Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

jueves, 6 de abril de 2023

Jesús de Nazaret

El hombre más grande de la historia, 

No tenía sirvientes, pero lo llamaban Maestro. No tenía título, pero lo llamaban Maestro. No tenía medicamentos, pero lo llamaban Sanador. No tenía ejército, pero los reyes le temían. No ganó batallas militares, pero conquistó el mundo. No cometió ningún crimen, pero lo crucificaron. Fue enterrado en una tumba, pero hoy vive . Su nombre es Jesús. 

Jesucristo nuestro medico por excelencia. 


Siempre he proclamado esta frase en los momentos críticos de enfermedad que he tenido que enfrentar. Incluso, con muchas personas por las que he orado, le he repetido la frase «Dios es tu médico por excelencia».

En la Biblia no se encuentra esa frase tan exacta. Pero si nos dice «Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.» Éxodo 15:26

¡Qué maravilloso es saber que nuestro Dios es nuestro sanador! Este versículo de Éxodo yo lo interpreto en la actualidad como «No importa las enfermedades incurables que diga la ciencia, yo soy tu sanador». Es por esto que amo la frase «Dios es mi médico por excelencia». Porque sé que es verdad. Lo he visto sanando de cáncer, sida, parálisis, depresión, ansiedades graves, etc.

Podemos hacer un artículo super extenso hablando de todas las enfermedades que he visto a Dios sanando. No es que me lo han contado, es que lo he visto. Es por esto y por todo lo que Dios ha hecho en mi vida, y en la vida de muchas amistades que tengo que sostengo esta frase para mi.

¿QUÉ SIGNIFICA MÉDICO POR EXCELENCIA?

Cuando decimos que una persona es excelente en lo que hace, es porque ha alcanzado un nivel de prestigio en eso que hace. Por ejemplo, si vemos a Michael Jordan nos daremos cuenta que fue uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA.

Cuando decimos que un médico es excelente, es porque lleva una trayectoria impecable con sus pacientes, y muchos de ellos tienen evidencia de esto. Cuando un médico no tiene reputación, no tiene pacientes y por ende no tiene méritos de buen doctor. Nadie va a querer atenderse en un consultorio con él, mucho menos someterse a una cirugía.

Esto es lo que significa ser médico por excelencia, es llegar al máximo nivel de prestigio y tener una trayectoria donde los pacientes mismos garantizan su buen desempeño con la medicina. Esto me hace recordar cuando enfrenté una depresión, hace dos años de eso. Recuerdo que tuve que caminar por varios especialistas de la salud mental.

Me suministraron medicamentos y tuve un proceso de internamiento por una semana en un centro de salud. Recuerdo muy bien que la especialista ya no sabía que hacer conmigo, pues los medicamentos no me sacaban de aquel abismo. Hasta que encontré a un anciano de una iglesia. El anciano me presentó al medico por excelencia del que te hablo. Desde ese entonces, mi vida no ha sido igual.

JESUS ES NUESTRO MÉDICO POR EXCELENCIA

Me encantan los versículos y los pasajes en los que Dios le dijo a sus hijos que era su sanador. El mismo Cristo cuando vino a la tierra una de las señales de su ministerio eran las sanidades y los prodigios que hacía.

Dios le dice a Jeremías «He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?» Jeremías 32:27. Esta palabra Dios te la dice a ti también.

La mujer del flujo de sangre decía «porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva» Mateo 9:21. ¡Impresionante verdad!

Respeto y estimo bastante a los especialistas de la salud. Todos los que he visitado para atender algún problema de salud les tengo un gran aprecio. Pero hay situaciones que se le van de las manos. Porque como humanos son limitados, pero ¿Dios es limitado como ellos? NO. Cuando nos encontramos en situaciones delicadas de salud o enfrentando una enfermedad que la ciencia y la medicina no ha podido enfrentar, Dios nos dice ¿habrá algo que sea difícil para mí?.

Esta mujer del flujo de sangre había recorrido varios especialistas de la salud. Me imagino que en los centros de salud la conocían muy bien. especialistas, médicos con grandes títulos, todos los había visitado. Pero la enfermedad tenía las horas contadas cuando Cristo iba pasando por ese lugar.

Sé lo que se siente enfrentarse a enfermedades incurables o graves. En mi caso, la especialista que se encargaba de mi caso no encontraba la forma de darme la salida. Pero eso terminó cuando Cristo Jesús pasó por aquella habitación de aquel centro de salud. Hoy soy una persona sana y salva por aquel que dijo en la cruz «Consumado es» Juan 19:30 Pedro tenía razón cuando dijo «quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.» 1 Pedro 2:24

No es una fantasía la que te digo, es real. Mi Dios puede sanarte de cualquier enfermedad. No importa su nombre o su nivel de mortalidad. Mi Dios sana y salva.

Éxodo 15:26 dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.

Exodo 23:25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

Santiago 5:14-15 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

Oseas 6:1 Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.

Salmos 30:2 Jehová Dios mío, a ti clamé, y me sanaste.

Jeremías 33:6 He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad.

Jeremías 30:17 Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.

Isaías 57:18 He visto sus caminos; pero le sanaré, y le pastorearé, y le daré consuelo a él y a sus enlutados;

Salmos 103:3-4 Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias;

Isaías 53:5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Salmos 147:3 Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.

Salmos 41:3-4 Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.

Deuteronomio 7:15 Y quitará Jehová de ti toda enfermedad; y todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren.

Si alguno puede creer al que cree todo le es posible, Amen

Fuente: https://miadonay.com/