Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

lunes, 29 de octubre de 2012

CRISTO rompe las cadenas


FUERA DEPRESIÓN Y LOCURA ¡ CRISTO ME HIZO LIBRE !


Gálatas 5:1 “Para libertad fue que Cristo nos hizo libres. Por tanto, permanezcan firmes, y no se sometan otra vez al yugo de esclavitud”. 

A edad  cómo de 15 años, Dios hablo a mi vida y me dijo: Que pasaría por momentos difíciles que como no quería venir a los caminos del Señor con cuerdas de amor, entonces vendría con cuerdas de dolor. Yo ignore la voz de Dios, no hice caso a lo que me dijo.
Salmo 78 “Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;  Entonces se volvían solícitos en busca suya”
Mientras pasa el tiempo, comencé a pasar muchos sufrimientos, pero la misericordia de Dios fue grande conmigo que el seguía hablándome por diferentes medios, (la radio, televisor y cultos que hacían en las calles) El quería algo lindo conmigo, pero yo no quería, en realidad no quería saber de Dios, yo estaba pendiente a las cosas del mundo.
Romanos 9:15…Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. 16. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia. 

Nahum 1  “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable…”

Como a la edad de 21 años, lo que Dios me había dicho comenzaba a cumplirse…

Estando tranquila en mi casa como alas 9:00 pm comencé a sentir unos mareos, le dije a mi esposo que me acostaría un ratito y al despertar me sentía peor, era algo que no podía controlar, el corazón comenzó a acelerarse y yo comienzo a vomitar.  Voy rápidamente al hospital, se lo digo a mi madre y luchando con mi cuerpo, tratando de estar en si, porque sentía que mi alma quería salirse de mi cuerpo, yo pensaba que iba a morir, cuando iba como por el tren urbano (Río Piedras, PR) vuelvo a llamar a mami sin fuerzas y sin poder hablar, le decía a mi madre: “avanza, avanza” yo no se si ella me entendía estaba como luchando con la muerte.
Llego al hospital, ya no podía hablar, estaba asfixiada, la enfermera me decía siéntate en la sala de espera, y  allí no había nadie, yo no sabia que hacer me fui al baño de aquel hospital y sin importarme como estaba me tire de rodillas y dije: “Señor, ayúdame, no deje que muera, si me permites vivir le diré al mundo lo que tu, has hecho por mi”  Dios me ayudo, y los análisis salieron perfecto no había nada.  Comencé a servir a Dios, pero el Señor conocía mi corazón y sabía que me iba apartar nuevamente, como otras veces.

Gálatas 6 “No os engañéis, Dios no puede ser burlado;…”

Pero todavía Dios tenía que trabajar en mi casa y conmigo, tenía que pasar por otro proceso ya que mi esposo no le servía al Señor.
Romanos 9:17…”Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra”
Mi vida comenzó a deteriorarse, el enemigo tomo posesión de mi mente, (el punto clave del diablo atacar es en el pensamiento) caí en una depresión tremenda, en las noches era que el enemigo comenzaba hablarme en la mente, todo era palabras de destrucción, yo trataba de ignorar la voz de Satanás pero  no podía, aquel espíritu de locura tomo posesión de mi, comencé a adelgazar, en menos de dos meses, había perdido 28 libras, cada vez que comía vomitaba, cuando tu mente se enferma también se enferma tu cuerpo.

El enemigo me hacia sentir culpable, me hacia sentir que no amaba  a mi familia, yo sentía que no valía nada, miraba a mi madre y como que no la conocía, iba a lugares y me sentía perdida, pensaba en quitarme la vida, cuando estaba sola escuchaba voces.
No podía más, y así como me encontraba comencé a ayunar y le dije a Dios: “Mírame como estoy, sácame de esta situación, ó llévame contigo” (pero Dios tenía propósitos por medio de mi situación) 

Por mi boca salio que estaba loca, yo lo reprendí, y aquel demonio que estaba en mi, usando mi cuerpo comenzó a apretarme el cuello con mis manos, a arrancarme el pelo, y aquel espíritu decía “Yo no me voy, yo no me voy” (con voz raspante, con tono grave, muy feo) mi esposo me agarra por las manos asiendo fuerza de hombre, para que no me hiciera daño, llamaron al pastos, mi esposo no entendía lo que pasaba, pero aquel el espíritu de locura le confeso los planes que tenia, le dijo quería destruir a mi familia.

Cuando llegó el pastor solo reprendió en el nombre de Jesús, y con un grito comencé a alabar a Dios, (quedé libre, de  aquel espíritu de locura) mi esposo calló de rodillas y dijo: “Yo quiero a ese Jesús”, y hoy día mi esposo es co-pastor y yo evangelista de por la gracia de Dios.

Juan 8:36 “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”  
Fuente:Cristo te ama