Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Cuando nació Jesús y su celebración

La polémica por la fecha del nacimiento de Jesús y la fiesta del Sol Invicto, que celebraba Roma el 25 diciembre desde 200 años antes 

En la actualidad, en esa fecha se conmemora la Navidad por el nacimiento de Jesús en Belén de Judea. Sin embargo, las sociedades pre cristianas hacían grandes festejos por el comienzo de los días más largos y la paulatina victoria solar sobre la oscuridad invernal, clave para el rendimiento de las cosechas y el sustento de la población 

Según la RAE, el término “Navidad” significa: Del lat. tardío Nativitas ‘nacimiento’/ 1. f. En el mundo cristiano, festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo”.

Pero en la misma fecha en que nosotros festejamos la Navidad -el 25 de diciembre- los romanos celebraban la fiesta del “natalis Solis invicti” o nacimiento del Sol invicto, asociada al nacimiento de Apolo. Recordemos siempre que los ciclos de la naturaleza eran esenciales para la vida en aquellos tiempos, por eso se marcaban con celebraciones sean de exorcismo para el inicio del invierno o de gozo para el comienzo del fin del invierno o la llegada de la primavera. La temporada invernal era fatal en aquellas épocas y el 25 de diciembre se estableció como día del solsticio de invierno. Cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 A.C., dicha festividad debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro calendario gregoriano. Pero unos días antes de la gran fiesta del Sol, el pueblo de Roma celebraba las “Saturnalias”, introducidas alrededor del 217 A.C. Oficialmente, tenían lugar el día de la consagración del templo de Saturno en el foro romano: del 17 de diciembre al 23 de diciembre. Los romanos asociaban a Saturno como un dios agrícola, protector de sembrados. En estas fiestas se decoraban las casas con plantas y se encendían velas y lámparas de aceite para celebrar a Saturno y con él, el comienzo del fin del invierno. Pero la gran apoteosis celebrativa de este período era la noche del 24 de diciembre, cuando las familias se visitaban unas con otras para cenar, se lucían las mejoras galas y se ofrecían ricos manjares, pues era la víspera de la fiesta del Sol invicto.

El poeta Catulo se refería a las saturnales como “los mejores días” y a la víspera del “natalis Solis invicti” como la “noche de las Noches”. Por supuesto era la noche más larga y el comienzo del fin del invierno, por tanto, ya reunidos en una casa, familiares y amigos esperaban el amanecer del día 25 de diciembre con música, cantos y bailes. Se ofrecían regalos entre los presentes, que se abrían al salir el sol del 25 de diciembre.

Grupo escultórico “Saturnalia”, del italiano Ernesto Biondi (1854-1917), cuyo original se encuentra en la Galería de Arte Moderno en Roma. Copia en el Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires

Grupo escultórico “Saturnalia”, del italiano Ernesto Biondi (1854-1917), cuyo original se encuentra en la Galería de Arte Moderno en Roma. Copia en el Jardín Botánico de la Ciudad de Buenos Aires

¿Les suena conocida esta festividad de la antigüedad a una de nuestros tiempos? Y al igual que hoy a muchos les causaba cierto fastidio estas festividades. El mismísimo Plinio el Joven nos relata que se retiraba a su villa laurentina: “Especialmente durante la Saturnalia, cuando el resto de la casa está ruidosa por la licencia de las fiestas y los gritos de festividad. De esta forma, no obstaculizo los juegos de mi gente y ellos no me molestan en mis estudios” y el famoso Cicerón huía a su casa en el campo.

Por su parte, los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del Sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol de hoja perenne que representaba al Yggdrasil o árbol del universo. La noche del 25 al 26 de diciembre, en todos los poblados las personas se reunían entorno al Yggdrasil esperando los primeros rayos del sol. Bailaban, cantaban en torno al árbol y al primer rayo, se repartían regalos unos a otros como símbolo del regalo del Sol que dentro de poco volvería a reinar ¿no les parece haber visto ese árbol en algún lado? San Bonifacio, el evangelizador de los germanos, le dará a este árbol una visión cristiana.

