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viernes, 16 de diciembre de 2022

Los reyes magos ¡existieron o son un mito?

Las cinco grandes mentiras históricas sobre los reyes magos que te han hecho creer durante décadas

Las leyendas sobre Melchor, Gaspar y Baltasar son incontables. Se dice que eran tres, que uno de ellos era negro y que eran magos... ¿Cuáles son reales y cuáles no?

Quedan pocas (muy pocas) horas para que Melchor , Gaspar y Baltasar comiencen el largo viaje que les llevará por todas las casas españolas. Y no solo a repartir regalos, sino también ilusión y emoción entre los más pequeños. Todos sabemos que, esta noche, todo es posible. No obstante, en la actualidad son pocos los que saben dónde se separan tradición e historia en lo que respecta a Sus Majestades , los Reyes Magos . ¿Eran tres astrólogos persas que visitaron Belén? ¿Qué pasó con ellos después de que entregaran sus presentes?

El origen de la leyenda de Sus Majestades lo encontramos en la Biblia. Su artífice fue, para ser más exactos, Mateo . El Apóstol fue el único de los autores del libro sagrado que dejó constancia de la existencia de estos personajes en las crónicas. En sus textos afirma que, después de que Jesús naciera en Belén «vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle». No señalaba, por tanto, ni el número concreto de Sus Majestades, ni su raza.

Si el apóstol no hizo referencia al número exacto de Reyes Magos que llegaron a Belén... ¿Por qué la tradición dicen que son tres? El nacimiento de este mito se lo debemos al «Liber Pontificalis» (una recopilación fechada en el siglo IX de varias historias y leyendas relacionadas con la religión catolica). La cifra (basada en las creencias populares) fue oportuna y -presumiblemente- nació debido al número de regalos citados por el apóstol. Todo ello, sumado a la relación que tenía el número con la Santísima Trinidad. Así lo afirma el investigador histórico Omar López Mato en su obra «A su imagen y semejanza. La historia de Cristo a través del arte».

Por su parte, el historiador José Javier Azanza López ofrece (en su dossier «¡Ya vienen los Reyes! Historia, leyenda y arte en torno a los Magos de Oriente» ) una nueva visión del origen de la cifra. Según él, la cifra vendría del siglo III: «En cuanto a su número, si bien existen versiones que recogen entre dos y sesenta magos, en el siglo III el teólogo Orígenes indicó que los Reyes Magos eran tres, número que acabó por imponerse atendiendo a razones bíblicas, litúrgicas y simbólicas, y que fue confirmado por la Iglesia en el siglo V mediante una declaración del Papa León I el Magno en sus Sermones para la Epifanía».

Con todo, esta teoría es solo una de las muchas existentes. Así lo afirma Ariel Guiance (de la Universidad de Buenos Aires) en su dossier «La polémica antijudía en la Castilla Bajomedieval: la historia de los Reyes Magos». En palabras del experto, la tradición oriental habla de 12 magos, mientras que Occidente de 3: «Este número aparece en el Evangelio del Pseudo Mateo y en el Evangelio armenio de la infancia».

Se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar

Una controversia similar existe con el nombre de Sus Majestades. Estos se popularizaron el siglo IX también gracias al «Liber pontificalis». En dicha obra, se estableció que eran Melchor (« Melchior »), Baltazar (« Bithisarca ») y Gaspar (« Gathaspa »).

No obstante, Azanza afirma que ya habían sido nombrados de esta forma antes: «Los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar aparecieron por primera vez en el Evangelio Armenio de la Infancia del siglo IV ; pero no serán aceptados definitivamente hasta su inclusión en el “ Liber Pontificalis”, fechado a mediados del siglo IX».

Eran magos

Otras de las controversias que se han generado a lo largo de los años es la utilización de la palabra «magos» por parte de Mateo. Son muchos los expertos que consideran que este término tenía otras acepciones en la época. Uno de ellos es Joao Scognamiglio , autor de «Lo inédito sobre los evangelios» Este afirma en su obra que «el nombre magos no debe ser entendido con las connotaciones de nuestro tiempo, pues en aquella época significaba personas de cierto poderío y que se distinguían especialmente en los conocimientos científicos, sobre todo astronómicos».

