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miércoles, 8 de junio de 2022

HOMOSEXUALIDAD

1. ¿Cuál es la posición de la Biblia respecto a la homosexualidad?

Toda enseñanza y práctica debe alinearse con la Biblia, debido a que la Biblia es la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16). Hay muchas opiniones que se basan en la “tradición”, la “razón” y la “experiencia”. Sin embargo, la iglesia subordina la tradición, la razón y la experiencia a las Sagradas Escrituras. Desde una perspectiva cristiana, toda “verdad” es válida, siempre y cuando se ajuste a la Palabra de Dios. Veamos ahora lo que las Escrituras manifiestan respecto a la conducta homosexual.

A. Levítico 18:22 “No te echarás con varón como con mujer; es abominación”.

B. Levítico 20:10-16

10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

11 Cualquiera que yaciere con la mujer de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.

12 Si alguno durmiere con su nuera, ambos han de morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos.

13 Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.

14 El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros.

15 Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser muerto, y mataréis a la bestia.

16 Y si una mujer se llegare a algún animal para ayuntarse con él, a la mujer y al animal matarás; morirán indefectiblemente; su sangre será sobre ellos.

Entre los pecados sexuales castigados con la muerte, el incesto, el adulterio, la bestialidad y la homosexualidad están en la misma categoría. El judaísmo prohibía de manera contundente la homosexualidad, fundado sobre el “código de santidad” que Dios les dio en Levítico. El judaísmo era tajante respecto a su posición concerniente a las relaciones homosexuales; son una abominación. No hay ni una sílaba en la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis que apruebe la práctica homosexual. Por el contrario, es condenada de manera absoluta y universal.

B1. Argumentos en contra de los textos en Levítico. Muchas leyes en el (Antiguo Testamento) fueron consideradas obsoletas con el nuevo pacto.

Este es un punto válido. Por ejemplo Levítico 19:19 manifiesta: “Mis estatutos guardarás. No harás ayuntar tu ganado con animales de otra especie; tu campo no sembrarás con mezcla de semillas, y no te pondrás vestidos con mezcla de hilos”.

¿Qué mandamientos son válidos para la iglesia hoy y cuáles son obsoletos? Se ha intentado diferenciar entre las “leyes rituales” y las “leyes morales” en el Antiguo Testamento. Las leyes rituales (alimentación, circuncisión, y numerosas leyes “externas”) eran las leyes que tenían el propósito de distinguir a Israel de sus vecinos paganos tanto en apariencia como en forma. Estas leyes eran específicas para el pueblo de Israel y no para las naciones. Las leyes morales tales como las referidas a los pecados sexuales son eternas (y se aplican tanto a Israel como a las naciones) y por lo tanto se aplican al nuevo pacto también. Estas distinciones tienen un peso esencial; sin embargo, no hay una sistematización ni distinción claras entre “ritual” y “moral”. Por esta razón debemos analizar el Nuevo Testamento.

C. 1 Corintios 6:9-11

9 ¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,

10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

11 Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios. [LBLA]

Como podemos ver en el texto de arriba, el Nuevo Testamento de manera explícita sostiene las leyes sexuales que fueron ordenadas para el pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Esto quita la supuesta ambigüedad respecto a cuál de las leyes sexuales de Levítico son válidas para la iglesia hoy. El Nuevo Testamento constantemente ratifica las leyes sexuales que se encuentran en la Torá. El texto de arriba de manera explícita demuestra la enseñanza bíblica que la homosexualidad es considerada pecado, tanto en el antiguo como en el nuevo pacto.

Esto se repite en 1 Timoteo 1:9-11, “reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, 10 para los inmorales, homosexuales, secuestradores, mentirosos, los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina, 11 según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado”

La palabra griega “malakoi” en 1 Corintios 6:9 se traduce como “afeminados”, y “arsenokoitai” en 1 Timoteo 1:10 se traduce como “homosexuales” [LBLA]. Los estudiosos de los textos paulinos del Nuevo Testamento, tales como Richard Hays (Hays 1996, 382) y Robin Scroggs (Scroggs 1983, 106-108) han demostrado de una manera convincente que estas palabras son derivados directos de Levítico 18:22 & 20:13 que se encuentran arriba. Las traducciones de estas palabras se conforman a estos textos y varían en las diferentes versiones en español. La NTV traduce la palabra griega “malakoi” como “prostitutos”, y la RVR 1960 traduce “arsenokoitai” como “sodomitas”.

Además, en estos pasajes la palabra griega “porneia” que se traduce como “inmoralidades sexuales” [NTV], “fornicarios” [RVR1960] incluye todas las formas de comportamiento sexual pervertido. El marco de referencia para comportamiento sexual pervertido fueron las Escrituras, donde “inmoralidades sexuales” abarcaba todas las relaciones sexuales fuera del matrimonio entre el esposo (hombre) y la esposa (mujer), (Levítico 18:6-30). Las prohibiciones contra la “porneia” (inmoralidad sexual o fornicación) aparecen en el Nuevo Testamento al menos veinticinco veces, muchas de ellas en boca de Jesús (Marcos 7:21).

En 1 Corintios 6:9-11 o en 1 Timoteo 1:10 Pablo no está debatiendo si la homosexualidad es un comportamiento pecaminoso, así como no está debatiendo si la idolatría, la borrachera, los robos o los adulterios son pecados. Pablo simplemente está manifestando que tal comportamiento (el cual de manera absoluta incluye a la homosexualidad) es inconsistente con la vida nueva en el Mesías Jesús. Pablo advierte a la iglesia que las personas que practican tal comportamiento no entrarán en el reino de Dios. También queda claro que algunos en la iglesia habían practicado la homosexualidad en su vida anterior, es decir, antes de entrar en la nueva vida en Cristo. Por lo tanto todas las personas pueden ser potencialmente redimidas de la homosexualidad, así como pueden serlo de cualquier clase de vicios espirituales.

D. Romanos 1:24-27

24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos,

25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.

26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,

27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

En este pasaje Pablo demuestra cuáles son las consecuencias de que Dios (1:24, 26, 28) permita que los seres humanos sigan sus propios deseos y pasiones. La ira de Dios en este pasaje no es en respuesta a las inmoralidades, por el contrario las inmoralidades son las consecuencias de la ira de Dios. En otras palabras, el castigo de Dios para la humanidad es permitirles que sigan sus propias estrategias. Los deseos desenfrenados de los seres humanos son “contra naturaleza”. Por lo tanto, el castigo de Dios es en esencia permitir que los deseos “contra naturaleza” de los seres humanos sigan su curso. Que tanto las mujeres como los hombres cambien las relaciones naturales  por las que son contra naturaleza  es una evidencia contundente para Pablo de que “la ira de Dios se revela” (1:18).

Afortunadamente, el “evangelio… es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). La ira de Dios puede ser evitada a través del poder de la cruz, la cual tiene la capacidad de reemplazar nuestra “mente reprobada” (Romanos 1:28) con la “mente de Cristo” (Filipenses 2:5), cuyos deseos se ajustan a la voluntad y propósito de Dios.

D1. Argumento contra Romanos 1.24-26 – La homosexualidad es ‘natural’ para algunas personas.

Un argumento común a favor del comportamiento homosexual es que este es ‘natural’ para algunas personas, es decir, algunas personas nacen con esa predisposición. Esta lógica produce una moralidad basada en la predisposición o en lo que es ‘natural’. Si de ‘manera natural’ me siento atraído por el mismo sexo, entonces debe ser bueno. La enseñanza cristiana no está en desacuerdo con el hecho de que la humanidad tiene una predisposición ‘natural’ a tener actitudes y comportamientos que son inherentemente equivocados. Por lo tanto, ¿qué pasa si soy naturalmente egoísta, violento o tengo la predisposición a la adicción o al adulterio o a la pedofilia? ¿Esa ‘inclinación natural’ hace que por lo tanto eso sea ‘bueno’? La Biblia enseña que la naturaleza de todas las personas es corrupta y debe ser regenerada por Dios. Por lo tanto, por Cristo. Entonces todos los seres humanos nacen naturalmente con una gran cantidad de perversiones; como cristianos confiamos que Dios producirá en nosotros un NUEVO ‘natural,’ el cual es producto del Nuevo Nacimiento en Cristo. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Cor. 5.17).

