Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

miércoles, 29 de diciembre de 2021

El cristiano se puede desviar

Desviarse es alejarse del Señor

Si te has desviado de Dios, puedes remar hacia Él con un espíritu quebrantado y un corazón contrito que busca Su perdón.

Hebreos 2:1

"Por tanto, debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído, no sea que nos desviemos.  Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable, y toda transgresión y desobediencia recibió una justa retribución,  ¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,  testificando Dios juntamente con ellos, tanto por señales como por prodigios, y por diversos milagros y por dones del Espíritu Santo según su propia voluntad.

Todos hemos en ciertos tiempos perdido noción de los buenos sentimientos que teníamos de Dios. Todos hemos montado un bote y dejado que las olas de este mundo nos alejen de Dios. Ya sea que lo admitas o no, todos sabemos lo difícil que es cuando nos alejamos de Dios. Nuestro amor por los demás comienza a disminuir, nuestra paz comienza a derretirse y nuestros corazones se vuelven cada vez más propensos al mundo. El mayor peligro al que nos enfrentamos no es saltar a un río sabiendo que nos enfrentaremos a una cascada; el mayor peligro es cabalgar sobre las olas de este mundo y alejarse lenta y sutilmente de Dios. Esta es la cosa más fácil y al mismo tiempo la cosa más peligrosa que podríamos hacer.

El peligro del desvío

Porque todos podemos enfrentarnos al peligro del desvío, Hebreos 2:1 dice: “debemos prestar mucha mayor atención a lo que hemos oído”. El autor nos amonesta: “presta mucha atención a todas las prédicas que has escuchado en la iglesia en el pasado. Presta atención a todas las advertencias que has escuchado de los cristianos alrededor de ti. Presta atención a todas las cosas que has leído y las cosas que el Espíritu Santo te ha enseñado”. Él dice que debemos tomar precaución y advertencia de las cosas que hemos escuchado porque cada una de nuestras acciones recibirá su recompensa. 

Hay muchas películas en las que vemos cómo las personas llegan a un puente en el borde de una montaña. En esos momentos, usualmente las cámaras enfocan en los letreros que dicen “advertencia, no cruce”. Pero debido a la falta de voluntad para obedecer, las personas cruzan el puente y caen a sus muertes. En el texto de hoy, el autor nos está intentando mostrar lo mismo. Él dice que nos podemos desviar de Dios cuando transgredimos, que, en griego, significa sobrepasar un límite que Dios nos ha establecido. También, usa la palabra desobediencia para expresar nuestra falta de disposición para escuchar. Por lo tanto, pecamos cuando cruzamos la línea que Dios traza frente a nosotros y cuando no ponemos atención a lo que hemos escuchado en el pasado. Esto incluye también, a todos nosotros que estamos escuchando y no estamos poniendo atención en este preciso momento. Pero si hacemos estas dos cosas, recibiremos nuestro merecido castigo. 

Por tanto, el autor dice en el versículo 3: “¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande”. Observa cómo el autor dice “si descuidamos”. Es decir, esto es condicional, ¡es una decisión que puedes tomar! Tienes la opción de tomar estas advertencias como algo serio o simplemente descuidarlas. No es demasiado tarde, no es demasiado difícil. Solo necesitas poder ver el peligro de desviarte de Dios. Si te has desviado, tienes que ser consciente de que te estás alejando espiritualmente del Señor. Si te has desviado, no puedes descuidar la verdad de que Cristo quiere traerte de vuelta para salvarte del castigo que trae el pecado. Si te has desviado, no olvides cómo Jesús se para en la orilla y te hace señas para que regreses a la orilla. Nunca debemos quitar nuestros ojos de este gran privilegio de poder regresar a Dios si nos hemos desviado de Él. No podemos desviarnos de esta “salvación tan grande.”

Regresa a Dios

David, en Salmos 51:17 dijo: “Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás”. Si hoy te has desviado de Dios y estas lejos de Él, puedes remar hacia Él con un espíritu quebrantado y un corazón contrito que busca Su perdón. Si haces esto, Él nunca te despreciará. Muchos cristianos piensan que al abrir las puertas de honestidad Dios los va a despreciar. Piensan que no hay nada amoroso en ellos mismos y, por lo tanto, piensan que Dios piensa o siente lo mismo. Pero déjame decirte una cosa: No pienses que Él te despreciará porque hay momentos que te desprecias a ti mismo, o porque desprecias dónde estás en la vida. Si cometiste algunos errores durante estos días o has regresado a tu pecado del pasado, o si has estado cerca de algunas personas que te han alejado, no desprecies tus acciones y rema de vuelta a Cristo. Si has sentido vergüenza por ciertas cosas que has hecho en esos lugares secretos pensando que nadie te estaba mirando, regresa con un corazón contrito y confiesa tu pecado porque Dios estaba allí. 

Deja de despreciarte a ti mismo por las cosas que has hecho.

Deja de despreciarte porque no crees que eres suficiente. Porque si nunca regresas, con el tiempo, estarás tan lejos de Dios que cruzarás más límites, estarás más endurecido para escuchar las advertencias de Dios descuidando más intensamente quién es Dios en tu vida. Si llegas a un punto en el que estás tan lejos de Dios, quedarás solo en lo incierto y estarás más propenso a la ansiedad, el enojo, la amargura, la soledad, la frustración, la depresión y mucho más. Al final, te parecerás menos como a un hijo/a de Dios. Deja de mirarte a ti mismo ya que siempre encontrarás algo que vas a despreciar; más bien, mira hacia la gran salvación que se encuentra en Jesucristo, quien siempre te escuchará, nunca te descuidará o incluso rechazará. Él es el único que puede hacer que los vientos dirijan tu bote hacia Él mientras te sometes de nuevo a Su perfecta voluntad. Mira a Jesús, quien parado en la orilla te hace señas para que regreses a Él antes de que llegue una tormenta y no puedas salvarte a ti mismo. 

Fuente: https://www.stegozoeterno.org/

sábado, 27 de noviembre de 2021

¿Por qué el Infierno tiene que existir?

 ¿De verdad todos queremos ir al Cielo? ¿Al Cielo real?

Por qué el Infierno «tiene que existir» y ser eterno

Nada disgusta más a la mentalidad moderna que la idea del Infierno y su eternidad. Las advertencias de Dios a los hombres sobre la condenación eterna como castigo del pecado sobrevuelan las Sagradas Escrituras de principio a fin, pero esa verdad literalmente ha desaparecido de la predicación católica en los últimos sesenta años

Llegamos hoy al último de los Novísimos: el Infierno. A lo largo de los años he escrito abundantemente sobre esta cuestión, casi siempre en respuesta al rechazo generalizado de la doctrina revelada sobre el Infierno. Contradiciendo a las Escrituras, muchos dan por hecho que el Infierno es un destino improbable para la mayoría. No importa que Jesús haya enseñado justo lo contrario  Mt 7, 13-14 "Entrad por la puerta estrecha. Porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos entran por ellos. ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida! Y pocos dan con ellos". En la medida de mis posibilidades, he intentando mantener a la gente apegada más a la sobriedad del Evangelio que al wishful thinking [pensamiento desiderativo] de la época moderna. Nadie advirtió sobre el Infierno más que Jesús. De hecho, 21 de las 38 parábolas conducen a advertencias sobre el Infierno y sobre la necesidad de estar preparados para el día del juicio. 

Sin embargo, querría considerar por qué el Infierno tiene que existir. Quienes dudan sobre las enseñanzas bíblicas de Jesús suelen preguntar: si Dios es amor, ¿por qué existe el infierno y por qué es eterno?

El Cielo real y los "cielos" inventados

Existe el Infierno porque Dios respeta nuestra libertad. 

Dios nos ha hecho libres y nuestra libertad es absolutamente necesaria si tenemos que amar. Supongamos que un joven desea que una chica le ame. Supongamos que encuentra una poción mágica para echarle en la bebida. Y ¡zas!, nada más ingerirla... ¡ella le “ama”! ¿Es un amor real? No, es un efecto químico. El amor debe ser entregado libremente. El sí del amor solo tiene sentido si somos libres para decir que no. Dios nos invita a amarle. Tiene que existir el Infierno porque tiene que existir una alternativa real al Cielo. Dios no nos obliga a amarle ni a ir al Cielo con Él.

Pero, un momento: ¿acaso no todo el mundo quiere ir al Cielo?

Sí, pero suele ser un “cielo” tal como ellos lo definen, no el Cielo real. Muchas personas entienden el cielo egocéntricamente: es un lugar donde serán felices según sus propios términos, donde tendrán en abundancia todo aquello que les agrada. El Cielo real es el Reino de Dios en plenitud. Aunque todo el mundo quiere ir a un “cielo” tal como ellos lo definen, no todo el mundo quiere vivir en el Reino de Dios en plenitud.

