Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 1 de febrero de 2025

Soltera, en Cristo tu vida no está incompleta.

«¿Cómo es posible que una joven tan agradable no se haya casado todavía?». «Ella se ve tan bien, ¿será que hay algo extraño con ella, pues no ha logrado conseguir un esposo?».

Puede que te hayan dicho alguna frase como estas, y quizás hasta te has preguntado si genuinamente algo anda mal contigo, de modo que estas ideas han comenzado a definir tu identidad y valor.

Lamentablemente, muchos ven la soltería como una situación que necesita ser solucionada, cuando en realidad la soltería no es un problema ni representa algo malo. La Biblia enseña que la soltería es un regalo de Dios.

Pensar en la soltería como un inconveniente representa una idea equivocada y pone en evidencia un problema mucho mayor detrás. Te invito a analizar por qué es una idea equivocada y qué evidencia sobre nosotras pensar así.

La bendición más grande no es el matrimonio

Ver la soltería como un problema, como algo que toda mujer soltera «necesita arreglar en su vida», implica que el matrimonio es la bendición más grande que podemos tener en esta vida. Es como si estuviéramos diciendo que el punto al que debemos llegar para ser felices es el matrimonio. Mi querida amiga, esto no es verdad. Cuando vemos las cosas de esta manera, estamos poniendo el matrimonio en el lugar de Dios y eso es idolatría.

Aunque el matrimonio es bueno y es un regalo de Dios, no es la mayor bendición que podamos tener. Jesús es nuestra mayor bendición

Permíteme aclarar algo —pues no quiero ser simplista y más por el hecho de que estoy casada—: No está mal desear el matrimonio; no está mal anhelar que el Señor nos conceda el regalo de un esposo. El matrimonio es una gran bendición y una unión especial como no hay otra entre los seres humanos.

El problema está cuando el deseo por casarnos se convierte en nuestra adoración. Cuando depositamos nuestra esperanza en eso que anhelamos. Cuando pensamos que el matrimonio es lo que necesitamos para ser felices. Cuando nos vemos incompletas por no estar casadas. Si esto sucede, hemos puesto la relación matrimonial como el bien mayor.

Aunque el matrimonio es bueno y es un regalo de Dios, no es la mayor bendición que podamos tener. Jesús es nuestra mayor bendición. Si estás soltera, tu soltería no te define ni te da identidad. Tu identidad te la da tu unión con Cristo, no ninguna unión terrenal.

Mira lo que la Biblia dice acerca de aquellos que estamos en Cristo (ya sea que seamos solteros o casados):

Somos escogidos, santos y amados (Col 3:12). Somos adoptados por Dios como hijos (Ro 8:15).Tenemos una esperanza viva y una herencia en los cielos (1 P 1:3-4).Todavía no se ha manifestado lo que nos espera (1 Jn 3:2).

Ningún estado terrenal define lo que somos. Nuestra identidad está en lo que Jesús ha hecho a nuestro favor y en nuestra eterna unión con Él. Es justamente por nuestra unión con Él que podemos decir que, en Jesús, nuestras vidas están completas, como nos dice Pablo «y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad» (Col 2:10).

No hay relación terrenal que pueda darnos la plenitud que en Cristo está disponible para nosotras. Pudiéramos llegar a perderlo todo, pero, si tenemos a Cristo, nuestras vidas siguen estando completas en Él. Cristo…

Es camino, si alguien está errante;Es vestidura, si desnudo alguien está;Si hay oportunidad al hambre, Él es pan;Si alguien es esclavo, Él es libre;Si alguien solo es débil, ¡Él es fuerte!;A los muertos, es vida, a los enfermos salud;A los ciegos vista, a los pobres, provisión

Tú vida está en marcha

Ahora bien, algo más que debemos tener en cuenta en la soltería es que la vida no comienza cuando llegamos al matrimonio. Permíteme ilustrarlo de esta forma:

Si estás soltera, tu soltería no te define ni te da identidad. Tu identidad te la da tu unión con Cristo, no ninguna unión terrenal

Imagina que vas a entrar a ver una obra de teatro y, mientras esperas en el lobby, estás muy atenta al momento en el que se abrirán las puertas. En ese tiempo, tienes pequeñas conversaciones y tratas de limitar lo que haces, porque estás a la espera de que inicie aquello por lo que estás allí: la obra de teatro. De manera similar, en medio de la soltería, podemos tener la tentación de vernos «en el lobby» a la espera de lo que pensamos es la gran obra: el matrimonio.