2. Jesús nunca habló directamente sobre la homosexualidad.

Algunas personas sostienen que debido a que Jesús nunca confrontó de manera directa el tema de la homosexualidad, de manera tácita la aprobó. Este es un argumento basado en el silencio. Hay por lo menos tres objeciones a esta lógica.

A. Jesús nunca abordó de manera directa la bestialidad ni la pedofilia. Este hecho no justifica su inclusión tácita en el estilo de vida de los redimidos.

B. Jesús de manera directa confronta “porneia” (Mateo 15:19) (que a menudo se traduce como fornicación o inmoralidad sexual), la cual incluye todo comportamiento sexual fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer. Por lo tanto, Jesús sí habla de la práctica homosexual de manera directa. Por favor tenga en cuenta que el judaísmo del siglo primero reconocía universalmente que el comportamiento homosexual era pecado, así como el adulterio y todas las otras relaciones fuera de los lazos del matrimonio heterosexual.

C. El propósito de Jesús no es dejar de lado la Ley de Moisés.

17 “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.

19 De manera que cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.

20 Porque os digo que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos” Mateo 5:17-20.

“La Ley de Cristo” era en muchos sentidos más “difícil” que la Ley de Moisés porque Jesús ordenó que se obedeciera el propósito original de la Ley. Mientras que “cualquiera que matare será culpable de juicio” (Mateo 5:21) según la Ley, ahora “yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio” (Mateo 5:22) y “expuesto al infierno de fuego”. Mientras que el adulterio fue prohibido en la Ley, ahora “cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” y es condenado, debido a que esa es indudablemente la fuente del comportamiento adúltero. En resumen, el Mesías no vino a dejar de lado la Ley, sino a cumplir su propósito original.

3. “La homosexualidad es ‘natural’ para algunas personas. Dios no querría prohibir ‘la inclinación natural’ de una persona.”

Primero, en nuestro análisis de Romanos 1:24-26 que se encuentra arriba, vimos que el comportamiento homosexual no es natural, sino “contra naturaleza”. A la misma vez, debido a que Dios permitió que el hombre siguiera sus “pasiones vergonzosas”, el comportamiento homosexual puede parecer “natural” en nuestro mundo caído. Esta es precisamente la razón por la cual la sabiduría convencional actual que impulsa a seguir la receta personal para la felicidad, es una receta para destrucción. A menudo nuestras inclinaciones “naturales” hacia la felicidad son en realidad inclinaciones hacia la corrupción. Las Escrituras enseñan que no somos libres de pecar, sino que de hecho somos “esclavos del pecado” (Romanos 6:17).

A pesar de las inclinaciones personales, nuestra guía hacia lo que es “natural” y “bueno” son las Escrituras. Vale la pena tener en cuenta que la repugnancia que el comportamiento “malvado” le produce a Dios fluye del conocimiento de que el pecado es la fuerza que destruye a las criaturas de Dios. El deseo de Dios es que sus criaturas no sean destruidas por el pecado sino que sean libres de su poder para corromper.

“El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” Juan 10:10.

3.a “Si Pablo hubiera encontrado relaciones monógamas y consensuadas del mismo sexo, las hubiera respaldado. Pablo condena solo las relaciones que explotan a los demás”.

Primero y principal, en Romanos 1:27 Pablo manifiesta de manera absoluta que la relación en cuestión es entre dos hombres que están de acuerdo, “y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres”. Pablo no tiene en mente ninguna clase de explotación. Segundo, había ejemplos contemporáneos del siglo primero de relaciones homosexuales no explotadoras que eran bien conocidas en la cultura grecorromana. Robert Gagnon, el notable erudito respecto a la práctica homosexual y la Biblia, en su ensayo A Book Not To Be Embraced [Un libro que no se debe aceptar] cita el discurso de Aristófanes en El banquete de Platón y el discurso de Calicrátidas en el Pseudo-Lucianic Affairs of the Heart [Los asuntos seudoluciánicos del corazón] como dos ejemplos dignos que eran conocidos en el mundo grecorromano del siglo primero, los cuales describen la práctica homosexual consensuada. Filón de Alejandría (25 a. C. – 50 d. C.) hace un comentario sobre El banquete de Platón, el cual era famoso en el siglo primero. Gagnon cita otras fuentes principales (que incluyen a Plutarco – 45-120 d. C.) las cuales prueban que la homosexualidad era aceptada en el contexto contemporáneo del apóstol Pablo.

En resumen, Pablo en Romanos 1:27 de manera clara se refiere a la práctica homosexual entre dos individuos que están de acuerdo. Segundo, como se podría esperar, había ejemplos de relaciones homosexuales consentidas no explotadoras en los tiempos y la cultura de Pablo. Por lo tanto, Pablo era consciente de las prácticas homosexuales consensuadas, y decididamente las prohíbe, en todas sus formas.

4. A los cristianos se les prohíbe “juzgar a los demás”.

“El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Juan 8:7).

“No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido” (Mateo 7:1-2).

Algunos cristianos creen que decir que el comportamiento homosexual es pecado equivale a emitir juicios farisaicos. Con frecuencia se citan los dos textos de arriba para apoyar esta idea.

Primero, en Juan 8:7, los fariseos (líderes religiosos) traen a una mujer atrapada en el acto del adulterio. Cuando Jesús dice, “El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”, ¿creemos que Jesús estaba promoviendo una clase de amoralismo, ‘cada cual según su criterio’, como podemos decir? ¿Jesús era indiferente al pecado? ¿Jesús permitía tal comportamiento debido a que ‘nadie es perfecto’? La respuesta a esta pregunta se encuentra en el último versículo de este relato, el cual se cita con menos frecuencia: “y no peques más” (Juan 8:11b). Jesús abordó dos problemas en este relato, el error del adulterio y la hipocresía. Jesús con claridad no estaba abogando a favor del ‘liberalismo’ cristiano. Jesús no aprobó ni la hipocresía de los fariseos ni el adulterio de la mujer. Jesús confrontó ambos asuntos.

Es verdad que Jesús advierte sobre la tentación humana natural de interesarse exageradamente por los pecados de los demás, sin tener el mismo interés por los pecados personales. Sin dudas se nos advierte sobre no emitir juicios hipócritas. Es por esta razón que Jesús dice, “¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:4-5). En resumidas cuentas, los pasajes citados arriba no presentan a Jesús indiferente al comportamiento pecaminoso. Tampoco presentan una ordenanza a los cristianos para que guarden silencio ante el pecado. Jesús claramente confronta tanto al pecado como al pecador, pero advierte que no seamos hipócritas al hacerlo.

5. Jesús aceptó a los rechazados por la sociedad de su época (leprosos, prostitutas, recolectores de impuestos, etc.). Jesús por lo tanto acepta el estilo de vida homosexual.

El ministerio de Jesús nos provee la definición correcta de ‘aceptación’. Primero, Jesús sí pasó una cantidad considerable de tiempo con los ‘marginados por la sociedad’. Esto se puede ver con claridad cuando se leen los Evangelios.

“Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y decís: ‘Este es un hombre comilón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores’” Lucas 7:34.

