Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

domingo, 27 de abril de 2014

Otra señal del Nuevo Orden Mundial

JUDIOS brindan apoyo a la iglesia católica


Delegación judía en canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II

«El pueblo judío ve con emoción la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II», afirmó el rabino argentino Abraham Skorka, quien integró la delegación hebrea que asistió a la ceremonia este domingo. (27 abril 2014)

«Fue un momento muy importante para el pueblo judío, ya que se honró a dos Papas que dejaron huella en la senda del diálogo judeo-católico», dijo el rabino Skorka, amigo del Papa Francisco y autor junto con él del libro «Sobre el Cielo y la Tierra», uno de los integrantes de la representación del mundo judío invitados a la ceremonia de canonización de dos grandes Pontífices del siglo XX, el italiano Juan XXIII y el polaco Juan Pablo II. 

Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, habló sobre la personalidad de estos Papas y sus vínculos con el pueblo hebreo.

«Sabemos documentadamente que, siendo nuncio apostólico en Estambul, Juan XXIII salvó a muchísimos judíos de las garras del nazismo». Algo a lo cual también se refirió el Papa Francisco cuando anunció la doble canonización.

En cuanto a Juan Pablo II, Skorka explicó que fue durante su papado que «se establecieron las relaciones diplomáticas plenas entre el Vaticano y el Estado de Israel», y fue él quien realizó una visita histórica al Estado judío para el Jubileo del año 2000 con éxitos memorables, entre los cuales cabe mencionar el escrito pidiendo perdón por los errores del cristianismo contra el pueblo judío, que colocó personalmente en el Muro de los Lamentos. 

«Todos estos hechos son parte del compromiso muy especial que tuvieron ambos para con los valores bíblicos y es por ello que el pueblo judío ve con emoción que sean honrados de una manera tan especial por la grey católica», agregó el rabino Skorka. 
También destacó la acción del Papa Francisco en el mismo sentido que estas dos grandes figuras del catolicismo.

«El Papa Francisco está afirmando todo lo que hicieron sus antecesores desde la relación judeo-católica, al seguir adelante por la senda que empezó Juan XXIII y siguió de manera descollante Juan Pablo II», añadió.

Además de Skorka, también estuvieron presentes en la ceremonia de canonización el embajador de Israel en el Vaticano, el Dr. Zion Evrony, el secretario general del Gran Rabinato de Israel, Oded Wiener, el gran rabino de Roma, Riccardo di Segni y su ex par de Irlanda, David Rosen, actual director del Departamento de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Estadounidense.

Fuente. http://www.israelenlinea.com/

lunes, 21 de abril de 2014

Tanto que cuesta humillarse Pr. Luis Alberto Gomez Chavez

Lo que vale humillarse



La mayoría de los reyes que tuvo el pueblo de Israel fueron desobedientes e hicieron lo malo delante de los ojos de Dios, y jamás se arrepintieron de sus pecados ni se humillaron delante de Dios.

Por el contrario, encontramos unos pocos reyes que tuvo el pueblo de Israel que cuando cometieron pecados por desobediencia a Dios, los reconocieron, se humillaron pidiendo perdón y Dios los escucho sanando sus corazones. Un ejemplo clásico del arrepentimiento y humillación que demostró por haber reconocido su falta delante de Dios, fue el rey David. Al leer el salmo 51 y 32 nos damos cuenta de cuan profunda fue su humillación y reconocimiento de su falta, aunque al decir verdad, le costó hacerlo, porque el pecado entorpece, ciega, y manipula al pecador. Sin embargo, al final, Dios lo puso en una encrucijada, porque Dios lo amaba, y David entendió, reconoció su pecado, pidió perdón por esto y Dios lo perdonó.

Si hay una cosa que le cuesta hacer al ser humano es humillarse.

