón cuando dijo «quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.» 1 Pedro 2:24

No es una fantasía la que te digo, es real. Mi Dios puede sanarte de cualquier enfermedad. No importa su nombre o su nivel de mortalidad. Mi Dios sana y salva.

Éxodo 15:26 dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

Exodo 23:25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

Santiago 5:14-15 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

Oseas 6:1 Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Salmos 30:2 Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.

Jeremías 33:6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

Jeremías 30:17 Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.

Isaías 57:18 He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados;

Salmos 103:3-4 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;

Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Salmos 147:3 Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.

Salmos 41:3-4 Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.

Deuteronomio 7:15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.

Si alguno puede creer al que cree todo le es posible, Amen

Fuente: https://miadonay.com/