Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

viernes, 21 de junio de 2013

El duelo fue convertido en gozo

Mujer No Llores Mas



La palabra está basada en Lucas 7:11 “Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo. Y se extendió la fama de él por toda Judea, y por toda la región de alrededor”.

Es por la tarde y una mujer bañada por el sufrimiento se dirige a las afueras de la ciudad. Una multitud le acompaña. La mujer está muy triste, en su rostro se nota la marca del dolor, ella ha quedado viuda y tuvo que enterrar a su esposo, en ése momento, batalló con la incertidumbre que le ocasionaba la pérdida.

Ahora de manera inexplicable, está enterrando a su único hijo. La gente la aprecia, la ama, la valora, pero no pueden hacer nada contra ése sufrimiento que la acosa, sólo acompañarla, consolarla, darle un abrazo de compasión, decirle: “estamos contigo en el dolor”, pero nada más.

Ella camina lentamente, con pasos de fatiga, de cansancio; en su rostro se nota el maltrato que le ocasionan los rayos del sol, los cuales golpean su rostro. Sus lágrimas caen al suelo como gruesas gotas de sudor.

En medio de tanto dolor, de sentir que en su vida ya no queda nadie, a la distancia en medio de la multitud, aparece Jesús. ¡Alabado sea nuestro Dios, que cuando se está en una situación así, aparece el Salvador, el Redentor!

Allí, en medio de tanto dolor, aparece el Salvador del mundo, se le presenta a ésta mujer, ante su vida, y dice la Biblia, que sintió compasión por ella e hizo detener el féretro y le dijo: “no llores”, y al decirle, no llores, le estaba diciendo, le estaba profetizando: ¡algo positivo pasará en su vida, algo grande acontecerá, no llores más!

Asimismo Dios te dice hoy: “no llore, enjugue tus lágrimas porque ya ha pasado el tiempo de tu dolor, ahora llega el tiempo de la bendición”. “No llores”, le dijo a la mujer. Luego se acerco al ataúd, la gente se detuvo y Jesús le habló al joven que estaba allí muerto.

Jesús, en éste pasaje, le habla a las circunstancias. Él le dijo: “joven levántate” y el que había estado muerto, se levantó. El joven comenzó a hablar, y Jesús lo entrego vivo a la mamá. Aquella mujer regresó feliz a su hogar, ya no sola, sino con su hijo amado.

Ésta es la historia de una mujer anónima, que iba a enterrar a su hijo, pero que al encontrase con Jesucristo, su vida cambió. En vez de regresar sola a su casa, como era lo que debía ser… volvió con su hijo vivo a casa, porque Jesús le resucitó. De ella no aparece su nombre, solamente se habla de la viuda de Nain, quien halló misericordia ante los ojos de Dios.

El Señor dejó plasmada en la palabra, ésta historia para usted, y hoy es a usted a quien Dios le dice: “le detengo para bendecirle, para poner mi gloria sobre ti. Le detengo para restaurarle, para calmar su dolor y su tristeza. Le detengo para enjugar sus lágrimas”.

¿Has estado angustiada, preocupada, siente que está perdiendo la batalla de la vida?. ¿te sientes abandonada? No, Él no se ha olvidado de usted, ni de mí. Él viene hoy, a través de estas líneas para decirle: “no te he abandonado, no llores, porque la victoria viene sobre ti”.

Éste joven resucitó y usted también verá la gloria de Dios en su vida. Levántese que es tiempo de resucitar, de volver a vivir bajo la presencia del Señor.

Bendito seas Dios........Hoy te pido por todas las mujeres del mundo, Por aquellas que se encuentran solas, Por aquellas que han perdido a un ser querido, Por todas aquellas que ha sido ultrajadas, golpeadas, humilladas.Que tu mano misericordiosa descienda sobre sus corazones y la esperanza las vuelva a la vida. Que el conocerte les permita abrazar el amor y la paz que Cristo Jesús dejo para ellas. Yo las bendigo y deseo que encuentren el camino La verdad y la vida que sólo Tu les puedes dar.

Fuente: revistacristianamujeresrestauradas.

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