Es difícil reconocer que se ha fallado, que uno es el culpable, que se ha pecado y que se ha fracasado. Hacer esto va en contra de todos los sentimientos de la carne, contra todo espíritu egoísta, contra toda la fuerza de la naturaleza pecaminosa. Es que humillarse es un acto que va en contra de uno mismo, del yo interno, y de la fuerza natural humana que le dice que no te acobardes, que no te humilles, que no te rebajes, etc. Esto es en un ser humano común y corriente. Ahora piense en una persona de alta posición, de cargos importantes, como un rey, un presidente, o un pastor de una iglesia grande o un presidente de una organización misionera o evangélica a nivel mundial. Reconocer que ha fracasado, que ha pecado, que ha fallado, es un acto que solo se puede dar cuando Dios es el que lo está impulsando a hacer.

Quiere decir entonces, que el acto de humillarse delante de Dios donde se reconoce públicamente que se ha fallado, que ha sido desobediente, y que ha cometido pecado, no es una decisión propia del hombre o mujer, sino del Espíritu Santo que sigue convenciéndonos de nuestros pecados, de nuestras faltas, y de nuestras desobediencias. Porque ya se es hijo de Dios es que el Espíritu no nos deja tranquilos en el pecado, en el error, en la falla, y nos mueve a reconocer el pecado, a humillarnos y pedir perdón delante de Dios y delante de los ofendidos. En el caso de David, escondió el pecado con Betsabé durante nueve meses, no fue hasta que el niño nació, que David pide perdón con dolor en el corazón, con pena en el alma y con vergüenza en la cara. Así que, fue Dios quien lo puso en una encrucijada donde no le quedaba más que reconocer su falta, pidió perdón, Dios le perdono, pero tuvo que enfrentar con responsabilidad las consecuencias de su pecado, que fueron muchas y dolorosas.

En el pasaje de lectura de hoy, 2 Crónicas 10-12 encontramos a otro de los pocos reyes que reconocieron su falta, el haber dejado a Jehová (12:1,5). Me refiero a Roboam, rey de Judá, el hijo de Salomón, quienes fueron atacados por Sisac, rey de Egipto y tomo e invadió todas la ciudades de Judá, y todo porque Roboam y todo Israel habían dejado la ley de Jehová (12:1) y a Jehová. Sin embargo, por intervención del profeta Semaias, Dios les hizo ver su gran pecado, nuevamente, Dios toma la iniciativa, pero Roboam, el rey tuvo el valor de reconocer públicamente su gran error, y se humillaron con sinceridad al grado que Dios los vio, y no permitió que los destruyera el rey de Egipto. Dios los escucho, los perdonó mas no les quitó las consecuencias, los dejó por un tiempo como siervos del rey de Egipto (12:8-11). Observe el v.12, “Y cuando él se humilló, la ira de Jehová se apartó de él, para no destruirlo del todo, y también en Judá las cosas fueron bien”.

Bueno, la lección es muy clara y contundente. 2 Cro. 7:14 esta el poder de la acción de humillarse delante de Dios, pero explica lo que significa humillarse, porque no es solo postrarse rutinariamente. Humillarse delante de Dios significa, buscar a Dios en oración, reconocer, confesar los pecados y arrepentirse de estos pidiendo perdón a Dios. Dios ve no solo la actitud externa, arrodillarse o postrarse, y los gestos y ademanes pidiendo ayuda, sino que ve la actitud interna del corazón, debe haber remordimiento, reconocimiento por el pecado, sinceridad al decirle a Dios que lo siente mucho haberle ofendido, y que necesita todo su perdón. La segunda parte del texto dice, que Dios, oirá, perdonará sus pecados y sanará su tierra. En el caso de Roboan, evitará que Judá sea destruído.

