Hace algunas semanas Dios me habló en sueños y me reveló el sentir de su iglesia y su tristeza causada por esto.
En el sueño, me preparaba para ir a trabajar en la iglesia, iba a limpiarla junto con otros hermanos también. Cuando llego al lugar observo que algunos habían llegado antes y estaban terminando ya de limpiar, pude observar con asombro que los pisos brillaban, eran como de mármol pero blanco y muy resplandeciente.
Los hermanos preparaban una mesa y algunos se sentaron junto a ella; sabía que estaban preparándose rápidamente entonces yo voy a ocupar mi lugar en la mesa y cuando miro, ¡el piso estaba sucio, embarrado con excremento!. Entonces me levanto nuevamente a buscar un trapeador para limpiar, pues resulta que había excremento en los rincones y ‘nadie se dio cuenta’.
Así pues pasé el trapo para limpiarlo, luego me dirigí hacia afuera para lavar el trapo, pero me sorprendí al ver lo siguiente, afuera de la iglesia apareció un estadio de fútbol, y los jugadores esperando para entrar a la cancha.
Fue raro para mí ver esa escena, no comprendí, pero de repente sentí una enorme tristeza y me puse a llorar sin saber porqué.
Entré nuevamente a la iglesia y vi un montón de hermanos sentados a la mesa, también había gente que no conocía de Dios (mundanos) y todos sentados esperaban algo que para ellos era de suma importancia. Al ver esto, aun sin conocer el motivo no podía contener las lágrimas y una enorme tristeza en mi corazón, entonces desperté. Le pregunté al Señor porqué y Él me reveló todo eso, y me respondió el Señor:
“Mi pueblo espera con tantas ganas el mundial de fútbol, la esperan más que mi venida… y eso me entristece.
De continuo llamo a mi pueblo a la limpieza y purificación para que se preparen para mi venida, pero su corazón está lejos de mí y no se distinguen con el mundo, sino que aman lo que ama el mundo. Pero lo que el mundo ama es muerte y destrucción y eso es lo que cosecharán los que no se vuelvan a Mí presencia”.
Quiero decirles hermanos de parte de Dios que viene un ay para el mundial, al Señor no le agrada la idolatría, es abominación, no te dejes engañar y si fuere posible aun niégate a ti mismo, porque lo que viene no le agradará a tu alma. Hermanos, arrepintámonos de nuestras obras y volvamos a Su presencia, preparémonos para Su venida.
Mateo 6:21: Porque donde esta vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.
Fuente: .rugeelleondelatribudejuda.com
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