A Jesús con frecuencia lo criticaban por asociarse con ‘pecadores’. La pregunta para la iglesia es, ‘¿Cuál era el propósito de la asociación?’. ¿Jesús tocaba a los leprosos y los dejaba con lepra? ¿Jesús visitaba a la adúltera, la prostituta, al ambicioso, los santurrones y recolectores de impuestos y los felicitaba por su esclavitud al pecado? No. En cada uno de los casos Jesús confrontó la esclavitud en la que vivían, y los invitaba a la libertad. Los resultados fueron variados. En algunos casos los ‘pecadores’ reconocían su cautividad y eran liberados (La mujer samaritana, Juan 4; Zaqueo, Lucas 19). En otros casos el pecador se iba arrastrando sus cadenas (El joven rico, Marcos 10:17-31). El punto es claro: la asociación de Jesús con ‘pecadores’ era motivada por el deseo de ver la redención; no era una asociación que estaba de acuerdo con sus perversiones.

6. ¿Puedo ser ‘homosexual’ y cristiano?

Muchas personas creen con sinceridad que su identidad humana está unida indisolublemente con su sexualidad. Las Escrituras desafían esta idea. Nuestra identidad primordial como cristianos está en nuestra unión con Cristo (Efesios 2:6). “Cristo, vuestra vida” (Colosenses 3:4). Como seguidores de Cristo, a todos se nos demanda rendir nuestro “yo” a los pies de la cruz y “seguirlo” (Marcos 8:34). Nuestras atracciones sexuales no conforman el fundamento de nuestra identidad humana; Cristo es el fundamento y todos debemos sujetarnos a él. Nuestra identidad es el producto de lo que Dios dice sobre nosotros en su Palabra. Eso no implica negar ni esconder las cosas que nos atraen, en especial las que claramente no son parte del reino. Todos los cristianos tenemos atracciones y deseos que no se conforman con nuestra nueva naturaleza en Cristo. Las Escrituras los llaman “deseos engañosos”, los cuales forman parte de nuestra vieja naturaleza (Efesios 4:22). Estos son los pecados que nos “asedian” o nos “estorban”; pecados de los cuales se nos amonesta “despojémonos” (Hebreos 12:1). Si usted es cristiano y tiene atracción por el mismo sexo lo primero que necesita hacer es estar de acuerdo con la Palabra de Dios, que esa no es una atracción que viene del Padre. No sea tentado (como muchos lamentable e imprudentemente hicieron) a crear un “dios” que pueda estar de acuerdo con sus sentimientos, pensamientos, atracciones y acciones. Tiene que estar de acuerdo con Dios y su Palabra, la cual nos fue dada para redimirnos de la esclavitud. Solo Dios puede definir la realidad. La tentación es parte de la vida del discípulo (Mateo 6:13) y se puede resistir a través de la fidelidad de Dios hacia sus hijos (1 Corintios 10:13). Dejarnos llevar por nuestras tentaciones es una historia diferente. En 1 Corintios 6:9-11 (arriba) se deja en claro, sin embargo, que las personas pueden ser engañadas y pensar que la práctica del comportamiento homosexual es compatible con la vida cristiana. No lo es (en absoluto), y las personas que practican el comportamiento homosexual (así como la promiscuidad heterosexual) no heredarán el reino de Dios. Las Escrituras simplemente no conciben ningún escenario posible para el comportamiento ni la identidad homosexual.

7. Conclusión

En resumen, el canon de las Escrituras es tajante en su presentación del comportamiento homosexual como parte de la depravación humana. No puede haber una interpretación bíblica honesta que esté de acuerdo con este comportamiento bajo ninguna circunstancia. No hay ni siquiera una sílaba en las Escrituras que apruebe o apoye el comportamiento homosexual. La práctica homosexual, así como cualquier otra clase de comportamiento pervertido, no es irreversible. Aunque las Escrituras nos enseñan que todos nacimos en iniquidad, las Escrituras así mismo enseñan que el poder del evangelio es más poderoso que el poder del pecado y sus diversas manifestaciones.

La iglesia haría bien en asociarse con ‘pecadores’. Con demasiada frecuencia las iglesias no han sido sal y luz en sus respectivas comunidades, sino que se convirtieron en clubes sociales con mentalidad de ‘personas religiosas’. Si los cristianos no estamos socializando con los leprosos y los recolectores de impuestos del siglo veintiuno, entonces hemos perdido nuestro llamado. El cuerpo de Cristo debería buscar y amar a los homosexuales, escuchar con atención lo que les hace daño, sus luchas y atracción hacia el mismo sexo, y guiarlos a la libertad que viene a través del arrepentimiento y la fe en Jesús, mediante el poder del Espíritu Santo.

Fuente: https://evangelicalbible.com/

domingo, 23 de julio de 2017

Los homosexuales nacen o se hacen?

¡INSOLITO!


los católicos afirman que el homosexualismo es del diablo.

(Este articulo ha sido tomado de pagina católica, no estamos de acuerdo con su doctrina pero es impresionante lo que afirman)

¿Dios crea a los homosexuales? ¡No! 
La secta del Vaticano dice que Dios no crea a personas homosexuales.

Hoy es una creencia común la falsa idea de que Dios crea homosexuales a ciertas personas (o que la homosexualidad es por un resultado de algún tipo de problema “psicológico”). De hecho, es evidente a través de nuestro contacto con las personas que la mayoría de aquellos que se consideran “católicos tradicionales” creen que no hay nada malo con la orientación homosexual, pero que sí lo hay en los actos homosexuales. La verdad es que Dios no crea a las personas con una orientación homosexual. Todos los que son verdaderos homosexuales (incluyendo los que no participan en actos homosexuales) lo son por una posesión demoníaca y por el pecado mortal. Quienes se burlen de esta afirmación simplemente son unos liberales infieles que no aceptan la verdad y no creen en la existencia del mundo sobrenatural.

Romanos 1- “Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; sino que devanearon en sus discursos, y quedó su insensato corazón lleno de tinieblas… ellos que habían colocado la mentira en el lugar de la verdad de Dios, dando culto y sirviendo a las criaturas en lugar de adorar al Creador, el cual es bendito por todos los siglos. Amén. Por eso los entregó Dios a pasiones infames. Pues sus mismas mujeres invirtiendo el uso natural, en el que es contrario a la naturaleza. Del mismo modo también los varones, desechado el uso natural de la hembra, se abrasaron en amores brutales de unos con otros, cometiendo torpezas nefandas varones con varones, y recibiendo en sí mismo la paga merecida de su obcecación… los que hacen tales cosas, son dignos de muerte, y no sólo los que las hacen, sino también los que aprueban a los que las hacen”.

Romanos 1 nos enseña claramente que las personas que “rendían culto y servían a las criaturas en lugar de adorar al Creador” y que “colocaban la mentira en el lugar de la verdad de Dios” era la razón por la que Dios las entregó a la homosexualidad, descrita como pasiones infames. Por otra parte, Romanos 1 claramente enseña que la homosexualidad es “contraria a la naturaleza”, es decir, que esta orientación es ajena a la naturaleza del hombre, por ende, que no es infundida por Dios.

Los hombres y las mujeres se entregan a la homosexualidad por sumergirse en los pecados de  impureza —y, por lo tanto, por adorar la carne en lugar de adorar a Dios— y así son poseídos por el demonio de la lujuria, quien se apodera de ellos y corrompe toda su orientación. (Los homosexuales pueden ser curados de esto, por supuesto). Las personas también se hacen homosexuales por participar en la idolatría o por tener una atracción perversa por los seres humanos —adorando a la creatura en lugar de adorar al Creador— en vez de amar a Dios sobre todas las cosas. El hecho de que todos los homosexuales están poseídos espiritualmente por un espíritu demoníaco se confirma por el hecho de que la mayoría de los homosexuales varones pueden ser identificados por sus gestos externos afeminados. ¿Qué explicación tiene esto?  Es evidente que se trata de la presencia del demonio que se manifiesta exteriormente en la persona, o sea, en las  conductas externas y antinaturales que se revelan por la corrupción interna del alma.