¿Se da cuenta lo que vale humillarnos delante de Dios? Sin embargo, a veces puede más el orgullo, la soberbia, la rebeldía, y la carne; pues aunque sabemos que estamos en pecado, y estamos conscientes de las consecuencias que vendrán por el pecado, con todo seguimos en la necedad del pecado. Nos cerramos tanto en no querer reconocer nuestro pecado o falta que obligamos a que Dios tome la iniciativa, y Dios lo hará, porque somos sus hijos, y porque el Espíritu Santo no puede seguir habitando en un corazón rebelde, hipócrita, pecaminoso. Así que, Dios toma la iniciativa y nos va cerrando todas las puertas de salida, hasta que nos pone contra la espada y la pared, y lo único que nos queda, porque somos hijos de Dios, es reconocer nuestro pecado, nuestra falta, nuestra falla, y luego que pedimos perdón, Dios nos perdona, pero nos deja que paguemos las consecuencias de nuestro pecado.

Hay muchas cosas que podemos evitar, si de inmediato pedimos perdón cuando fallamos. Humillarse delante de Dios, o reconocer la falta o el error delante de los demás, no es de cobardes, es de valientes. Hacer eso es reconocer que ese es el camino correcto que todo hijo de Dios debe tomar, para estar bien con Dios y los demás. La Biblia dice que el que se humilla será exaltado, pero el que se exalta será humillado. Recuerde, Dios no puede ser burlado ni engañado, a él no se le escapa nada, aunque usted y yo creamos que nadie nos ve cuando pecamos, Dios nos está viendo. El espera que nosotros voluntariamente vengamos delante de el para pedir perdón por el pecado, y él no perdonará y no serán difíciles las consecuencias (1 Juan 1:9-2:1). El que confiesa su pecado y se aparta alcanzará misericordia pero el que no lo haga, será castigado.
No espere que Dios lo lleve a la fuerza a su tribunal, vaya usted solito voluntariamente, y encontrará clemencia y misericordia en el juez.

Fuente: reflexionesparahoy.wordpress.com

martes, 15 de abril de 2014

¿Estamos llevando la cruz?

¿TE PESA MUCHO TU CRUZ?  no la cortes



“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” Lucas 9:23 

A veces se nos olvida que Jesús nos invito a tomar nuestra cruz cada día, también nos motivo a negarnos a nosotros mismos para poderlo seguir, y el hecho que se nos olvide esta invitación hace que nuestra vida “cristiana” se vuelva fría, acomodada y en casos extremos una vida de pecado constante sin el menor sentimiento de culpa.

Yo estoy consciente que para salvarme lo único que tengo que hacer es reconocer a Jesús como mi Señor y Salvador, que no hay obra que me lleve a obtener esa salvación divina, porque la salvación es por GRACIA y no por obras para que nadie se gloríe. Pero a veces nos aprovechamos de esa GRACIA que Dios tuvo a bien otorgarnos. Si bien es cierto la salvación es por GRACIA, también Jesús vino a motivarnos a vivir una vida que reflejara lo que realmente creemos. Cuando Jesús nos invitaba a ir tras de Él, a negarnos a nosotros mismos y tomar la cruz cada día, estaba diciendo en pocas palabras: “Dejen de ser lo que eran y lo que quieran y hagan lo que yo quiero que hagan”.
Hay dos traducciones de la Biblia que en lo personal me gustan porque nos dan mas claridad sobre las palabras que Jesús nos estaba diciendo en este pasaje, la primera es:
“Entonces dijo a la multitud: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme.” Lucas 9:23 (Nueva Traducción Viviente)
Y la segunda y aun mas clara es:

“Después Jesús les dijo a todos los que estaban allí: «Si alguno quiere ser mi discípulo, tiene que olvidarse de hacer lo que quiera. Tiene que estar siempre dispuesto a morir y hacer lo que yo mando.” Lucas 9:23 (Traducción en Lenguaje Actual)

Las dos preguntas tras leer estos versos son:

La primera: ¿Realmente estamos dispuestos a abandonar nuestra manera egoísta de vivir? Y es que seamos sinceros, somos muy egoístas, pensamos siempre en nuestro bienestar, en lo que nos conviene, nos olvidamos que el objetivo ahora de nuestra vida es agradar a Dios y no a nosotros mismos.