1. El Reino de Dios es un reino de misericordia y de perdón. 

No todo el mundo quiere mostrar misericordia y perdón. Algunos prefieren la venganza. Otros son partidarios de la justicia más severa. Algunos prefieren aferrarse a su rabia y alimentar resentimiento e intolerancia. Es más, no todo el mundo quiere recibir misericordia y perdón. Posiblemente hay quien no puede explicarse por qué alguien tendría necesidad de perdonarles, ¡dado que son ellos quienes tienen la razón! Recordad al hijo mayor en la Parábola del Hijo Pródigo. En vez de incorporarse a la fiesta como le suplicaba su padre, rechaza entrar porque ese miserable hermano suyo está dentro. Él no piensa perdonar ni amar a su hermano como lo hace el padre. De esta forma, se excluye a sí mismo de la fiesta. A pesar de la súplica de su padre, él no pasará por el perdón y la misericordia. Para él, la fiesta no es en absoluto una fiesta. Del mismo modo, el Cielo no será “cielo” para quienes rechacen la gracia de perdonar y de amar a sus enemigos y a quienes les han hecho daño.

2. El Reino de Dios es un reino de castidad. 

Dios es muy claro con nosotros diciéndonos que Su Reino valora la castidad. Para los no casados, eso significa no tener relaciones sexuales. Para los casados, eso significa una absoluta fidelidad mutua. Es más, cosas como la pornografía, las actitudes obscenas y la inmodestia están excluidas del Reino. Muchas personas hoy no prefieren la castidad. Prefieren ser impúdicas e inmodestas. Muchos celebran la fornicación y los actos homosexuales como una especie de liberación de las normas “represivas”. A muchas personas les gusta consumir pornografía y no quieren trabas a su conducta sexual. Una cosa es caer por debilidad en alguna de estas materias, y otra muy distinta insistir en que no hay nada malo en ese comportamiento.

3. El Reino de Dios es un reino litúrgico. 

Todas las descripciones del Cielo insisten en la liturgia. Se cantan himnos. Se alaba a Dios. En unos momentos se está de pie, en otros sentado, en otros de rodillas. Hay velas, incienso y amplias túnicas. Se abre, se lee y se venera un manuscrito o libro. Hay un Cordero en un altar a modo de trono. Todo se parece mucho a la misa, pero… muchos no están interesados en estas cosas. Se mantienen a distancia porque dicen que es “aburrido”. Quizá no les gustan los himnos ni toda esa alabanza. Tener a Dios como centro en vez de ellos mismos no les resulta atractivo.

"¡No puedo soportar a los negros!"

La cuestión es ésta: si el Cielo no lo diseñamos nosotros; si el Cielo –el Reino de Dios real– es un reino con todas estas características, entonces ¿no parece claro que realmente hay muchos que no quieren ir al Cielo? Todo el mundo quiere ir a un “cielo” diseñado por él, pero no todo el mundo quiere vivir en el Reino de los Cielos real. Dios no obligará a nadie a vivir en el Cielo si él no quiere vivir allí. Él no obligará a nadie a amarle, ni a amar lo que Él ama, ni a amar a quien Él ama. Somos libres de optar o no por su Reino.

Tal vez una breve historia aclare mi posición:

Una vez conocí a una mujer en una de mis parroquias que en muchos aspectos era muy devota. Iba a misa todos los días y rezaba el rosario casi a diario. Sin embargo, había algo en ella muy preocupante: no podía soportar a los afroamericanos.

A menudo me comentaba: “¡No puedo soportar a los negros! ¡Están viniendo a este barrio y arruinándolo todo! ¡Me gustaría que se fuesen!” Recuerdo haberla regañado varias veces por esta forma de hablar, pero no parecía tener ningún efecto.

Un día decidí ser más claro. “¿Sabe? Usted no quiere realmente ir al Cielo”, la reté.

“Por supuesto que quiero replicó"

“No, usted no será feliz allí”, respondí.

“¿Por qué?”, preguntó: “¿A qué se refiere?”

“Verá… En el Cielo hay negros y usted ha dicho que no puede soportar tenerlos alrededor, así que temo que usted no sea feliz allí. Dios no quiere obligarla a vivir en el Cielo si usted no va a ser feliz allí. Por eso creo que usted no quiere realmente ir al Cielo”

Creo que captó el mensaje, porque me di cuenta de que su actitud empezó a mejorar.

En ningún lugar felices

¿Está claro ahora? Dios no nos obligará a vivir en el Reino si nosotros realmente no queremos o no nos gusta el Reino tal como es. No podemos inventar nuestro propio “cielo”. El Cielo es un lugar real. Tiene contornos y realidades propias que no podemos dejar de lado. O aceptamos el Cielo tal cual es o ipso facto optamos por vivir lejos de él y de Dios. Por eso tiene que existir el Infierno. No es un lugar agradable, pero supongo que lo más triste de las almas del Infierno es que nunca serían felices en el Cielo. Es trágico no ser feliz en ninguna parte.

Comprended también esto: Dios no rechaza ni siquiera a las almas que están en el Infierno. De alguna forma, provee sus necesidades básicas. Siguen existiendo y por tanto Dios sigue sosteniéndolas en todo cuanto requiera esa existencia. No las aniquila ni las apaga.

Dios respeta su voluntad de vivir lejos del Reino y de sus valores. Él las ama, pero respeta su decisión.

Pero ¿por qué tiene que ser eterno?

¿Por qué es eterno el Infierno? Creo que aquí nos topamos con un misterio sobre nosotros mismos. Dios parece enseñarnos que llegará un día en el que nuestras decisiones quedarán fijadas para siempre. En este mundo siempre tenemos la posibilidad de cambiar nuestra mentalidad, así que la idea de una decisión permanente nos parece extraña.

Los que ya vamos teniendo cierta edad podemos atestiguar que, a medida que vamos cumpliendo años, nos vamos asentando más en nuestras costumbres; cada vez es más difícil cambiar. Quizá esto sea un pequeño anticipo del momento en el que nuestras decisiones se fijen para siempre y ya nunca cambien.

Los Padres de la Iglesia empleaban una imagen de la cerámica para enseñarnos esto. Pensemos en la arcilla húmeda en una rueda de alfarero. Mientras la arcilla esté húmeda y disponible sobre la rueda, puede ser moldeada y vuelta a moldear, pero una vez que se mete en el horno o en el fuego, su forma queda fijada para siempre.

Así sucede con nosotros cuando comparecemos ante Dios, que es un Fuego Santo: nuestra forma fundamental queda fijada para siempre, nuestras decisiones serán definitivas. Esto nos resulta misterioso y solo lo entendemos vagamente, pero dado que el Cielo y el Infierno son eternos, parece que ese estado fijado para siempre es nuestro futuro.

Esto es lo mejor que puedo decir sobre una cuestión difícil: el Infierno tiene que existir. Es por el respeto que Dios nos tiene. Es por nuestra libertad y nuestro llamamiento a amar. Es por el Cielo real. Es sobre lo que realmente queremos en nuestro final. Sabemos lo que Dios quiere: salvarnos. Lo que realmente está en cuestión es lo que queremos nosotros.

Fuente: www.religionenlibertad.com

martes, 5 de octubre de 2021

¿Es pecado ver pornografía?

La pornografía es nefasta para el cristiano

La pornografía se define como “la descripción del comportamiento erótico (en imágenes o escritura) que pretende causar excitación sexual”. Estas descripciones son un mal uso de la relación sexual que Dios creó para ser usada entre el esposo y la esposa. En lugar de ser un acto de amor matrimonial, el sexo es reducido a un acto de lujuria.

¿Es pecado ver pornografía?

El séptimo mandamiento de los 10 mandamientos de Dios tiene que ver con el comportamiento sexual: “No cometerás adulterio” (Éxodo 20:14). El principio subyacente del séptimo mandamiento es proteger la unidad del matrimonio y por lo tanto, la familia. El único escenario aceptable para la expresión del amor sexual es en el contexto del matrimonio, entre el esposo y la esposa. Según el Creador de la sexualidad, la intimidad sexual antes del matrimonio o con cualquier otra persona fuera del cónyuge es un pecado.

Jesús magnificó esto, mostrando la perspectiva que Dios tiene de la codicia sexual en Mateo 5:27-28: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”.

Así que la respuesta clara es, la pornografía sí es un pecado. Pero puede ser útil entender por qué para Dios es pecado.

¿Por qué la pornografía es pecado?

Dios no prohíbe cosas que son buenas para nosotros, pero Él prohíbe cosas que son dañinas. Como Él ha diseñado la mente humana, Dios está consciente del hecho de que la unión matrimonial involucra fidelidad mental, además de la fidelidad física. Esto se debe a que la fidelidad o la infidelidad comienzan en la mente. Cada acción, justa o pecaminosa, comienza con el proceso del pensamiento. Es imposible para una persona que se permite ser infiel en la mente continuar totalmente comprometida a su relación matrimonial y a la familia.

Las investigaciones confirman los efectos nocivos de la pornografía

Acerca de la pornografía se han hecho muchas investigaciones. Veamos los hallazgos del Instituto de investigación del matrimonio y la religión: “La pornografía es una representación visual de la sexualidad que distorsiona el concepto de una persona acerca de la naturaleza de las relaciones conyugales. Esto, a su vez, altera tanto la actitud sexual como el comportamiento. Es una gran amenaza para el matrimonio, la familia, los hijos y la felicidad individual. Al socavar el matrimonio es uno de los factores que socavan la estabilidad social”.

Los puntos específicos que esta investigación sacó a la luz son:

Los hombres casados que están involucrados con pornografía se sienten menos satisfechos con sus relaciones conyugales y menos comprometidos emocionalmente con sus esposas. Las esposas se dan cuenta de esto y se sienten dolidas por la diferencia.

