Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

lunes, 30 de marzo de 2020

LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS

Los juicios de Dios que vendrán sobre la tierra



“¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado” (Apoc. 15:4).

Apocalipsis 11:18 resume los sucesos en la Tierra justo antes de la batalla final del Armagedón: “Se airaron las naciones”. Esta situación en la tierra coincide con la descripción de Jesús sobre los últimos días (Luc.21:25) y es seguida por la ira de Dios, que son sus juicios en forma de las siete últimas plagas sobre los impenitentes (Apoc. 15:1).

Apocalipsis 15 comienza con la imagen de siete ángeles con siete copas

llenas de esta ira divina. Pero, antes de que se derramen, tenemos un pantallazo futuro del pueblo fiel de Dios (Apoc. 15:1-4). Se lo describe victorioso “sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre” (Apoc. 15:2), de pie sobre algo semejante a un mar de vidrio, y entonando el canto de Moisés y el Cordero. Estos santos victoriosos son los mismos que se mencionan como los 144.000 en Apocalipsis 14:1 al 5. Al haber rechazado la marca de la bestia, están protegidos de las siete últimas plagas. Luego, en la Segunda Venida, sus cuerpos mortales son transformados y se visten de inmortalidad (1 Cor. 15:51-54), y se unen a los santos resucitados cuando Jesús regrese con poder y gloria (1 Tes. 4:17).

EL SIGNIFICADO DE LAS SIETE ÚLTIMAS PLAGAS

La gente ya optó por Dios o por Babilonia. Sin embargo, antes de que Cristo venga, los vientos destructores de la furia de Satanás que estaban retenidos (Apoc. 7:1-3) se desatan y los siguen las siete últimas plagas.  Apocalipsis 15:1 y Éxodo 7 al 10. ¿Cuán instructivas son las plagas de Egipto, consideradas el telón de fondo de las siete últimas plagas, con respecto a su propósito y significado?

A las siete últimas plagas se las llama “últimas” porque ocurren en el
momento final de la historia de la Tierra. 

En cambio, las plagas de las siete trompetas cubren el período que abarca toda la edad cristiana y tienen un alcance limitado. Se ejecutan mientras todavía se predica el evangelio (Apoc.10:8-11:14) y hay intercesión (Apoc. 8:2-5). Se combinan con misericordia, y su propósito es conducir a los enemigos del pueblo de Dios al arrepentimiento.
Por otro lado, las siete últimas plagas se derraman justo antes de la Segunda Venida. Se derraman sobre aquellos que, como el faraón, endurecieron su corazón contra el amor redentor de Dios y no se arrepintieron (Apoc. 16:11). La ira divina es el justo juicio de Dios sobre las decisiones que tomó la gente (Rom. 1:26-28), y los perdidos ahora cosechan las consecuencias de sus propias decisiones. Apocalipsis 15:5 al 8; Éxodo 40:34 y 35; y 1 Reyes 8:10 y 11. 

¿Qué sugiere la expresión “nadie podía entrar en el templo” (Apoc. 15:8) sobre la hora de las siete últimas plagas?

La expresión “nadie podía entrar en el templo” (Apoc. 15:8) señala el fin del tiempo de gracia (Apoc. 22:11). Cuando el ministerio intercesor de Cristo en el cielo llegue a su fin, la puerta de la oportunidad para arrepentirse se cerrará para siempre. Por consiguiente, las últimas plagas no conducirán a nadie al arrepentimiento; solo revelarán la dureza del corazón de quienes decidieron ponerse de parte de Babilonia, lo que los indujo a odiar aún más a Dios.

Observa el mundo actual que te rodea; las cosas solo irán de mal en peor. El hecho de
que las plagas se hayan retrasado tanto tiempo, ¿qué nos dice acerca de la misericordia y la paciencia de Dios?

EL DERRAMAMIENTO DE LAS ÚLTIMAS PLAGAS

Con el cese de la intercesión de Cristo en el Santuario celestial, el destino de cada persona queda determinado para siempre. Para quienes han despreciado el evangelio, ha llegado la hora de experimentar la ira de Dios en su plenitud.
Las siete últimas plagas imitan las plagas derramadas sobre Egipto (Éxo.7-11). Así como las plagas de Egipto afectaron a los egipcios en tanto que a los israelitas no, así también el pueblo de Dios será protegido durante este tiempo de angustia (Sal. 91:3-10; ver CS 612, 613). Las plagas de Egipto revelaron la dureza del corazón del faraón y demostraron ante los egipcios la incapacidad de sus dioses para protegerlos. Asimismo, las últimas plagas endurecen cada vez más el corazón de los adoradores de la bestia que sube del mar y revelan la impotencia de Babilonia para protegerlos del juicio divino. Apocalipsis 16:1 al 11. 

¿Qué sucede aquí, y cuál es la descripción?

Las primeras cuatro plagas “no son universales, pues de lo contrario los habitantes de la Tierra serían eliminados totalmente” (CS 612). La primera inflige llagas dolorosas y repugnantes exclusivamente a los adoradores de la bestia. La segunda y la tercera plagas afectan el mar, los ríos y las fuentes de agua, que se convierten en sangre. Sin agua para beber, la humanidad rebelde no podrá sobrevivir. La cuarta plaga afecta al Sol, y quema a la gente, causando un dolor insoportable. El dolor insoportable causado por las plagas no suaviza el corazón de la humanidad impía ni cambia su actitud rebelde. Esta maldice y blasfema a Dios, quien ejecuta estas plagas. Nadie se arrepiente tampoco.

