Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

martes, 26 de diciembre de 2023

Los santos pueden beber?

“El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora; ninguno que por su causa yerre es sabio” Prov 20:1.

Esta nación rápidamente se esta convirtiendo en una sociedad empapada por muchos ciudadanos intoxicados. Ahora mismo, el alcohol es el becerro dorado moderno, y millones de personas, jóvenes y viejas, masculinas y femeninas, han sido seducidos por esto.

El abstemio, los prohibicionistas y todos aquellos que por años han peleado contra esta inundación de bebidas han sido burlados hasta que dejaron de existir. Nos reímos para escarnecer a las pequeñas damas anticuadas que salían a quebrar los barriles de whisky y cerraban barras y lugares parecidos, y hacían votos de abstinencia. Nosotros los liberados modernos, hemos convertido la bebida en algo popular. Ahora se considera sofisticado, urbano, y en onda beber socialmente. Trate de decirle “No” a la azafata del avión que te empuja la bebida desde que abordas hasta que desbordas del avión. “¿Qué quieres decir, no bebidas?” Ella te mira como si fueras algún loco por rechazar una bebida gratis.

En la actualidad, la gente se ofende cuando rechazas una oferta de bebida complementaria. Ellos tratan de hacerte sentir impropio porque no te unes a ellos, o que estas poniendo una actitud “mas santa que los demás.” Ni el Presidente Carter pudo sacar las bebidas de la Casa Blanca.

“No estés con los bebedores de vino,…” (Prov. 23:20). Para mí, la verdadera tragedia es que muchos que se llaman “Cristianos” ahora están bebiendo. Yo les llamo “santos que sorben,” porque así es como todo comienza – un sorbo a la vez.

Una encuesta reciente reveló que el 81% de todos los Católicos ahora beben y un 64% de todos los Protestantes. Estas sorprendentes cifras siguen aumentando cada mes. La actitud permisiva hacia la bebida social esta invadiendo progresivamente los círculos conservativos de la iglesia evangélica. He hablado en convenciones carismáticas donde miles de santos de Dios “llenos del Espíritu” levantaban sus manos en alabanza y adoración a Dios – y después de ser despedidos, un tropel de ellos salen al estacionamiento, abren el baúl de los autos y sacan cervezas en paquetes de media docena y los pasan a sus compañeros feligreses. Otros piden bebidas mezcladas con sus comidas en restaurantes, entre las secciones de alabanza. Ellos regresan a hablar con “lenguas picadas.”

“En sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, pero no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.” (Isaías 5:12).

El profeta Isaías tiene un mensaje para todo el movimiento carismático – tanto en los círculos Católicos como en los Protestantes. “Por tanto, mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento,... Pero Jehová de los ejércitos será exaltado en juicio; el Dios Santo será santificado con justicia.” (Isaías 5:13-16).

El profeta Óseas dijo, “Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.” (Óseas 4:11). Esto sugiere que los santos que sorben tienen los corazones divididos. Las personas llenas del Espíritu reclaman que son “reyes y sacerdotes” al Señor. La Biblia declara enfáticamente, “...no es digno de reyes beber vino, ni de príncipes darse a la sidra; pues quizá bebiendo olviden la Ley...” (Prov. 31:4-5).

El escritor de Proverbios sugiere que cristianos vencedores y felices no necesitan vino, eso es solo para los deprimidos y moribundos. “Dad la sidra al desfallecido y el vino al de ánimo amargado:..” (Prov. 31:6). Una refinada dama cristiana me escribió diciendo: “Somos buenos cristianos que asistimos a la iglesia. Amamos al Señor y no vemos nada malo en servir vino en nuestro hogar. Bebemos moderadamente y nuestros hijos están aprendiendo a beber bajo nuestra supervisión. Ellos no se exceden. Nunca hemos visto a nadie borracho en nuestro hogar.

“Usted simplemente esta tratando de hacernos sentir culpables y esta empujando su moral fundamentalista sobre nosotros. Nosotros no fuimos criados bajo los tabúes legalistas como evidentemente lo fue usted. ¡Francamente, señor, nuestro hábito de bebidas no es asunto suyo!”

