Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 23 de julio de 2022

Pide, busca y llama.

.¿A cuántos de nosotros nos gusta recibir algo cuándo lo pedimos?

¿A cuántos nos gusta buscar y encontrar aquello que estamos buscando como locos? También, queremos que la gente nos conteste rápido cuando les solicitamos algo.

En la Biblia, podemos encontrarnos con la hermosa promesa de que Dios responde cuando lo llamamos. Se deja encontrar cuando lo buscamos y nos da cuando pedimos algo (de acuerdo a su voluntad). El evangelio de Mateo dice así:

»Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá.  Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

-Mateo 7:7-8 (NBLA)

Este es un texto que ha sido mal interpretado a lo largo de la historia, incluso yo, he sido de aquellos que dicen “puedo obligar a Dios a darme todo lo que quiero porque la Biblia dice que si pedimos el nos tiene que dar”… “El está obligado a cumplir su Palabra”. Muchas veces esto trae frustración, pues quizá, lo estas haciendo con todo tu corazón, eres constante en tu petición, quizá estás buscando una y otra vez y llegas a sentir que no has encontrado nada, pero la Biblia no se contradice, Dios es fiel a sus promesas.

Si este texto en Mateo es una promesa real entonces ¿por qué Dios no nos da todo lo que pedimos? En el capítulo cuatro de su epístola, Santiago responde a esta pregunta: muchas veces no recibimos lo que pedimos porque lo estamos pidiendo mal. No me malinterpreten, hay muchas cosas que podemos pedir que son buenas: un mejor trabajo, un auto que funcione mejor, la sanidad de un ser amado, unas vacaciones, un cambio en el carácter de nuestros hijos o cónyuges, mejores instalaciones y equipos para la iglesia, etc. 

Este hermoso texto en Mateo está directamente relacionado con un tema más profundo que el pedir y recibir ciertas cosas materiales, pues para comprender correctamente la relación entre lo que escribe Mateo y lo que enseña Santiago, debemos comprender correctamente la relación que existe entre Dios y nosotros, así como el propósito verdadero de nuestras oraciones.

Mateo 7:9-11 plantea un ejemplo que nos puede ayudar a comprender más a detalle este tema:

¿O qué hombre hay entre ustedes que si su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?

– Mateo 7:9-11

Mateo plantea preguntas de respuestas aparentemente sencillas, ¿Le darías a tu hijo una serpiente? La respuesta lógica es un no rotundo pero ¿por qué no se la darías? Porque sabemos que sería peligroso para él. Del mismo modo, no le darías a comer una piedra en lugar de un pan, pues podría lastimarse intentando ingerirla. Como un padre amoroso, Dios no va a arriesgar nuestras vidas y corazones cumpliendo peticiones que quizá, en nuestra corta visión, no alcanzamos a entender completamente. Hay veces en las que sin darnos cuenta estamos pidiendo serpientes cuándo lo que realmente necesitamos es un pez, en algunas otras, estamos buscando piedras cuando en realidad esperamos encontrar pan.

Dios no nos va a dar todo lo que pedimos, pero si nos va a dar todo lo que necesitamos. Las escrituras nos muestran en Mateo 6:32-33 que Dios sabe que tenemos necesidades, pero a pesar de ello la invitación del capítulo siete de Mateo es: pide, busca y llama. Esto se debe a que si somos hijos de Dios, debemos entender que nuestras oraciones (pedir, buscar, llamar) no tienen tanto que ver con que Dios haga o nos de lo que queremos sino con el hecho de alinear nuestra voluntad a la suya. 

“Desea lo que Dios desea y luego pide lo que quieras”

El verdadero propósito de la oración es aprender a conocer la voluntad de Dios, alinear nuestras peticiones a lo que Jesús enseña en Juan 14:13 o Pablo escribe en Efesios 5:10, aquellas cosas que terminan dando gloria a Dios. Este es el termómetro correcto para medir nuestras oraciones. ¿Lo que estoy pidiendo glorifica a Dios?