La segunda: ¿Estamos dispuestos a olvidarnos de hacer lo que queramos y comenzar a hacer lo que Él nos manda?, la verdad es que en teoría se lee bonito y cualquiera de nosotros no dudaría ningún segundo en decir: ¡Sí, estoy dispuesto!, pero váyanos a la practica, porque para la teoría todos somos muy buenos, ¿Realmente en la practica estoy dispuesto a dejar de hacer lo que yo quiero para hacer lo que Dios quiere?, veamos algunos ejemplos:

¿Estas dispuesto a dejar esa mujer que no es tu esposa?, ¿Estas dispuesto a dejar de tener esas conversaciones malintencionadas con esa persona?, ¿Estas dispuesto a dejar de tener sexo prohibido con tu novia o con esa persona que no es con la que te casaste?, ¿Estas dispuesto a dejar esa amistad que lo único que te causa es la perdición?, ¿Estas dispuesto a dejar de ver pornografía o masturbarte?, ¿Estas dispuesto a dejar de salir a lugares que solo te pervierten?, ¿Estas dispuesto a evitar conversaciones que no te incumben?, ¿Estas dispuesto a amar y cuidar a tu familia en lugar de andar por la vida como que si no te importaran?, ¿Estas dispuesto a dejar de hacer esos negocios malos, que si bien te dejan buena ganancia, no son correctos delante de los ojos de Dios?, ¿Estas dispuesto a dejar de mentir constantemente y sin razón?, ¿Estas dispuesto a sacar de tu corazón esas raíces de rencor y odio?, ¿Estas dispuesto a perdonar a aquellas personas que solo te hicieron daño?

La mayoría de nosotros motivados por la emoción espiritual del momento, decimos ¡Sí! a todo, olvidándonos que más allá de ese si, hay un gran compromiso con nuestro Señor.

Obviamente Dios no te obliga a nada, todo en el Señor es por iniciativa propia, es decir, que yo DECIDO hacer o no su voluntad y como también dependiendo de lo que decida, serán los resultados que obtenga.

Yo se que este es uno de esos temas que escribo que no te gusta leer, prefieres que te anime, prefieres que te diga que todo estará bien y que Dios tiene el control, y la verdad es cierto, Dios obrara en tu vida, esa es la parte de Él. Pero, ¿Tú parte?, si, ya sé que quieres que Dios haga todo por ti, pero ¿Qué estas dispuesto a hacer por Dios?
La mayoría de nosotros llegamos a un momento en donde todo lo queremos fácil, en donde no queremos dar nada de nosotros, sino que Dios dé TODO de Él, pero nosotros no queremos ni llevar esa cruz cada día, al contrario, tratamos de modificar esa cruz para hacerla cada día menos pesada.

Hace varios años vi una ilustración que realmente me gusto mucho, es sobre la cruz, la quiero compartir con ustedes, véanla y reflexiónenla:

Quizá ya habías visto esa ilustración, seguramente hasta la has compartido, pero mi pregunta es: ¿Cuántos nos identificamos con ella?, ¿Cuántos hemos ido recortando la cruz para hacerla menos pesada para nosotros?, ¿Cuántos comenzamos nuestra vida en el Señor tratando de hacer lo mejor, pero cuando los años pasaron nos acomodamos y comenzamos a hacer esa cruz menos pesada?

