Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

domingo, 31 de enero de 2021

Mujer, ¿estás usando tus redes sociales para glorificar a Dios?

La influencia de las redes sociales

Las redes sociales han revolucionado la manera de relacionarnos. Hoy en día es muy raro que alguien no tenga un perfil en Facebook, Twitter o Instragram. Millones de personas comparten diariamente lo que hacen en tiempo real. No necesitan salir de sus hogares, simplemente buscan su mejor ángulo y se toman un selfie frente al espejo.  

Ya no hay espacio para la intimidad, exhiben sus casas de ensueño, comidas diarias, atuendos, visitas a la peluquería y hasta se graban antes de dormir con la pretensión de obtener numerosos likes o comentarios que les inflen el ego y les causen placer.  

Las personas que publican recurrentemente fotografías de sí mismas o las que exhiben sus aparentes “vidas perfectas” sufren de inseguridad y tienen una gran necesidad de reconocimiento y aprobación. Como el “me gusta” es tan gratificante como fugaz, repiten una y otra vez sus esfuerzos para ganar popularidad entre sus seguidores. 

En una sociedad narcisista donde la imagen es lo más importante, las personas desarrollan una acentuada obsesión por ser el centro de las miradas. Las mujeres más vulnerables copian estereotipos y llegan a creer mentiras como que la que viaja es más feliz, la delgada es más hermosa, la que sigue las tendencias de la moda es más popular.  

Las Escrituras enseñan que los seguidores de Jesús no debemos imitar las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien debemos dejar que Dios nos transforme en personas nuevas al cambiar nuestra manera de pensar (Rom. 12:2). 

Antes de subir fotografías a las redes sociales necesitamos hacer una pausa y examinar nuestras motivaciones delante de Dios. ¿Qué estamos buscando cada vez que hacemos pública nuestra vida, reconocimiento social y prestigio? ¿Queremos que la gente mire las fotos y envidie las vacaciones que disfrutamos, el delicioso postre que saboreamos, la ropa que usamos y lo felices que somos?  

Lo que publicamos en las redes revela dónde tenemos el corazón 

Si nuestro corazón se deleita en una casa grande, un auto de lujo, una bonita figura, la popularidad, el éxito y la posición social, entonces no se está deleitando en Dios. No podemos amar a dos señores. Poner nuestro corazón en las efímeras cosas de este mundo es idolatría.  

Necesitamos estar alerta, porque la línea que separa el bien del mal es muy delgada y, si actuamos por impulso sin reflexionar en cada cosa que hacemos, podemos caer fácilmente en las trampas del mundo y llamar bueno a lo malo, y malo a lo bueno (Is 5:20). 

Con todo esto no estoy diciendo que las redes sociales sean malas, al contrario, son una gran herramienta para desarrollar los talentos, expandir los negocios, relacionarnos con los amigos y familiares que viven lejos y son estupendas para difundir el evangelio. 

Solo que es necesario que no olvidemos que, como mujeres cristianas, tenemos un llamado a glorificar el nombre del Señor con todo lo que hacemos (1 Cor. 10:31). ¿Estás tú glorificando a Dios con tus publicaciones en Instagram? ¿Difundes la buena noticia a través de tus redes sociales? ¿O tus redes están tan saturadas de ti misma y de tus cosas que no hay espacio para mostrar a Jesús?       

Dios nos manda a vivir sabiamente. Como sus hijas amadas y coherederas de su reino, somos cartas abiertas al mundo y ejemplo para otras mujeres que no conocen a Dios.  Con nuestra actitud casta y respetuosa podemos alcanzarlas para Cristo. 

No olvidemos, mis hermanas, que estamos rodeadas por una enorme multitud de testigos, por lo tanto, “despojémonos de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Heb 12:1).   

No seamos piedras de tropiezo 

Un asunto en el que debemos meditar es si con nuestras publicaciones estamos siendo piedra de tropiezo para otros cristianos. Una “piedra de tropiezo” se refiere a algo o alguien que hace caer o desvía a las personas de una relación con Jesucristo.  