El uso de la pornografía es un camino que conduce a la infidelidad y al divorcio, y con frecuencia es un factor predominante en estos desastres familiares.

Entre las parejas afectadas por la adicción de un cónyuge, cerca de 2/3 experimentan una disminución del deseo de relaciones sexuales.

Ambos cónyuges perciben que ver pornografía es equivalente a la infidelidad.

Ver pornografía conduce a una pérdida de interés en las buenas relaciones familiares.

Nuevamente, el pecado hace daño y la pornografía hace daño a los matrimonios, familias e hijos, porque daña la mente y afecta las relaciones de la persona que la ve. En las Escrituras la solución para todo pecado es arrepentirse y buscar el perdón de Dios, tomando la decisión de no volver a repetir el error otra vez (Hechos 2:38-39; 2 Corintios 7:10-11). Por lo tanto, toda persona que desee vivir una vida cristiana debe poner todo su empeño en sacar la pornografía de su vida y arrepentirse y buscar el perdón de Dios.

https://bendigamosaotros.wordpress.com/

viernes, 10 de septiembre de 2021

Fe como un grano de mostaza

La pequeña fe que Dios planta en el cristiano.

En la vida cristiana la fe es tan vital que las Escrituras nos dicen que sin ella es imposible agradar a Dios. 

Al mismo tiempo la fe es un potente don de Dios. Cristo le dijo a Sus discípulos que con una mínima medida de fe, del tamaño de un grano de mostaza, podían mover montañas. Entonces, ¿qué significa contar con una «fe del tamaño de una semilla de mostaza»?

La mención de la «fe como un grano de mostaza» aparece dos veces en las Escrituras. 

Primeramente en Mateo 17:14-20. Los discípulos no podían exorcizar a un demonio de un joven, a pesar de que Jesús ya les había otorgado autoridad para hacer precisamente eso. Cuando le preguntaron a Jesús por qué no habían podido expulsar el demonio del joven, el Maestro les respondió: «Por la poca fe que tienen. Les aseguro que, si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decir a esta montaña: "Trasládate de aquí para allá", y se trasladaría. Para ustedes nada sería imposible». Luego en Lucas 17:6, Jesús le dice a Sus discípulos: «Si ustedes tuvieran una fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrían decirle a este árbol: "Desarráigate y plántate en el mar", y les obedecería.» Haciendo uso del inusual grano de mostaza como ejemplo, Jesús habla metafóricamente del incalculable poder de Dios que se activa en la vida de aquellos que tienen verdadera fe.

Sabemos que esta declaración sobre mover montañas y desarraigar árboles por la fe no es para interpretarla literalmente. La clave para entender estos pasajes es la naturaleza de la fe, que es un don de Dios. El poder de la fe manifiesta la naturaleza omnipotente de Dios que otorga fe a los Suyos. El grano de mostaza es de los más pequeños que existen en el Medio Oriente, es decir que en conclusión, la cantidad de fe necesaria para realizar cosas grandiosas es en definitiva muy pequeña. Tal como en la parábola del grano de mostaza, Jesús utiliza una retórica hipérbole para subrayar que lo poco es mucho cuando proviene de Dios. En la parábola, el grano de mostaza termina siendo un gigantesco árbol, que representa los pequeños inicios del cristianismo en los que solo unos pocos discípulos comenzaron a predicar y enseñar el Evangelio. Con el tiempo, el reino creció a proporciones inmensas, abarcando todo el mundo y difundiéndose durante siglos.

Lo mismo ocurre con una infinitésima medida de fe, cuando es verdadera fe y proviene de Dios, crece a proporciones enormes en la vida de los creyentes y afecta la vida de todas las personas con las que entran en contacto. Con solo leer los relatos de personas de gran fe, como el libro de los mártires de Fox (Foxe’s Book of Martyrs), entendemos que estas personas realizaron portentos sobrehumanos gracias a que en algún momento tuvieron fe del tamaño de un grano de mostaza.  Tomado de gotquestions.org

El potencial de un grano

Lamentablemente muchas traducciones modernas hablan de la fe «del tamaño de un grano de mostaza», pero la Biblia en realidad dice que el reino de Dios y la fe son «como un grano de mostaza».

El tamaño de un grano de mostaza es solo una de sus características, y no necesariamente la más importante.

La planta de mostaza es una hierba de rápido crecimiento anual, crece hasta medir 3 o 4 metros en solo unos pocos meses. Era la semilla más pequeña que plantaban los judíos en sus huertos, por lo que lo llamaban el grano más pequeño. Pero una vez que crecía, era la planta más grande del huerto.

El grano de mostaza es un ejemplo impactante del potencial de un grano. Aunque comienza siendo pequeño e insignificante, se convierte rápidamente en una bendición para otros.

Consideremos ahora algunas características de los granos aparte de lo pequeños que son. Una semilla no hace nada hasta que se planta. Pareciera ser que Jesús nos dice que la fe se planta al hablar. «Si tienen fe como un grano de mostaza, podrán decir…» Es decir que para tener fe como un grano de mostaza, debemos decir algo. Decir lo que Dios dice en Su Palabra es la mejor de las opciones.

Una simiente hasta puede empujar rocas y otros obstáculos, pero no lo hace instantáneamente. Un grano no desplaza impedimentos de manera explosiva, sino mediante una expansión incesante de crecimiento que empuja continuamente hacia arriba y hacia fuera. A medida que una semilla se convierte en planta, sigue consumiendo nutrientes de su fuente, y por lo tanto sigue creciendo más grande y fuerte, desplazando impedimentos a la fuerza.

Ninguna semilla se ve afectada por lo que hacen las otras. Aunque otras mueran, ella sigue adelante. El grano es persistente, nunca se da por vencido. Solo la muerte detiene su crecimiento y su proceso de producción de frutos. Esta es quizás la característica más importante del grano de mostaza: ¡nunca se da por vencido!  Tomado de adevotion.org

Cómo adquirir una fe como un grano de mostaza

Jesús utiliza el grano de mostaza para ilustrar el tipo de fe que nos hace falta porque el pequeño grano de mostaza crece mucho, Mucho, MUCHO más grande que su tamaño original. Es decir, se supone que nuestra fe debe crecer… y mucho.

Nuestra iniciación al concepto de la fe es pequeña. Es una fe que proviene de escuchar y creer la Palabra de Dios. Pero después, la única manera de que crezca nuestra fe es si la ponemos en práctica. Una fe como un grano de mostaza es una fe que no se conforma siendo pequeña; es más bien una fe que se sumerge en la tierra de la Palabra de Dios, se arraiga y crece, crece y crece…  Darla Noble

Fe como un grano de mostaza que mueve montañas

Muchos ejemplos de la Biblia recalcan la importancia de las pequeñeces. Una piedrecita derribó a un gigante; un cortecito de pelo estuvo a punto de costar el reino; un almuerzo de nada le costó a un profeta la vida; un pesebrito cambió la suerte de la humanidad; ¡y un acuerdo de nada produjo la muerte del Salvador, para que una fe como un granito de mostaza pudiera mover montañas! ¡Me pregunto cuántas montañas se habrán dejado de mover por falta de ese granito de fe!

La Biblia nos dice que no «menospreciemos el día de las pequeñeces», como por ejemplo un talento, cinco panes y dos peces, una decisión errónea en el Huerto del Edén, una embarcacioncita en un diluvio universal, una torrecita en Babel —que desde entonces ha causado confusión en todo el mundo e incontables guerras entre las naciones—, una promesita a Abraham que llevaría bendición al mundo entero, un hombre insignificante que subió a una montaña y llevó las leyes morales de Dios al mundo entero, un pastorcillo que llegó a ser rey y cambió el curso de la historia, un puñado de harina y unas gotas de aceite que ayudaron a subsistir al profeta de Dios, a su anfitriona y al hijo de ésta durante tres años de hambre, mezclados con obediencia.

A lo largo de la historia, hay tantos ejemplos de la importancia de las pequeñeces, tanto para bien como para mal, que son casi innumerables. De gotitas de agua y granitos de arena el ancho mar y la tierra se llenan. Hasta un poquitín de fe, no mayor que un grano de mostaza, puede mover un monte

Nunca pienses que como hay tanta oscuridad no vale la pena tener una lucecita pequeña,

¡porque en la oscuridad, se ve una vela hasta a un kilómetro de distancia!  

Fuente: https://anchor.tfionline.co

lunes, 9 de agosto de 2021

Ex-científica de la OMS denuncia un plan para despoblar y controlar el mundo

La Dra. Astrid Stuckelberger

Investigadora y profesora durante 25 años en la Facultad de Medicina de la Universidad de Ginebra y de Lausana, eminente  ex científica de la OMS para la Salud Pública Internacional, advierte sobre un  plan para despoblar y controlar el mundo utilizando como excusa la Covid-19 para someter a las personas a través del miedo y la vacunación perpetua.

Como publica The BL, Stuckelberger involucra en su hipótesis a un pequeño grupo de multimillonarios, incluido Bill Gates; así lo explica en una entrevista (publicada el 5 de junio) que le realizara el Dr. Reiner Füllmich. Como sabemos, el abogado alemán preside el Comité Corona y junto a su equipo sigue investigando quiénes son los responsables del golpe global que está sufriendo la humanidad y que ya ha generado tanto  pérdidas de vidas como daños físicos, psicológicos, sociales y económicos.

