Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Los Vicios y los cristianos

¿Qué concepto tiene Dios de los "vicios"?


¿Cuáles son los vicios? 

Si hiciéramos esta pregunta a transeúntes en la calle, ¿cómo contestarían? La lista tendría cosas tales como el tabaco, la bebida alcohólica, el comer demasiado, el juego y la fornicación.
La verdad es que la palabra "vicio" se usa por la gente del mundo para referirse a estas cosas. 

La palabra "vicio" quiere decir "Hábito de obrar mal. Defecto o exceso que como costumbre tienen algunas personas, o que es común a una colectividad. Gusto especial o demasiada afición a una cosa, que incita a abusar de ella".
El hombre llega a ser pecador por decisión propia y no porque haya nacido así, Stg. 1:14,15; 1 Jn. 3:4. El hombre es responsable de sus hábitos malos y capaz de deshacerse de ellos por voluntad propia, Ef. 4:22

El hecho de que Dios no prohibe algo en tantas y cuantas palabras no quiere decir que lo apruebe 

Un hermano de Nicaragua me envió esta pregunta: "¿Es pecado fumar? O sea, algunos hermanos afirman que no hay texto en el cual se puede afirmar que es pecado." Yo comencé mi carta por recordarle que el hecho de que la Biblia no prohibe algo en tantas y cuantas palabras no quiere decir que lo apruebe.

Por ejemplo, no hay ningún versículo en el Nuevo Testamento que diga: "No bautizarás a los niños pequeños." Sin embargo, inferimos  de otros textos que hablan del tema que no sería correcto bautizar a los infantes porque no pueden creer, arrepentirse, etc. Esto sería pecado porque sería ir más allá de la doctrina de Cristo (2 Jn. 9). Sólo porque no hay texto en el cual se afirme en palabras específicas que "el bautizar a los niños es pecado" no quiere decir que esté bien hacerlo.
Un día alguien le dijo a uno de los hermanos de Sevilla (con el propósito de demostrar que la Biblia no es una revelación completa): "Pero la Biblia no dice: 'no conducirás borracho' ". Es verdad. No dice tal cosa. Pero sí nos dice que es un pecado emborracharse (Gá. 5:21) y que el cristiano acarrea condenación para sí mismo si desobedece las leyes de la tierra (Ro. 13:1,2).

"Pero la Biblia no dice: 'no fumarás' " dice otro. Es verdad. No dice tal cosa. Pero por medio de otros textos que hablan del buen uso del cuerpo y de la necesidad de ser buenos ejemplos en todo, aprendemos que no sería correcto que el cristiano fumara. Más adelante veremos que Dios ha establecido un orden en cuanto al uso del cuerpo físico y que este orden debe ser respetado.

¿QUE OPINA LA COMUNIDAD MÉDICA/CIENTÍFICA DEL FUMAR? 

La Organización Mundial de la Salud acaba de hacer público un informe sobre el tabaquismo con tinte realmente dramático: una muerte por segundo por culpa del tabaco. El tabaco es la principal causa de muerte en el mundo desarrollado y fumar causará la muerte, la pérdida de la vida, de una sexta parte de la actual población mundial. Cuarenta y cinco mil españoles mueren cada año por culpa del tabaco, de todo un conjunto de enfermedades y secuelas que van desde dolencias cardíacas hasta una importante variedad de cánceres. 
La Organización Mundial de la Salud señalan que en 1990 tres millones de personas perdieron la vida por esta causa. Diez millones lo harán en el año 2010 y, lo que es todavía más dramático, que 500 millones de la población actual fallecerán antes o después por este motivo."El 90% de los cánceres se pueden evitar por llevar una vida sana." la mayoría de los casos de cáncer se deben a dos cosas: "el fumar y el sol". (El sol, porque algunos no tapan sus cuerpos con suficiente ropa; no respetan lo que Dios ha dicho en cuanto a la modestia. Cuando el hombre no obedece lo que Dios dice en su palabra, ¡se hace mucho daño!)
Creo que a este punto sería conveniente mencionar algunas de las tres mil sustancias químicas halladas en el humo del tabaco. 