Como hemos visto el Sol posee gran significancia pero no sólo nacería Jesús en esa fecha; otras divinidades de otros cultos también nacieron alrededor del Solsticio de Invierno. Sin entrar en realizar un opúsculo sobre religiones comparadas podemos hacer una breve y rápida comparación de fechas:

Horus: nació un 25 de Diciembre de la virgen Isis-Meri. Mitra: nació el 25 de diciembre, en una cueva oscura de una virgen. Siddharta gautama–Buda: nacido de la reina Maya y anunciado por una estrella (pero se celebra en muchos lugares en mayo. En Japón se celebra el 8 de abril.)

El nacimiento de Jesús

Los textos de los Evangelios nada nos advierten sobre la fecha exacta del nacimiento de Jesús. Los datos que dan algunos son vagos como el que cita el evangelio de Lucas 2.1-3:

“En aquella época apareció un decreto del emperador Augusto, ordenando que se realice un censo en todo el mundo. Este primer censo tuvo lugar cuando Quirino gobernaba Siria. Y cada uno iba a inscribirse a su ciudad de origen…”

La mayoría de historiadores sostienen que Lucas cometió un error al hacer coincidir el censo de Quirino -que tuvo lugar durante el año 6 D.C.- y los hechos que rodearon al nacimiento de Jesús, que San Mateo en su Evangelio sitúa en tiempos del rey Herodes en el año 4 A.C. El problema es que el rey Herodes el Grande. bajo cuyo reinado también afirma la Biblia que nació Jesucristo, murió en el año 4 A.C. y no es muy probable que el censo se hiciera en dos fases, pues en tiempos de Herodes el Grande, Judea no estaba bajo dominio romano. Tampoco es probable que el censo haya durado 10 años.

Lucas también otorga otro dato en su Evangelio en el Cap. 2, 8-20: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: ‘No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor…’”

Si prestamos atención a este texto, podemos leer que los pastores “velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño…”. Bien, en diciembre no se llevaban las ovejas a pastar por lo pocos prados que había en Palestina. Muy al contrario, se guardaban en cuevas dado el frío y la nieve. Esto implica que debemos ubicar el nacimiento de Jesús entre la primavera y el verano del hemisferio norte.

En los albores del cristianismo, la fiesta más recordada y celebrada para los fieles no era la Navidad sino la Pascua. La fecha más importante de la vida de Cristo y también de los santos y mártires, no era la del nacimiento sino la de la muerte, y la resurrección de Jesús es el punto focal de la fe. Aunque en los lugares donde el cristianismo comenzaba a tener una importante presencia había una celebración simple, en fechas muy diversas, por sobre el nacimiento de Jesús. Ni en San Ireneo, ni en la lista de las festividades litúrgicas de Tertuliano figura la celebración de la Navidad.

Muchas son las teorías del porque se comienza a celebrar el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. El papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuera celebrado en esa misma fecha del “natalis Solis invicti”, porque es Jesús el “Sol de justicia que alumbrará al mundo con su resplandor” y los cristianos de Roma seguían celebrando las saturnales y la fiesta del Sol, pero ahora con la inculturación al cristianismo. Finalmente el papa Liberio decreta este día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354 y la primera mención de una comida de Navidad el 25 de diciembre se da en Constantinopla en el año 379, bajo Gregorio Nacianceno, alrededor del año 380/382. Siempre estamos hablando del calendario Juliano.

Con la cristianización de las festividades de las Saturnales y la del Sol invicto solo cambió el objeto a celebrar: ahora era Jesús. Pero las formas siguieron siendo las mismas. Comidas, bailes, regalos, luces, adornos, etc… Poco a poco la fiesta se extendió y se celebró en toda la nueva cristiandad inculturizando las tradiciones en la cual el evangelio iba llegando. Por ejemplo, el árbol Yggdrasil de los germanosse transformó en el árbol de Navidad.