Si somos hijos de Dios debemos entender que el principal llamado de nuestra vida no es a lo que hacemos para Dios o lo que recibimos de Dios, sino a disfrutar a Dios mismo como los hijos amados de los que habla Efesios 5:1-2. Cuándo esto se vuelve una realidad en nuestra vida, esta realidad comienza a impactar nuestra vida de oración.

El objetivo de nuestras oraciones es pasar de una vida de peticiones a una vida de devociones, una vida en la que vivimos agradecidos y confiados en que Dios es un buen padre que nos conoce y nos da aquellas cosas que necesitamos para vivir la vida digna de su gloria que nos llamó a vivir.

Fuente: ayudapastoral.com

jueves, 14 de julio de 2022

¿Por qué un Dios bueno creó un diablo malo?

La Biblia dice que fue el diablo (o Satanás), en la forma de una serpiente, que tentó Adán y Eva y provocó su caída.  Eso revela una pregunta importante: ¿Porque Dios crearía un diablo ‘malo’ (un ‘adversario’) para corromper Su creación buena?

Lucifer – el Brillante

En realidad, la Biblia dice que Dios creó un espíritu poderoso, inteligente y hermoso, que era el jefe entre los ángeles. Se llamaba Lucifer (lo que significa ‘El que brille’) – y era muy bueno. Pero Lucifer también tenía libre albedrío, y podía hacer sus propias elecciones.  En un pasaje en Isaías 14 se encuentra la elección que tuvo:

!!Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.

Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. (Isaías 14:12-14) Lucifer, como Adán, se enfrentó a una decisión. Podía aceptar que Dios era Dios, o podía decidir de ser un dios para sí mismo.  Sus “Voy a” frecuentes demuestran que eligió desafiar a Dios y declararse a sí mismo como “Más Alto”.  Un pasaje en Ezequiel da una explicación paralela de la caída de Lucifer:

En Edén, en el huerto de Dios estuviste… yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.

Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra… (Ezequiel 28:13-17)

La belleza, sabiduría y poder de Lucifer – todas las cosas buenas creadas en él por Dios – condujo al orgullo. Su orgullo condujo a su rebelión, pero nunca perdió ninguno de sus poderes y habilidades. Ahora está dirigiendo una revuelta cósmica contra su Creador para ver quién será Dios.  Su estrategia era reclutar a la humanidad para unirse a él – tentándolos a la misma elección que él hizo – amarse a sí mismos, independizarse de Dios y desafiarlo. El corazón de la prueba de Satanás – trabajando a través de otros la voluntad de Adán fue el mismo que el de Lucifer; simplemente se presentó de manera diferente. Ambos eligen ser ‘dios’ para ellos mismos.

Satanás – trabajando a través de otros

El pasaje en Isaías está dirigido al ‘Rey de Babilonia’ y el pasaje en Ezequiel está dirigido al ‘Rey de Tiro’. Pero con las descripciones dadas, está claro que no se aborda a ningún ser humano. Los “Voy a” en Isaías describe a alguien que fue arrojado a la tierra como castigo por querer colocar su trono por encima del de Dios. El pasaje en Ezequiel se dirige a un “guardián angélico” que un día se mudó al Edén y a la “montaña de Dios”. Satanás (o Lucifer) se pone a menudo detrás o a través de alguien más.  En Génesis, habla a través de la serpiente. En Isaías gobierna a través del Rey de Babilonia, y en Ezequiel posee al Rey de Tiro.

¿Por qué Lucifer se rebeló contra Dios?

Pero ¿por qué querría Lucifer desafiar al Creador todopoderoso y omnisciente?  Parte de ser “inteligente” es saber si puedes vencer o no a tu oponente. Lucifer puede tener poder, pero eso aún sería insuficiente para vencer a su Creador. ¿Por qué perder todo por algo que no podría ganar? Yo pensaría que un ángel “inteligente” habría reconocido sus limitaciones contra Dios – y contendría su revuelta. ¿Entonces porque no lo hizo?  Esta pregunta me desconcertó por muchos años.