Hoy quiero invitarte a comenzar de nuevo, a dejar esa comodidad que lo único que esta haciendo es que te alejes poco a poco del Señor, sin darte cuenta ya no eres el mismo, tu vocabulario esta cambiando, tus reacciones también, tu forma de ser ya no es la misma, ahora pasas mas enojado sin razón, ahora piensas de forma diferente, le buscas error a todo y pretexto a lo que se pueda, sin darte cuenta has ido haciendo tu cruz menos pesada y eso te ha causado un cambio para mal en tu vida.
Hoy quiero invitarte a que volvamos al inicio, a esos días en donde todo tu objetivo era agradar a Dios hasta en lo mínimo, ¿Te recuerdas que feliz eras cuando vivías tratando de agradar a Dios?, ¿Te recuerdas que bien la pasabas orando, leyendo la Biblia, sirviendo?, ¿Qué paso?, sí, seguramente comenzaste a modificar la cruz para hacerla mas cómoda.

¡Volvamos al Señor! Que nuestro corazón se vuelva a Él, que la intención de nuestra mente sea siempre agradarlo, no nos acomodemos, no nos aprovechemos de sus bondades, al contrario, agradezcámosle todo lo que ha hecho, esta haciendo y hará en nuestra vida viviendo como hijos de Dios, haciendo que Él se sienta orgulloso de nosotros porque estamos intentando vivir una vida a su agrado y no al nuestro.

Lo lindo de Dios es que siempre nos da nuevas oportunidades, quizá modificaste tu cruz, pero allí esta Él para darte una nueva y decirte: ¡Inténtalo de nuevo! Porque aun hay tiempo.

¡Tomemos nuestra cruz cada día y vivamos una vida que agrade a Dios!
“Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová”.

Fuente:  enriquemonterroza.com

miércoles, 9 de abril de 2014

Que bella historia

Mujer deja el budismo después que Jesús se le apareció en un sueño



Una mujer que profesó el budismo en Rusia, cuenta que atravesó por situaciones difíciles en su vida, incluso trató de suicidarse. Su vida cambió después que Jesús se le apareció en un sueño que le trajo paz y esperanza.

Un informe publicado por la misión SEND, Yulia contó parte de su vida, fue criada en una familia budista, su fe en su dios era tan grande que en su casa tenían un lugar dedicado al santuario a Buda donde adoraban y rendían reverencia.

Cuando su padre murió de repente, su madre cayó en una espiral de depresión, alcoholismo y de abuso. Día tras día, las peleas y discusiones aumentaron y había cada vez más problemas. Un día, cuando Yulia tenía 21 años, su madre - en un ataque de rabia y borracha - le dijo que se fuera. Las últimas palabras de odio de su madre fueron: "Vete. Ni siquiera me importas. Y si algún mueres no lloraré por ti".

En lo más profundo de su desesperación, Yulia hizo un recuento de su vida. Su madre le dijo que no le importaba y sus supuestos amigos la abandonaron en el momento de su mayor necesidad. Ella no tenía ninguna educación y no le gustaba su trabajo de limpieza. Así que decidió quitarse la vida.

En ese instante para quitarse la vida, recordó que su madre la había echado de la casa. Las voces en su cabeza le decían lo inútil que era y que nadie la quería, que la vida no valía la pena vivir. De pronto, su madre entró en su habitación y vio los muebles y la soga. Ella se enfrentó a Yulia y le pidió a gritos que se detuviera.

Yulia compartió el dolor y la desesperación que sentía. Ella explicó que se sentía abandonada, solo lloraba por lo que le dijo su madre. "Mi propia madre me odia, ¿qué más hay que hacer?".

Su madre estaba profundamente conmovida y entristecida por la confesión de Yulia y dijo: "No puedo vivir sin ti. Volvamos a casa ha empezar de nuevo". Yulia recuerda que el regreso a casa fue una de las noches más felices de su vida.

Unos días más tarde, un hombre cristiano llegó a su casa y le preguntó: "Yulia, ¿sabes que hay un Dios", ella respondió "Sí". "Este Dios no es Buda", le dijo. "Él es Jesucristo, que te ama y dio su vida por ti".

Yulia dice que sus palabras atravesaron su corazón porque pensaba que nadie la quería.