Dios bendiga a esa querida dama – pero uno de estos días será asunto mío. Comienza a ser asunto mío cuando esos adolescentes salen con sus amigos y se emborrachan.

Justo hoy, una de mis estudiantes, una alcohólica convertida, me contó como ella se volvió una borracha. Sus padres la enseñaron a beber moderadamente. En fiestas, cumpleaños y cuando llegaba visita, todos participaban de una bebida social. La servían con la comida. Ella admiraba y amaba a sus padres. Ellos despreciaban la borrachera, sin embargo, tenían un bar en la casa. Esta jovencita comenzó a ir a fiestas de adolescentes y comenzó a beber socialmente con su grupo. Eso la llevo a beber en clubes. Pronto se estaba emborrachando en camionetas estacionadas. Finalmente, cuando los problemas se le amontonaban, ella comenzó a depender excesivamente del vino. Termino en una institución mental, una alcohólica intransigente.

Esa misma historia me la repiten una y otra vez de costa a costa. Cuántas veces la he escuchado, “Yo consideraban a mis padres cristianos. Ellos iban a la iglesia. Pero siempre servíamos vino o cerveza en casa. Mi hermano mayor bebía moderadamente y él era mi héroe. Yo bebía para ser como mis padres y como mi hermano mayor, pero no podía controlarlo. Pero ellos me hacían pensar que beber es algo que toda gente buena hace.”

¿Tengo algún prejuicio? ¿Tengo la mente cerrada? ¡Por supuesto, que sí! Y tengo razón para serlo. Mi propio hermano, hijo de un ministro comenzó a beber cerveza moderadamente – solo para ser sociable con sus amigos. Terminó un bebedor, dejó a su esposa y sus bellos hijos para seguir el vicio. Gracias a Dios que esta salvo hoy y regresó con su familia.

Pero yo envié a mi hermano Jerry con un equipo de convertidos a Europa a testificar de lo que Cristo hizo libertándolo del poder del alcohol. Los cristianos en Europa se regocijaron en los testimonios de liberación de las drogas y la prostitución – pero ellos no quisieron escuchar una palabra de la liberación de Jerry del alcohol. ¿Por qué? Porque los cristianos europeos tragan vino y cerveza como agua. Eso rompió mi corazón. He escuchado todas las excusas por la bebida entre los cristianos en Europa – y no puedo aceptar ninguna de ellas. Culpan el agua impura. Dicen que es parte de su cultura y costumbres. Ellos beben “porque siempre lo han hecho.”

Cuán profundamente ofendidos estuvieron los pastores en Paris, Francia, cuando me negué a tomar su vino. ¡Misioneros americanos, quienes adoptaron las costumbres europeas, me dijeron que debo hacer “como hacen los parisienses, mientras este en Paris!” Sin embargo, cuán profundamente herido estaba yo cuando algunos de estos mismos ministros estaban tan borrachos que se no podían mantener despiertos durante mi cruzada. Existe un nivel alarmante de alcoholismo y bebidas fuertes en círculos cristianos en Europa. ¡Ellos se emborrachan! ¡Ellos no son moderados! Ningunas de sus excusas sirven. Y que falsedad en los cristianos Americanos que beben “solo en Europa.” ¡Ellos no tocan una gota aquí en los Estados, pero ellos creen que es “gracioso” unirse con los hermanos allí y sorber unos cuantos!

¡Estoy profundamente ofendido por cristianos que beben por el terrible ejemplo que les da a la gente joven! Esta nación ahora esta enfrentando una plaga de bebida entre los adolescentes. Las dos palabras más populares en la escuela hoy son “navegar y tomar.” La borrachera se esta extendiendo en nuestras escuelas como reguero de pólvora fuera de control. Los muchachos me dicen que como el 80% de su clase no solo bebe, sino que se emborrachan hasta caer. Estamos enfrentando más de un posible millón de jóvenes alcohólicos el año que viene.