Pero después me di cuenta de que Lucifer solo podía creer que Dios era Su Creador todopoderoso por fe, lo mismo que nosotros. La Biblia sugiere que los ángeles fueron creados durante la semana de la Creación.  Por ejemplo, un pasaje en Job dice: Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo: “Donde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia.

Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios Job 38:1-7

Imagine a Lucifer siendo creado y volviéndose consciente en la semana de la creación, en algún lugar del universo. Todo lo que sabe es que ahora él existe y es consciente de sí mismo, y también que hay otro Ser que pretende haberlo creado a él y al universo.  Pero ¿cómo sabe Lucifer que esta afirmación es cierta? Tal vez, este supuesto creador apareció justo antes de que Lucifer apareciera. Y ya que este “creador” llegó antes, era (tal vez) más poderoso y (quizás) más conocedor que él, pero tal vez no. Quizás, tanto él como el ‘creador’ acababan de aparecer. Lucifer solo podía aceptar la Palabra de Dios que Él lo había creado y que Dios mismo era eterno e infinito. Y en su orgullo, él eligió creer en su fantasía en su lugar.

Tal vez parezca descabellado que Lucifer creería que tanto él como Dios (y los otros ángeles) simplemente “aparecieron”.  Pero es la misma idea básica detrás de los últimos pensamientos en la cosmología moderna.  Hubo una fluctuación cósmica de nada, y luego de esta fluctuación surgió el universo – esa es la esencia de las teorías de la cosmología moderna. Fundamentalmente, todos -desde Lucifer hasta Richard Dawkins y Stephen Hawkings y hasta usted y yo- debemos decidir por fe si el universo es autónomo o si fue creado y sostenido por un Dios Creador.

En otras palabras, ver no es creer.  Lucifer habría visto y conversado con Dios. Pero todavía tendría que aceptar ‘por fe’ que Dios lo había creado. Mucha gente dice que, si Dios simplemente ‘aparecía’ a ellos, entonces creerían.  Pero en la Biblia mucha gente vio y oyó a Dios, pero aún no tomó en cuenta su Palabra. El problema era si aceptarían y confiarían en Su Palabra acerca de Sí mismo y de ellos mismos. Desde Adán y Eva, hasta Caín y Abel, Noé, los egipcios en la primera Pascua, el cruce israelita del Mar Rojo, y hasta los que vieron los milagros de Jesús: “ver” nunca dio lugar a la confianza.  La caída de Lucifer es consistente con esto.

¿Qué está haciendo el diablo hoy?

Entonces, según la Biblia, Dios no creó un “diablo malo”, sino que creó un ser angélico poderoso e inteligente. A través del orgullo, dirigió una rebelión contra Dios, y al hacerlo se corrompió, manteniendo su esplendor original.  Tú, yo y toda la humanidad ya somos parte del campo de batalla en este concurso entre Dios y su “adversario” (diablo). La estrategia del diablo no es rodearse de siniestras capas negras como ‘Jinetes Negros’ en El Señor de los Anillos y poner maldiciones sobre nosotros.  Su estrategia es buscar a engañarnos de la redención que Dios había prometido al principio de los tiempos, a través de Abraham, a través de Moisés, y luego llevado a cabo en la muerte y resurrección de Jesús.  Como dice la Biblia:

Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras. (2 Corintios 11:14-15)

Debido a que Satanás y sus siervos pueden enmascararse como ‘luz’, somos más fácilmente engañados. Quizás es por eso que el Evangelio siempre parece ir en contra de nuestros instintos y contra todas las culturas.

Fuente: /buenanoticia.org/

domingo, 3 de julio de 2022

Los Servidores de Satanás II Derek Prince

El blanco primordial de las maldiciones satánicas y otras armas ocultistas son los servidores de Dios y de Jesucristo.

 Los satanistas reconocen correctamente quienes son sus principales enemigos, y de acuerdo con eso, dirigen sus ataques contra ellos. 