Ella cuenta que una semana después de esta visita, tuvo "un sueño increíble", donde Jesús le dijo: "Cree en mí y ora, Yulia, y yo te salvaré".

Después de eso, Julia se arrepintió por haber adorado a un ídolo y aceptó a Cristo como salvador y Señor. Actualmente asiste a una congregación evangélica de la localidad. 

Fuente: AcontecerCristiano.Net

martes, 8 de abril de 2014

Dios responde si tu clamas

CLAMA A MI  Jeremías 33:3



Hay muchas clases y estilos de voces que usamos dependiendo de la situación en que estemos o lo que queremos demostrar.  Cuando oramos, nos presentamos ante Dios con un tipo de voz (humilde), cuando estamos enojados, presentamos un tipo de voz (alterada), cuando estamos afligidos presentamos el tipo de voz que quisiéramos que todos nos comprendieran, y así sucesivamente.

Pero, ¿qué tipo de voz debemos usar que le agrade a Dios.? ¿Cual es la actitud espiritual o modalidad de nuestro ser, con la que debemos presentarnos ante Dios, en oración diaria y permanente.? En realidad hay varios tipos de voz que son agradables a Él.

Veamos el primer tipo: Jeremías 33.3.

La voz de clamor, que es clamar: gemir ,afligirse suplicar. Dios le dijo a Jeremías, clama a mi; aflígete ante mi gime ante mi, y yo te responderé, y no solo te voy a responder; sino que también te enseñare cosas grandes, y cosas que te son ocultas, y que tu, ni siquiera imaginas conocer.
¿Por qué Dios, le dijo a Jeremías que clamara.? Porque el pueblo se había alejado de Él; Jeremías  32;35 dice que hicieron altares a baal y a moloc entregando a sus propios hijos en sacrificio a ellos.  ¿Cual era su situación.? Valla conmigo a Jeremías 33:1: dice: vino Palabra de Jehová a Jeremías la segunda vez, estando el aun preso en el patio de la cárcel diciendo:

Comentario:(escuché a una hermana decir que anteriormente los presos no estaban metidos en la cárcel sino que tenían su casa por cárcel, habló de Pablo cuando estaba en Filipos, la Biblia claramente dice que estaba preso y no solo eso sino que hasta le pusieron grilletes.) La situación de Jeremías no era fácil, ni era como para quedarse sentado esperando que iba a pasar; Jeremías había sido puesto en la cárcel, y tenia que hacer algo; su delito fue profetizar según dice Jeremías 32:2-4, pero la profecía no favorecía al rey de Judá. Sedequias estaba ansioso por escuchar buenas noticias por parte del profeta, pero lo que escucho, no venia del profeta sino de Dios. El rey de Babilonia, se llamaba Nabucodonosor reino varios años en Babilonia, cuando sucedió esta situación con Jeremías, ya era el año 18 de su reinado.

Ahora la situación del pueblo, no era tampoco la más deseada que digamos Jeremías 33:4-5 dice:

Porque así ha dicho Jehová Dios de Israel acerca de las casas de los reyes de Judá derribadas con arietes y con hachas. Porque vinieron para pelear contra los caldeos, para llenarlas de cuerpos de hombres muertos a los cuales herí yo con mi furor y con mi ira, pues escondí mi rostro de esta ciudad a causa de toda su maldad. Dios le revela a Jeremías que clame, fíjese que no le dice ora cuando puedas y yo cuando tenga tiempo te responderé.  Tampoco le dice, piensa tu, mientras Yo pienso si te respondo o no; sino que le dice que CLAME; clama a mi ahora , desahógate, descarga tu clamor por esa ciudad sobre mi echa sobre mi tus cargas y tu necesidad, que yo te responderé.