El plan de ese grupo de personas iría muy lejos: “Están tratando de bloquear las libertades de las personas, lo cual es realmente perturbador”, dice Stuckelberger, que agregó que “quieren aniquilar cualquier pensamiento, emoción y cognición”. “Porque están cerrando iglesias, están impidiendo lo que hace más espiritual a la gente, están persiguiendo a todos los médicos que usan terapias naturales, e incluso en Suiza, están dejando que los médicos practiquen, pero no los que curan con medicinas naturales”, reitera la científica.

Stuckelberger añade en el vídeo: “Quieren aniquilarnos; los que sobrevivan con el cerebro completamente disfuncional serán obedientes. Incluso quieren inyectar las nanotecnologías bajo la piel, imponiendo el pasaporte de las vacunas”.

Asimismo, se refiere al plan de la Universidad Johns Hopkins para posibles pandemias, proyectado para los años 2025 y 2028. La Universidad lo describe en los siguientes términos: “Pandemia SPARS 2025-2028. Los pasos de este proceso incluyen decidir un marco de tiempo, identificar posibles incertidumbres críticas y luego usar este marco para construir una historia que cubra las fases de respuesta y recuperación de un evento de emergencia ficticio”, describe en un documento.

La Dra. Astrid Stuckelberger indica, además, que estamos ante la peor pesadilla, “una pandemia eterna”, unida a un miedo perpetuo y a vacunaciones perpetuas. Y lo están haciendo justo delante de nuestras narices.

Las apreciaciones de esta investigadora son compartidos por otros científicos que también han advertido sobre los riesgos que el manejo irregular del llamado Virus del Partido Comunista chino podría implicar para la población mundial, desde diferentes perspectivas.

Entre ellos se encuentra el virólogo alemán Dr. Geert Vanden Bossche, uno de los especialistas en vacunas más experimentados del mundo, quien afirma : “Cualquiera que tome la vacuna COVID [Virus CCP] está destruyendo su sistema inmunológico innato”.

Además, el especialista alemán en microbiología y epidemiología, el Dr. Sucharit Bhakdi, enfatizó los peligros de la controvertida ‘vacuna’ cuando se administra a niños. Él dijo : “No inyecten a los niños porque no tienen absolutamente ninguna posibilidad de defenderse a sí mismos, si le da a su hijo estas ‘vacunas’, está cometiendo un delito”.

Fuente: https://conciencialibre.com

viernes, 23 de julio de 2021

Qué pensaba Jesús de los ricos?

 ¿Cómo actuaba frente a ellos? 

¿Les obligaba a dar todo su dinero a los necesitados? ¿Les aconsejaba lo que debían hacer con sus posesiones?

Jesús, al invitar a renunciar a las riquezas, ¿apunta hacia la carencia, incita a ingresar en el vacío y la nada?

Jesús apunta más bien a conseguir una riqueza infinitamente mayor. Al igual que se entra desnudo en la vida, sólo se entrará desnudo en el Reino de los cielos, pues, si desnudo se nace, desnudo se renace. Sólo quien se ha despojado de riquezas, de ambiciones, de poderes, de falsas ilusiones, de odios y revanchas, podrá entender mejor las riquezas del cielo. Jesús no viene a empobrecer al hombre, pero sí a sustituir una riqueza pasajera por la gran riqueza de Dios.

Todos los bienes materiales son regalos de Dios, nuestro Padre. Debemos usarlos en tanto cuanto nos lleven a Él, con rectitud, moderación, desprendimiento interior. Al mismo tiempo, son medios para llevar una vida digna y para ayudar a los más necesitados. Lo que Jesús recrimina es el apego a las riquezas, y el convertirlas en fin en sí mismas.

Hay expresiones de Jesús en los Evangelios bastante desconcertantes sobre las riquezas y sobre los ricos: "Hijos, cuán difícil es entrar en el Reino de Dios para los que confían en las riquezas. Más fácil es que pase un camello por ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios" (Mc 10, 24). O aquella otra frase: "No podéis servir a Dios y a Mamón".

 ¿Jesús desprecia las riquezas, las condena? ¿Excluye de su Reino a los ricos?

Jesús ante los bienes materiales.

Jesús era una persona pobre. Nace de una familia sin grandes recursos y en condiciones pobres. Incluso no pudieron ofrecer un cordero, por falta de recursos (Lc 2, 24).

No almacena bienes y sabe vivir de la Providencia de su Padre (Mt 8, 20; Lc 9, 58). Es más, las cosas son para Jesús una obra del Padre. Brotaron de la mano amorosa y providente de su Padre.

Y cuando llama bienaventurados a los pobres (Mt 5, 3), está llamando felices a quienes son desprendidos interiormente, aquellos que ponen toda su confianza en Dios, porque todo lo esperan de Él. Pobre es sinónimo del que tiene el corazón vacío de ambiciones y preocupaciones; de quienes no esperan la solución de sus problemas sino de solo Dios. Y pobreza en la Biblia es sinónimo de hambre, de sed, de llanto, de enfermedad, trabajos y cargas agobiantes, alma vacía, falta de apoyo humano.

Jesús era pobre en ese sentido: apoya su vida en Dios, su Padre. Gracias a esa libertad interior, Jesús puede disfrutar de los bienes moderada y alegremente. Es tan libre que está por encima de las apetencias, ansiedades y vanidades. Por eso sabe gozar de las cosas y, a la vez, prescindir de ellas para seguir su misión y su preferencia por Dios Padre. Goza de un banquete (Lc 7, 36-49; Jn 2, 1-12), pero también se priva de lo material cuando se lo pide su misión (Jn 4, 31-32). Disfruta preparando un almuerzo a sus íntimos (Jn 21, 9-12); les defiende cuando los fariseos les acusan de arrancar espigas, pues tenían hambre .

Pero no vive en la miseria. Tiene su vida asegurada, pues en el grupo de los apóstoles había una bolsa común . Compraban alimentos y se hacían limosnas con parte de los bienes. Es decir, Cristo tiene bienes y los administra. Participa en banquetes y fiestas y sabe cooperar con vino generoso en las bodas de Caná (Jn 2, 1). Y estos mismos goces sanos los desea para los demás. De ahí su hermoso y gratuito gesto de la multiplicación de los panes y peces (Jn 6, 1-15).

Acepta regalos, incluso costosos (Jn 12, 1-8).

Y, sin embargo, Cristo alcanza con su gloriosa resurrección la máxima riqueza que va a distribuir a todos (Mt 28, 18). Sigue siendo pobre porque no posee las riquezas materiales, sino las de Dios.

¿Cuál fue, entonces, la postura de Jesús frente a los bienes materiales? La enseñanza central de Cristo en lo económico es ésta: relativización del dinero. A Jesús le interesa mucho más cómo se usa lo que se tiene que cuánto se tiene y, sobre todo, le importa infinitamente más lo que se "es" que lo que se tiene. Jesús quiere dar a entender que la verdadera riqueza es la interior, la del corazón. La riqueza material nos debe ayudar a ser ricos en generosidad, desprendimiento y solidaridad.

Al decir que Jesús consideraba las riquezas como relativas, no significa que Jesús fuera un adorador romántico de la pobreza, en sentido material. No es que Jesús quiera la pobreza material, que se convierta en miseria. No. Por eso, su mensaje es bien claro: todos somos hermanos y debemos compartir lo que tenemos, para que nadie sufra esa pobreza material. Si no tenemos caridad no somos nada.

La postura de Jesús frente a las riquezas es de una gran libertad interior. Jesús no está apegado a ellas, no está esclavizado a ellas, no está obsesionado por ellas. Vive la pobreza como ese desapego interior de todo. Por eso, Jesús insiste en que lo material es perecedero y lo sobrenatural es eterno. Así se entiende por qué no toma posición ante quien le pide juicio sobre lo material (Lc 12, 14).

La cruz descubre profundamente el valor que Jesús concede a las cosas materiales y terrenas. Para salvar a los hombres y cumplir la misión confiada por su Padre, dio todo cuanto tenía. Jesús en la cruz es pobre de cosas, pero es rico en amor, perdón, misericordia, obediencia. 

Jesús ante los ricos

Cuando decimos que Jesús prefiere como amigos a los pobres no estamos diciendo que excluya a los ricos. Jesús, enemigo de toda discriminación, no iba Él a crear una más. En realidad, Cristo es el primer personaje de la historia que no mide a los hombres por lo económico sino por su condición de personas.

Es un hecho que no faltan en su vida algunos amigos ricos con los que convive con normalidad. Si al nacer eligió a los pastores como los primeros destinatarios de la buena nueva, no rechazó, por ello, a los magos, gente de recursos y sabia. Y si sus apóstoles eran la mayoría pescadores, no lo era Mateo, que era rico y tenía mentalidad de tal. Y Jesús no rechaza invitaciones a comer con los ricos; acepta la entrevista con Nicodemo, cuenta entre sus amigos a José de Arimatea, tiene intimidad con el dueño del cenáculo, gusta de descansar en casa de un rico, Lázaro, y, entre las mujeres que le siguen y le ayudan en su predicación figura la esposa de un funcionario de Herodes. Tampoco rehúsa el ser enterrado en el sepulcro de un rico.