Si acostumbras a publicar selfies seductoras y fotografías mostrando tu cuerpo, podrías estar provocando pensamientos lujuriosos en los hombres y celos y envidia en las mujeres, inclusive creyentes. 

“No nos hagamos vanagloriosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.” Ga. 5:26 

No hagamos nada por egoísmo o vanidad 

Las Escrituras nos exhortan a cultivar la humildad. No necesitamos compartir una foto para que los demás vean lo felices, hermosas o prósperas que somos. Nuestra meta principal en la vida es agradar a Dios y no a las personas.  

Esforcémonos para poder presentarnos delante de Dios como siervas fieles y aprobadas. No copiemos estereotipos ni la conducta de mujeres que no conocen al Señor. Pues nosotras caemos en una mayor condenación porque conociendo a Dios no le obedecemos ni honramos (Sal. 78:10). 

“No hagan nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más importante que a sí mismo” (Fil. 2: 3). 

“Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gal. 1:10). 

Ayudemos a otras mujeres en su caminar cristiano 

Este mensaje, amadas hermanas, no tiene la intención de que nos juzguemos unas a las otras, más bien busca que nos examinemos el corazón y nos propongamos vivir de tal manera que no causemos tropiezo ni caída a otros creyentes (Ro 14:13).  

No olvidemos que vivimos en un mundo quebrado. La tentación puede venir de la manera más sutil, por eso necesitamos mantenernos conectadas, pero no a las redes sociales, sino a Jesucristo. Hay mujeres que vienen detrás de nosotras. Hijas, sobrinas, nietas, amigas.  

Ellas necesitan que las ayudemos en su caminar cristiano, que les enseñemos con nuestro ejemplo a vivir de una manera que honre a Dios y que las animemos a perseverar en la fe y la obediencia. 

El regalo más grande que podemos ofrecer a otras mujeres no es exhibir nuestras “vidas perfectas” por el Facebook o Instagram, sino dar testimonio de nuestra fe y de la misericordia y la gracia de Dios por medio de nuestra debilidad.  

Fuente: https://sdejesucristo.org/

domingo, 17 de enero de 2021

¿Qué enseña la Biblia acerca del rapto secreto?

La palabra rapto no aparece en la Biblia


Pero es un término frecuentemente usado para designar la Segunda Venida de Jesús. Comencemos primero apuntando algunos textos Bíblicos:

1. Juan 14:1-3, Jesús prometió que volvería.

2. Hechos 1:9-11, Ángeles confirmaron su promesa y testificaron a sus fieles.

3. Apocalipsis 1:7, Cuando Jesús regrese todo ojo le verá.

4. Mateo 24:27, Su regreso será como el relámpago que cruza el cielo.

5. 1° Tesalonicenses 4:16-17, Será un evento audible. Los muertos justos serán resucitados y junto con los vivos justos serán tomados al cielo.

6. 1° Corintios 15:51-54, Dios vestirá a su pueblo de inmortalidad.

7. Mateo 16:27, Su retorno será un evento glorioso. Él viene con su galardón.

8. Apocalipsis 6:14-17, Los malos injustos temen su venida y claman a las rocas que caigan sobre ellos.

9. Mateo 13:37-43, Los malvados son echados fuera de su reino por medio de fuego y los justos son salvados por toda la eternidad.

10. Isaías 25:9, Los justos se maravillan por verlo venir. Ellos exclaman llenos de gozo “He aquí, éste es nuestro Dios...”

11. Apocalipsis 19:11-16, Como Rey de reyes dirigiendo las huestes celestiales. El regresa como Señor triunfante.

12. Tito 2:13, Su venida es llamada la “Bendita Esperanza” de una raza humana perdida.

13. Apocalipsis 22:11-12; 17-20, La invitación final de Jesús a estar preparados para su pronto regreso.

¿No está Jesús viniendo secretamente? No dice la Biblia, “Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado” (Mateo 24:40).

