Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

miércoles, 31 de agosto de 2022

Porqué se suicidan los cristianos?

¿Habla la Biblia de personas que desearon morir?

Sí. La Biblia habla de algunas personas que dijeron que querían morir. Dios no se enojó con ellos, sino que les ofreció ayuda. Él puede hacer lo mismo por usted.

Elías

¿Quién fue Elías? Aunque fue un profeta valiente, a veces se sintió deprimido. Santiago 5:17 dice que Elías era un “hombre de sentimientos semejantes a los nuestros”.¿Por qué deseó morir? En cierto momento, Elías se sintió solo, tuvo miedo y pensó que no valía para nada. Así que suplicó: “Oh Jehová, quítame el alma” (1 Reyes 19:4).

¿Qué lo ayudó? Elías abrió su corazón y le expresó sus sentimientos a Dios. ¿Cómo lo animó Jehová? Le mostró que se preocupaba por él y le permitió ver pruebas de su poder. También le aseguró que era una persona muy valiosa y le dio un ayudante capaz que iba a cuidar de él. Lea 1 Reyes 19:2-18.

Job

¿Quién fue Job? Fue un hombre rico con una familia grande y también fue un siervo fiel del Dios verdadero. ¿Por qué deseó morir? De la noche a la mañana, la vida de Job se convirtió en una pesadilla. Perdió todos sus bienes, todos sus hijos murieron trágicamente y tuvo una enfermedad muy dolorosa. Para colmo, lo acusaron falsamente y con crueldad de ser el responsable de lo que le estaba pasando. Job estaba tan harto de su vida que llegó a decir: “No quisiera vivir” (Job 7:16).

¿Qué lo ayudó? Job le oró a Jehová y también habló con otras personas (Job 10:1-3). Recibió ánimo de un amigo comprensivo, Elihú, quien lo ayudó a ver sus problemas desde una perspectiva diferente. Pero lo más importante fue que Job aceptó la guía y la ayuda de Dios. Lea sobre Job: Job 1:1-3, 13-​22; 2:7; 3:1-13; 36:1-7; 38:1-3; 42:1, 2, 10-13.

Moisés

¿Quién fue Moisés? Fue un líder del antiguo pueblo de Israel y un profeta fiel. ¿Por qué deseó morir? Moisés tenía una tremenda carga de trabajo, lo criticaban constantemente y llegó a sentirse agotado. Por eso le imploró a Dios: “Por favor, mátame” (Números 11:11, 15). ¿Qué lo ayudó? Moisés le contó a Dios cómo se sentía. Dios lo ayudó a aligerar sus responsabilidades para que no se sintiera tan estresado. Lea sobre Moisés: Números 11:4-6, 10-17.

¿Qué versículos de la Biblia pueden ayudarlo a combatir los pensamientos suicidas? y que muestran que Dios se preocupa por usted:

“Jehová está cerca de los que están quebrantados de corazón; y salva a los que están aplastados en espíritu” (Salmo 34:18). “Cuando mis pensamientos inquietantes llegaron a ser muchos dentro de mí, tus propias consolaciones empezaron a acariciar mi alma” (Salmo 94:19)

Versículos que muestran que Dios entiende su dolor:

“Has visto mi aflicción; has sabido acerca de las angustias de mi alma” (Salmo 31:7). “Durante el tiempo de toda la angustia de ellos le fue angustioso a él. [...] En su amor y en su compasión él [...] procedió a alzarlos” (Isaías 63:9).

Versículos que muestran que Dios quiere que se acerque a él y que le cuente cómo se siente:

“No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración [...], dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales” (Filipenses 4:6, 7). “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8).

Versículos que muestran que Dios puede darle fuerzas:

“Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder” (Filipenses 4:13).

“No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré” (Isaías 41:10)

¿Qué podemos hacer si un amigo nos dice que ya no quiere vivir?

Tome en serio los comentarios que haga su amigo sobre suicidarse. Anime a su amigo a hablar, trate de que diga todo lo que siente (Proverbios 20:5). Cuando las personas hablan de sus pensamientos suicidas, es menos probable que se quiten la vida.

Escuche con empatía. Sea “presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar” (Santiago 1:19). Tome en cuenta que la angustia y la depresión pueden hacer que una persona hable sin pensar (Job 6:2, 3). De modo que, si un amigo dice algo precipitado o poco amable, no reaccione mal ni se ofenda.

Consuele con sus palabras. La Biblia nos anima a consolar a los que están deprimidos (1 Tesalonicenses 5:14). No le reste importancia a los sentimientos de su amigo. Respete lo que siente y por qué lo siente. Dígale que él es muy importante para usted.

Hágale entender a su amigo que necesita ayuda. Proverbios 13:10 dice que la sabiduría está con los que piden consejo. Si su amigo tuviera una enfermedad física grave, usted lo animaría a ir al médico. Los pensamientos suicidas pueden ser síntoma de una enfermedad mental o emocional. Así que insístale en que busque ayuda profesional. Incluso ofrézcase a acompañarlo.

Muestre que lo quiere. La Biblia dice: “Un compañero verdadero ama en todo tiempo, y es un hermano nacido para cuando hay angustia” (Proverbios 17:17). Usted no puede borrar ni los problemas ni los pensamientos suicidas de su amigo. Pero, si le confirma que cuenta con su apoyo y cariño, puede ayudarlo a seguir adelante y a ver que las cosas pueden mejorar.

¿Y si ya he intentado suicidarme?

Es comprensible que tal vez tenga sentimientos de culpa o vergüenza. Quizás piense que nadie comprende por qué quiso quitarse la vida ni la angustia emocional que sufre en este momento.

La Biblia dice que nadie puede comprender totalmente los sentimientos de otra persona. De hecho, dice que cada corazón conoce su propia amargura (Proverbios 14:10; 1 Reyes 8:38). Aunque nuestros familiares y amigos pueden consolarnos hasta cierto grado, su ayuda es limitada. Pero, de una cosa puede estar seguro, usted no está solo. Dios conoce nuestro corazón (2 Crónicas 6:30). Jehová conoce las razones que lo llevaron a pensar que el suicidio era la única salida. También entiende sus sentimientos, que, como se dijo, pueden ser de culpa o vergüenza (Salmo 139:1).

Es cierto que para Dios la vida es muy valiosa, pero está dispuesto a perdonar a quienes han llegado a pensar en quitarse la vida (Salmo 86:5). Sabe que muchas personas que intentan suicidarse en realidad no quieren acabar con su vida, sino acabar con su dolor. Jehová puede ayudarnos incluso si nuestro corazón nos condena, porque él “es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas” (1 Juan 3:19, 20). Sí, Jehová quiere ser para usted “el Padre de tiernas misericordias y el Dios de todo consuelo” (2 Corintios 1:3).

Si el impulso de quitarse la vida es intenso y ningún familiar o amigo puede ayudarlo en ese momento, llame a una línea telefónica para la prevención del suicidio o a un teléfono para emergencias.

Fuente: https://www.jw.org/es