Jesús ama a todos: pobres y ricos. Conocemos su relación con Simón, el fariseo (Lc 7, 36), y con Nicodemo, doctor de la Ley (Jn 3, 1). El rico José de Arimatea es mencionado expresamente entre sus discípulos (Mt 27, 57). En sus viajes le seguían "Juana, mujer de Cusa, procurador de Herodes, Susana y otras muchas que le servían con sus bienes" (Lc 8, 3). Por lo que podemos juzgar, sus apóstoles no pertenecían a las más bajas clases sociales, sino como Jesús mismo, a la clase media.

Más que a las riqueza en sí o a los ricos, Jesús combate la actitud de apego frente a esas riquezas. Jesús veía en la mayor parte de los fariseos y saduceos, representantes de la clase rica y dirigente del país, las funestas y alarmantes consecuencias del culto a Mamón. Lo que les impedía seguirle, manteniéndoles alejados del reino de los cielos, no era la riqueza en sí, sino su egoísmo duro, su orgullo, su apego a ella, a sus privilegios.

Cuando Jesús llama la atención a los ricos es porque el rico, apegado a las riquezas, no siente necesidad de nada, pues lo tiene todo y no desea que cambien las cosas para seguir en su posición privilegiada. A quien le falta siente nostalgia de Dios y le busca.

Es un hecho que Jesús frente al pobre y necesitado lo primero que hacía era la liberación de su problema o dolencia, y sólo después venía la exigencia de conversión. Mientras que, frente al bien situado y rico, lo primero que le pedía era la exigencia de conversión y, sólo cuando esta conversión se manifestaba en obras de amor a los demás, anunciaba la salvación para aquella casa ( Lc 19, 1-10).

Por eso Jesús no condena al rico, ni al pobre. Pide a todos que se pongan al servicio de los demás. Para Jesús el verdadero valor es el servicio. Por lo mismo, la salvación del pobre no será convertirle en rico y la del rico robarle su riqueza, sino convertir a todos en servidores, descubrir a todos la fraternidad que cada uno ha de vivir a su manera.

Juicio de Jesús sobre las riquezas.

No obstante lo dicho, Jesús anuncia del peligro y riesgo de las riquezas. Aquí la palabra de Jesús no se anda con rodeos. Para Jesús la riqueza, como vimos, no es el mal en sí, pero le falta muy poco. La idolatría del dinero es mala porque aparta de Dios y aparta del hermano. Así se explican las palabras de Jesús: no se puede amar y servir a Dios y a las riquezas (Mt 6, 24; Lc 16, 13); la preocupación por la riqueza casi inevitablemente ahoga la palabra de Dios; es sinónimo de "malos deseos" (Mc 4, 19). El que atesora sólo riquezas para sí es sinónimo del condenado ( Lc 12, 21). Cuando el joven rico no es capaz de seguir a Cristo es porque está atrapado por la mucha riqueza (Lc 18, 23).

La crítica de Jesús al abuso de la riqueza se basa, efectivamente, en el poder totalizador y absorbente de ésta. La riqueza quiere ser señora absoluta de aquél a quien posee. Por eso, Jesús pone en guardia sobre la salvación del rico. Será difícil la salvación de aquel que haya vivido sólo para la riqueza, de la riqueza, con la riqueza, despreocupado del amor a Dios y al prójimo. Haría falta un verdadero milagro de Dios para que consiga la salvación.

Esta es la razón por la que el rico tiene que "volver a nacer", como sucedió a Zaqueo; tiene que compartir, si quiere salvarse, cosa que no hizo el rico Epulón (Lc. 16, 19-31); tiene que aceptar la invitación de Dios al convite de la fraternidad y no hacer oídos sordos, como hicieron los egoístas descorteses, que prefirieron sus cosas y por eso no entraron en el banquete del Reino (Lc 14, 15-24).

¿Se salvará o no se salvará el rico? Si abrimos san Mateo, capítulo 25, 31-46, podemos concluir lo siguiente: Se salvará -rico o pobre- el que haya dado de comer, de beber, el que haya consolado al enfermo, el que haya tenido piedad con sus hermanos. Y se condenará -rico o pobre- el que haya negado lo que tiene, mucho o poco, a los demás.

Fuente: https://es.catholic.net/

martes, 25 de mayo de 2021

"La Covid19 no es una pandemia, es una 'plandemia'

 Una coacción y una Extorsión"

¿Cómo forzarías a los habitantes del planeta a aceptar una situación que, en principio, nadie quiere aceptar? 

Con el arma más eficaz: el miedo. 

Así arranca el último libro de la escritora sevillana Cristina Martín Jimenes, quien atendió al Ateneo Mercantil de Valencia y a los espectadores en la presentación on line de "La verdad de la Pandemia. ¿Quién ha sido y por qué?". Un ensayo de investigación, que ha tardado casi 20 años en darle forma y que está de enorme actualidad porque responde clara y contundentemente a muchas preguntas generadas en la Pandemia de la Covid19.

¿Por qué una pandemia ahora? 

¿Quién tiene interés en secuestrarnos en nuestras casas? ¿Es verdad que el virus viene de China o ha sido un ataque de Estados Unidos que ahora no sabe parar? Todas estas preguntas se han quedado sin respuesta durante los últimos meses, aunque algunas teorías han comenzado a circular por los móviles y en algunos medios de comunicación.

La escritora andaluza ya en libros anteriores advirtió de que uno de los últimos mecanismos de control de las élites era la "táctica de la pandemia". Por eso, cuando en los medios empezaron a hablar de la Covid19, Cristina Sabía que habían vuelto a activar el plan. ¿Cómo obligarnos si no a aceptar una situación que nadie está dispuesto a aceptar? Este libro contiene las claves que explican cómo y por qué unos pocos han decidido declarar la guerra y robar la libertad a la gente. El enemigo existe, sin duda, y es invisible. Pero, ¿quién es el verdadero enemigo? Estamos siendo testigos y víctimas de una operación de guerra psicológica diseñada en los laboratorios sociales de la élite para que nos arrodillemos y nos convirtamos en esclavos de su nuevo mundo feliz, que no es más que un Nuevo Orden Mundial deshumanizado y bárbaro. ¿Somos esclavos o nos vamos a rebelar?

Contexto del virus y la pandemia

En diciembre de 2019 fue presentado al mundo la Covid19. El nuevo 'virus', supuestamente desconocido hasta entonces, apareció en la ciudad china de Wuhan, causando la muerte a miles de personas en apenas tres meses, según contaron las fuentes oficiales. La Organización Mundial de la Salud declaró la 'pandemia global' el 11 de marzo de 2020.

Al día de hoy, hay 17 millones de personas contagiadas y el número de fallecidos se acerca a los 700.000. Muchas naciones del mundo siguen en cuarentena y los daños de todo tipo que este brutal ataque a nuestra salud y a nuestro modo de vida están causando son inconmensurables. Pero lo más grave es que nos han amenazado con que el peligro persistirá y que aún será peor. Los expertos estiman que se producirá una pandemia cada diez años.

"El virus ha comenzado atacando la salud, para seguir con la economía y, finalmente, con el armazón político y nuestro modo de organización social. Nuestros valores y nuestras costumbres están en peligro. El miedo es el motor de cambio más eficaz: nuevas compras de deuda, nuevos préstamos y rescates se avalarán con nuestro futuro y el de nuestros hijos, llevándonos a una esclavitud sin límites".

Pero los sucesos geopolíticos no ocurren aislados; todos están interconectados, suceden en un contexto determinado y siguen unas fases temporales definidas. Cristina Martí, después de tantos años estudiando y analizando el mundo actual —la globalización y las élites—, en su opinión el contexto estaba claro, y no era otro que "la guerra. Una guerra encubierta cuyo objetivo es el control del planeta. El control de todos nosotros".

Según la escritora andaluza la Pandemia Mundial de la Covid19 tiene cuatro pasos marcados y están ocurriendo:

Paso 1: crear una gran crisis pandémica.

Paso 2: atemorizar y angustiarnos a todos.

Paso 3: atacar las economías e industrias para hacer que los países se endeuden.

Paso 4: apropiarse de parte de su soberanía, riquezas y recursos.

Conclusión: una jugada maestra.

Cristina destacó el papel de Bill Gates en toda esta estrategia. "Gates predijo el coronavirus hace diez años, y hace unos meses, en plena pandemia, anunció que tuviésemos esperanza porque su fundación conseguiría la vacuna para todos. Qué casualidad que los artículos de los científicos de la OMS, ya en los años setenta del siglo pasado, aconsejaran vender la esperanza de un futuro mejor a través de las vacunas…"

Según escuchamos en los medios de comunicación, cuando la OMS encuentre una vacuna, para lo cual cuenta con la inestimable ayuda de Gates, habremos superado la crisis. Pero de los efectos esa vacuna nadie sabe nada concreto. La incertidumbre como arma de control. Y la vacuna como gran objetivo salvador.