En Roma, el Papa celebraba las primeras vísperas el día 24 en la iglesia de Santa María la mayor de Roma, donde se guardan las reliquias del pesebre. A la aurora iba a la iglesia de santa Anastasia de la comunidad griega y oficiaba allí la Misa de la aurora. La Misa del día se oficiaba en San Pedro, en el Vaticano.

Pero la festividad de la Navidad sufrió muchos altibajos. Los reformadores consideraron a la fiesta de la Navidad como un “resabio papista” y prohibieron taxativamente su recuerdo. Como así también en Inglaterra, en 1647 los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. Pero el pueblo no lo aceptó y en 1660 se restauró la festividad. Los puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad y su celebración fue prohibida en Boston de 1659 a 1681, pero en Nueva York y Virginia se celebró con total normalidad. Después de la independencia de los Estados Unidos, la celebración quedó unida como una “costumbre del imperio” y fue muy poco celebrada.

En 1820, en Inglaterra, los temas por persecuciones religiosas ya habían concluido, pero la celebración de la Navidad estaba en agonía. Solo era una memoria litúrgica de las diversas Iglesias sin demasiada relevancia en la sociedad. Fue Charles Dickens en su famoso: “Cuento de Navidad” que en 1843 desempeñó un importante papel en la restauración de la fiesta de Navidad haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar; aunque no se menciona la figura de Jesús y el porqué de esta celebración.

En la actualidad, la gran mayoría de las Iglesias cristianas históricas (Iglesia católica, Iglesia ortodoxa, Comunión anglicana, y diversas Iglesias de la Reforma: luteranos, calvinistas, valdenses, etc…) otorgan a la solemnidad de la Natividad o Navidad una importancia tal que se la antecede de un tiempo de preparación: el Adviento.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o mormones, quienes no se consideran una Iglesia protestante ni reformada, sino una Iglesia restaurada, no obstante se unen al mundo en la celebración navideña tradicional, sostienen que Jesús nació el 6 de abril. Y los Testigos de Jehová y algunas denominaciones protestantes, consideran que al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla no hay razón para celebrar o crear una fiesta. Por ese motivo instan a que sus miembros no concurran a ninguna invitación que se haga de estas festividades.

Algunas Iglesias orientales usan el calendario Juliano (creado por Julio César). En 1582 el papa Gregorio XIII, aconsejado por los astrónomos, decretó por la bula “Inter gravissimas” que el jueves 4 de octubre de 1582 sería inmediatamente seguido del viernes 15 de octubre para compensar la diferencia acumulada de 13 días a lo largo de los siglos en el calendario juliano. Algunas de las Iglesias de Oriente no iban a aceptar un cambio de calendario realizado por el papa de Roma, por tanto mantuvieron las fechas según el calendario juliano. Pero poco a poco algunas Iglesias aceptaron el calendario Gregoriano. Por tanto el 25 de diciembre del calendario juliano es el 7 de enero del calendario gregoriano; y la Navidad es celebrada junto con la fiesta de la Epifanía en esa fecha. También la Iglesia apostólica Armenia la celebra el 6 de enero. Las Iglesias ortodoxas de Alejandría, Rumania, Bulgaria, Albania, Finlandia, Grecia y Chipre sí festejan Navidad el día 25 de diciembre según el calendario gregoriano.

Fuente: https://www.infobae.com/

sábado, 21 de noviembre de 2020

¿QUÉ PUEDES HACER CUANDO TU PAREJA SE MARCHA?

El dolor de separarse

Si tu pareja se acaba de marchar-- o te ha dicho que te vayas-- lo más probable es que estás experimentando momentos de gran turbulencia en tu mente y tu corazón. Surgen muchísimas preguntas: ¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo reaccionar? ¿Podemos ser reconciliados? ¿Pero cómo?

No es un tiempo fácil para ti; tampoco hay respuestas fáciles para tu dilema. Sin embargo, Dios se dedica a la reconciliación; lo hace todos los días. Por eso, él sabe la manera de reconciliar tu matrimonio. Él ha mostrado en su palabra los métodos y los principios que tú necesitas. Si abres tu corazón a sus consejos, el proceso de reconciliación puede comenzar. Éste puede ser un tiempo de grandes cambios y restauración en tu vida y tu matrimonio, si tú te sujetas a su plan. ¿Qué debes hacer?