Isaías 3, 9 – “El semblante que presentan da testimonio contra ellos; pues, como Sodoma, hacen alarde de su pecado, ni lo encubren: ¡Ay de su alma de ellos! porque se les dará el castigo merecido”. Nótese que el profeta Isaías, refiriéndose a los homosexuales, dice que “se les dará el castigo merecido”. Esto es muy similar a Romanos 1 citado anteriormente, donde San Pablo dice que el homosexual recibirá “en sí mismo el pago [castigo] merecido de su obcecación”. La verdad de que todos los homosexuales están poseídos espiritualmente por un espíritu demoníaco también se prueba por el hecho de que la sociedad ha visto recientemente un aumento del número de personas que se consideran a sí mismas como homosexuales. 

Esto se explica fácilmente por la llegada y expansión masiva del internet y por otros medios tecnológicos que permiten un acceso más fácil a la pornografía y a la impureza (p. ej., la masturbación es pecado), lo que hace que millones y millones de personas cometan pecados de impureza, y por ende, millones más sean poseídos por el maligno, e innumerables personas se conviertan en homosexuales. (Por supuesto que no todos los que cometen pecados mortales de impureza se hacen homosexuales, por lo que  si alguno cree que está bien lo que hace simplemente porque no es un homosexual, a pesar de que esté cometiendo pecados de impureza, se estará engañando gravemente y va en camino al infierno y es un esclavo del demonio).

Sin embargo, oímos de aquellos “católicos” y de casi todos los “católicos tradicionales” decir que los actos homosexuales son malos pero que la orientación homosexual está bien –es decir, que no por culpa propia que estas personas sean homosexuales. Esta es una falsedad que favorece la causa del demonio y la agenda homosexual. Ello tampoco les ayudará a los homosexuales. La idea tan difundida hoy en día de que no hay nada malo con la orientación homosexual (lo cual contradice Romanos 1) es debido por los siguientes hechos: (a) los seminarios del novus ordo se están desbordando de homosexuales; (b) los homosexuales han adquirido una ascendencia en la sociedad donde básicamente sus estilos de vida y “las personas homosexuales” son aceptadas en la televisión y en los medios; y (c)  el “matrimonio” gay ahora es legal en ciertos lugares del mundo. Si los que profesasen ser “católicos” no hubieran abandonado la verdad de que todos los homosexuales están poseídos espiritualmente –y que la homosexualidad es el resultado por el pecado mortal–, nada de esto hubiera pasado. 

También debe señalarse que las personas que se hacen homosexuales a una edad temprana se debe simplemente al hecho de que fueron poseídas espiritualmente por un espíritu demoniaco a una edad temprana de su vida.

La homosexualidad está condenada en toda la Biblia. La sodomía es uno de los pecados que clama venganza al cielo. Dios destruyó a Sodoma y Gomorra precisamente por este pecado. Judas 1, 7: “Así como Sodoma, y Gomorra, y las ciudades comarcanas, siendo reas de los mismos excesos de impureza y entregadas al pecado nefando, vinieron a servir de escarmiento, sufriendo la pena del fuego eterno”. Levítico 18, 22: “No cometas pecado de sodomía, porque es una abominación”.

Levítico 20, 13: “El que pecare con varón como si éste fuera una hembra, los dos hicieron cosa nefanda: mueran sin remisión: caiga su sangre sobre ellos”.Deuteronomio 23, 17: “No haya entre las hijas de Israel ninguna ramera; ni hombre fornicador entre los hijos de Israel”. 1 Reyes 14, 24: “Y aun hubo también en el país hombres afeminados, que renovaron todas las abominaciones de aquellos pueblos que el SEÑOR había destruido al presentarse los hijos de Israel”. 1 Reyes 15, 11-12: “E hizo Asa lo que era justo delante del SEÑOR, como su padre David; y extirpó del país a los afeminados: y le limpió de todas las inmundicias de los ídolos fabricados por sus padres”.

EL DOBLE STANDAR DE LA IGLESIA CATOLICA

Entonces cuando vemos la desenfrenada aceptación y promoción de la homosexualidad entre los miembros de la secta del Vaticano II, entiéndase que ellos están aceptando y promoviendo una abominación. Cuando los vemos tolerar y hasta elogiar la orientación homosexual en aquellas personas que no practican actos homosexuales, entiéndase que ellos están tolerando y celebrando una posesión demoníaca de un alma. “La Congregación para la Doctrina de la Fe” del Vaticano sobre las uniones homosexuales: “En la Sagrada Escritura las relaciones homosexuales ‘están condenadas como graves depravaciones… (cf. Rm 1, 24-27; 1 Cor 6, 10; 1 Tim 1, 10).

Este juicio de la Escritura no permite concluir que todos los que padecen esta anomalía sean personalmente responsables de ella; pero atestigua que los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados’. El mismo juicio moral se encuentra en muchos escritores eclesiásticos de los primeros siglos, y ha sido unánimemente aceptado por la Tradición católica” (Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales, aprobada por  Juan Pablo II  el 28 de marzo de 2003 – Aquí vemos en este documento oficial del Vaticano afirmando que los actos homosexuales son malos, pero que la orientación homosexual no es necesariamente el resultado del pecado mortal. Este dicho de ellos es malo, falto de caridad, y totalmente falso. Esta tolerancia por la orientación homosexual es la razón por la cual los homosexuales son admitidos en los seminarios del novus ordo (Vaticano II). Esta es la razón por la que, en definitiva, se leen esas cosas tan increíbles que tratan del estado de los seminarios del novus ordo:

“Según ex seminaristas y sacerdotes recién ordenados, esta ‘subcultura gay’ es tan prominente en ciertos seminarios que estas instituciones se han ganado apodos tales como Notre Flame [Nuestra amante] (para el seminario de Notre Dame en Nueva Orleans) y Closet Teológico (para el Colegio Teológico de la Universidad Católica de América en Washington, DC). El seminario de Santa María en Baltimore ha ganado el apodo de el ‘Palacio Rosa’.

“El Padre Andrew Walter, ordenado en 2000 para la diócesis de Bridgeport, Connecticut, pasó varios semestres en la escuela de Baltimore como seminarista de la Diócesis de Paterson, Nueva Jersey. El problema [homosexual], explicó, era tan malo cuando él estuvo allí, que ‘algunos de los estudiantes y profesores solían vestirse de cuero para ir al ‘block’, [que es] el equivalente en Baltimore a la 42nd Street de Manhattan’.  Walter explicó que los seminaristas, a veces acompañados por miembros de la facultad, lo hacían regularmente. ‘Se reunían en el hall de entrada, y después se dirigían a las cantinas gays’” (Michael Rose, Goodbye, Good Men, Washington, D.C.: Regnery Publishing, Inc., 2002, pp. 56-57).

“Trigilio se lamentaba haciendo alusión a la subcultura afeminada que impregnaba la atmósfera del seminario. ‘Solíamos decir que si llevabas una sotana, eras una hija reaccionaria de Trento’. Si usabas ropa interior femenina, ellos te nombrarían el seminarista de año. Había algunos muchachos que a veces usaban ropa de mujer, lencería, maquillaje, etc., y algunos eran lo más afeminados que hay... Los amanerados en el MIS [Seminario de María Inmaculada, Northampton, PA] se hacían llamar por nombres femeninos...’” (Michael Rose, Goodbye, Good Men, Washington, D.C.: Regnery Publishing, Inc., 2002, p. 171).

Tenemos otros artículos que dan más detalles sobre el estado absolutamente increíble de los seminarios de la secta del Vaticano II o novus ordo.

1 Corintios 6, 9-11: “¿No sabéis que los injustos no poseerán el reino de Dios?  No queráis cegaros, ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avarientos, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los que viven de rapiña, han de poseer el reino de Dios. Tales habéis sido algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, fuisteis santificados, fuisteis justificados, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, y por el Espíritu de nuestro Dios”.