Si vemos nuestra vida así, terminamos limitando lo que hacemos y dejamos de vivir en plenitud, porque el deseo por una relación matrimonial se ha convertido en nuestro centro. Pero déjame decirte que, si estás soltera, tu vida no está en pausa hasta que llegue el matrimonio. Tu vida está en marcha exactamente en el lugar en el que Dios la quiere. Cada etapa en la que nos encontramos tiene propósitos diferentes y tiene formas distintas en las que podemos reflejar a nuestro Señor.

Tu vida ya está en curso y tienes la oportunidad de servir a Dios y honrarle en el lugar en el que tu Señor te ha puesto, y en el estado civil en el que estás ahora mismo. Así que, por Cristo y en Cristo, te animo a vivir tu soltería en plenitud: buscando a Dios con diligencia, sirviendo a Su reino con todo lo que tienes, dándote por los demás con tu tiempo y recursos, recordando en todo momento quién eres en Jesús y tu perfecta unión con Él.

Fuente: https://www.coalicionporelevangelio.org/

miércoles, 22 de enero de 2025

Conocí al Demonio: Trabajé con un Político que Entregó a su Hijo de 4 años...

Dios mio! es muy fuerte la ambición al dinero! y pocos se salvan de sus horrendos efectos, hoy los políticos también se han corrompido como viles delincuentes, haciendo hasta lo peor para lograr su éxito temporal, no sabiendo que van camino a la muerte eterna. La palabra de Dios lo afirma: "Raiz de todos los males es el amor al dinero" (1Tim 6:10) Dios nos libre

martes, 31 de diciembre de 2024

¿Quiere Dios que seamos felices?

¿Alguna vez te has preguntado, basándote en la Palabra de Dios, si Dios quiere que seamos felices?

¿Le importa eso? ¿Le importan las pequeñas preocupaciones de nuestra vida o lo que más le interesa es llevarnos al cielo? 

En todo el mundo, en todas las culturas, la gente busca la felicidad. La gente busca en todo tipo de lugares diferentes una ayuda para cubrir, adormecer u olvidar el dolor de esta vida. 

He escuchado a muchos cristianos bien intencionados decir: "Dios no quiere que seas feliz. Quiere que seas santo". Esta respuesta suena bíblica e intensa, así que debe ser verdad, ¿no es así? ¿ No le interesa más a Dios que obedezcamos todas sus reglas que que sonriamos todo el tiempo? En realidad, creo que estamos pasando por alto una verdad muy poderosa aquí, que afecta dramáticamente nuestra comprensión de lo bueno que es Dios en realidad.

Mi respuesta: ¿Dios quiere que seamos felices? Sí, Dios quiere que seamos felices, siempre, en última instancia y eternamente . 

Bueno, ¿no quiere Dios que seamos santos? Sí, por supuesto, siempre, en última instancia y eternamente. 

En realidad, ambos están muy relacionados. Dios quiere que seamos santos, porque quiere que seamos felices durante más de un breve momento. Dios nos creó, sabe cómo fuimos creados para vivir y qué le dará sentido a nuestra vida. Lo más importante es que Dios sabe que cuanto más nos acerquemos a él, más felices y satisfechos seremos. Por eso, nos llama amorosamente a obedecerle y a acercarnos a él.

Como un padre que le dice a su hijo: no corras delante de ese auto, o no bebas ese veneno casero, o aléjate del borde de ese acantilado, Dios nos advierte y nos reprende para que nos protejamos y cuidemos .  

Hebreos 12:5-11 explica más: “¿Habéis olvidado cómo los padres tratan bien a sus hijos, y que Dios os considera sus  hijos?

Querido hijo mío, no desprecies la disciplina de Dios, pero tampoco te dejes aplastar por ella.  Es al niño que ama a quien disciplina;  al niño que abraza, también corrige .