El historiador de la religión cristiana James Dixon Douglas es de la misma opinión. señala que, en aquellos años, la palabra mago hacía referencia a una «casta religiosa entre los persas» con gran devoción por la astrología.

Las cinco grandes mentiras históricas sobre los reyes magos que te han hecho creer durante décadas

El término, no obstante, fue adquiriendo la connotación actual aproximadamente un siglo después, cuando empezó a aplicarse universalmente «a los adivinos y a los exponentes de cultos religiosos esotéricos». «Lo más probable es que fueran sacerdotes y astrólogos originarios de Babilonia o Persia , dado que ambos eran grandes centros astrológicos donde los magos eran una casta sacerdotal con mucha influencia», completa Azanza.

Con todo, y como sucede en todas las historias con siglos a sus espaldas, también existen algunos autores como Morton Smith que creen que realmente eran hechiceros.

Venían de Oriente y eran reyes

En todo caso, la primera es la más aceptada y, además, es una teoría que desvelaría otro de los grandes misterios: el enigmático origen de estos Reyes (pues serían persas ). Y es que, una de las primeras veces que se oye hablar de su procedencia es en siglo VII, cuando se dejó escrito en el «Evangelio armenio de la infancia» que Melchor reinaba sobre los persas, Baltasar sobre los indios, y Gaspar, sobre el país de los árabes.

Dixon es partidario también de esta idea: «No se sabe nada de su tierra natal, pero la teoría de que vinieron de Arabia Félix (Arabia del sur) es muy probable». De ser cierto los cabos estarían atados, pues en esa región se practicaba habitualmente la astrología.

Tampoco dice nada Mateo sobre que estos «magos» fueran reyes. ¿Por qué, entonces, la tradición les ha entregado la corona? El culpable de ello es Quinto Septimo Tertuliano . Este escritor romano -padre de la Iglesia allá por el siglo III- llegó a la conclusión de la nobleza de dichos personajes tras leer el Salmo 72 (incluido en uno de los libros sagrados). En él se explicaba lo siguiente: «Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes». Blanco y en botella para el religioso, quien (basándose en esta frase) empezó a denominar a estos personajes «Reyes».

La adoración de los Reyes Magos

Como la magia no era bien considerada por la religión, este apelativo hizo que nuestros protagonistas fueran bien aceptados. Por enésima vez, el ya archiconocido Santiago de la Vorágine logró popularizar esta idea en «La leyenda dorada». Concretamente, el autor dejó escrito que los magos «eran al mismo tiempo reyes y magos» y que, en su país de origen, solían subir a la cima de una montaña para observar los astros.

Baltasar era negro

Como última curiosidad relacionada con los Reyes Magos, cabe destacar que a Baltasar no se le representó como un rey de tez negra hasta el siglo XV. Antes, y tal y como señala Omar López Mato en su obra, fueron mostrados con aspecto occidental y considerados como los descendientes de Noé.

Sin embargo, a partir del siglo XV todo cambió. «Con la intención de simbolizar la universalidad del cristianismo , se diferenciaron e individualizaron; de esta manera, cada uno adquiere rasgos propios que los asocia con las tres edades de la vida y con las tres partes del mundo entonces conocidas: Europa , Asia y África . ¿En qué momento aparece el rey negro en el arte cristiano? Aunque pueden considerarse algunos antecedentes aislados, la Edad Media ignora esta referencia condicionada por el rechazo al color negro que pasaba por ser el del demonio y el infierno. La figura del rey negro sólo se volvió habitual a finales de la Edad Media, y se impone a lo largo del siglo XV, tanto por el gusto creciente por lo exótico, como por las razones simbólicas indicadas».

Fuente: https://www.abc.es/historia