En Apocalipsis 16:10 y 11 (Éxo. 10:21-23), podemos ver que la quinta plaga ataca el trono de la bestia. Fue Satanás quien delegó el trono en la bestia (Apoc. 13:2). Ahora ni siquiera la sede de la autoridad de Satanás puede resistir la fuerza de estas plagas. Como la gente sufre dolor, se da cuenta de la incapacidad de Babilonia para protegerla. Sin embargo, como se opuso a Dios, ni siquiera el terror de las plagas cambia su corazón.

¿Cómo podemos cultivar una experiencia íntima con el Señor, a fin de que, si llegásemos a vivir una tragedia, sepamos lo suficiente de su amor como para confiar en él incluso en medio del sufrimiento?

EL RÍO ÉUFRATES SE SECA

Apocalipsis 16:12; y 17:1 y 15. ¿Qué significa el símbolo del Éufrates?
¿Cuál es el significado del secamiento del Éufrates en el contexto de las
siete últimas plagas?
En el Antiguo Testamento, el Éufrates era un medio fundamental de apoyo para los enemigos de Israel, Asiria y Babilonia. El río fluía a través de Babilonia y era importante para la ciudad porque sustentaba los cultivos y proporcionaba agua para la gente. Babilonia no podía sobrevivir sin el Éufrates.

Apocalipsis 17:1 describe a la Babilonia del tiempo del fin asentada sobre muchas aguas, quizá como una referencia al Éufrates (ver Jer. 51:13). El versículo 15 del mismo capítulo explica que las aguas en las que se sienta Babilonia en el tiempo del fin representan a la gente que la apoya: los poderes civiles, seculares y políticos en el ámbito mundial detrás del sistema. Sin embargo, estos poderes finalmente le retirarán su apoyo.
La escena de la sexta plaga refleja la captura de la antigua Babilonia por parte de Ciro el Persa (ver Dan. 5). Según el antiguo historiador Herodoto, la noche en que el rey Belsasar y sus oficiales celebraban una fiesta, los persas desviaron el Éufrates y entraron en Babilonia por el lecho del río, tomando por sorpresa a la ciudad.

El secamiento simbólico del Éufrates, en Apocalipsis 16:12, ocasiona el colapso de la Babilonia del tiempo del fin. Dado que el Éufrates, en Apocalipsis, representa los poderes civiles, seculares y políticos que apoyan a Babilonia, el secamiento del Éufrates simboliza la retirada de su apoyo y posterior ataque contra Babilonia, lo que causa su caída. A medida que los habitantes del mundo presencien la agitación de la naturaleza (ver Apoc. 16:3-9), recurren a Babilonia para protegerse. Sin embargo, cuando la quinta plaga ataca la sede de la autoridad de Babilonia, ven la inutilidad de buscar ayuda allí. Al sentirse engañados, se vuelven en contra de Babilonia, lo que causa su caída (ver Apoc. 17:16). Sin embargo, como hemos visto, su corazón sigue endurecido contra Dios y su pueblo. Por consiguiente, se convierten en terreno fértil para el engaño final mediante el cual Satanás inducirá al mundo a unirse contra el pueblo de Dios para borrarlo de la faz de la Tierra.

¿Cómo descubriste lo arriesgado que es depositar tu confianza en los seres humanos
y en las instituciones humanas?

EL ÚLTIMO GRAN ENGAÑO DE SATANÁS

Apocalipsis 16:12 nos dice que el propósito del secamiento del Éufrates es preparar el camino para “los reyes del oriente”. En el Antiguo Testamento,“los reyes del oriente” eran Ciro y sus fuerzas que venían del norte, y luego se dirigieron a Babilonia desde el este (Isa. 41:25). Su conquista de Babilonia posibilitó el regreso del pueblo de Dios a su patria (Isa. 44:27, 28). De la misma manera, el secamiento simbólico del Éufrates prepara el camino para la venida de los reyes del oriente a fin de ofrecer liberación al pueblo de Dios del tiempo del fin.

Los reyes del oriente de Apocalipsis 16:12 son Cristo y su ejército de ángeles celestiales. En su segunda venida, Jesús se presentará con su hueste angelical vestida “de lino finísimo, blanco y limpio” (Apoc. 19:14), que es la vestimenta de los ángeles sin pecado (Apoc. 15:6). Acompañado por la hueste celestial, como muestra Apocalipsis 17:14, Cristo vencerá a las fuerzas satánicas que oprimen a su pueblo (cf. Mat. 24:30, 31). El conflicto contra el pueblo de Dios antes de la Segunda Venida se conoce como la batalla de Armagedón. Apocalipsis 16:13 y 14. 

¿Cuál es el papel de los tres espíritus inmundos en preparación para la batalla de Armagedón? ¿En qué sentido son una falsificación satánica del mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14? (Ver 1 Tim. 4:1.)

Mediante los acontecimientos finales que conducen al fin del tiempo de gracia, cada ser humano será llevado a decidir en cuál de los dos bandos se colocará en la batalla de Armagedón. Como preludio de esta guerra espiritual, Juan ve a tres espíritus demoníacos semejantes a ranas. El último intento de Satanás de engañar involucra a espíritus demoníacos y mentirosos.

El dragón (el paganismo y el espiritismo), la bestia que sube del mar (el catolicismo romano) y el falso profeta (el protestantismo apóstata) se unen bajo las órdenes de Satanás (ver Apoc. 13:11, 12). Satanás les permite realizar señales milagrosas que apuntan a las actividades de la bestia semejante a un cordero (ver Apoc. 13:13-17), que incluye el espiritismo. Las señales milagrosas son parte de la estrategia engañosa de Satanás para persuadir al mundo de seguirlo a él en vez de al Dios verdadero.
Cegados por su odio hacia Dios y su verdad, los líderes del mundo creen fácilmente en las mentiras de Satanás, que están envueltas en un atractivo disfraz religioso (2 Tes. 2:9-12). Por último, se unirán en la batalla final que conduce al fin de este mundo.