Manipulación: Una Sociedad Domesticada

La escritora, además, puso el foco de atención, en el papel que juegan los medios de comunicación controlados por los grandes directores de los medios que a su vez están dominados por el establecimiento global. "La estructura de poder de las élites hace que los medios de comunicación ofrezcan un mensaje unificador que convierte en enemigos el análisis y el pensamiento crítico. En la llamada Era de la Información, la gran mayoría de la población se informa a través de medios controlados o susceptibles a la presión de intereses de poder, lo que significa que, a pesar de que un ciudadano acceda a distintos canales de comunicación, el mensaje recibido será siempre el mismo". El objetivo del establishment global no es que los ciudadanos piensen, sino que acaten y se resignen a su ideología.

Las élites globalistas han diseñado y programado, gracias a los laboratorios de manipulación social y a los enormes avances tecnológicos de las últimas décadas, la 'táctica de la pandemia' y las directrices de la llamada 'nueva normalidad'.

La 'Plandemia': Convencer y Persuadir

Llegados a este punto de la Historia, Cristina observa que la humanidad nunca se ha enfrentado a un ataque tan agresivo, violento y omnímodo. Es una situación nueva. El desarrollo tecnológico de la Cuarta Revolución Industrial lo ha propiciado. No están atacando al que denominaron 'Tercer Mundo', ni a naciones aisladas, sino al planeta entero.

"No es una Pandemia es una 'Plandemia', una coacción, una extorsión. 

Es una gran mentira y un caos planificado. El virus existe, pero es la excusa para conducirnos a la aceptación de las reglas de una nueva sociedad para cuya implantación llevan décadas trabajando. ¿Cuál es la principal objeción de la escritora a ese nuevo gobierno mundial? Pues que abandona los valores por el camino. Se focaliza en la producción, en el mercado y, en el fondo, está manejado por la codicia y la psicopatía de la élite que trabaja para implantarlo. Somete a la población, en el sentido espiritual de la palabra, pues considera al ser humano un simple productor y consumidor, un número, un esclavo".

¿Somos tan manipulables como creen?

El poder está comprobando cuál es la reacción de la población ante la aparición de un enemigo invisible que justifica todo tipo de restricciones. Apelan a nuestra 'responsabilidad' como ciudadanos cuando, en realidad, el objetivo es que dejemos de sentirnos ciudadanos libres y controlar nuestros movimientos e incluso nuestros sentimientos. Es una auténtica distopía, provocada por bárbaros. ¿Vamos a permitirla?

Pero tienen un problema porque ya no logran engañar a todo el mundo. Las personas tienen inteligencia y hay quienes, con actitud crítica y rebelde, se mueven en Internet y crean redes, y no solo en España, sino en todo el mundo. Las respuestas contestatarias en las redes no cesan y desafían a la condena de censura y silencio a la que nos han sentenciado.

"El mundo necesita rebeldes que luchen contra el poder establecido. En las redes sociales están surgiendo numerosos rebeldes de verdad, sin vinculaciones con partidos políticos, ONG, sindicatos, fundaciones u organismos internacionales que puedan controlarlos. Rebeldes que son libres para expresarse y ser escuchados por otros igualmente libres. Y difundimos la verdad sin más interés que el de darla a conocer".

Cuando Cristina detectó la táctica de la pandemia, no se lo imaginó, pero acaba de llegar la guerra silenciosa, la que será la 3ª Guerra Mundial, una pandemia mundial que provocará cambios económicos. "Tras muchos años trabajando en recoger información y con los temas de actualidad que aparecían acabé concluyendo que la táctica de la pandemia había sido un arma de guerra global. Algo que había arrancado con el cambio climático provocado por el hombre, que ya estaba cambiando la sociedad y las economías, ahora sigue con esta pandemia mundial. La República Popular China y Estados Unidos pelean por ser la potencia económica mundial y Rusia está al acecho", 

Fuente: .https://www.ateneovalencia.es/

jueves, 1 de abril de 2021

EL PRECIO DE LA ORACIÓN

ORAD SIN CESAR 

Sambo fué un esclavo negro que vivió en la región Sur de los Estados Unidos. 

Era un Cristiano muy alegre y un fiel sirviente, pero su amo al encontrarse escaso de dinero un día se vio en la necesidad de venderlo. En una ocasión llegó a la casa del amo de Sambo un joven dueño de una plantación para comprarlo.

El joven era inconverso, era un impío pero después de haber hecho los arreglos necesarios sobre el precio de Sambo, este esclavo Cristiano fué vendido a su nuevo dueño.

Al despedirse del joven el antiguo amo dijo: — Ya se dará usted cuenta que Sambo es un trabajador excelente y digno de toda confianza; él complacerá a usted en todo excepto en una cosa.

—¿Cuál es esa cosa?—preguntó el nuevo amo.—Que le gusta mucho orar y nunca podrá usted quitar esa inclinación de Sambo pero ese es su único defecto.

— ¡Ah, si! Pues pierda usted cuidado, porque pronto le quitaré ese defecto a latigazos,—recalcó el impío.

—No temo nada,—dijo el antiguo amo. — pero le aconsejo a usted que no lo haga, sería inútil; Sambo preferirá morir a dejar de orar.

Sambo probó su fidelidad al nuevo amo de la misma manera que lo había hecho con su otro amo; pero pronto llego a oídos del amo que Sambo había estado orando. Le mando llamar y dijo: Sambo, no debes volver a orar jamás; aquí no nos gusta tener a nadie que ore; con que a trabajar y ya sabes que no quiero volver a saber que te ocupas de tales tonterías.—Sambo contestó: —Señor amo, tengo que orar a Jesús; cuando oro, amo mas a usted y a mi ama y además puedo trabajar más duro para ustedes.— Pero seria y terminantemente le fué prohibido orar, bajo pena de una buena azotaina.

Aquella tarde cuando el trabajo del día había tocado a su fin, Sambo habló con su Dios, como lo hizo el Daniel de la antigüedad, y a la mañana siguiente fue llamado a comparecer ante su amo quien disgustadísimo le pregunto por qué lo había desobedecido.

—Señor amo, necesito orar; es que sin la oración no puedo vivir, —dijo Sambo. Al oír ésas palabras, el amo montó en una cólera terrible y ordeno al esclavo que se despojara de la camisa y a otros dijo que le ataran al poste donde acostumbraban castigar a latigazos a los esclavos. Entonces él mismo tomó el látigo y con toda la fuerza de que es capaz un hombre enfurecido golpeó tanto al pobre Sambo, hasta que la misma esposa del amo le rogó con lágrimas en los ojos que dejara de flagelarlo.

El hombre estaba tan furioso que hasta amenazó a su esposa de castigarla si se empeñaba en no dejarlo. Luego siguió pegando a Sambo hasta que se le acabaron las fuerzas. Después mando que le lavaran las heridas de la espalda sangrienta con agua salada; le volvieron a dejar ponerse su camisa y lo mandaron a seguir trabajando. Aunque sus dolores eran indecibles, Sambo se fué a sus labores cantando con voz dolorida: “No hay tristeza en el cielo, Ni llanto ni amargo dolor, Estar con Cristo es mi anhelo Porque El es mi buen Salvador,”

Sambo trabajó duramente aquel día aunque la sangre se filtraba de su espalda herida donde el látigo había dejado hondos surcos. Pero Dios estaba obrando en el corazón de su amo. Se puso a recapacitar en su maldad y crueldad tan refinada para con aquel pobre esclavo cuya única falta había sido su fidelidad.

Se apodero de el un remordimiento tremendo y apesarado e inquieto se fué a tratar de dormir pero no pudo conciliar el sueño por mas esfuerzos que hizo para ello.

Era tal su agonía que a la media noche tuvo que despertar a su esposa y le dijo que estaba muriendo. Entonces su esposa le dijo: —¿Quieres que vaya y traiga al doctor?—No, no; no quiero que venga ningún doctor. ¿Hay alguno aquí en la plantación que pueda orar por mí?—dijo el esposo—Creo y temo que me voy al infierno.

—Pues no sé de nadie que pueda hacerlo—dijo su esposa,—excepto del pobre Sambo a quien castigaste tan duramente esta mañana.

—¿Crees que vendría para orar por mí?—preguntó ansiosamente.

—SÍ, creo que lo haría, —contestó ella.

—Entonces manda traerlo inmediatamente,—dijo el amo.

Encontraron a Sambo arrodillado y orando a Dios. Cuando le sorprendieron en esa actitud, pensó que era para que le castigaran de nuevo pero al llegar al dormitorio de su amo, grande fué su pena al verle retorciéndose de agonía.

Quejándose amargamente el amo dijo -Sambo, ¿quieres orar por mí?— ¡Como no! ¡Bendito sea Dios, señor amo; he estado orando por usted toda la noche —y al decir esas palabras cayó de rodillas y como el Jacob de la antigüedad, luchó con Dios en oración. Antes de romper el alba, Sambo fué testigo de la conversión tanto de su amo como de su ama.

El amo y el esclavo se abrazaron. La diferencia de razas y la crueldad pasadas cayeron como por encanto ante el amor de Dios y lagrimas de gozo se confundieron en aquella ocasión.

Inmediatamente Sambo fué puesto en libertad y ya no tuvo que trabajar en la plantación. El amo se llevo a Sambo y se fueron a predicar el evangelio. Viajaron por todos los estados del Sur, siendo testigos del poder de Cristo para salvar a todos.

Tal es el poder del amor de Dios en el alma donde Cristo mora. “En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que el nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” Juan 4:10.