Dios os está educando, por eso nunca debéis abandonar la escuela. Os está tratando como hijos queridos. Este problema en el que os encontráis no es un castigo, es un entrenamiento , la experiencia normal de los niños. Sólo los padres irresponsables dejan a sus hijos a su suerte. ¿Preferirías un Dios irresponsable? Respetamos a nuestros padres por educarnos y no malcriarnos, así que ¿por qué no aceptar el entrenamiento de Dios para poder vivir verdaderamente ? Cuando éramos niños, nuestros padres hacían lo que  les parecía mejor. Pero Dios está haciendo lo que es  mejor para nosotros, entrenándonos para vivir lo mejor que Dios nos ha dado. En ese momento, la disciplina no es muy divertida. Siempre parece que va en contra de la corriente. Más tarde, por supuesto, da buenos resultados, porque son los bien educados los que se encuentran maduros en su relación con Dios.

¿Dios quiere que seamos felices? Por supuesto que sí. Nos dio todo en su Hijo. Se preocupa por los detalles de nuestra vida (ver Salmo 37:23 ) . Como un buen padre, Dios se preocupa por nosotros y quiere que vivamos vidas felices, plenas y profundamente significativas en esta tierra , y que estemos con él para siempre en el gozo eterno de su presencia y gloria.

Hay momentos en que Dios, en su infinita sabiduría y protección, nos pide que renunciemos a los placeres momentáneos de este mundo para buscar un gozo mucho mayor, más profundo y duradero . Dios quiere que seamos felices por más de un momento.

fuente: https://thinke.org/blog

martes, 3 de diciembre de 2024

Sabías que la pornografía es mas adictiva que la cocaína?

Si eres cristiano y Cristo no es tu felicidad, pues piensa como te estás auto-destruyendo dejándote engañar por una causa perdida. la biblia dice que la paga del pecado es la muerte, pero aún es tiempo para libertar tu mente, y comenzar de nuevo. Cristo rompe las cadenas!

Así describe Daniel Simmons su relación con la pornografía.

"No podía concentrarme ni siquiera en las actividades diarias más sencillas. No sabía que tenía un problema con el porno. No lo reconocía, pero fui un adicto durante seis años".

Todo comenzó cuando el joven británico, que actualmente tiene 23 años, cumplió 15.

Sus padres le regalaron una computadora portátil y, como muchos adolescentes, comenzó a buscar en internet sitios relacionados con el tema."Rápidamente se convirtió en una actividad diaria. Veía porno dos horas cada día. Y en algún momento, el contenido que empecé a consumir empezó a perturbarme e intranquilizarme", cuenta Simmons.

Cuando las cosas empezaron a salirse de su control, se tropezó en internet con un sitio web dedicado a la adicción a la pornografía y dejó de sentir que estaba solo.

Temblores, insomnio y más

"Decidí abstenerme del porno y la masturbación por 100 días. Las primeras dos semanas fueron horribles, tuve muchos cambios de humor. Fue realmente difícil", recuerda Simmons.

Según un estudio de la Universidad de Cambridge, el cerebro de los adictos a las drogas reacciona de forma muy parecida al de quienes sufren de adicción sexual.

Y continúa: "Había noches en las que no podía dormir. Otras, me despertaba sudando frío. En ocasiones comenzaba a temblar sin razón. Algunas veces me sentía muy ansioso y otras que podía conquistar al mundo y hacer cualquier cosa que quisiera".

Según un estudio realizado por la Universidad de Cambridge, Reino Unido, la pornografía desencadena en el cerebro de las personas que sufren de adicción sexual reacciones similares a las que causan las drogas en el cerebro de los adictos a esas sustancias. "Hay diferencias evidentes en la actividad cerebral de los pacientes que tienen un comportamiento sexual compulsivo y los voluntarios saludables que participaron en nuestra investigación", afirma Valerie Voon, autora del estudio publicado en la Biblioteca Pública de Ciencia (PLOS ONE, por sus siglas en inglés).