Esta es una promesa viva, aun en nuestros días para usted y para mi . El señor nos dice a nosotros hoy, clamen con agonía de corazón por su ciudad y por toda su gente háganlo creyendo porque yo les responderé. Siempre que usted tenga alguna necesidad espiritual, material o física, acuda al que todo lo provee clame, hágalo desde el fondo de su corazón y Dios le dirá, Yo te responderé.

Veamos ahora otro tipo de voz que le agrada a Dios  Jeremías 33:6,7 y 11

La voz de acción de Gracias es una de las voces que Dios se goza en escuchar después del clamor que Jeremías hizo por la ciudad, Dios le responde de esta manera; lea con migo en Jeremías 33:6 y 7 Dice:

He aquí que Yo les traeré sanidad y medicina; y los curare y les revelare abundancia de paz y verdad, y haré volver a los cautivos de Judá y los cautivos de Israel y los restableceré como al principio... Éste  es el Dios que nosotros adoramos y en el cual confiamos sigo leyendo versículos 8 y 9 dice: y los limpiare de toda su maldad con que pecaron contra mi y perdonare todos sus pecados con que contra Mi pecaron. Y me será a mi por nombre de gozo, de  alabanza y de gloria entre todas las naciones de la tierra, que habrán oído todo el bien que yo les hago... ¿Sabe que quiere decir esto.? Nada mas y nada menos que... Y sabrán que clamaron a mi; Y Yo les respondí y temerán y temblaran de todo el bien y toda la paz que yo les haré. Porque el que a mi clama Yo le respondo.

En los inicios del antiguo testamento allá en Éxodo, el pueblo de Israel clamaba a Dios pidiéndole un libertador. Ellos estuvieron cautivos en Egipto donde tenían que trabajar excesivamente para producir ladrillos.  Siendo esclavizados cada vez más tenían que producir mas ladrillos cada vez, pero también seguían clamando al cielo, hasta que Dios a su tiempo les respondió, enviándoles el libertador que pidieron Moisés, quien con brazo fuerte los saco de su cautiverio en Egipto.  Clama a mi y yo te responderé.

La voz de acción de gracias debemos elevarla todos aquellos que habiendo clamado a Dios , Él nos ha dado una respuesta 1 Samuel 1;10 vemos el clamor de Ana; ella clamaba a Dios por un hijo, el sacerdote Eli la tubo por borracha vers 13, en el vers 19 léalo conmigo por favor, dice; Y levantándose de mañana adoraron delante de Jehová y volvieron y fueron a su casa en Rama y Elcana se llego a Ana, y Jehová después de que Ana hubo clamado con derramamiento de su alma delante de Él, se acordó de Ana.  Esto se entiende por: Jehová le respondió la petición de su corazón.

Dios le concedió a Ana Y Elcana el hijo deseado. Ana lo dedico a Dios en agradecimiento y ¿sabe usted quien fue ese hijo? el profeta Samuel.  ¿Qué debemos hacer cuando Dios contesta.? Si leemos la historia de Ana, ella lo primero que hizo fue presentarse ante el sacerdote, nosotros lo que debemos hacer es presentarnos ante Dios, ir ,buscar la iglesia y darle a el las gracias 1 Sam 1:26. Segundo; reconocer ante Dios quienes somos; Ana recordó al sacerdote quien ella era y lo que estaba pidiendo 1 Sam 1:27.
Tercero: Cumplir con Dios la promesa o el pacto que hagamos, esta podría ser fidelidad, puntualidad interés por aprender más de Él, participación o servicio, etc.etc. Cuarto: 1 Sam 1:24. Nunca llegar con las manos vacías para darle a Dios las gracias por una respuesta suya. Ana llevo al sacerdote una ofrenda porque Dios le respondió, entonces usted hágalo también . Quinto: y termino exalte el nombre de Dios 1 Sam 2:1-2.