A la mitad de la década de 1980, un lider de la iglesia satánica en Norteamérica fue entrevistado en la televisión. Se le preguntó si era verdad que los satanistas practicaban los sacrificios humanos. El replicó: “Nosotros ejecutamos sacrificios humanos por poder, pudiera decirse, la destrucción de seres humanos que pudieran, digámoslo así, crear una situación antagónica hacia nosotros, en forma de maldiciones y embrujos”. Este cargo no fue hecho por algún crítico hostil; él mismo lo admitió voluntariamente. En Israel, bajo la ley de moisés, esto hubiera sido castigado con la muerte. En nuestra cultura contemporánea, sin embargo, las prácticas ocultistas no son un delito, y no implican un castigo, incluso si se usan para matar personas.

La declaración del satanista citada arriba revela el uso de las maldiciones y embrujos para matar personas, pero en modo alguno los absuelve del cargo de realizar sacrificios humanos.

El siguiente reportaje del New York Times del 12 de abril de 1989, contiene evidencia repugnante proveniente de Matamoros, México: El martes funcionarios (mexicanos y norteamericanos) encontraron los cuerpos de doce personas, incluso el de un estudiante de la Universidad de Texas de 21 años que había desaparecido aquí hacía un mes, en ocho rústicas tumbas en un (rancho remoto cerca de la frontera norteamericana). Hoy, en una conferencia de prensa aquí en Brownsville, Texas, los funcionarios dijeron que los responsables de los asesinatos eran una pandilla de narcotraficantes, que consideraban que los sacrificios humanos serían “un escudo mágico” que los protegería de la policía.

Entre los sospechosos todavía sin capturar, está un acusado de contrabando de drogas identificado como Adolfo de Jesús Constanzo, nativo de Cuba, a quien los otros llaman el padrino.

La policía dijo que él ordenó los asesinatos rituales, señalando al azar en las calles de la ciudad a hombres jóvenes para que sus seguidores los secuestraran, los asesinaran y los mutilaran en el rancho.Los funcionarios describieron los asesinatos como una torcida mezcla de sacrificios y magia negra de Haití, Cuba y Jamaica. También había informes de varios lugares en los Estados Unidos del sacrificio de bebés y niños pequeños, llevados a cabo por satanistas como parte de sus rituales.

El blanco primordial de las maldiciones satánicas y otras armas ocultistas son los servidores de Dios y de Jesucristo. Los satanistas reconocen correctamente quienes son sus principales enemigos, y de acuerdo con eso, dirigen sus ataques contra ellos. Esto queda ilustrado gráficamente por un incidente que me relató un ministro amigo. Una mujer cristiana conocida de mi amigo estaba comiendo con su familia en un restaurante en Nueva Orleáns, considerado como el centro espiritual de la hechicería en los Estados Unidos.

Mientras estaban a la mesa, se dirigieron a ellos unos satanistas que habían entrado al restaurante para “testificar” de la misma forma que algunos cristianos podrían hacerlo, yendo de mesa en mesa. Estaban en el acto de reclutar personas para el satanismo y mostraron a la mujer un tratado impreso para el año 1988, subrayando el siguiente programa mundial de seis puntos, que sería acompañado por ayuno y oración (¡):

1. Que el Anticristo se manifestara muy pronto.

2. Que los ministros, líderes y misioneros cayeran.

3. Que los ministerios y las obras de Dios fueran destruidas.

4. Que los cristianos se volvieran satisfechos de sí mismos, queriendo la paz por sobre todas las cosas, y buscaran iglesias que no predicaran un evangelio completo con pastores que se mantuvieran tranquilos sin importar de qué pecado se tratara.