El tabaco contiene:

ACROLEÍNA. Líquido tóxico e incoloro con vapores irritantes cancerígenos.
MONÓXIDO DE CARBONO. Gas inflamable, altamente tóxico, utilizado en la fabricación de numerosos productos químicos. La inhalación de monóxido de carbono dificulta el transporte de oxígeno desde los pulmones a los tejidos...
NICOTINA. Alcaloide venenoso, principal sustancia adictiva del tabaco. También se usa como insecticida y para matar lombrices parásitas de los animales. El humo inhalado de un paquete de cigarrillos al día contiene suficiente nicotina para matarte en el acto si la recibieras toda en una sola dosis.
"De hecho, ...es tan potente ... que una gota de nicotina pura depositada en la lengua de un perro le produce a este una muerte rápida y dolorosa".
Es muy importante entender que la nicotina no es medicina sino un veneno. Miremos esta definición del diccionario.
Nicotina. "Alcaloide contenido en la hoja y las semillas del tabaco, del cual se extrae. Es un líquido incoloro, que se ennegrece en el aire, oleaginoso y muy venenoso, que actúa intensamente sobre el sistema nervioso" . Esta definición se ha tomado de un diccionario español publicado en el año 1956. ¡Hace más de 40 años que saben que el tabaco contiene veneno! Sin embargo, no convino hacer pública esta información para que la industria tabaquera no perdiera sus beneficios
AMONIACO. Compuesto alcalino gaseoso de nitrógeno e hidrógeno usado como elemento enfriador en equipos de refrigeración y aire acondicionado, así en explosivos, fertilizantes artificiales y desinfectantes.
ÁCIDO FÓRMICO. Gas líquido acre usado en la fabricación de tejidos y cuero. El contacto con este ácido irrita las membranas mucosas y produce ampollas.
CIANURO HIDROGENADO. Líquido extremadamente venenoso utilizado en muchos procesos químicos, entre ellos la fumigación y para templar hierro y acero. El cianuro hidrogenado se usa como agente letal en las ejecuciones mediante cámara de gas.
ÓXIDO NITROSO. Grupo de gases irritantes y a veces venenosos que se combinan con los hidrocarburos para producir smog . El dióxido de nitrógeno puede debilitar los tejidos corporales e incrementar la susceptibilidad a las afecciones respiratorias.
FORMALDEHÍDO. Gas acre usado principalmente como desinfectante y preservante. Irritante en extremo para las membranas mucosas.
FENOL. Compuesto acídico cáustico y venenoso presente en el carbón y el alquitrán vegetal, y usado en desinfectantes.
ACETALDEHÍDO. Líquido inflamable altamente tóxico que irrita los ojos y las membranas mucosas, acelerando la actividad cardíaca. Un contacto prolongado con este líquido hace que la presión sanguínea aumente y cause una proliferación de leucocitos y hematíes.
SULFURO DE HIDRÓGENO. Gas venenoso que se produce naturalmente en la materia en descomposición y se usa ampliamente en los laboratorios químicos.
PIRIDINA. Líquido inflamable usado en productos farmacéuticos, repelentes acuosos, bactericidas y herbicidas.
CLORURO METÍLICO. Gas tóxico utilizado en la producción de caucho, eliminador de pintura y agente antidetonante en la gasolina.
ACETONITRILO. Compuesto tóxico que se encuentra en el alquitrán mineral y el residuo de melaza, y usado en la producción de plásticos, caucho, fibra acrílica, insecticidas y perfumes.
PROPIONALDEHÍDO. Líquido incoloro con un olor sofocante, utilizado como desinfectante químico y preservante, así como en el plástico y el caucho.
METANOL. Líquido alcohólico venenoso utilizado en anticongelantes de automóviles, combustible para cohetes, colorantes sintéticos, resinas, fármacos y perfumes".

"No debemos olvidar que el cuerpo humano tiene unos 150.000 kilómetros de vasos sanguíneos. Cuando se inhala el humo del tabaco, cada uno de esos vasos sanguíneos se encoge. Por eso los fumadores se quejan con frecuencia de que sienten frío en las manos y los pies, pues sus extremidades no reciben suficiente sangre. Más alarmante es el hecho de que cada órgano de su cuerpo depende de la sangre recién oxigenada. Cuando uno hace que sus órganos carezcan regularmente de su adecuado suministro de sangre, abre la puerta a más trastornos de los que puede imaginar. Debemos comprender que se impide a todos los órganos funcionar de manera óptima: el hígado, los riñones, el corazón, el estómago, la glándula tiroides, el cerebro, los ojos, el oído, la piel, ¡todo!".
La sangre de los fumadores es más dada a coagularse dentro de las ya estrechadas arterias coronarias [lo cual puede provocar un ataque cardíaco .

"En el pasado, los fabricantes de cigarrillos han tratado de engañar al público, haciéndole creer que [el] aumento del cáncer pulmonar se debía a la contaminación del aire; sin embargo, ciertos estudios recientes han demostrado que la contaminación no es responsable más que del cinco por ciento de los casos de cáncer pulmonar".

