Pastor Eliecer Duran Niño de Colombia.
Cuando la guerrilla de FARC, estaba operando en mi Ciudad, ellos instalaban retenes en la Ciudad, en el área donde ellos operaban, y al que ellos querían coger, cogían, quitaban carros, lo encañonaban y lo bajaban y le robaban el carro. en cierta ocasión pasé por uno de esos retenes que ellos colocaron, me encañonaron, y me dijo el guerrillero, bájese del carro, yo iba en mi Tooper, yo no le dije nada, la voz del comandante del grupo guerrillero dijo al señor Duran, déjenlo ir.
En cierta ocasión estábamos en una Misión Evangelistica, terminado la enseñanza salimos ya para mi Ministerio, con mis hermanos que me acompañaban, sin saber que en ese sector había pasado un tiroteo entra la Guerrilla y el Ejército, hubieron muertos, yo dije vamos por este lado alejándome del sitio de peligro, tremenda sorpresa, a las pocas cuadras se nos presentan un comando de guerrilleros, nos encañonaron, y nos iban a matar, porque confundieron mi Tooper, con los carros del Ejercito. Los hermanos que me acompañaban, se abrazaron para morir, a mí me colocaron el fusil Galí, al frente de mi cara, me quede callado, tranquilo y confiado, mi Señor Espíritu Santo, me habló y me dijo diles a los guerrilleros que tengan calma, eso le dije muchachos tengan calma, no somos del ejército, somos Cristianos, estábamos predicando de la Palabra de Dios, los ojos de ellos eran rojos, y brotados, al instante bajaron los fusiles, y me dijeron váyanse, y todo terminó en paz, para la Gloria y Honra de Nuestro Señor Jesús, amen y amen.
En otra ocasión, estaba yo comprando en un supermercado de mi Ciudad, y un amigo mío, me dijo él, que había intentado acercarse a mí, en varias ocasiones y no había podido, hasta que llegamos a la caja a pagar los artículos, fue cuando me comentó que había intentado en varias ocasiones tocarme y saludarme y no había podido, que de mí salía algo, que impedía que él me tocara, me dijo que tienes tu Duran, que algo me impedía tocarte, yo le respondí, no sé, sinceramente yo no sabía de que me estaba hablando, eso solo lo sabia él, que tuvo esa experiencia conmigo, al instante entendí, que había pasado y le dije, es que yo soy un Ministro de Dios, y hay ángeles a mi alrededor y me protegen, se quedo callado, y se fue, no sé si entendió, quiero testificar algo más, el amigo de esta historia es, de tés blanca y su cara se le veía oscura, después de ese encuentro conmigo, su cara le cambió, ya lo veo con la cara limpia, y ya está buscando a Nuestro Salvador Cristo Jesús.
Cuando pertenecía yo a un Grupo llamado Atalayas de Jesucristo, nos fuimos para una Iglesia llamada Puente Roto, cerca al pueblo llamado Campo Capote, mi función en el grupo, era transportar a los hermanos del pueblo, y la vereda, y las fincas, aledañas, yo le pitaba y ellos salían, esa era mi labor transportarlos a la Iglesia de Puente Roto, yo me gozaba haciendo esa labor, terminaba a eso de las 10:00 o 11:00 de la noche. Después me iba a dormir, así era viernes, sábado y domingo.
En cierta ocasión el servicio se terminó tarde, y terminé llevando a los hermanos que Vivian mas lejos a las 11:30, era un camino malo, camino muy malo, mi trooper, se trataba de voltear, pero llegamos al sitio de la finca donde vivían los hermanos, en vista de que era tan tarde, nos despedimos y partimos para la Iglesia Puente Roto, el Pastor de la iglesia iba conmigo, cuando llegamos al sitio del camino malo, el Trooper, se estabilizó y sentí el carro suave, miro para abajo y íbamos volando.
Le comento al pastor, pastor que siente, me dijo estamos volando, mi Señor Espíritu Santo, tomó en Trooper, y lo colocó en la parte alta del camino, ya saliendo a la carretera principal, siendo las 11:45 P.M. Dejando atrás el camino malo, malo, nos quedamos callados, de esto no lo supo nadie en la Iglesia, pienso que puede uno decir, después de esto, callado y temeroso, por las Maravillas de Nuestro Dios. Es una experiencia impresionante.