1. Examinate. Es el primero y más importante paso a tomar. En lugar de concentrarte en los fracasos y defectos de tu pareja, concéntrate en tus propios errores. Así dijo Jesús a sus discípulos que hicieran cuando se vieran involucrados en un conflicto, y sintieran el deseo de criticar a otros. Les dijo, “Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5). No puedes ver correctamente los conflictos en tu matrimonio hasta que tomes este paso. No es fácil examinarnos a nosotros mismos, pero si la reconciliación es la meta, es indispensable hacerlo. ¿Cuáles son tus defectos? ¿Cómo han contribuído a este desastre? ¿Qué has hecho o dicho que ha apagado el amor entre ustedes? ¿O qué has dejado de hacer? Sugiero que apuntes en un papel estos defectos de tu actitud, conducta, o forma de expresarte. Esta lista te ayudará en varias maneras. Primero, te ayudará a pedirle a Dios específicamente que te ayude a cambiar estos defectos. También, te ayudará a recordar qué cosas necesitas reconocer y confesar a tu pareja.

El examinarse a ti mismo, y luego confesar tus errores, son las dos formas más directas para lograr la reconciliación. Si reconoces y confiesas tus defectos, entonces tu pareja no necesita perder tiempo haciéndote ver en qué formas tú has fracasado. Si ustedes dos actúan así, la reconciliación se logra mucho más fácilmente. Por eso, pídele a Dios que te ayude a usar la verdad en lo íntimo para identificar tus propios defectos.

2. No te endurezcas más. La dureza del corazón es la causa principal del fracaso de tu matrimonio. Jesús dijo que el corazón endurecido es lo que destruye los matrimonios. Explicó a sus discípulos que era solamente “por la dureza de sus corazones” que Moisés dio instrucciones acerca de divorcio (Mateo 19:8). Este endurecimiento ha resultado porque ustedes no han seguido los mandamientos de Dios acerca de reconciliarse y buscar soluciones duraderas a los problemas y conflictos que surgen de tiempo a tiempo en la vida matrimonial. Estos conflictos y problemas, por haber quedado pendientes, se han ido amontonando, trayendo consigo este endurecimiento, y así han destruído la intimidad con tu pareja y con Cristo. Por eso, arregla ahora mismo este asunto de tu corazón. Pide a Dios que te dé convicción y que ablande tu corazón para que tú deseches tu rencor, enojo, y orgullo, y que despierte nuevamente en ti el deseo de esforzarte para restaurar tu matrimonio. Pídele que te dé humildad y quebranto al ver tus faltas y fracasos. Pídele que te dé el deseo de hacer lo que él requiere para restaurar tu matrimonio. ¿Cómo puedes tener un corazón humilde y contrito?

3. Renueva tu relación con el Señor. Cuando ya reconozcas tus faltas y te humillas ante Dios, tienes que buscar al Único que puede cambiar tu corazón y, por lo tanto, tu conducta. Necesitas entender que todo problema matrimonial es primeramente un problema espiritual. Cuando existe falta de amor, falta de sacrificio, falta de comunicación, falta de perdón, o falta de comprensión, entonces también existe un problema básico en tu relación con Cristo. Claro, todos flaqueamos a veces de alguna manera, pero cuando existe una deficiencia constante sin reconciliación, es porque existe una falla fundamental en tu relación con Cristo. Puede ser porque tú no ves tus propios defectos, o puede ser porque de alguna manera no has obedecido a Dios. Por eso, para poder lograr cambios permanentes y poder así corregir las deficiencias en tu vida, necesita haber una restauración y una profundidad en tu relación de amor con Cristo. Al renovar tu relación con Cristo, recibirás el poder que necesitas para cambiar tu vida. Solamente el Espíritu Santo puede transformar a una persona a la imagen de Cristo (2 Corintios 3:18). Al rendirte a él diariamente, él moldeará tus actitudes y tu comportamiento hasta que reflejan su carácter. Amados, no traten de cambiarse por pura fuerza de voluntad. Necesitas pedirle a Dios, y presentarte a él, y tu Padre celestial te dará la fuerza interna de su Espíritu (Lucas 11:13). ¿Por qué no se lo pides hoy mismo?