Cuando les decimos la verdad a los homosexuales de que no es natural su orientación perversa, les hacemos una gran obra de caridad y les estamos demostrando un verdadero amor por sus almas. Les damos el conocimiento y los medios para que se curen. Nuestro Señor nos dice que: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8, 32).  Porque al conocer la verdad y ejercer los medios para liberarse de esto, los homosexuales podrán y serán liberados de su orientación perversa.

Nota: página iglesiatuhorahallegado. Lamentablemente ellos predican y no practican, confundiendo aún más a las personas; pero también dan a entender que la biblia tiene la razón.

Fuente: http://www.vaticanocatolico.com

martes, 27 de junio de 2017

La mentira de la Ideología de género

El abominable hombre que inventó esta depravación humana


La ideología de género va colonizando rápidamente la sociedad. Cada vez más leyes están siendo aprobadas por todo el mundo en la que los niños son un objetivo prioriatario. Precisamente, la gran ofensiva LGTB que se está realizando en la actualidad está centrada en los llamados “menores transexuales”. Clases en las escuelas, adoctrinamiento de niños, publicidad en las calles y en la prensa. Todo para convencer que el sexo es una construcción social y que el niño a los 4 años elige su “género” por lo que hay que apoyar la ingesta masiva de hormonas y la reasignación de sexo. Sin embargo, los científicos y expertos alertan del daño que se puede hacer los menores.

El cirujano plástico Patrick Lappert avisa de que “las cirugías transgénero de cambio de sexo” son “permanentes e irreversibles”. “No hay nada reversible en la cirugía genital: es una mutilación permanente e irreversible de la persona humana. Y no hay otra palabra para ello. Se traduce en la esterilidad permanente. Es una disolución permanente de las funciones unitivas y procreadoras. E incluso el aspecto unitivo de la adherencia sexual se ve radicalmente obstaculizado si no totalmente destruido”. Sin embargo, la esencia de la ideología de género se basa en utilizar a los niños, pues comenzó utilizando a bebés como cobayas humanas, cuyas consecuencias fueron terribles. Pero esto es algo que los ideólogos de género ocultan por su macabro origen.

Los macabros orígenes de la ideología de género

El inventor de la ideología de género fue John Money, un psicólogo y sexólogo que no se oponía a la pedofilia y que apoyaba todo tipo de prácticas sexuales aberrantes. Y pasó de la teoría de género que promulgaba a la práctica gracias a dos hermanos Bruce y Brian Reimer, con los que experimentó para probar su “reasignación sexual” e intentar demostrar que la identidad de una persona no está fundada en los datos biológicos del nacimiento, sino en las influencias culturales y el ambiente en el que crece. Una vez adultos, ambos se suicidaron tras haber pasado múltiples sufrimientos. Esta historia la recogió John Colapinto en su libro As Nature Made Him. The Boy Who Was Raised as a Girl.

El 22 de agosto de 1965 nacieron en el hospital St. Boniface de Winnipeg (Canadá) dos gemelos idénticos, Bruce y Brian Reimer. Ambos tenían un problema de fimosis en el pene, por lo que fue necesaria una circuncisión, operación sencilla y de rutina, a la que los padres, Ron y Janet, dieron su consentimiento sin problemas.  Pero en la operación se produjo un problema y quemaron el pene de Bruce, que “se separó en trocitos”. Los padres, desesperados, tras una serie de consultas médicas se pusieron en manos de John Money, un médico del que habían oído hablar en la televisión por sus milagros de «reasignación sexual» que llevaba a cabo en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore. Money era ya entonces uno de los investigadores en sexología más respetados del mundo.

Money, que guiaba la clínica pionera en cirugía transexual de Baltimore, estuvo encantado de ocuparse del pequeño. Bruce era la cobaya que él estaba esperando para demostrar la bondad de sus teorías, un pequeño varón sin pene al que podía transformar en una niña. Este doctor se caracterizaba por animar a sus pacientes a experimentar con todo tipo de deseo sexual, incluida la «lluvia dorada» orinarse encima durante la relación sexual, lea coprofilia, el autoestrangulamiento y las amputaciones para Money no eran perversiones, sino «parafilias».

Hasta conocer a Bruce, el campo de acción de Money se había limitado a los hermafroditas. El niño fue para él su ocasión dorada.  Cuando los padres Ron y Janet, que entonces tenían sólo 20 y 21 años, le conocieron, se quedaron fascinados por el personaje. «Me parecía un dios», dice ella la madre. El médico les explicó que le podía dar al niño una vagina que funcionara perfectamente, pero que necesitaba su colaboración para que Bruce se convirtiese en niña. Era importante que la vistieran como una niña, que no le cortaran el pelo, que hicieran lo posible para que ella se sintiera “una ella” y no “un él”. Así tendría una vida feliz.

El 3 de julio de 1967 Bruce fue castrado por el Dr. Howard Jones, un colaborador de Money que seguidamente lo abandonó para emprender una profesión más remunerativa: abrió en Virginia la primera clínica para la fecundación in vitro.De este modo, Bruce se convirtió en Brenda. Durante los primeros años, Ron y Janet se lanzaron de cabeza en esta empresa. Pero algo no iba bien. La pequeña Brenda ignoraba las muñecas que le regalaban, adoraba pelear con sus amiguitos, construía fuertes en lugar de peinarse delante del espejo. En el baño, hacía pipí de pie. Los primeros años de colegio empeoraron muchísimo la situación. Brenda empezó a ser especialmente violenta y la suspendieron.

Mientras tanto, en 1972, Money publicó su libro Man & Woman, Boy & Girl (Hombre y Mujer, Niño y Niña), en el que puso al mundo al corriente del extraordinario «caso de los dos gemelos».  El volumen describía el experimento como un «rotundo éxito». Era la «prueba concluyente» de que «no se nace varones o hembras, sino que uno se convierte en varón o en hembra». Todo el mundo le alababa. Prensa, todas las feministas e incluso sus compañeros.Sólo un desconocido investigador llamado Milton Diamond se atrevió a expresar su perplejidad ante el caso. Pero fue ignorado. Al  contrario, «el caso de los gemelos de Money fue decisivo para que se aceptara universalmente no sólo la teoría según la cual los seres humanos son, cuando nacen, psicosexualmente modelables, sino también la cirugía de reasignación sexual como tratamiento para los niños con genitales ambiguos o dañados. El método, que antes se realizaba sólo en el Johns Hopkins, se difundió rápidamente y hoy se lleva a cabo en casi todos los principales hospitales del país».

Brenda seguía comportándose «como un marimacho», defendía a su hermano en las peleas y le costaba estar con sus amigas. Periódicamente, los dos hermanos iban a la clínica de Money para ser sometidos a unos estresantes test psicológicos.  Durante estas sesiones, a los dos gemelos de seis años se les mostraban imágenes de sexo explícitas «para reforzar su identidad/rol de género». Los dos hermanos estaban obligados a simular actos sexuales entre ellos.  En una ocasión, el Dr. Money «les hizo una foto con una Polaroid». Para Brenda, estas sesiones, a las que se tenía que someter también sola, eran una tortura. En sus sueños imaginaba que era un veinteañero «con bigotes», pero tenía miedo de decírselo a sus padres por temor a desilusionarlos.

De hecho, Ron y Janet, frustrados por el comportamiento de la niña, intentaban por todos los medios aplicar los consejos de Money: se paseaban desnudos por la casa, iban a campamentos de nudistas, presionaban a la pequeña para que asumiera actitudes femeninas. Todo ello les llevó a un agotamiento nervioso: Janet intentó suicidarse, Ron empezó a beber. Money, mientras tanto, publicó un nuevo libro de éxito (Sexual Signatures, “Características sexuales”) en el que volvió a hablar de Brenda, que «estaba atravesando felizmente su infancia como una verdadera chica». La realidad es que Brenda, con once años, empezó a tener instintos suicidas.  Los asistentes sociales y los médicos de su ciudad entendieron que algo no iba bien, pero la fama de Money era demasiado grande para poder ensombrecerla. A los doce años empezó el tratamiento con estrógenos para hacer crecer el pecho. En la última visita que tuvo en el estudio del Dr. Money tuvo un encuentro con un transexual que le magnificó las ventajas de la operación quirúrgica de cambio de sexo. Brenda huyó y les dijo a sus padres que si la obligaban a volver «se suicidaría».