Pese a que no existen muchas estadísticas con respecto al tema, investigaciones científicas previas sugieren que de 25 adultos, uno sufre de comportamiento sexual compulsivo, lo que se define como una obsesión con pensamientos sexuales, sentimientos o acciones que no pueden controlar.

"La pornografía está prácticamente en cualquier parte. Internet ha hecho más fácil que nunca desarrollar una fijación erótica. Cuando el uso del porno se vuelve intenso en frecuencia o duración, comienza a interferir en otras áreas de la vida de la persona", indica Bridges.

En lo que respecta específicamente a las relaciones de pareja, la especialista señala que en los estudios que ha realizado ha descubierto que, en algunos casos, la pornografía puede ser beneficiosa para algunos. Sin embargo, en el caso de hombres en parejas heterosexuales, lo que suele ocurrir es que se desconectan emocionalmente de la persona que tienen a su lado.

"Tienen más secretos, menos intimidad y más depresión", dice Bridges.

La experiencia de Simmons podría ejemplificar este punto. El joven cuenta que sus experiencias sexuales con mujeres de carne y hueso no eran satisfactorias.

Y añade: "Es un problema cuando empiezas a cancelar eventos familiares o encuentros con amigos porque quieres irte a tu casa lo más rápido posible para ver porno".

Para el especialista, quienes usan este material suelen estar aburridos, estresados o solos.

Fuente: https://www.bbc.com/

jueves, 28 de noviembre de 2024

¿Por qué es tan difícil vivir para Dios?

Vivir para Dios es difícil porque somos pecaminosos y carnales. 

La carne y el Espíritu de Dios se oponen entre sí. Como cristianos, se supone que debemos crucificar nuestra carne para que podamos vivir por el Espíritu. Pablo escribió: "He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí." (Gálatas 2:20). Vivimos en un cuerpo carnal, pero se nos instruye a vivir de acuerdo con el Espíritu de Dios (Gálatas 5:16, 25).

Antes de ser salvos, vivíamos de acuerdo con nuestra carne, cumpliendo todos nuestros deseos carnales sin conocer ningún camino mejor. Estábamos atados al poder del pecado y nos motivaba hacer las cosas que nos dan placer y nos hacían sentir mejor con nosotros mismos. Cuando somos salvos, nos enfocamos en Dios en lugar de enfocarnos en nosotros mismos, y el Espíritu Santo entra en nuestro espíritu humano para romper el poder del pecado en nuestras vidas y permitirnos vivir en obediencia a Dios. Ezequiel 36: 26–27 dice: "Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes." En 1 Corintios 5:17 dice que todos los que están en Cristo son nuevas creaciones. La culpa personal es reemplazada, y el amor a Dios se convierte en nuestra nueva motivación, pero esto no significa que no tengamos que luchar contra nuestro yo carnal.

Debemos crucificar nuestra carne, no modificarla (Romanos 6: 6–7). La lucha es que la carne quiere vivir y reinar en nosotros. Pablo habla de la batalla entre su espíritu que desea seguir a Dios y su carne que quiere satisfacerse a sí misma (Romanos 7: 21–23). Cuando elegimos seguir a Jesús, tendremos que sacrificar nuestros deseos carnales y saber que habrá pérdidas involucradas. Jesús vino a servirnos y salvarnos, por lo que debemos hacer lo mismo por Él (Marcos 10:45).

Jesús alertó a las personas para que calcularan el costo y consideraran la dificultad que implicaría seguirlo. Es todo o nada: "De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo." (Lucas 14:33; ver Lucas 14: 25–33; ver también Mateo 7:14 y Lucas 16:13). Esto no significa que tener posesiones y relaciones cordiales con otros sea malo, pero significa que tenemos que mantenerlas lo suficientemente a distancia como para estar dispuestos a sacrificarlas por la causa mayor de Cristo. Su voluntad y Sus caminos son lo primero. Durante el ministerio terrenal de Jesús, multitudes de personas se reunieron para ver los milagros que Él realizaría, pero cuando habló sobre las dificultades del evangelio y lo que se necesitaría para vivir para Dios, muchas personas dejaron de seguirlo (Juan 6: 63–66).