Saliendo a una Misión de 30 días, por la veredas Bella Unión, La Euroya, Vereda Central, Vereda las Cruces, el pueblito de Badillo, y el pueblo de Vijagual, en la Vereda Bella Unión, que queda en medio de una montaña, me sucedieron don casos, movilizándome de una finca a la otra, se me aparece un demonio, de cabeza redonda en forma de bolas de fuego, los dos solitos, en medio de la montaña, y de él, salían unos aros de fuego, de diámetro de 10” pulgadas, unos 25.4 centímetro de diámetros, cuando salían de él, y se iban reduciendo, al llegar a mí, se convertían en una bola de fuego, su diámetro era más pequeña que un balón de voleibol, y me golpeaba duro en mi pecho, eso era una tras, otra y otra y otra, la distancia de la una, a la otra era de .30 Centímetros, no me dejaba pensar, me tambaleaban
Era un bombardeo total, saqué fuerzas y comencé a reprenderlo, la sangre de Cristo, tiene Poder, tiene Poder, tiene Poder, la sangre de Cristo tiene Poder, tiene Poder, para la Gloria de mi Señor Jesús, desapareció. Seguí mi camino, llegue donde una hermana, para saludarla y no salía, porque estaba en cama, después ella me dijo que había salido, porque mi Señor Espíritu Santo, le dijo, sal y atiende a mi siervo, me atendió, la vi bastante mal, me dijo que estaba padeciendo de un flujo de sangre ya varios meses.
Estaba sin fuerzas, (ya entienden el por qué fue, el impedimento en el camino) le comenté a la hermana que asistiera en la noche, en la finca designada, para la prédica de la Palabra de Dios, así fue se realizó el servicio, después de la ministración de la Palabra de Dios, comencé a Ministrar sanidad, a la primera que Nuestro Señor Espíritu Santo, tocó, fue a ella, en esa noche hubo milagro la hermana sanó al instante. Al otro día fui donde la hermana, ya estaba lavando la ropa, restaurada de ese demonio que la tenía atada.
Me hizo desayuno, tajadas y pescado frito, y me regalo un pollito pequeño, como bendición lo recibí, lo envié con un hermano que viajaba para mi Ciudad, y lo dejo en mi casa, llegado a mi casa después del viaje de Misión, como yo no tenía donde criar el pollito se lo encomendé a un hermano, le dije críeme este pollito, y cuando este grande me lo haces llegar a mi casa, pasó el tiempo, los meses, cuando se aparece el hermano con un gallo grande que animalón y me dice este es tu pollito, me lo dejó y se fue, yo contento dije voy a comer pollo.
Lo maté, lo despresé, tremenda sorpresa, mi Señor Espíritu Santo me habla y me dice, ese pollo no es para ti, lléveselo a mi sierva Ángela, dije sí Señor, lo empaqué y me fui para donde la hermana Ángela, la hermana Ángela era (ya duerme en mi Señor) una hermana columna de la Iglesia Central de Misión Cuadrangular, de mi Ciudad, anciana de días, mi amiga, se puso contenta, le dio la Gloria a Mi Señor Espíritu Santo, y las gracias por la bendición recibida, me comentó que eso era lo que ella estaba pidiendo, en oración.
Era un mes de diciembre y ya venía navidad, y ella estaba pidiendo un pollo para los días de navidad, y le dieron pollo y el pollo era un pollo grande. Los pensamientos de Nuestro Señor Espíritu Santo, no son nuestros pensamientos, si ustedes supieran de dónde salió ese pollito, de una montaña de la vereda de Bella Unión, quién lo transportó, y quién lo crió, y quién lo recibiría como bendición, se maravillarían, yo recomiendo que en las cosas de Nuestro Señor Espíritu Santo, Nuestro Gobernador, el que nos conoce a nosotros antes de nacer, es mejor estar callado, esperar y obedecer, él tiene todo bajo control. Bendiciones.
Fuente: .paginascristianas.ca
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