Aunque ya alejada del médico, Brenda siguió teniendo una vida difícil. En el colegio la llamaban «gorila» y algunos periodistas empezaron a interesarse en ella. En 1977, un equipo de la BBC fue a Winnipeg para hablar con sus médicos. Todos confirmaron la misma impresión: Brenda no era la «chica feliz» de la que hablaban los best-sellers de Money. El mismo doctor, contactado por la BBC, se negó a ver a los periodistas, cerrándoles la puerta en las narices. El documental, titulado The First Question (La primera pregunta), emitido el 19 de marzo de 1980, pasó inadvertido.

Algunos días antes, el 14 de marzo, Ron le había revelado a su hija su historia, Brenda «se sintió aliviada» porque por fin entendió que «no estaba loca». La primera pregunta que le hizo a su padre fue: «¿Cuál es mi nombre?». Brenda decidió volver a su sexo biológico. Eligió llamarse David porque este es el nombre «del rey asesino de gigantes de la Biblia», el niño que combate y vence al poderoso Goliat.  Empezó a inyectarse testosterona, le crecieron los primeros pelos en el rostro, a los dieciséis años se sometió a la primera operación para la creación del pene. Mientras esperaba la mayoría de edad, permaneció escondido dos años en el sótano de su casa. A los veintidós años se sometió a una faloplastia y, dos años después, tuvo su primera relación sexual. Pero aún era profundamente infeliz.

En el verano de 1988 David hizo «algo que no había hecho antes: acabé rezando. Dije: “Tú sabes que he tenido una vida terrible. No tengo intención de quejarme contigo porque Tú debes saber porque me estás haciendo pasar por todo esto. Podría ser un buen marido, si se me diera la posibilidad”». Dos meses después conoció a Jane, una madre soltera que había tenido tres hijos de tres hombres distintos. Se enamoraron. Se casaron el 22 de septiembre de 1990. Milton Diamond, el primer investigador que contestó las tesis de Money, asestó un duro golpe a su credibilidad. Money, aunque ya no hablaba del caso de los gemelos, seguía sosteniendo las tesis de género que continuaron facilitándole grandes financiaciones, también públicas.

Diamond, después de haber conocido a David, escribió un artículo para desvelar la realidad sobre el “caso de los dos gemelos”.  La tesis del texto era que, aunque la educación tenía un papel importante al plasmar la identidad, ésta es fruto del dato biológico concedido por la naturaleza. Diamond tardó dos años en encontrar una revista que aceptara el texto y cuando apareció fue una bomba. Para Money – «Hot Love Doctor» (Doctor Amor Caliente, ndr), como lo llamaban los periódicos – empezó el declive. En el Johns Hopkins se nombró como director de psiquiatría a Paul McHugh, un católico orgulloso de serlo, que puso en marcha una investigación sobre cincuenta transexuales tratados en la clínica para la identidad sexual del Hopkins desde su fundación en 1966. Ninguno de ellos había sentido ningún beneficio.  Se cerró la clínica, a pesar de las inútiles protestas de la comunidad transgender.

La familia Reimer nunca sanó
Los demonios no dejaron de perseguir a la familia Reimer. Solo Ron, después de un periodo difícil vinculado al alcohol, consiguió retomar las riendas de su vida.  Janet siguió sufriendo profundas crisis depresivas. Brian tuvo varios fracasos matrimoniales y pasó por las drogas y el alcohol. Se suicidó en 2002.  David, después de la muerte de su hermano, no fue el mismo. La empresa en la que trabajaba cerró, peleó con su mujer. El 4 de mayo de 2004 condujo hasta un parking aislado y se disparó en la cabeza. Tenía 38 años.

Fuente: http://conapfam.

lunes, 9 de noviembre de 2015

¿Es la homosexualidad aceptada por Dios?

La homosexualidad no es aceptada por Dios.


Dios solo permite relaciones sexuales entre hombres y mujeres, y dentro del matrimonio. En la actualidad el tema de la homosexualidad se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para nuestra sociedad, dado que muchos están a favor y otros tantos están en contra.

¿Pero acepta Dios la homosexualidad?

Contrario  a lo que muchos afirman, es bien claro que la homosexualidad no es aceptada por Dios bajo ningún aspecto, como lo menciona muchas veces en la Biblia: Levítico 18:22, Levítico 20:13, Romanos 1:26-27, 1 Corintios 6:9, solo por mencionar algunos. Pero independientemente de lo anterior, la principal razón es simplemente porque las relaciones sexuales solo son permitidas por Dios entre hombre y mujer y dentro del sagrado vínculo del matrimonio, no de otra manera.

Esto por supuesto echa por la borda toda relación que esté fuera de este contexto, tales como relaciones sexuales entre hombre y mujer no casados, personas del mismo sexo, personas con animales, orgías, pornografía, intercambio de parejas, prostitución, incesto, pedofilia, etc. Menciono todas las anteriores, porque una de las principales razones por las cuales muchos dicen que Dios acepta el homosexualismo, es porque Él nos ama y quiere que seamos felices. De tal manera que si dos personas del mismo sexo se enamoran y son felices Dios no las condena.

Pero eso mismo podrían alegar aquellos que se satisfacen con animales por ejemplo, o los que se satisfacen con niños. ¿Estaría bien eso entonces? ¿Aceptaría Dios tales situaciones simplemente porque esas personas sienten placer en estos casos y no en otros?
¿Sabías por ejemplo que hoy existe una asociación denominada Nambla, cuyo link en internet es www. nambla.org y que aboga por las relaciones íntimas entre hombre y niño? ¿Debería entonces Dios y el mundo aceptarlo simplemente porque a unas personas se les ocurrió semejante barbaridad para ser felices? Yo creo que no y tú, que crees?

Es por eso que ninguna de las anteriormente mencionadas relaciones sexuales tienen justificación ni son aceptadas por Dios, puesto que se salen del plan inicial del Creador que fue Hombre y Mujer, pero dentro del matrimonio. Esa fue la única opción, Él no dio otra. Todo esto es denominado por la Biblia como inmoralidad sexual y por supuesto que está condenado por Dios de manera absoluta. Sin embargo, y aunque el punto que estamos tratando aquí es la homosexualidad, es importante aclarar que Dios no solamente condena esto.

En realidad lo que Dios condena es el pecado y tanto la homosexualidad, como la mentira, la ira, la blasfemia, la idolatría y todo lo que vaya en contra de los preceptos de Dios son pecado y están condenados por Dios, de tal manera que ante esto, ninguno se salva, porque todos somos pecadores.

La buena noticia es que Dios nos perdona si nos arrepentimos y ponemos nuestra fe en Jesucristo, dejando el pecado atrás y sometiéndonos a su Santa Voluntad, viviendo para su gloria y honra.

Fuente: porqueseguirajesus.

miércoles, 18 de junio de 2014

¿El homosexual nace o se hace?

Jacob, un adolescente nos cuenta sus luchas internas en torno a su identidad sexual.


El Dr. Joseph Nicolosi, fundador de NARTH (National Association for Research and Therapy of Homosexuality) en una entrevista comentaba:

“Uno de las razones por lo que la gente no puede creer o no creen que las personas con sentimientos homosexuales puedan cambiar es porque normalmente no conocemos sus historias, la única historia que estamos oyendo es: “soy gay, no quería ser gay, pero descubrí que era y ahora me acepto…” esto es lo que se oye en los medios de comunicación.