"Cuando se escribió la Biblia, en el Oriente Medio no se utilizaba el tabaco. Por lo tanto, este no se menciona específicamente en las Escrituras. No obstante, las inferencias de muchos pasajes bíblicos supusieron una advertencia suficiente para que millones de cristianos se abstuvieran de emplearlo, en la forma que fuese, aun antes de que la ciencia médica hubiera demostrado los peligros de tales hábitos. Estas amonestaciones, junto con la observación de los usuarios del tabaco y sus escupideras, sus olores, sus humos y sus enfermedades, disuadieron a muchos creyentes de ceder al vicio".

Pero lo que realmente nos interesa es lo que opina Dios de este asunto...

EL FUMAR ES FALTA DE GRATITUD 

Dios nos ha dado el aire y dos pulmones para respirarlo. El apóstol Pablo dijo que "...él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas" (Hch. 17:25). La vida y hasta el mismo aliento son regalos preciosos del cielo. Los cristianos debemos entender esto más que nadie. Aunque a veces tengamos que sufrir en esta vida, el aliento sigue siendo un don de nuestro Padre celestial. ¿Es una buena muestra de gratitud usar nuestro aliento para inhalar un humo que nos puede hacer tanto daño?

No soy boxeador pero, ¿qué me dirían ustedes si les dijera que me voy a pelear con un hombre muy musculoso que mide dos metros y pesa 120 kilos? Seguramente me dirían: "No lo hagas, Jerry. Te va a dar una paliza." Pero no les escucho. Entro en el cuadrilátero con el hombre y, efectivamente, me da una paliza. A los tres días me recupero, pero otra vez voy al cuadrilátero a pelearme con el hombre. Digo para mi mismo: "Éste no me puede hacer ningún daño, digan lo que digan los demás." Pero me da un puñetazo que me manda volar por los aires. Tras guardar cama otros cuatro días, vuelvo al cuadrilátero y el matón me da otra paliza y así sucesivamente. ¿Cuál sería mi actitud en tal caso hacia la vida que Dios me da? Usted me diría que no la valoro y tendría razón.

El cristiano no es libre para usar su cuerpo como el quiere sino como Dios lo quiere
 
1 Co. 6:19 - "...vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo ... y que no sois vuestros".
Si usted es cristiano, no se pertenece a sí mismo. Usted ha sido comprado por precio (1 Co. 6:20), con la sangre preciosa de Jesucristo (1 Ped. 1:19). Dios es el que manda en cuanto al buen uso de su cuerpo y de mi cuerpo. (No es como dicen los proabortistas: "Es tu cuerpo, tu vida." Están bien equivocados.)
El v. 20 dice que debemos "glorificar a Dios" en nuestro cuerpo. Algunos corintios no usaban su cuerpo para glorificar a Dios. Lo empleaban mal para hacer algo que Dios no aprobaba (la fornicación). ¿Glorifico a Dios en mi cuerpo si lo destruyo con cigarros? 1 Co. 10:31 dice: "Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios." ¿Es posible fumar "para la gloria de Dios" sabiendo que nos puede hacer tanto daño?

Ro. 12:1 - El cuerpo debe presentarse a Dios en sacrificio vivo, es decir, dejamos que Dios use nuestro cuerpo como Él quiere y no como nosotros queremos. Cuando llegamos a ser cristianos, llegamos a ser "siervos de la justicia" (Ro. 6:18) y "siervos de Dios" (v. 22). ¡Dios manda en cuanto al uso de su cuerpo! Dios ha establecido un orden en cuanto al uso del cuerpo físico y este orden debe ser respetado.
1 Co. 6:12 - No debemos permitir que seamos dominados por ninguna cosa, aunque sea cosa buena en sí. ¡Cuánto más se aplica esta verdad cuando se trata de algo malo y dañino como el tabaco!

EL FUMAR ES SEÑAL DE UNA FALTA DE DOMINIO PROPIO 

Gá. 5:22,23 - El fumar va en contra de uno de las cualidades del fruto del Espíritu, la "templanza" o el dominio propio. Muchos fuman porque, según ellos, ayuda a controlar "los nervios". ¿Es una buena costumbre depender de una sustancia mortífera para controlar nuestro estado anímico? ¿No sería mejor implorar la ayuda de nuestro Dios Todopoderoso en la oración y poner de nuestra parte para tener templanza en nuestra vida diaria?
Uno de los problemas principales de los que están esclavizados por ciertos vicios es que ellos mismos se ven totalmente "incapaces" de superarlos. Los tales suelen usar la frase "no puedo" al pensar en la posibilidad de dejar sus malos hábitos, así convirtiéndose en víctimas impotentes del pecado. ¿Es ésta la actitud victoriosa del que tiene un Aliado Todopoderoso en los cielos?

