Hace muchos años que conozco a JESUS y desde entonces es mi Amigo inseparable. He vivido experiencias hermosas en la vida pero ninguna se compara a ese encuentro personal que tuve con mi amado Salvador, la experiencia de la salvación, la cual todos debemos de tener si queremos ver a Dios cuando partamos de este mundo y pasar junto a El la eternidad.
Nadie me convenció para que dejara de creer en los ídolos y en la religión tradicional en la cual había crecido.
Había en mi corazón un vacío inmenso lo cual nada ni nadie podía llenar. Comencé, junto a mi esposo y nuestros hijos, a asistir con más frecuencia a la Iglesia tradicional que solíamos visitar. En mi corazón sentía que ese vacío tenía que ver con lo espiritual pero, todo lo que intenté fue en vano; cada día se hacía mayor y ahora entiendo por qué; ninguna religión puede saciar el hambre de Dios. Solo Cristo sacia, solo Cristo llena, solo Cristo satisface el espíritu del ser humano puesto que fuimos creados a imagen y semejanza suya para que vivamos en comunión con El. El mundo ofrece tantas cosas para tratar de impresionar a la humanidad, pero todo es pasajero, nada es permanente.
Había en mi corazón un vacío inmenso lo cual nada ni nadie podía llenar. Comencé, junto a mi esposo y nuestros hijos, a asistir con más frecuencia a la Iglesia tradicional que solíamos visitar. En mi corazón sentía que ese vacío tenía que ver con lo espiritual pero, todo lo que intenté fue en vano; cada día se hacía mayor y ahora entiendo por qué; ninguna religión puede saciar el hambre de Dios. Solo Cristo sacia, solo Cristo llena, solo Cristo satisface el espíritu del ser humano puesto que fuimos creados a imagen y semejanza suya para que vivamos en comunión con El. El mundo ofrece tantas cosas para tratar de impresionar a la humanidad, pero todo es pasajero, nada es permanente.
Una mañana en mi hogar, la más hermosa de todas, compartía con mi esposo este sentimiento; le decía entre otras cosas, que anhelaba ver aunque fuera una pequeña luz que alumbrara mi camino. Mi esposo fue el instrumento, que sin conocer la verdad, me hizo ver que mi problema sólo Dios lo podía resolver. Me dijo lo siguiente: "Esa luz de la que tú hablas sólo te la puede dar ése que está ahí"; en su ignorancia me señaló una imagen supuestamente de JESUS que había en nuestra habitación; y siguió diciendo: "Dios es el único que te puede ayudar". Al recibir esas palabras me sentí desamparada, pero, entonces, algo sucedió ... Inmediatamente se hizo la luz en mi vida; la ceguera espiritual que había en mí, como la hay en todo aquel que vive sin Cristo en su corazón, se desvaneció. Es la fe en JESUS lo único que puede alumbrar nuestro ser interior."Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en Mí no permanezca en tinieblas."JN12:46. Yo pensaba que creía, pero no es creer con el intelecto, es creer de corazón. No es la Religión la que alumbra el corazón, sinoJESUS el Unico que nos acerca a Dios para comenzar con El una Relación.
Se marchó mi esposo a su trabajo y ahí quedé yo viviendo la experiencia más maravillosa que jamás había tenido. Inmediatamente mi mirada, mi mente y mi corazón se elevaron al cielo, al verdadero Dios, buscando el rostro del Señor. Lloré hasta cansarme y recibí Su perdón y Su amor. Mi corazón estaba tan dispuesto y mi espíritu tan sensible al toque divino que en el momento, en un instante, sin saber lo que me estaba aconteciendo, salí de las tinieblas a la luz admirable; mi corazón se alumbró. Tuve la experiencia del nuevo nacimiento deleitándome en el gozo inefable de la salvación.
Cuatro cosas comenzaron a manifestarse enseguida: 1.Gozo de la salvación 2.Hambre de la Palabra de Dios 3.Necesidad de oración y deleite en esa nueva relación con mi Dios hasta entonces desconocida 4.Urgencia por compartir mi experiencia con otros. Inmediatamente comencé a anunciar las virtudes de Aquel que me salvó y a contar a todos lo que me había acontecido. Desde entonces, no puedo callar, es imposible no compartir con otros lo que sabemos ciertamente, que es eso lo que todos necesitan. Cada experiencia es única, diferente, pero todos, absolutamente todos, tenemos que vivir la experiencia de la salvación.
Hay experiencias de sanidad, de provisión, de fortaleza, de protección y de otras naturalezas - cualquiera de esas debe llevarnos a reconocer que somos pecadores y que Dios es misericordioso, tanto que envió a su Hijo para que fuéramos salvos. Cuando Pedro vivió la experiencia de la pesca milagrosa no se vanaglorió como si se lo hubiera merecido, sino que le dijo a JESUS: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador."Por cuanto todos pecaron , y están destituidos de la gloria de Dios." Romanos 3:23. Ese milagro lo llevó a reconocer y confesar que era un hombre pecador. Así también nosotros.
Todos los seres humanos tenemos que nacer de nuevo; aunque haya quienes no lo crean, esa es la verdad. "El que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios."Juan 3:3 "¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien, sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso." Rom.3:3-4 ¿Piensas que eres bueno(a) y que no tienes que cambiar? Estás errado(a) ... no hay ni uno bueno; necesitas un corazón nuevo para que puedas ver el rostro de Dios.
Muchos se cuestionan, ¿cómo es posible que habiendo sido bautizada en la Iglesia tradicional y habiendo estudiado por 12 años en escuelas religiosas haya podido dejar la religión? Nunca lo entenderán hasta que ellos mismos vivan su propia experiencia de salvación. Cuando me enfrenté al Alto y Sublime quedé impactada ante Su ternura y amor. Jamás dejaré a JESUS; encontrarme con El ha sido la experiencia más hermosa de todas las que he vivido. Lo único que siento es no haberlo conocido antes.
Exhorto a aquellos que aun no han dado ese paso de fe a que no lo sigan posponiendo. Esta es la decisiðn más importante de tu vida. Lo que está en juego no es cualquier cosa, es la salvación eterna, es la bendición más valiosa, para tí y los tuyos. No todo el que muere se va para el cielo, solo aquellos que se han arrepentido de corazón de todos sus pecados y han aceptado a JESUS como su Salvador y Señor.
Hoy es el día de salvación para tí. Corre, avanza, decídete hoy ... mañana puede ser tarde. Una cosa te aseguro: Jamás te arrepentirás. Vivirás eternamente agradecido(a). "JESUS dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." Jn11:25.
gracias querida hermana por compartir un testimonia tan bello, realmente solo en Cristo encontramos la luz y el es quien sacia nuestro ser. gracias por sus hermosas poesías sus poemas, son de gran bendición para mi vida. un abrazo y que el Señor siga llenando su vida.
ResponderEliminarClaudia