Necesitamos conocer otras historias, la de las personas que dicen: “tengo estos sentimientos, tengo esta atracción, me dijeron que había nacido gay, me dijeron que no tenía otra opción, pero descubrí que podía hacer otras cosas. Comprendiéndome a mí mismo, entendiendo mi niñez, observando aspectos específicos que me pasaron cuando era pequeño, empecé a comprender de qué se trataba esa atracción sexual y ahora no soy gay, no vivo una vida homosexual, aquí está mi mujer, aquí está mi familia”. Haciendo eco a estas palabras del Dr. Nicolosi, les presento a Jacob, un chico estadounidense de religión judía que nos cuenta su lucha interna y toma de decisión sobre lo que quiere hacer con su atracción hacia el mismo sexo (AMS).

La historia de Jacob nos da pistas de lo que pasa por la mente de algunos de nuestros adolescentes. 

Nuestros jóvenes viven en medio de una sociedad marcada por una “presión ambiental” que nos les deja tregua. Los adolescentes necesitan contar con herramientas y recibir un legado de valores y creencias (y no me refiero solamente espirituales). Valores por los que les merezca la pena luchar, valores que les den motivos para optar por algo más allá de “las apetencias”, de lo que “está de moda” o hacen los demás. Necesitan recibir las claves para que vayan ellos mismos forjando su propio criterio y sepan dar razón a lo que viven y por qué lo viven. En este aspecto Jacob nos da una lección.

“Durante el año que llevo en Israel he estado dándole muchas vueltas y he sacado muchas conclusiones después de leer algunas páginas web como: www.peoplecanchange.com y www.jonahweb.org. Mi conclusión es que estoy de acuerdo al 100 % con lo que estas páginas web cuentan.

Cuando le pregunté a Elaine, mi terapeuta de la organización de Jonah, cómo podía ser una persona heterosexual, ya que estaba experimentando atracción al mismo sexo (AMS) me respondió que la atracción al mismo sexo no era realmente un problema sexual, sino más bien una necesidad emocional no satisfecha, un deseo de sentirse aceptado por el sexo masculino de manera auténtica y el no sentirme seguro en mi masculinidad, entre otras posibles causas. Después de acabar con toda la lectura que me fue sugiriendo Elaine, me di cuenta de que la manera de relacionarme con personas de mi mismo sexo no era normal, yo las había “sexualizado”. Buscaba algo en los demás chicos que no encontraba en mí mismo, buscaba la aceptación y la aprobación que no recibí ni de mi padre y de otros niños durante mi infancia. 

No tuve un modelo masculino que admirar o imitar, ni amigos apropiados a mí alrededor. No me sentía digno de recibir su atención y buscaba su aprobación y su cariño a través del sexo. Me culpaba a mí mismo y pensaba que habría hecho algo mal o que yo era “menos” o inferior a los otros chicos. Cansado y harto de pensar todo esto sobre mí, empecé a escuchar esos otros mensajes que se oyen en los medios de comunicación: “yo había nacido gay y no podía cambiar”  “una persona se define por sus impulsos sexuales” – “debería estar orgulloso de mi atracción hacia otros hombres y disfrutar de la experiencia de relaciones sexuales”.

Todavía tengo dificultades para apartar de mí estos mensajes que en los medios de comunicación, los colegios y una mayoría de personas siguen repitiendo sin parar. Me siento inclinado a tomar la salida fácil y dar rienda suelta a los impulsos que experimento, en vez de trabajar sobre mí mismo y entender las causas y el origen de mi AMS. Pero he aprendido que puedo cambiar y que no tengo por qué seguir mis impulsos ciegos como solución siguiendo el planteamiento de la “afirmación gay”.Mi terapeuta me ayudó a colocar mis sentimientos confusos, como piezas en un puzzle, cada una en su lugar, en vez de reforzar el “sistema de falsa creencia”; “nací así”.

A partir de ahí, comencé a reevaluar mi vida entera. Una de las primeras cosas a las que me enfrenté, primero en mi cabeza y luego en mi corazón, fue algo que se convirtió para mí en un gran conflicto interno: ¿Debo realmente tratar de cambiarme a mí mismo o debería simplemente ceder ante mi confusión y actuar sobre los mensajes de promiscuidad que la sociedad me sigue dando? ¿Qué acciones me aportarían el máximo placer? ¿Qué acciones serían auténticas en mi sistema de creencias personales? Me di cuenta de que cediendo a mis sentimientos confusos no conseguiría vivir en paz con mis valores.

Pienso que la razón por la cual los homosexuales tienen tantas parejas diferentes es porque esperan encontrar esa masculinidad que sienten que les falta. Una pareja del mismo sexo rara vez o nunca puede satisfacer las necesidades emocionales más profundas, y por lo mismo, son relaciones que no suelen durar. El ciclo de la búsqueda de nuevas parejas se hace infinita y fácilmente se convierte en adicción, similar a muchas otras adicciones. Tenía que hacer un trabajo interior profundo para solucionar mis necesidades emocionales que constantemente buscaba satisfacer. No realizar esta tarea es la razón por la que tantas personas se quedan inmersas en la confusión y a mitad de proceso llegan a la conclusión de que son homosexuales. Todo esto por falta de valor o simplemente porque “compran” los mensajes políticamente correctos de afirmación gay. 

Nunca se involucraron en la tarea que podría haber aliviado ese daño emocional que experimentaron y que ahora está dirigiendo sus vidas. Quiero vivir un estilo de vida religiosa (como judío que soy) y parte de ese estilo de vida implica casarme con una persona del sexo opuesto y formar una familia. Con esta motivación, estoy decidido a buscar ayuda y recuperar esa masculinidad innata en mí y en el proceso lograr la reconstrucción en mí mismo como un hombre que puede ser auténtico y sentirse cómodo en ambientes masculinos. Quiero ser feliz relacionándome con otros hombres, sin sentir envidia de ellos y sin “sexualizarles”. No quiero tener pensamientos homosexuales, quiero tener relaciones sanas con otros hombres y ser capaz de relacionarse con ellos sin sexualizar la relación. Sé que esto lo lograré con esfuerzo y construiré la fortaleza que está en mi interior.

Mientras que las palabras ” naciste así ” y ” tú no puedes cambiar ” están pegados a mi coco, en el fondo sé que puedo cambiar. Poder cambiar no es un proceso que se hace de un día para otro, no ocurre tomándose una pastilla mágica, es tan difícil que a veces me desanimo con solo pensarlo, según voy adentrándome en el proceso.

Estoy convencido de la necesidad de organizaciones como Jonah (página web en EEUU para judíos) y otras, son importantes en un mundo tan desordenado y con tantas personas necesitadas de volver a su verdadero yo”.

Fuente: elenalorenzo.com

sábado, 14 de junio de 2014

El lesbianismo se puede curar

Testimonio de Leonora



Como alguien que ha luchado personalmente con el lesbianismo, soy muy consciente de la tristeza, la confusión y la miseria que puede causar en la vida de una persona.
Hay quienes dicen que la única manera para que las personas con orientación homosexual encuentren la verdadera paz real o la felicidad en su vida, es aceptando su homosexualidad, sumergiéndose completamente en la Terapia Afirmativa Gay y “salir del armario”.

Sin embargo, mi propia experiencia demuestra que esta idea es falsa. He estado recibiendo la terapia reparativa y me he dado cuenta de lo eficaz que ha sido para mí, no solamente porque me alivia enormemente en mi lucha, sino también porque me aporta una profunda paz y felicidad que no había experimentado antes.

Las mejoras que he experimentado han sido tan enormes que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para cambiar la opinión de las personas que se oponen enérgicamente a este tipo de terapia.
Pero, ¿por dónde empiezo a dar pasos en este esfuerzo? ¿Qué puedo hacer para tener voz y que mi experiencia sea escuchada y cómo influenciar en la manera de ver y tratar la homosexualidad?
Decidí empezar enviando una carta donde compartía mis puntos de vista y la experiencia de la terapia reparativa, con la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Hasta la fecha, no he recibido ni siquiera una notificación que indique que recibieron mi carta.

