Testimonio del poder y la misericordia del Dios Altísimo. Pastor Yozzia (Argentina)
Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
Hace un par de semanas, nuestra hermana Rosaura, nos vino a buscar cuando estábamos realizando la reunión del día domingo por la mañana, porque había tenido serios problemas con su hermano Esteban, por el cual veníamos orando. La noche anterior ellos habían salido a cenar con un primo que es de la prefectura argentina, y cuando regresan a su casa, a la madrugada, ya habían observado que los ojos de Esteban estaban enrojecidos. Luego de retirarse a descansar, al poco tiempo, nuestra hermana, escucha los gritos de su primo que la estaba llamando porque Esteban estaba desesperado porque no podía ver nada, y aunque se había sacado los lentes de contacto que tenía puestos, sentía que sus ojos le dolían muchísimo y no podía ver.
Daba puñetazos y patadas a su primo, el cual escondía su arma reglamentaria porque tenía temor de que se la quisiera sacar para matarse. Rápidamente lo llevan al hospital, del cual lo envían a una óptica privada porque ellos no tenía guardia oftalmológica; allí le dicen que tenía ÚLCERAS EN LOS OJOS, y que no iba a poder ver por tres o cuatro días. Regresan a la casa, y media hora después, cuando se estaba durmiendo, otra vez los gritos desesperados de Esteban que no soportaba el dolor, que se quería matar, rompía todo en la casa, pedía por su madre, se revolcaba por el piso con movimientos similares al de una serpiente.
Angustiados, no sabían si llamar al 911 (policía) o a una asistencia médica; y estando en esa angustia, nuestra hermana decidió venir a la iglesia a buscar a los pastores para que fuésemos a ayudar a su hermano. Entre tanto, el vecino que es de la macumba le ofreció ayudarla; pero aunque vino no pudo hacer nada. Cuando llega y nos pide que vayamos a orar por su hermano, le dijimos que volviese a su casa y le preguntase si él quería, porque a la fuerza no se puede hacer nada; y que si le decía que si nos enviase un mensaje e inmediatamente iríamos, mientras tanto íbamos a estar orando. Cuando la hermana nos envía el mensaje diciéndonos que sí, que su hermano aceptó, de inmediato acudimos a su casa en medio de una copiosa lluvia, sabiendo, por la oración, que el Señor Jesucristo iba delante nuestro y que la victoria estaba asegurada; pues antes, en esa mañana, el Señor nos había dado el mensaje del “Endemoniado gadareno” (MARCOS 5:1-20) y del “Buen samaritano” (LUCAS 10:25-37), avisándonos lo que iba a pasar y que teníamos que acudir a ayudar a esta familia necesitada del poder divino.
Cuando llegamos, Esteban estaba en su habitación con un solo ojo vendado porque se había arrancado la venda del otro, se veía su rostro muy hinchado, su mandíbula estaba paralizada, le dolía la cabeza, el vientre, estaba con vómitos, y muy alterado, en fin, su estado físico y espiritual era crítico; pero cuando le ofrecimos oración dijo que sí, que ÉL CREÍA QUE DIOS LE PODÍA AYUDAR. En el mismo instante que comenzamos a orar se manifestó la Presencia del Espíritu Santo; el varón se quebrantó, su hermana también y todos podíamos sentir la Gloria de Dios en aquel lugar. El varón se reconcilió con Dios, porque era un apartado (Dios lo había liberado antes de haber estado en la macumba), y fue libre y sanado por la misericordia de Dios. A los pocos minutos, mientras compartíamos unos mates y hablábamos, ya podía distinguir que el Pastor tenía bigotes (siendo que tenía úlceras en los ojos y que no podría ver nada por 4 dias).
Después de un tiempo se quedó dormido, porque no había podido dormir en toda la noche. Unas pocas horas después regresamos a visitarle para ver como estaba. Y no solo ya se había sacado las vendas de los ojos, si no que veía perfectamente, pues él mismo cebó mates; sus ojos estaban ya completamente sanos, no había inflamación, ni siquiera estaban enrojecidos, LAS ÚLCERAS HABÍAN DESAPARECIDO; no le dolía ninguna parte de su cuerpo y estaba realmente como si nunca nada hubiese pasado. Esa tarde tenía que ir a curación y decidió no ir porque estaba seguro de que Dios le había sanado, pues la ciencia médica le había declarado que por tres o cuatro días no iba a poder ver. Ciertamente ni una huella había quedado de aquel accidente, y estaba completamente libre de todos los demonios que lo había atacado. Estaba completamente sano, tanto que al día siguiente viajó solo, a hacer trámites pendientes.
Lo mas asombroso, además de la Gloria de Dios que se manifestó en nuestro ahora hermano Esteban, es la Fe que tenía a pesar de que había congregado solo una vez, hace unos años atrás; nos recordaba al pasaje de la Biblia que habla de la Fe del centurión (LUCAS 7:1-10) que asombró a nuestro Señor Jesucristo. El siguiente domingo estuvo congregando en nuestra iglesia, contento, gozoso de lo que Dios había hecho en su vida y seguro de que ahora iba a hacer lo mismo por su mamá que iba a ser operada del corazón en la provincia de Corrientes. Le comento brevemente, a pesar de que su Mamá no es cristiana evangélica, por la fe de Esteban y Rosaura, la operación salió perfecta y solo estuvo tres días en terapia y su recuperación es un asombro para los médicos. Y no solo esto, si no que nuestro hermano Esteban pidió a Dios por todos los demás que estaban en terapia intensiva, y no quedó ni un paciente allí, todos fueron pasados a sala común.
ESTA ES LA FE QUE MUEVE MONTAÑAS Y NO ES PRIVATIVA DE LOS QUE TIENEN MUCHO TIEMPO CONGREGANDO, PORQUE ESTE VARÓN QUE SOLO HABÍA HASTA AHÍ CONGREGADO DOS VECES, TUVO TANTA FE QUE LA GLORIA DE DIOS SE MANIFESTÓ EN ÉL Y EN TODOS AQUELLOS POR LOS CUALES ÉL ORÓ A DIOS, PORQUE LO HIZO CON FE, NO TEMIENDO NADA; Y LA FE ES LO QUE AGRADA A DIOS Y MUEVE SU MANO PODEROSA.
DIOS LOS BENDIGA AMADA IGLESIA; TEN FE Y DIOS RESPONDERÁ TODAS TUS PETICIONES TAMBIÉN. CONFÍA, ¡NADA ES IMPOSIBLE PARA NUESTRO DIOS!.
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