He estado ayudando a drogadictos por 20 años. Pero esta furia de bebidas que ahora esta barriendo nuestra nación me asusta. ¡Ellos beben ahora porque piensan que el alcohol no les hará el efecto que las drogas! La bebida ahora es la “droga liquida” de preferencia. Dondequiera que ves a los adolescentes emborrachándose, ellos dicen – “Ningún policía, ningún pariente, ningún político nos puede molestar – porque todos ellos lo están haciendo también. ¡Finalmente encontramos algo que no nos pondrá detrás de las rejas!”

No quiero involucrarme en el antiguo argumento de la Biblia y el vino fermentado comparado con el jugo de uva. Pero mientras más veo a estos jóvenes, explotados y quebrantados – más convencido estoy que Jesús no se mofó de esa muchedumbre en la fiesta de bodas en Canaán con la misma cosa que está destruyendo a nuestra juventud hoy en día. ¡Cristo vino a cumplir la ley! La ley dice, “el vino es escarnecedor... ninguno que por su causa yerre es sabio” ¿Estaba Cristo engañado? ¿Serviría él una bebida que llevaría al hombre a salir borracho de la fiesta a calentar a su esposa? Y en la corte le preguntarían a ese hombre, “¿Cómo llego a estar tan borracho?” Y el hombre culpado contestaría, Estuve en un banquete de bodas y Jesús de Nazaret sirvió una bebida fuerte. Él me emborrachó.”

Yo no puedo concebir que Jesús burlara a esa muchedumbre y serviría una bebida que pudiera ser abusada si se tomaba sin moderación. Yo creo que el elixir que Jesús sirvió fue el jugo puro de la viña – ¡un ponche sobrenatural tan lleno de la verdadera mezcla de la naturaleza, que era único y un cambio aceptado! ¿Añadiría Jesús alcohol al contenido de Su bebida sobrenatural y hacerle “picar” cuando la ley dice – “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa, se entra suavemente…” (Proverbios 23:31)?

Eso fue escrito por un rey que “se había entregado al vino” (Ec. 2:3). Y Cristo, nunca, nunca les hubiese dado vino a sus invitados que fuera intoxicante. Pablo también conocía la ley. Él reverenciaba la sabiduría de Salomón. ¡El jugo puro de la uva es bueno para la salud! Es nutritivo. Pero el vino fermentado ya no es nutritivo, según un doctor amigo mío quien es bien leído sobre el tema. ¿Cómo Pablo podía recomendar bebida alcohólica cuando la ley que él respetaba advertía, “…no estés con los bebedores de vino…”?  Pero el verdadero asunto no es si el Nuevo Testamento se refiere a vino fermentado o al jugo de uva. El verdadero asunto es el abuso tan prevalente en la actualidad. Salomón tuvo tres mil esposas. En un tiempo, Moisés permitió el divorcio. ¡Dios guiño! Pero Dios no guiña cuando sus leyes son tan pervertidas y abusadas. Mira hasta donde nos ha llevado nuestro permisivo: a los llamados clubes cristianos, donde aparece la cerveza y baile a música cristiana. “Cristianos” que ‘rockean’ y beben. “…si acaso beben y olvidan la ley...”

Estamos olvidando las leyes de Dios, las mismas leyes que Jesús dijo que él vino a cumplir. Ahora permitimos que un sacerdote lesbiano sea ordenado en la iglesia Episcopal. Los homosexuales no solo hacen alarde de sus pecados, ellos audazmente buscan reconocimiento y el poder en la iglesia.  Existe un millón de divorcios este año. Diez millones de niños son victimas de hogares rotos. Existe baile desnudo en algunos santuarios de iglesias. Ministros liberales se mofan de los estándares bíblicos pasados de moda. Ellos ahora les dicen a nuestros hijos, “La masturbación es un regalo de Dios para aliviar tus tensiones.”

Y el desorden de todos, algunas de nuestras agencias de iglesias han estado sirviendo como frente para anarquistas comunistas y contra Dios quienes buscan destruir la democracia – usando el dinero de misiones de la iglesia para involucrarse en actos de violencia secretos.