Fuente: Autor desconocido

lunes, 29 de marzo de 2021

La juventud actual y su decadencia

Escritos del Psiquiatra Dr. Otto Dörr Zegers, Premio Nacional de Medicina Chile

Realidad de la juventud actual en relación al estallido social  de  Octubre 2019  y al proceso actual que se está viviendo en Chile y en el mundo.

Es falso que la generación actual no tienen nada que perder, por el contrario, tienen todo que perder.

"Esta es la primera generación que creció con tres comidas al día, creció con agua potable y alcantarillado, creció con internet, que pudo acceder a frenillos para sus dientes, crecieron carreteando los fines de semana, fumando pitos y siempre teniendo plata para el copete y el sushi. 

Es la generación que presume de su último Phone, el último corte de pelo, el último tatuaje, aro o piercing. Es la primera generación que puede hacer una dieta vegana, vacacionar todos los años y criar un gato con comida para gatos. 

Es la generación que tiene una filosofía torcida, apoya el caos en base a sentimentalismos y falacias de falsas analogías, que pide empatía, pero no es empática con su entorno. 

Cuando apoyaron la revolución de octubre no tuvieron compasión con los 600.000 cesantes que generaron, no tuvieron compasión de las personas de la periferia al destruir su medio de transporte. 

Es la primera generación que odia al capitalismo, pese a tener una vida más cómoda que sus padres, y abraza las ideas del socialismo tal como la juventud que apoyó al ex presidente Chavez a principio del 2000. 

No es raro que sea la primera generación que el día de mañana escape de Chile ya que, gracias a ellos, la vida se ha hecho imposible, con tanta violencia, caos y falta de empleos, que es posible que no seamos un país viable. 

No sabrán lo que habrán perdido hasta que vivan el fracaso de su propia utopía."

Fuente: Otto Dörr Zegers 

martes, 23 de febrero de 2021

¿ES PECADO VIVIR EN UNIÓN LIBRE O COHABITACIÓN?

Unión libre

Tal vez el cambio cultural más dramático en la generación pasada es la práctica generalizada de la cohabitación, en la que un hombre y una mujer solteros viven juntos y se involucran en una relación sexual. La cohabitación en los Estados Unidos ha aumentado en más de 1.500 por ciento en el último medio siglo.

“Dos tercios de las parejas casadas en 2012 compartieron un hogar juntos por más de dos años antes de que alguna vez bailaran el vals “.

En la mayoría de los casos, estas personas están considerando el matrimonio, y su tiempo inicial de convivencia es considerado como un período de prueba para determinar si la relación funciona.Después de todo, no compraría un coche sin tomarlo para una prueba de manejo. Otros cohabitan sin planes de casarse. Algunos esperan una secuencia de tales relaciones durante la vida. Otros esperan que su relación perdure, pero se resisten a casarse por una razón u otra. A estas relaciones comprometidas a largo plazo les llaman por otros nombres, como asociaciones.

Otra transformación social notable es la aceptación social generalizada de esta práctica, que solía llamarse “vivir en pecado”. Una minoría cada vez menor de estadounidenses desaprueba la convivencia de las parejas. La cohabitación también está aumentando entre cristianos profesantes. He aconsejado a jóvenes que profesan ser creyentes cristianos, pero afirman nunca haber sido conscientes de que la actividad sexual antes del matrimonio es pecaminosa.

Este cambio dramático hacia la práctica y la aceptación de la cohabitación ha impactado a la sociedad y a la familia de muchas maneras. Por ejemplo, la edad en la que los jóvenes se casan por primera vez ha aumentado significativamente, no porque los jóvenes están retrasando la actividad sexual, sino porque están cohabitando, con frecuencia con una secuencia de parejas, antes del matrimonio. Además, hay muchos más niños que nacen fuera del matrimonio y debido a que los padres que cohabitan tienen más probabilidades de romper que los que están casados, el resultado perjudicial es que cada vez son menos los niños que son criados por ambos padres.

¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?

La mayoría de las parejas que cohabitan exteriormente se parecen mucho a las parejas casadas. Ellos mantienen un hogar juntos y tienen que trabajar a través de temas de finanzas compartidas, responsabilidades domésticas, y sexo. Ellos se socializan como una pareja y están involucrados con las familias del otro. Tienen expectativas el uno del otro en términos de compromisos de tiempo y fidelidad sexual. También esperan que sus amigos y familias acepten plenamente su relación. Afirman que un anillo y un pedazo de papel realmente no tienen un impacto en la fuerza de su relación. Algunos podrían incluso afirmar que están “casados ​​a los ojos de Dios”.

La principal diferencia entre la cohabitación y el matrimonio es el nivel de compromiso. La persona que entra en el pacto de matrimonio dice: “Yo estoy comprometido contigo en sin importar las formas en que cambies, físicamente, emocionalmente, intelectualmente y espiritualmente, por el resto de tu vida. Te amaré no sólo por lo que eres, sino por todo lo que haces hasta que Dios, por medio de la muerte, nos separe.” En los votos de matrimonio, ambas personas prometen que, independientemente de lo que el futuro pueda traer (dificultades, atracción a otra persona, etc.), lucharán para preservar su matrimonio y cumplir sus compromisos.

Por otra parte, la persona en una relación de cohabitación está esencialmente diciendo: “Estoy dispuesto a quedarme contigo mientras ninguno de nosotros cambie demasiado. Si cambias de maneras que no me gustan, me reservo el derecho de dejar la relación. O si, debido a cambios en mi vida o personalidad, decido que puedo ser más feliz sin ti, puedo salir en cualquier momento.” Como dice predicador: “No te amo lo suficiente como para cancelar todas mis otras opciones para la vida.” Esto pone mucha presión en cada parte en la relación para realizar.

¿POR QUÉ ALGUNOS ARGUMENTAN POR LA COHABITACIÓN?

Muchos afirman que vivir juntos antes del matrimonio ayudará a asegurar que una pareja será compatible dentro del matrimonio. Los estudios han demostrado, sin embargo, que los matrimonios de las parejas que cohabitaron antes del matrimonio son mucho más propensos a terminar en divorcio que los matrimonios de no-cohabitantes. Se han sugerido varias causas para este fenómeno. Tal vez la explicación más razonable es que estas relaciones, que comienzan sobre una base pobre de un nivel reducido de compromiso, tienen dificultad para pasar al nivel más alto de compromiso exigido por el matrimonio.

Desde un punto de vista práctico, las responsabilidades y los compromisos aumentan, pero los beneficios siguen siendo más o menos los mismos. Desde el punto de vista bíblico, nunca ganas cuando desafías a Dios. El pecado tiene consecuencias. Pablo aconseja: “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.” (Gálatas 6: 7).

LA COHABITACIÓN ES INCORRECTA PORQUE LA PALABRA DE DIOS LO DICE

Dios, que es el único sabio, ha decretado que los privilegios de la intimidad personal y sexual entre un hombre y una mujer sean disfrutados exclusivamente por aquellos que han entrado en un pacto matrimonial. Además, ha decretado que toda actividad sexual fuera del matrimonio es pecaminosa: “Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13: 4). El sexo con alguien que no sea un compañero de matrimonio es una distorsión del diseño de Dios y es esencialmente una mentira. La pareja que cohabita busca gozar de los privilegios y beneficios del matrimonio, mientras se niega a hacer el compromiso que Dios requiere como requisito previo para disfrutar de estas bendiciones. Su relación física declara un nivel de compromiso y unidad que no existe verdaderamente (1 Corintios 6:16). También es importante enfatizar que el pecado sexual no es sólo lo que hacemos con nuestros cuerpos. La raíz del problema está en nuestros corazones.

Según Jesús, “Porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios,” (Marcos 7:21). Caemos en pecado sexual porque no confiamos en que el camino de Dios es el mejor (Proverbios 3:5-6) y en cambio creemos que nuestros corazones pueden estar satisfechos con lo que Dios ha prohibido, en lugar de encontrar nuestro último gozo en el Señor ( Isaías 55: 1-2).

¿PODEMOS VIVIR JUNTOS SI PROMETEMOS COMPORTARNOS?

Me he topado con varios casos en los que un hombre y una mujer cristianos solteros quieren vivir como compañeros de cuarto o compañeros de casa sin tener sexo. En algunos casos, no hay relación romántica. Ellos simplemente quieren compartir un espacio de vida, por lo general por razones económicas, ya sea dos o más chicos o chicas comparten un apartamento. También he encontrado situaciones en las que una pareja que cohabita ha llegado a la fe y tienen la intención de casarse, pero afirman que debido a que no pueden permitirse dos hogares separados, deben permanecer juntos. Están de acuerdo, sin embargo, en abstenerse de otra actividad sexual hasta después del matrimonio.

Si bien es cierto que la Biblia -en su prohibición del sexo fuera del matrimonio- no prohíbe explícitamente que las personas solteras vivan en el mismo hogar, muchos principios bíblicos hablan de estos arreglos. La Escritura nos aconseja repetidamente que evitemos situaciones tentadoras. Pablo instruye a Timoteo: “Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro.” (2 Timoteo 2:22). Además, insta a todos los creyentes a “vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.” (Romanos 13:14). A los que dicen que son lo suficientemente fuertes como para resistir la tentación, Pablo advierte: “Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.” (1 Corintios 10:12).