A continuación, inicié una búsqueda personal para tratar de llegar de alguna manera a Ellen DeGeneres (comediante, actriz y presentadora de televisión estadounidense), y que a través de mi propio testimonio abriese su mente a la posibilidad de ver la terapia reparativa como alternativa buena y eficaz, y consecuentemente, ésta ocupase un lugar válido.

Ellen “salió del armario” en 1997. Su gesto tuvo una implicación sustancial y una promoción implícita en la Terapia de Afirmación-Gay, como único método de tratamiento saludable y aceptable, y ha influido profundamente en la vida de muchas personas con orientación homosexual no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo.
El testimonio público de Ellen dio mucha fuerza al movimiento activista gay e impulso político para que la Terapia Reparativa de Cambio se rechazara y la Terapia Afirmativa Gay fuera reconocida por la APA como la única modalidad de tratamiento saludable y aceptable.

Traté de llegar a Ellen a principios de este año escribiendo la historia sobre mi vida y mi experiencia con la homosexualidad y la terapia. Yo había sufrido mucho y ahora tenía la esperanza y posibilidad remota de que recibiese mi carta y la leyese (entre los miles de cartas que recibe). Confiaba en que podría al menos entrar en algún tipo de diálogo con ella a este respecto.
Desafortunadamente, a día de hoy sigo sin recibir respuesta a esa carta.

Entonces decidí intentar llegar a Ellen mediante la publicación de una carta breve y colgarla en los comentarios públicos de su página web. Está es una copia del comentario (post) que publiqué:

“Querida Ellen,
Creo que es usted una persona increíblemente divertida, cariñosa y con un gran talento… me encanta su humor, lo considero genuino… y porque realmente me importa mucho como persona, quiero compartir con usted algunas reflexiones acerca de algo que es muy importante para las dos, al menos eso creo.
Desde que tenía 18 años he experimentado atracción homosexual y he tenido varias relaciones con personas de mismo sexo. Sin embargo, después de un mucho trabajo de investigación y estudio sobre el tema, y también de mucha introspección sincera, he llegado a la conclusión de que la homosexualidad no es normal, natural, ni saludable.

Ya sólo desde un punto de vista biológico, para mí está muy claro. Nuestros cuerpos no fueron “naturalmente diseñados” para tener relaciones sexuales con el mismo sexo.

Quiero decir que si estuviésemos diseñados para tener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, nuestro cuerpo ya estaría diseñado así de forma natural. Tal y como es ahora solamente se obtiene artificialmente – es decir, tanto los hombres como las mujeres homosexuales tienen que utilizar “cosas” que prefiero no mencionar para tener relaciones sexuales (pone ejemplos). Siento ser tan explícita, pero tenemos que ser muy honestas, enfrentar la realidad y no pasar por alto la verdad.

El hecho es que nuestro cuerpo tiene un diseño natural que revela su verdadero propósito e intención y en los actos homosexuales obviamente no usámos nuestros cuerpos de la forma para la cual han sido diseñados. Por el contrario, los estamos utilizando de manera artificial y por lo tanto no puede ser normal ni saludable.

Todo lo que hagamos en contra de la naturaleza no puede ser ni correcto ni saludable. Al principio podemos pensar que “no pasa nada” por ir en contra de la naturaleza y que está “bien”, pero como con todo lo que tiene que ver con la naturaleza, cuando se abusa, se ignora y no se respeta siempre se pagan las consecuencias negativas.

Sé que me va a decir que si no es “natural” entonces, ¿qué hace que la persona se sienta atraída sexualmente hacia personas de su mismo sexo? Como resultado de todas mis investigaciones y de los estudios que he realizado (que han sido muchísimos), estoy ahora totalmente convencida de que en realidad la homosexualidad es un daño psicológico y emocional causado durante la primera infancia por influencias familiares y/o sociales, sumado a nuestras reacciones inconscientes (estas dependen en gran medida de nuestra personalidad inherente y del tipo de temperamento que tengamos). Todo esto puede ser tratado con eficacia o por lo menos aliviarse en personas que están dispuestas a obtener ayuda.

He estado recibiendo terapia desde hace ya algún tiempo para superar “daños” emocionales que experimenté durante mi desarrollo en la infancia y adolescencia, que creo fueron los causantes de mi AMS. Con honestidad puedo dar fe de la eficacia de la terapia. Por primera vez en mi vida estoy empezando a sentirme “viva”. Al mismo tiempo, estoy empezando a descubrir mi “verdadero yo”… por fin, y ser la persona que yo estaba destinada a ser…la que era originalmente.

En otras palabras, poco a poco me estoy convirtiendo dentro de mí en lo que mi aspecto físico reflejaba cuando nací. Dicho de otra manera, mi identidad sexual psicológica y emocional está alineándose más y más con la identidad sexual que tenía cuando nací. Las dos realidades van teniendo menos conflictos entre sí y se van haciendo una, es decir, una mujer por dentro y por fuera.
Y lo que es aún más increíble, ahora la atracción homosexual empieza a disminuir y la heterosexual empieza a desarrollarse en mí. Esto es muy liberador y me ha aportado una paz que nunca había experimentado antes.

Con esto no quiero decir que haya sido fácil. Ha habido bastante “cirugía emocional” para llegar a este punto y todavía necesito un poco más. Requiere valentía, determinación y fuerza de voluntad, pero merece la pena por lo mucho que me aporta.
Recomiendo que lo considere. Puede pensar que hasta ahora ha habido grandes momentos en su vida, pero, créame, si se abre a lo que le estoy diciendo y me hace caso lo mejor está por venir”.

Por supuesto, cuando publiqué este comentario en la web de Ellen no tenía ni idea si llegaría a leerlo, pero en cualquier caso les cuento lo que pasó a continuación.
A las 24 horas de haber sido publicado mi comentario, no solo fue retirado de la web de Ellen sino que se prohibió la publicación de comentarios en su web.

Cada vez que intentaba publicar algo, me saltaba un aviso: ¡”No tienes permiso para publicar aquí”! ¡Menuda libertad de expresión, pensé! ¿Dónde está la tolerancia y la aceptación de otros puntos de vista diferentes al suyo? ¿Cómo es que Ellen se le permite hablar abiertamente sobre su experiencia personal con respecto a la homosexualidad, pero a mí no se me permite hablar de la mía y de mis sentimientos sobre ese mismo tema?

Volví a colgar un comentario en la web de Ellen desde otro ordenador, añadiendo la pregunta de por qué habían censurado mi comentario. Volví a recibir otro aviso desde esa web. ¡Mi comentario fue retirado y me lo prohibieron desde un segundo ordenador!

Intente publicarlo cuatro veces añadiendo preguntas sobre su actitud intolerante y discriminatoria hacia mi mensaje, en cada intento mi comentario era sistemáticamente eliminado.

Una semana más tarde lo intenté nuevamente desde mi ordenador. Y he aquí que, por alguna razón, habían levantado la prohibición. Decidí publicar una versión “editada”.
Por la mañana, cuando me registré en la web, no sólo había desaparecido mi comentario sino los comentarios de ¡todas las personas!

¿Cuál fue la razón? No sé, pero aunque mis comentarios han sido silenciados mi búsqueda personal no lo será.

Me he dado cuenta de que la Terapia Reparativa es inmensamente útil y estoy decidida a encontrar de una forma u otra la manera de entrar en el debate público.
Los activistas gays no tienen la última palabra cuando se trata de decidir lo que es eficaz y aceptable en el “tratamiento” de la homosexualidad.
Los que nos hemos beneficiado de la Terapia Reparativa también necesitamos ser escuchados y considerados. La Terapia reparativa funciona para mí y nadie tiene el derecho a negármelo, ni a mí ni a nadie.

Fuente: http://elenalorenzo.com/