Los cristianos, ¿beben por ignorancia? ¿Es que nadie los ha retado con la Palabra de Dios? ¿Es que estos nuevos convertidos del movimiento Jesús beben para demostrar que son liberados y no están bajo la ley?  Una joven, miembro de una comuna de amor cristiano, me escribió recientemente y dijo, “Claro, todos bebemos. ¡Jesús lo hizo, Pablo también! La Biblia no esta en contra de eso. Nuestros líderes beben moderadamente. Ellos son buenos maestros Bíblicos y viajan, hablando en reuniones de jóvenes.” Si – y por cierto yo sé que algunos de ellos fuman también. Ellos mezclan a Jesús con su música de rock pesada, y solo Dios sabe donde termina su compromiso.

Ellos parecen creer que con tan solo añadir la palabra “Jesús” a cualquier cosa lo santifica y lo arregla todo. Tu dirás – “¡No juzgues, David! ¿Y la viga en tu propio ojo?” No soy el juez de nadie. No me he colocado como algún vocero de algún grupo. Pero Pablo dijo, “Nosotros juzgamos los de dentro – Dios juzga a los de fuera.” ¡Es tiempo que llamemos a juicio! ¡Es tiempo que todos los cristianos bebedores sean retados! Es tiempo que el Espíritu Santo exponga la actitud disoluta, descuidada y “todo vale.” Si es malo que mis alcohólicos, drogadictos y prostitutas convertidos beban, aun moderadamente, entonces es mortalmente mal que cristianos maduros beban y les den un ejemplo pobre a ellos.

Y me siento muy cansado y espiritualmente indignado cuando los cristianos bebedores vuelven con – “Ah, tú eres un fundamentalista, atado a la ley, un moral bonachón. Nosotros los cristianos liberados estamos libres en Cristo. No estamos bajo la ley. No seremos atado por tus ataques a nuestra libertad.”

Eso ofende todo lo que en mi anhela devoción y santidad. Eso ofende a todo joven convertido a quien Dios ha convencido de hábitos pasados de bebida. Y la Biblia dice – “Y cualquiera que haga tropezar a algunos de estos pequeños que creen en mi, mejor fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! (Mateo 18:6-7).  Me niego a dejarme vencer por las crecientes presiones de mundanalidad – ¡disfrazada de libertad espiritual! ¿Qué nos ha pasado, santos de Dios – cuando nos podemos sentar libremente sin reprender la rápidamente podrida moral en la casa de Dios?  Yo creo en la gracia libre, pero no en el libertinaje. Yo creo en la impuesta rectitud de Cristo, por fe. Pero también creo que la santidad de Dios exige que nosotros “no toquemos lo inmundo.”

También creo que los ministros que fuman no están siendo honestos con Dios. Estos “profetas que resoplan” se niegan a practicar lo que predican. Y los ministros que beben son un reproche al nombre y poder de Dios.  No es un esfuerzo condenar a los verdaderos ministros del evangelio. Pero, nosotros como ministros y padres, ¿cómo podemos pedirles a nuestros hijos que dejen las drogas y el alcohol, si nosotros no limpiamos nuestras propias vidas – y somos un ejemplo de Cristo?

A veces, solo por un momento fugaz, pienso en mi mismo, “A lo mejor yo soy el equivocado. A lo mejor estos nuevos cristianos que ‘rockean’, fuman, beben y quienes vuelven a sus lugares favoritos a cantar, a entretenerse y a actuar – a lo mejor ellos han visto algo en Dios que yo aun no he visto. Quizás todos estos cambios rápidos no son compromiso, sino una señal de madurez y crecimiento. Quizás soy muy anticuado – demasiado fuera de las cosas para no reconocer alguna cosa nueva que Dios esta haciendo.”  Pero entonces comienzo a comparar los sonidos bulliciosos de su música con las viejas canciones como “La Vieja Cruz,” y “Santo, Santo, Santo.” ¡Entonces quiero llorar! Los veo volver a esos clubes llenos de humo para entretener a la borracha multitud con la farsa de que llevan a Jesús con ellos, y entonces los comparo con todos los millones del pueblo de Dios a través de los siglos desde los mártires hasta los adictos y miembros de gangas convertidos de hoy, quienes dejaron el mundo y todas sus asociaciones para tomar el reproche de Cristo. Comienzo a gemir por esos cristianos comprometidos. Yo sé que no estoy equivocado.