5. Que los cristianos dejaran de ayunar y de orar.

6. Que no se hiciera caso de los dones del Espíritu Santo.

Esta no es más que una de muchas evidencias que la Iglesia de Jesucristo está actualmente bajo un intenso y sistemático ataque de fuerzas de Satanás. ¿Qué puede hacer la iglesia? Cristo derrotó a Satanás en la cruz. ¿Cómo podemos, ante todo, defendernos; y después hacer de la victoria de Cristo una realidad diaria en nuestra vida personal y en nuestras iglesias? La historia del intento de Balaam de pronunciar una maldición sobre Israel proporciona algunas ideas aclaradoras. Dios intervino a favor de Israel y cambió la maldición propuesta en una bendición. ¿Qué vio Dios en la conducta de Israel en aquel momento que lo movió a tomar partido en su favor contra Satanás?

He aquí algunos factores importantes que juntos atrajeron el favor de Dios sobre su pueblo:

1. El pueblo de Israel marchaba en cumplimiento de los planes de Dios para ellos.

2. Ellos eran guiados sobrenaturalmente, día y noche, por una nube y una columna de fuego. Esto corresponde a la dirección del Espíritu Santo para los creyentes del Nuevo Testamento. (Rom 8:14)

3. Eran una nación bajo disciplina, con líderes designados por Dios y leyes dadas por Dios.

4. Sus relaciones estaban cuidadosamente ordenadas de acuerdo con un patrón divino. Este patrón armonioso de relaciones fue hermosamente descrito en la propia visión que Balaam ofrece de ellos en Números 24:5-6: ¡Cuán hermosas son sus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel! Como arroyos están extendidas, como huertos junto al río, como áloes plantados por Jehová, como cedros junto a las aguas. Es obvio que esta no fue una descripción literal de Israel, puesto que en aquel momento ellos estaban acampados en un área desértica.

5. Mucho de lo anterior se debió al hecho de que entre ellos se había purgado toda una generación de israelitas incrédulos y desobedientes.

¿Cuáles son las lecciones que hay que aprender de esta descripción de Israel? Sus características principales pudieran resumirse así: Israel era una comunidad ordenada, disciplinada y guiada divinamente, viviendo en armonía unos con otros. En otras palabras: Israel no era sólo una asamblea de individuos que “hacía cada uno lo que se le antojaba”. Dios no ha cambiado en lo que se refiere a lo que busca en su pueblo; ni Satanás ha cambiado en sus tácticas contra el pueblo de Dios. Si la iglesia no llena ahora los requisitos para recibir el favor y la protección de Dios, hay un solo remedio: la iglesia tiene que cambiar. Por desgracia, el relato de la estrategia de Balaam contra Israel no termina con una victoria total para Israel. Habiendo fracasado en su intento de poner una maldición sobre Israel, Balaam recurrió a una segunda táctica:

Aconsejó a Balac que usara a las mujeres moabitas como trampa, a fin de seducir a los hombres de Israel, primero, para que cayeran en la inmoralidad sexual y, segundo, en la idolatría. Si bien el primer intento de Balaam falló, su segunda táctica triunfó. Después de eso, no hubo necesidad de pronunciar maldición alguna sobre los israelitas. Con el quebrantamiento del primer mandamiento de Dios, trajeron la maldición del propio Dios sobre sí mismos, y 24.000 de ellos perecieron ( Números 25). En Números 31:16, Moisés declara específicamente que esto se produjo por causa del consejo de Balaam.En 1 Corintios 10:8 Pablo sostiene que este incidente es una advertencia para los creyentes en el Nuevo Testamento. Las tácticas engañosas de Balaam son también mencionadas en tres pasajes 2 Pedro 2:15-16, Judas 11 y Apocalipsis 2:14.

Es obvio que la estrategia de Balaam contra Israel contiene importantes advertencias también para los creyentes del Nuevo Pacto. La lección central es simple: los cristianos que están viviendo en obediencia disciplinada a Dios y en armonía unos con otros pueden contar con Dios para su protección contra Satanás. Pero los cristianos indisciplinados, desobedientes y que no están en armonía, pierden su derecho de implorar la protección de Dios.

 Fuente: https://www.sigueme.net/