Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

martes, 29 de abril de 2025

El cerebro es como un dios

EL PODER DE LA MENTE...

Un científico, quería probar una teoría. Necesitaba un voluntario que llegase hasta las últimas consecuencias. Por fin lo encontró, era un condenado a muerte que sería ejecutado en la silla eléctrica.

El científico le propuso al condenado, lo siguiente: él participaría de un experimento científico que consistía en hacerse un pequeño corte en el pulso, con el propósito de que su sangre fuera goteando lentamente hasta la última gota.

 Le explicó que tenía mínimas probabilidades de sobrevivir, pero que de todas formas, su muerte sería sin sufrimiento, ni dolor; ni siquiera se daría cuenta. El condenado aceptó, porque morir de esta manera, era preferible a morir en la silla eléctrica.

 Lo colocaron en una camilla y ataron su cuerpo para que no pudiera moverse. A continuación le hicieron un pequeño corte en la muñeca y colocaron debajo de su brazo una pequeña vasija de aluminio.

El corte fue superficial, sólo sus primeras capas de piel, pero fue lo suficiente para que él creyera que realmente le habían cortado las venas. Debajo de la cama, fue colocado un frasco de suero con una pequeña válvula que regulaba el paso del líquido, en forma de gotas que caían en la vasija. 

El condenado, podía oír el goteo y contaba cada gota de lo que creía era su sangre.

El científico, sin que el condenado lo viera, iba cerrando la válvula, para que el goteo disminuyera, con la intención de que pensara que su sangre se iba terminando. Con el pasar de los minutos su semblante fue perdiendo color, su ritmo cardíaco se aceleraba y le hacía perder aire a sus pulmones. 

Cuando la desesperación llego a su punto máximo, el científico cerró por completo la válvula y entonces el condenado tuvo un paro cardíaco y murió.

El científico consiguió probar que la mente humana cumple estrictamente todo lo que percibe y que el individuo lo acepta, sea positivo o negativo, actuando sobre toda nuestra parte psíquica y orgánica.

Fuente: Mundo alucinante

jueves, 27 de marzo de 2025

Los antepasados de la fe que vencieron las tentaciones

Satanás tentó a los hijos de Dios con toda clase de planes malvados desde la creación del mundo. Tenemos que vencer todas las tentaciones de Satanás para ir al eterno reino de los cielos. Hay muchos registros de los antepasados de la fe que fueron bendecidos al vencer las tentaciones de Satanás. Estudiemos sobre la actitud de fe que debemos tener para vencer las tentaciones con buenas obras.

1. Jesús

Después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, Jesús fue tentado por el diablo tres veces, lo cual muestra que seremos tentados de la misma manera al creer en Jesús y al seguirlo. La primera tentación de Jesús fue del punto más débil de los hombres, la comida. Jesús venció la primera tentación con estas palabras: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. La segunda tentación fue de probar el poder de Dios. Jesús venció al diablo con estas palabras: “No tentarás al Señor tu Dios”. La tercera tentación fue de riqueza y gloria del mundo a cambio de adorar a Satanás. Jesús venció al diablo diciendo: “Vete, Satanás, porque escrito está: Al señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás”. La victoria de Jesús ante tales tentaciones de Satanás es un ejemplo para nosotros de que podemos vencer cualquier tentación y que debemos vencerla (Mt. 4:1-11).

​2. Job

Satanás dio muchas pruebas para tentar a Job que creía firmemente en Dios. Ya que Dios había permitido al diablo probar a Job con dificultades, Job perdió todos sus bienes e, incluso, a sus hijos; y también fue herido con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. Además, aun su mujer le dijo: “Maldice a Dios, y muérete”. Job, sin embargo, no abandonó su fe, sino que la guardó firmemente, teniendo paciencia hasta el fin. De esta manera, Dios derramó grandes bendiciones sobre él porque superó las tentaciones, y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. Y tuvo hermosos hijos e hijas. En consecuencia, Job pudo vivir sirviendo a Dios y teniendo más felicidad y bendición que antes.

3. José

Los hermanos de José lo envidiaron y lo enviaron a Egipto adonde fue como esclavo a Potifar, uno de los oficiales de Faraón y capitán de la guardia. En ese momento, una gran tentación llegó a José. La esposa de Potifar vio que José era fuerte y de buen parecer y lo tentaba cada día (Gn. 39:7-10). No obstante, José pensó en Dios y no cayó en la tentación. Asimismo, José venció la tentación de Satanás pensando solamente en Dios, y se convirtió en gobernador de Egipto con la ayuda de Dios, y pudo salvar a sus padres y a sus hermanos (Gn. 41:40-43).

4. El apóstol Pablo

Cinco veces el apóstol Pablo recibió cuarenta azotes menos uno, por haber estado predicando el evangelio, una vez apedreado, una noche y un día como náufrago; estuvo en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de su nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en la tierra, peligro entre falsos hermanos, en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez (2 Co. 11:23-28). Aun bajo estas tentaciones tan difíciles, Pablo guardó la fe y concluyó su misión de predicar el evangelio hasta el final, por lo que pudo obtener la corona de la justicia reservada en el reino de los cielos (2 Co. 11:23-28).

5. Daniel

Daniel recibió la amenaza y tentación de que sería echado al foso de los leones si oraba a otro excepto al rey. Pese a esto, oraba tres veces al día con la ventana abierta hacia Jerusalén. Como resultado, fue echado al foso de los leones por violar la orden del rey. Pero fue protegido y salvo en medio de los leones por la ayuda de Dios. A través de esto, mostró la gloria de Dios grandemente ante muchas personas (Dn. 6:1-28).

6. Sadrac, Mesac y Abed-nego

Sadrac, Mesac y Abed-nego, los tres amigos de Daniel, fueron amenazados con ser echados dentro de un horno de fuego ardiendo si no se postraban y adoraban la imagen de oro. Pero ellos nunca la adoraron, manteniendo firme su fe hasta el final. Finalmente fueron echados dentro del horno calentado siete veces más de lo acostumbrado, pero el fuego no tuvo poder alguno sobre sus cuerpos, ni aun el cabello de sus cabezas se quemó, y ni siquiera olor de fuego tuvieron cuando salieron del fuego. Nabucodonosor rey de Babilonia y sus sátrapas y consejeros se sorprendieron y se arrepintieron ante Dios. Además, Sadrac, Mesac y Abed-nego obtuvieron puestos más importantes en la provincia de Babilonia (Dn. 3:1-30).

Hay fuerzas malignas que obstaculizan nuestra fe y nos impiden seguir la voluntad de Dios también en esta época. No obstante, debemos guardar nuestra fe en Dios como los antepasados en la Biblia, que recibieron grandes bendiciones después de guardar su fe incluso en grandes dificultades hasta el final y entraron en el reino de los cielos.

Fuente: https://watv.org/