Alabe a Dios porque Él es bueno y porque para siempre es su misericordia. Cántele salmos e himnos espirituales, preséntese ante Él con un espíritu de servicio en agradecimiento.
Cuando clame a Dios y Él le responda; no sea usted mal agradecido cumpla su pacto y traiga una ofenda generosa a Él.
Estos dos tipos de voces que a Dios le agradan, la voz de clamor, y la de acción de gracias. Clame, y agradezca a Dios por sus favores para usted.

Si usted esta leyendo este sermón y aun no ha entregado su vida a Dios; hoy es una buena oportunidad, arrepiéntase hoy de sus pecados y empiece a clamar a Dios porque Él le responderá, le aceptara, le perdonara y le bendecirá.

Fuente: www.centraldesermones.com/

jueves, 3 de abril de 2014

Los juicios de Dios sobre los pueblos

CHILE sufre el horror de un gran terremoto



De tiempo en tiempo Dios deja caer sus juicios sobre la tierra, y entonces la tierra se conmueve y tiembla. Los hombres miran el cielo con temor, y toda luz se convierte en tinieblas y toda alegría en pesadumbre.

Los juicios de Dios se dejan caer sobre el hombre a causa de su pecado. Más bien, a causa de la multitud de sus pecados, y de que los límites de tolerancia de Dios han sido sobrepasados. Los juicios de Dios son siempre justos. Si por acaso el hombre impío dudara de que así es, y si hubiera (hipotéticamente) que dar razones, Dios tendría los argumentos más sólidos para demostrarlo. Es sólo a causa de la ingorancia que se tiene de Dios y de los límites a que puede llegar la maldad de la humanidad, que el hombre exculpa al hombre y acusa a Dios.

Dios no envía sus juicios indiscriminadamente. En su soberanía, él reserva a los suyos, a los justos de la tierra, para que sus juicios no les alcancen. En días de Ezequías, cuando Dios decide enviar castigo ejemplarizador sobre Jerusalén, envía a un varón vestido de lino para marcar a todos "los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella" (Ez.9:4). Luego, cuando da la orden de exterminio a los verdugos, les advierte que "a todo aquel sobre el cual hubiere señal, no os acercaréis" (v. 6).

De la misma manera, en Apocalipsis capítulo 7 encontramos los 144.000 sellados, que son defendidos de los juicios que caen sobre la tierra. La orden de Dios es: "No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios" (Ap. 7:3). El propósito evidente es defenderlos de los juicios.
Ahora bien, si Dios procedió así en días de Ezequiel, y procederá así en los días señalados en Apocalipsis, ¿no significa acaso de que esa es su manera de proceder en esos casos? Jesucristo es el mismo, ayer, y hoy, y por los siglos. Su manera de actuar obedece siempre a los mismos principios, porque él es inmutable.

La Biblia dice que Dios ha puesto en todos sus hijos el sello del Espíritu Santo, que es la señal y garantía de que ellos pertenecen a Dios, que es "las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria" (Ef. 1:14).
Otros ejemplos: En días de Abraham, Dios envió sus juicios sobre Sodoma y Gomorra; sin embargo, Lot, quien vivía en una de esas ciudades, escapó de la triste suerte de ellos a causa de su justicia (2ª Pedro 2:7-9). En Apocalipsis 3:10, el Señor dice a la iglesia en Filadelfia: "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra".

Mucho se ha hablado y escrito acerca de si los cristianos van a experimentar alguna clase de tribulación en los días finales, o si serán arrebatados antes de que ésta se manifieste. Cualquiera sea la postura que se tenga al respecto, hay una verdad que debe relucir sobre cualquier posición doctrinal: Dios no destruye al justo con el impío. Nosotros, los que tenemos la bendita fe del hijo de Dios, podemos entonces esperar con paz los tiempos que vienen, pues cualquiera sean los juicios que Dios envíe sobre la tierra, sabemos que Dios amparará a los suyos y los esconderá en el hueco de su morada en el día del mal (Isaías 26:20).

Fuente: Aguas Vivas