Incluso cuando el hombre y la mujer afirman su situación es solo de compañero de habitación sin atracción romántica, los sentimientos a menudo cambian y las tentaciones surgen.11 Otra razón de que tales situaciones de vida son inapropiadas es el pobre testimonio a otros, incluyendo incrédulos, que asuman que están cohabitando, y otros cristianos, que pueden ser tentados a seguir su ejemplo (Efesios 5:3). Cuando un hombre y una mujer afirman que viven juntos por razones económicas, deben seguirse otras opciones. La iglesia puede ser capaz de ayudar haciendo coincidir a compañeros de cuarto del mismo sexo. O miembros de la familia en la iglesia pueden invitar a una mujer a salir del apartamento que había estado compartiendo con su prometido y vivir con ellos hasta la boda.

Algunas parejas retrasan el matrimonio porque están ahorrando su dinero para la boda “perfecta” y la luna de miel. Si de lo contrario están ya listos para el matrimonio, sería más prudente para ellos casarse antes con una boda más modesta. Pablo aconseja: “Pero si carecen de dominio propio, cásense; que mejor es casarse que quemarse.” (1 Corintios 7: 9).

¿DEBERIAN CASARSE AQUELLOS QUE HAN ESTADO COHABITANDO?

Si bien en muchos casos puede ser conveniente ayudar a una pareja que cohabita a entrar en el pacto matrimonial, la Biblia no requiere que las parejas que han vivido juntas y se han involucrado sexualmente se casen. Si una persona es creyente y la otra no es creyente, el principio bíblico contra un matrimonio religiosamente mixto impediría que el creyente se case con el incrédulo. Cuando hay hijos involucrados (incluyendo un embarazo), en muchas situaciones, puede ser más sabio y honorable buscar el matrimonio. No podemos decir por las Escrituras, sin embargo, que la pareja deba casarse. Más de una mujer embarazada, después de arrepentirse de su pecado de fornicación, ha elegido sabiamente no casarse con el padre si es un hombre irresponsable e impío. Incluso si un hombre no se casa con la madre de sus hijos, debe hacer todo lo posible para cumplir sus obligaciones financieras para ella y sus obligaciones personales con sus hijos.

SEGUIR EL PLAN DE DIOS PARA EL MATRIMONIO TRAE MAYOR BENDICIÓN

Aunque muchos factores contribuyen a un matrimonio gozoso y que honra a Dios, aquellos que honran a Dios manteniendo su relación pura antes del matrimonio están en posición de gozar plenamente de los privilegios del matrimonio. El Señor no hizo reglas con el propósito de arruinar nuestro deleite de la vida. Más bien, sus caminos son siempre los mejores caminos para el bien de Su pueblo y para Su propia gloria. Hay pocas áreas en la vida en las cuales nuestra fe será más probada que en nuestro acercamiento al romance y al matrimonio.

A medida que nuestra cultura continúa alejándose del ideal bíblico para el matrimonio, los cristianos sentirán la presión de seguir la tendencia hacia la cohabitación antes del matrimonio. Pero Pablo nos exhorta: “Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.” (Rom 12:2). El plan de Dios es que su pueblo goce de los grandes privilegios del matrimonio, incluida la unión sexual, sólo después de que se haya hecho el pacto matrimonial.

Fuente: https://evangelioreal.com/

domingo, 31 de enero de 2021

Mujer, ¿estás usando tus redes sociales para glorificar a Dios?

La influencia de las redes sociales

Las redes sociales han revolucionado la manera de relacionarnos. Hoy en día es muy raro que alguien no tenga un perfil en Facebook, Twitter o Instragram. Millones de personas comparten diariamente lo que hacen en tiempo real. No necesitan salir de sus hogares, simplemente buscan su mejor ángulo y se toman un selfie frente al espejo.  

Ya no hay espacio para la intimidad, exhiben sus casas de ensueño, comidas diarias, atuendos, visitas a la peluquería y hasta se graban antes de dormir con la pretensión de obtener numerosos likes o comentarios que les inflen el ego y les causen placer.  

Las personas que publican recurrentemente fotografías de sí mismas o las que exhiben sus aparentes “vidas perfectas” sufren de inseguridad y tienen una gran necesidad de reconocimiento y aprobación. Como el “me gusta” es tan gratificante como fugaz, repiten una y otra vez sus esfuerzos para ganar popularidad entre sus seguidores. 

En una sociedad narcisista donde la imagen es lo más importante, las personas desarrollan una acentuada obsesión por ser el centro de las miradas. Las mujeres más vulnerables copian estereotipos y llegan a creer mentiras como que la que viaja es más feliz, la delgada es más hermosa, la que sigue las tendencias de la moda es más popular.  

Las Escrituras enseñan que los seguidores de Jesús no debemos imitar las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien debemos dejar que Dios nos transforme en personas nuevas al cambiar nuestra manera de pensar (Rom. 12:2). 

Antes de subir fotografías a las redes sociales necesitamos hacer una pausa y examinar nuestras motivaciones delante de Dios. ¿Qué estamos buscando cada vez que hacemos pública nuestra vida, reconocimiento social y prestigio? ¿Queremos que la gente mire las fotos y envidie las vacaciones que disfrutamos, el delicioso postre que saboreamos, la ropa que usamos y lo felices que somos?  

Lo que publicamos en las redes revela dónde tenemos el corazón 

Si nuestro corazón se deleita en una casa grande, un auto de lujo, una bonita figura, la popularidad, el éxito y la posición social, entonces no se está deleitando en Dios. No podemos amar a dos señores. Poner nuestro corazón en las efímeras cosas de este mundo es idolatría.  

Necesitamos estar alerta, porque la línea que separa el bien del mal es muy delgada y, si actuamos por impulso sin reflexionar en cada cosa que hacemos, podemos caer fácilmente en las trampas del mundo y llamar bueno a lo malo, y malo a lo bueno (Is 5:20). 

Con todo esto no estoy diciendo que las redes sociales sean malas, al contrario, son una gran herramienta para desarrollar los talentos, expandir los negocios, relacionarnos con los amigos y familiares que viven lejos y son estupendas para difundir el evangelio. 

Solo que es necesario que no olvidemos que, como mujeres cristianas, tenemos un llamado a glorificar el nombre del Señor con todo lo que hacemos (1 Cor. 10:31). ¿Estás tú glorificando a Dios con tus publicaciones en Instagram? ¿Difundes la buena noticia a través de tus redes sociales? ¿O tus redes están tan saturadas de ti misma y de tus cosas que no hay espacio para mostrar a Jesús?       

Dios nos manda a vivir sabiamente. Como sus hijas amadas y coherederas de su reino, somos cartas abiertas al mundo y ejemplo para otras mujeres que no conocen a Dios.  Con nuestra actitud casta y respetuosa podemos alcanzarlas para Cristo. 

No olvidemos, mis hermanas, que estamos rodeadas por una enorme multitud de testigos, por lo tanto, “despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Heb 12:1).   

No seamos piedras de tropiezo 

Un asunto en el que debemos meditar es si con nuestras publicaciones estamos siendo piedra de tropiezo para otros cristianos. Una “piedra de tropiezo” se refiere a algo o alguien que hace caer o desvía a las personas de una relación con Jesucristo.  

Si acostumbras a publicar selfies seductoras y fotografías mostrando tu cuerpo, podrías estar provocando pensamientos lujuriosos en los hombres y celos y envidia en las mujeres, inclusive creyentes. 

“No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Ga. 5:26 

No hagamos nada por egoísmo o vanidad 

Las Escrituras nos exhortan a cultivar la humildad. No necesitamos compartir una foto para que los demás vean lo felices, hermosas o prósperas que somos. Nuestra meta principal en la vida es agradar a Dios y no a las personas.  

Esforcémonos para poder presentarnos delante de Dios como siervas fieles y aprobadas. No copiemos estereotipos ni la conducta de mujeres que no conocen al Señor. Pues nosotras caemos en una mayor condenación porque conociendo a Dios no le obedecemos ni honramos (Sal. 78:10). 

“No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo” (Fil. 2: 3). 

“Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gal. 1:10). 

Ayudemos a otras mujeres en su caminar cristiano 

Este mensaje, amadas hermanas, no tiene la intención de que nos juzguemos unas a las otras, más bien busca que nos examinemos el corazón y nos propongamos vivir de tal manera que no causemos tropiezo ni caída a otros creyentes (Ro 14:13).  

No olvidemos que vivimos en un mundo quebrado. La tentación puede venir de la manera más sutil, por eso necesitamos mantenernos conectadas, pero no a las redes sociales, sino a Jesucristo. Hay mujeres que vienen detrás de nosotras. Hijas, sobrinas, nietas, amigas.  

Ellas necesitan que las ayudemos en su caminar cristiano, que les enseñemos con nuestro ejemplo a vivir de una manera que honre a Dios y que las animemos a perseverar en la fe y la obediencia. 

El regalo más grande que podemos ofrecer a otras mujeres no es exhibir nuestras “vidas perfectas” por el Facebook o Instagram, sino dar testimonio de nuestra fe y de la misericordia y la gracia de Dios por medio de nuestra debilidad.  

Fuente: https://sdejesucristo.org/