LES MENTÍ PARA SABER LA VERDAD.
Un hombre de Colombia, desde pequeño oyó la Palabra de Dios. Pero debido a que viajaba mucho nunca se preocupó por congregarse en una Iglesia.Pasó el tiempo y se hizo profesional y a los años terminó siendo un empresario muy adinerado.
Recordó claramente lo que le habían predicado cuando era niño y tenía necesidad de Dios, dice él que se sentía muy vacío, se decía; tengo una gran fortuna y ni sé que hacer con ella, ni me interesa .PUES VERDADERAMENTE SE SENTÍA VACÍO
Pasaron los meses y se la pasaba en Internet viendo prédicas, pero él notaba algo extraño. Las prédicas no se parecían a las que él oyó cuando era niño, aquellas lo llevaban a examinarse, a llorar y a meditar en el Señor, y estas simplemente se centraban en él y en las riquezas (DIOS QUIERE QUE SEAS RICO).
Él decía, esto no puede ser lo que quiera Dios para mí vida, pues, soy rico y no soy feliz. Al poco tiempo se enteró que el Evangelio se ha diluido y que, sí hay un pequeño remanente que aún permanece fiel a la Palabra de Dios.
Un día decidió buscar una Iglesia a donde congregarse, pero como la mayoría están llena del G12 y de falsas doctrinas, él quería cerciorarse de que la Iglesia a la que asistiría fuera de Sana Doctrina.
Y pensó... ASISTIRÉ A VARIAS PERO LOS PROBARÉ EN CUANTO AL DINERO.
Se disfrazó y parecía un hombre muy humilde, su camisa estaba algo rota y sucia. Y en varias no lo dejaron entrar, le decían que debía ponerse otra ropa.
En otras lo dejaron entrar pero en la fila donde él se sentó nadie se quiso sentar.
En otras lo dejaron entrar pero veía a los "hermanos" riéndose de él y murmurando entre sí de su aspecto.
En otra el pastor desde el púlpito dijo en tono molesto: "les he dicho que se sienten adelante para cuando venga un desconocido se siente atrás, no adelante, los puestos de atrás son para los que están en disciplina y para los que vienen nuevos".
Poco a poco siguió hasta que dio con una que cuando lo vio, sin dejarlo hablar el cristiano que estaba en la puerta le dijo: ¿a dónde va usted? Quédese que Dios tiene Palabra para usted. Y el pasó.
Al rato, unos hermanos que llegaron lo vieron así y fueron a buscarle ropa y le dieron comida.
El pastor estaba contento por esa alma, y pidió a toda la Iglesia que se levantaran y le dijeran BIENVENIDO A LA CASA DE DIOS.
Y cuando terminó el servicio, el pastor quiso hablar con él, le pidió dirección, y algún lugar dónde ubicarlo. No lo querían dejar ir sin cerciorarse de que regresaría y le ofrecieron de comer y quisieron ayudarlo para que no se vaya a pie, sino en carro.
Él lloró y dijo ESTA GENTE ES DE DIOS, SIN IMPORTARLE MI ASPECTO ME DEMOSTRARON AMOR, YO PARECÍA ANDRAJOSO, POBRE E INFELIZ, QUE NO TENÍA NI COMO COMPRAR UN CARAMELO, Y SIN EMBARGO ME AYUDARON.
Finalmente este hombre les contó a la Iglesia la verdad, y hoy se congrega ahí junto a su familia, él dice que le da Gracias a Dios por permitirle contribuir con sus hermanos más pobres y con la Iglesia.
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