La Biblia deja abundantemente claro que la venida de Jesús no es un evento secreto (Apocalipsis 1:7; Salmos 50:3; 1° Tesalonicenses 4:16-17; Mateo 24:27). Cuando la Biblia habla de aquellos siendo dejados, no dice que serán dejados con vida en la tierra. El extendido pasaje en Lucas 17:26-37 describe el evento en detalle. En los días de Noé habían dos clases, “una tomada (salvada), una dejada (destruida por el diluvio) (vers. 27). En los días de Lot había dos clases, (una tomada fuera de la ciudad y salvada, una dejada en la ciudad y consumida por el fuego).

Será similar cuando Jesús venga (Lucas 17:30-37). Una clase será tomada al cielo con Jesús y la otra clase será destruida. En Lucas 17:37, se hace la pregunta, “¿Dónde, Señor?” (¿Dónde son dejadas estas personas?). La respuesta Bíblica es clara, “Donde estuviere el cuerpo, allí se juntarán también las águilas.” Apocalipsis 19:11-18 aclara el punto de que los malos serán destruidos cuando Jesús regrese (ver también 2° Tesalonicenses 1:7-2; 2:8).

¿No enseña la Biblia que Jesús vendrá como un ladrón (1° Tesalonicenses 5:2)?

Cada referencia Bíblica a Jesús viniendo como un ladrón, es en referencia al inesperado momento de la venida de Jesús, no a la manera de su venida. Él vendrá rápidamente como un ladrón, inesperadamente como un ladrón, pero en glorioso esplendor como el relámpago en triunfante gloria (ver Mateo 24:42-44; 1° Tesalonicenses 5:1-5; Mateo 24:27).

¿El pueblo de Dios vive durante la tribulación venidera o son raptados antes de la tribulación?

Las experiencias del antiguo Israel fueron ejemplos dados por Dios para su pueblo viviendo al final del tiempo. Así como Israel fue liberado del cautiverio egipcio luego de las plagas, así la iglesia de Dios será protegida a través de las plagas y será liberada de la mano del opresor (1° Corintios 10:11; Salmos 91; 46). Sadrac, Mesac y Abednego entraron en las llamas de fuego cuando se rehusaron a ceder al decreto de muerte universal del Rey de Babilonia (Daniel 3:16-28). 

Él viene como un ladrón después de las plagas (Apocalipsis 16:15). ¿Qué sentido tendría declarar “He aquí yo vengo como un ladrón después que seis plagas sean ya vertidas” si Él ya hubo venido como un ladrón antes que las plagas sean derramadas? Apocalipsis 15:8 enfáticamente declara “Y nadie podía entrar en el templo (celestial) hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles.” 2° Tesalonicenses 2:1-3 deja claro que el anticristo es revelado antes que Jesús venga y es destruido por el resplandor de su venida (2° Tesalonicenses 2:8).

¿Enseña la Biblia que los justos reciben su recompensa cuando son raptados al comienzo de un período de siete años de tribulación pero los injustos son destruidos al final de los siete años de tribulación?

Las parábolas de Jesús dejan claro que la Segunda Venida de Jesús es un evento climático divino – hombres y mujeres serán o salvados o perdidos. No hay un período de siete años para reconsiderar nuestras vidas. Hoy es el día de la salvación (2° Corintios 6:2). En Mateo 13:30 ambos, el trigo y la cizaña (los justos y los malos) crecen juntos hasta la cosecha. Los justos son salvados y los injustos perdidos. En la parábola del siervo infiel, no hay segunda oportunidad. Los infieles son perdidos cuando el Señor de la casa vuelva inesperadamente. (Mateo 24:44-51). En la parábola de las ovejas y los cabritos, los hombres y las mujeres son o salvados o perdidos cuando Jesús venga (Mateo 25:31-46).

Fuente: https://www.bibleinfo.com