El área que hace tropezar a la mayoría de los cristianos es que no quieren vivir cien por ciento para Cristo porque les traerá incomodidad, vergüenza o persecución. Estas personas quieren vivir para Cristo de una manera que sea compatible con las formas del mundo. Sin embargo, la verdad es que estos dos métodos de operación no pueden coexistir exitosamente en una sola persona. El verdadero cristianismo no puede ser hecho a medida para adaptarse a nuestro nivel de comodidad. La Biblia dice: "[...] ¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Si alguien quiere ser amigo del mundo se vuelve enemigo de Dios." (Santiago 4: 4; véase también Gálatas 1:10). Cuando somos perseguidos por nuestra fe, debemos glorificar a Dios en ella (1 Pedro 4:16).

Aunque hay sacrificios involucrados en vivir para Dios, también hay un gran gozo y paz al estar cerca de Él. El apóstol Pablo escribió su carta más gozosa, Filipenses, mientras estaba en prisión por predicar las buenas nuevas de Cristo. Seguir al Espíritu trae gran gozo (Hechos 13:52). Dios promete honrarnos cuando vivimos para Él (Juan 12:26). Servir al Señor trae alegría, porque trae satisfacción y unidad con Cristo. Nos permite experimentar su presencia en nuestras vidas (Salmo 100: 2; Juan 15: 1–11). Cuando vivimos para Dios, tenemos una relación personal con Él y podemos escuchar Su voz a través de la Palabra y la oración (Juan 10:27; Lucas 11:28). Esta cercanía nos da la fuerza que necesitamos para perseverar en negar nuestra carne, tomar nuestra cruz diariamente y seguirlo (Lucas 9:23).

Fuente: https://www.compellingtruth.org/

miércoles, 20 de noviembre de 2024

Libranos del mal

El Pecado vive Disfrazado

El pecado vive disfrazado, por eso es tan difícil de reconocer. El hecho de que el pecado se vea tan bueno es una de las cosas que lo hace tan malo. Para poder hacer su obra de maldad, debe presentarse como cualquier cosa, menos como algo malo. La vida en un mundo caído es como asistir a una gran fiesta de disfraces.

Gritería en impaciencia--- se viste con el disfraz de celo por la verdad.

La lascivia--- se puede disfrazar de amor por la belleza.

El chisme... obra su maldad viviendo en el disfraz de sincera preocupación y oración.

El deseo de poder y control--- usa la máscara de liderazgo bíblico.

El temor a los hombres--- se viste de corazón de siervo.

El orgullo de siempre tener la razón--- se enmascara de amor por sabiduría bíblica.

El mal simplemente no se presenta a si mismo como malo, esto es parte de su encanto.

Nunca podrás entender las artimañas del pecado hasta que reconozcas que el ADN del pecado es el engaño. Lo que esto significa de manera personal es que como pecadores somos auto-engañadores comprometidos y dotados en el área. Le digo a la gente frecuentemente que nadie tiene más influencia en sus vidas que ellos mismos porque nadie les habla más que ellos mismos. Somos muy hábiles en ver nuestro mal y llamarlo bueno. Somos mucho mejores viendo el pecado, las debilidades y faltas de los demás. Somos muy buenos en ser intolerantes con otros en las mismas cosas que toleramos en nosotros. El punto es que el pecado nos lleva a que no nos veamos ni nos escuchemos correctamente. Y no solo tendemos a ser ciegos, sino que peor aun, tendemos a ser ciegos con respecto a nuestra ceguera.

¿Qué quiere decir todo esto? Significa que una auto-evaluación correcta es el producto de la gracia. Solo en el espejo de la Palabra de Dios y con la visión que el Espíritu Santo imparte, puedo verme como realmente soy. En esos dolorosos momentos cuando nos vemos correctamente, podríamos sentirnos como si no fuésemos amados, pero eso es exactamente lo que está sucediendo. El Dios que nos ama tanto como para sacrificar a su Hijo para nuestra redención, obra para que nos veamos con claridad, para que no caigamos en la falsa ilusión de nuestra propia justicia y con un sentido humilde de nuestra necesidad personal, busquemos los recursos de la gracia que solo pueden hallarse en él.

Fuente: dioscentrico.blogspot