Pero alguien dice: "El dominio propio no es un punto tan importante del cristianismo." ¿Ah, no? Entonces, ¿cómo se explica la predicación del apóstol Pablo al gobernador Félix en Hch. 24:25? Pablo incluyó el tema del "dominio propio" en su sermón evangelístico.

2 Ti. 1:7 - "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio."

EL FUMAR PUEDE DAÑAR NUESTRA INFLUENCIA Y HACER DAÑO A OTROS 

Tuve la oportunidad de hablar con cierto señor acerca del evangelio. Me confesó que había perdido toda confianza en los sacerdotes de su iglesia. "¿Por qué?" se pregunta usted. Porque "fuman, beben, y dicen chistes verdes", dijo el hombre. El hombre esperaba que los cristianos verdaderos fueran diferentes de la gente a su alrededor.
Todo cristiano tiene la responsabilidad de estimular a sus hermanos "a las buenas obras" (Heb. 10:24). El hermano que fuma debe saber que los bebés en Cristo miran a los que llevan más tiempo en el evangelio para saber como deben portarse ellos mismos. (Muchos, por ejemplo, fuman porque "Papá lo hacía" o "Mamá lo hacía". Se crían con la idea de que es normal e incluso bueno para la salud.) Una pregunta que debe ser hecha por todo hno. que fuma es la siguiente: "¿Mi ejemplo va a estimular a los recién convertidos a imitar mi hábito de fumar?" También, en cualquier iglesia local hay niños que, aunque todavía no se han convertido a Cristo, miran el ejemplo de los adultos con mucho cuidado. Si los niños ven a un hno. fumar, ¿serán estimulados a imitar ese hábito cuando sean mayores? Puede que no o puede que sí.

El cristiano fiel no quiere hacer daño a su prójimo. Por contraste...
"El gran problema en el caso del tabaco, es que fumar no sólo perjudica a quien lo hace, porque el humo contamina el ambiente y acaba en los pulmones de inocentes transeúntes" (Diamond, p. 91).
"Se ha demostrado que el humo ambiental contiene el doble de alquitrán, el doble de nicotina y cinco veces más monóxido de carbono que el humo inhalado directamente. Este último es el más mortífero. ...el humo inhalado por la madre puede reducir el peso de su hijo no nacido; un 10% por debajo de lo normal. La falta de oxígeno en el bebé no nacido en desarrollo ocasiona deterioro cerebral" (Ibid., pp. 92-94).

"En 1653, Jacob Bald, un sacerdote jesuita, preguntaba: '¿Qué diferencia hay entre el fumador y el suicida, sino que el uno tarda más en matarse que el otro?" (McMillen, p. 70). Dios no quiere que el cristiano se destruya; esto va completamente en contra de Su palabra. Él no quiere que ninguno haga daño a sí mismo ...ni tampoco a su iglesia. ¿Es pecado si alguien ignora estos principios revelados en la palabra de Dios? Dejaré que usted conteste esta pregunta por sí mismo.

Reconozco que para algunos les resulta muy difícil dejar este hábito porque ha llegado a ser una drogadicción. A los tales debemos animar con paciencia para que quiten este hábito de su vida, siempre recordándoles que no es imposible vencerlo.
De hecho, es más fácil dejar un mal hábito cuando uno tiene el apoyo de otros decididos a dejarlo. Los tales deben apoyarse mutuamente en su decisión, y mucho más si son hermanos con el mismo problema.

Un consejo de una ex-fumadora: "Es una situación difícil, pero no desesperada, ni mucho menos. Muchísimos adictos al tabaco han podido dejar el vicio, y no olvide que si uno es capaz, todos pueden hacerlo. Lo sé por propia experiencia, ya que entre los diecisiete y los treinta años fui una fumadora empedernida y, no obstante, logré dejarlo" (Diamond, pp. 100, 101). Si uno puede hacerlo, uno debe hacerlo.
El cristiano tiene una ventaja que no tiene la mayoría de las personas en el mundo. Tiene un Aliado Celestial poderosísimo que quiere ayudar a su hijo(a) a dejar este vicio de una vez por todas

Fuente: bible.ca