Por favor, ¡no te enojes conmigo! Si tú eres uno de los santos que beben a sorbos – no permitas que tu herida o rabia te roben de la verdad. Si te sientes molesto con este mensaje de separación – probablemente es porque Dios ya te ha convencido – y ahora él quiere que disfrutes de completa libertad.  Ora para que Dios lo ponga en el corazón de ministros por toda la nación – para tomar una posición audaz en sus pulpitos contra esta insidiosa tendencia.

¡Ora por nuestros adolescentes! Las presiones en ellos para que beban con los demás esta empeorando diariamente. Ellos necesitan ser animados a tomar su posición y resistir, a no ser que sean arrastrados por este torbellino de borrachera.  Aunque no te sientas “convencido” – ¡abstente por la sencilla y poderosa razón de poner un ejemplo ante la juventud!

“¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde? ¿Para quién lo amoratado de los ojos? Para los que se detienen mucho en el vino, para los que van buscando la mistura. No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en la copa. Se entra suavemente; mas al fin como serpiente morderá, y como áspid dará dolor. Tus ojos mirarán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.” (Proverbios 23:29-33).

Fuente: https://www.worldchallenge.org/

viernes, 8 de diciembre de 2023

De las tinieblas a la luz

Mi nombre es Nicki Cruz. 

Nací en una familia unida por brujería. Mi padre era un sacerdote satánico, mi madre era una bruja. Mis padres estaban profundamente inmersos en el chamanismo y la magia negra.

Cuando nací, fui criado y dedicado a Satanás, mi cabeza fue ungida con sangre. Heredé el manto de mi padre, así que se convirtió en una maldición para mi vida.

Cuando era niño, nunca recibí un solo beso de mi madre, ni la besé. Sentí que morí cuando tenía ocho años cuando oí a mi madre decir que no me amaba. No sentí afecto y me golpearon brutalmente varias veces hasta que tuve ocho añosMuchas veces estoy inconsciente en un charco de sangre.

A los 4 años me quería matar

Sabes que cuando tu madre te llama "freak", "bastardo" realmente duele. Finalmente me di cuenta de que ella no me amaba y la odiaba por eso. Eso. Grité con el corazón roto que preferiría que me llamaran "nada" antes que que me llamaran su hijo. La última vez que me abofeteó yo tenía 8 años, juré que nunca amaría a nadie y volvería a llorar en mi vida. A la edad de quince años terminé en Nueva York en la pandilla Mau Mau llamada así por una tribu africana sedienta de sangre.

La pandilla se convirtió en mi "familia" que nunca tuve.

Una familia de hooligans que sacan su fuerza unos de otros y se cuidan unos de otros.

Nueva York es una ciudad donde tienes que tener ojos en tu cuello. Se trataba de sobrevivir. Tenías que acatar las leyes de la jungla. Y la bestia no sabe la diferencia entre el bien y el mal. La bestia debe ser asesinada para sobrevivir. Siempre podía recordar la voz de mi madre agarrando mi pelo y golpeando mi cabeza contra la pared para que la sangre fluya.

Intenté mirarle a los ojos como bolas de fuego para ver algo humano pero todo lo que vi fue frialdad y odio. Y escuché "No eres mi hijo, no te amo. "¡Fuera de mi vida, no quiero verte! " Pandilla, sabía que iba a morir joven, pero en mi vida ya estaba muerto. Morí cuando tenía ocho años cuando mi madre dijo que no me amaba.

A los 16, lideré esa banda yo mismo en Nueva York.

Caí en las profundidades del infierno, pensé en el suicidio muchas veces. Cuando la policía me arrestó, estaba aislado de todos los demás prisioneros porque era peligroso.

La corte me ordenó ver a un psiquiatra. Finalmente conocí al Dr. Goodman. Me llevó a uno de los peores hospitales de la historia. Un hospital muy famoso para locos. Luego me llevó a otra clínica psiquiátrica en Manhattan. Seis meses después, cuando estábamos caminando con él por la calle, directamente me dijo: "¡Solo tienes frío! Intenté infiltrarme en ti, golpearte en el pecho para obtener algún tipo de respuesta emocional. Pero estás completamente sin vida, eres muy peligroso. "Y me dijo que no hay nada que pueda hacer por ti Nicki! Vas directo a la cárcel a la silla eléctrica. Vete a la mierda. Y no hay esperanza para ti. Estás muerto ' .

¡Pero por la gracia de Dios estas palabras no sucedieron!

Dios se convirtió en mi última esperanza y en mi miseria me encontró. Nunca pensé en Dios en mi infancia hasta que de repente este hombre, el pastor David Wilkerson, cayó del cielo a nuestro barrio. La policía le advirtió: "Te van a matar. Esta jungla, este es un campo de batalla, todo lo que tenemos que hacer es venir a buscar tu cuerpo. "

Wilkerson les respondió con gran convicción: "¡Dios estará conmigo! "La policía dijo, ""Esperamos que vaya contigo porque nosotros no vamos! "" "

Este hombre fue usado por Dios. Cuando no mostré interés en nadie, Dios mostró interés. Puso gran amor en el corazón de este hombre y lo trajo a la ciudad más grande de Nueva York con un mensaje de esperanza. Justo dos semanas antes de esto, mi psiquiatra dijo: "¡Nicky, estás pisando la silla eléctrica y vas a ir al infierno! "

Pero Wilkerson dijo "¡no, no lo es! “Es el cielo, es Dios. Es Jesucristo quien murió por tus pecados, quien dio su vida por ti, al igual que tú estás dispuesto a dar la vida por tus amigos, pandilleros, novios y amigas.”

Hay un Dios que es verdaderamente el Dios vivo su nombre lo recordamos Pero cuando uno de ustedes muere - nadie se acuerda de ti, ya no estás allí. Pero Jesús siempre está ahí. ¡Él no se está muriendo! "Y esta es la noticia más importante que David Wilkerson me ha dado. Y me acerqué a él y empecé a golpearlo.

No lo dejaría ir. No podía deshacerse de mí tan fácilmente. Lo maldije, a su Dios y a todo en este mundo.

Como un animal salvaje, salté sobre él, agarré su pelo y comencé a golpearle la cabeza contra la pared. Justo como mi madre me hizo a mí. Pero este tipo, ignorando el dolor y la sangre, dijo en medio de la calle, en presencia de trescientos testigos, "Nicky, no tengo miedo. "Vine aquí para darte las noticias del cielo. ¡Vine a decirte que Nikki Jesús te ama! "Y cuando me dijo eso, me retiré. "

Tengo mis ojos en él. Y él dijo: "Si quieres, puedes matarme. "Y sé que puedes. Pero incluso si me matas y me cortas en mil pedazos y los esparces por la calle, recuerda: cada pieza te gritará: Nicki, ¡Jesús te ama! " Esto me golpeó duro. Se sintió como un ataque en el corazón. Dos semanas después fui a escuchar a este hombre.

No fui solo, traje 70 tipos de seguridad para escuchar a este flaco.

Para mi gran sorpresa, dos mil personas ya estaban allí. Doce pandillas. Vinimos preparados. Vine con una pistola cargada calibre 22.

Y esa noche durante siete minutos, a pesar de que estaba tan inquieto, drogado, siete minutos después algo me pasó esa noche. Wilkerson contó por qué Jesús vino a la tierra. Lo que realmente me conmovió fue la crucifixión de Jesucristo Los primeros minutos me parecieron aburridos. Pero entonces vi a Jesucristo crucificado delante de mis ojos, tan vivo que pensé que estaba allí, y lo vi morir.

Y esto me ha tocado profundamente. Me sorprendió la perseverancia de Jesús. Lealtad a la amistad. Él, Jesús, amigo, el mejor amigo que jamás podrías tener. No es un político mentiroso que promete mucho y no cumple. Él te promete vida eterna. Prometió morir por ti - y lo cumplió. Y admiro a un Jesús como ese.

Fue la primera vez en mi vida que sentí respeto por alguien. Y este honor me hizo arrodillarme ante mi salvador Jesucristo.

¡Gloria a Jesús! "

Hoy, Nicky Cruz viaja por el mundo, ministrando y predicando el evangelio.

La antigua insensible "bestia" enseña a la gente sobre el perdón y el amor. Es el fundador del "Ministerio de Nicki Cruz" que ayuda a los jóvenes a abandonar una vida de crimen y recurrir a Cristo y servirle.

Pastor Cruz es también autor de muchos libros, incluyendo un bestseller, "Run, Baby Run."

Fuente: Facebook

miércoles, 6 de diciembre de 2023

Pecan los Cristianos?

Los cristianos pecan después de haber conocido a Dios?

Una lectura rápida a través de la pequeña epístola de primera de Juan revela una cantidad de versículos que parecen ser contradictorios. Por ejemplo, en 1 Juan 1:8,10 el autor asegura a sus lectores que toda la gente ha pecado. En el capítulo 2:1, Juan parece indicar que incluso los cristianos pecan y por ende necesitan a Jesucristo como su abogado. 

Aunque, en el capítulo 3:6 Juan dice: “Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido”. En el versículo 8 del capítulo 3, Juan escribe: “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio”. Y el versículo 9 declara: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Steve Wells, en su libro, The Skeptic’s Annotated Bible (La Biblia Anotado del Escéptico), escribió concerniente a estos versículos en el capítulo 3: “Anteriormente en esta carta (1:8,10) Juan nos asegura que todos pecamos. Aunque en estos versículos declara que los cristianos no pecan” (Wells, 2003).

¿Son estos versículos ejemplos de contradicciones en la Biblia? Si no lo son, ¿qué significan? ¿Pecan los cristianos, o no?

Las respuestas para estas preguntas realmente son más simples de lo que pueda parecer a primera vista. Cuando comparamos otras traducciones del capítulo 3 versículos 6,8 y 9, vemos que la redacción griega real de estos versículos constituye una diferencia principal en el entendimiento de los pasajes. R.C.H. Lenski tradujo el capítulo 3:6 como sigue: “Todo el que permanece en él no continúa en el pecado. El que continúa en el pecado no le ha visto, ni le ha conocido” (1966, pp. 457-458, énfasis añadido). Lenski tradujo el versículo 9: “Todo el que ha nacido de Dios no continua cometiendo pecados, porque la simiente de Dios permanece en él, y el no puede continuar en el pecado porque es nacido de Dios” (p. 462, énfasis añadido). La Nueva Versión Internacional traduce el capítulo 3:6: “Todo el que permanece en él, no practica el pecado. Todo el que practica el pecado, no lo ha visto ni lo ha conocido” (énfasis añadido).

Lenski explicó que 1 Juan 3:6,9 usa una construcción griega llamada presente durativo, la cual debe ser traducida como “no continúa pecando” (pp. 458,462). Entonces, Juan no está diciendo algo diferente en estos versículos de lo que dijo Pablo en Romanos 6:1,2, cuando declaró: “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”. Otros numerosos pasajes enseñan que los cristianos pecarán, incluso cuando ya hayan sido lavados en la sangre de Cristo (cf. Romanos 7:14-25; Filipenses 3:12,13). Sin embargo, Juan está diciendo que cualquier persona que rebeldemente continúa pecando, haciendo del pecado su manera de vida usual y habitual, no está siguiendo a Dios. En 1 Juan 3:9, el presente infinitivo griego expresa la idea de pecar habitualmente sin remordimiento. En términos más prácticos (para ofrecer un ejemplo), es una cosa que un cristiano tropiece y cometa un acto de inmoralidad sexual por el cuál él o ella se arrepiente; pero es otra cosa completamente diferente que una persona viva prostituyéndose y clame “tener comunión con el Padre” (1 Juan 1:6).

Por tanto, fácilmente se demuestra que no existe discrepancia entre los versículos bajo discusión en 1 Juan. Además, es reconfortante saber que cuando los cristianos pecamos, “abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1).

Fuente: apologeticspress.org