4. No causes más conflictos. Si en verdad quieres reconciliarte con tu pareja, uno de los pasos más importantes es decidir no causar más conflictos mientras todavía están separados. Aún estando ustedes separados, los conflictos pueden seguir surgiendo. Es un gran error. Esto significa que ya no debes estar presentando nuevas demandas, imponiendo tu voluntad a la fuerza, o en otras formas presionándole. Porque si haces tales cosas, tu pareja se preguntará si en verdad será posible o sincera la reconciliación. Si tú causas conflictos adicionales, es indicación que nada ha cambiado en tu vida, y que cualquier intento de reconciliarse sería sin fruto. Sin embargo, yo estoy convencido de que los conflictos cesarán si cada individuo está examinando su propio corazón ante Dios. Cuando reconoces tu propia culpa y comienzas a corregir la dureza de tu corazón, el fruto natural es el deseo de reconciliarte. Como consecuencia natural, quieres terminar de pelear. Acuérdate del consejo de Salomón, “Deja la contienda antes que se enrede” (Proverbios 17:14). Ten por cierto que la gracia de Dios es suficiente para fortalecerte para poder controlar tu enojo y tu lengua (2 Corintios 12:9).

5. Empieza a hacer cambios en tu vida. Mientras buscas reconciliarte con tu pareja, toma la iniciativa y comienza a cambiar tus defectos. Vuelve a consultar la lista que hiciste, y escoge el punto más conflictivo entre ustedes. Ponte a estudiar lo que enseñan la palabra de Dios acerca de ese punto, y aprende todo lo que puedas acerca de lo que Dios requiere de ti. Si no sabes cómo investigar el tema, pide ayuda de alguien que conoce la Biblia. Luego pídele a Dios que te dé entendimiento para aplicar estas verdades a tu vida. Continúa pidiendo que el poder del Espíritu de Dios llene tu corazón para poder andar en amor. Comienza a ser hacedor de la palabra y no oidor solamente (Stgo.1:22-25). Si tomas esta acción, animarás a tu pareja a seguir adelante con la reconciliación, y asegurarás que la relación restaurada esté edificada sobre buen fundamento.

6. Mantén la motivación correcta. ¿Cuál debe ser tu motivación central para hacer estas cosas? ¿Es la corrección de tu pareja? ¿Salirte de la situación difícil que estás viviendo? ¿Por qué debes buscar restaurar tu matrimonio? Debe ser porque en primer lugar quieres agradar a Dios, siendo obediente a su palabra. El apóstol Pablo enseñó a los tesalonicenses acerca de “cómo conviene conducirse y agradar a Dios” (1 Tes.4:1). Ésta es la motivación central.

¿Qué puedes hacer en forma práctica para agradar a Dios? ¡Buscar la reconciliación! Jesús dijo, “Si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano” (Mateo 18:15). Además enseñó, “Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconciliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda (Mateo 5:23-24). ¿Puedes decidirte a buscar la reconciliación tan solo porque esto es obedecer a Dios? Si quieres agradar a Dios, así debes hacer.

Pasos a la reconciliación.

1. Primero determina qué es negociable, y qué no lo es. En la mayoría de las separaciones existen varias áreas de conflicto que han conducido al desastre. Tienes que determinar cuáles puntos son negociables, y cuáles no lo son. Obviamente, cuestiones morales y bíblicas no son negociables. Ceder lugar en eso sería desobedecer a Dios y rechazar su señorío en tu vida. La palabra de Dios nos enseñá que debemos renunciar “a la impiedad y a los deseos mundanos...vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:12). Por eso, no debes considerar alguna conducta inmoral o injusta como algo aceptable. Solamente la confesión y el arrepentimiento podrán resolver esas cuestiones.

Sin embargo, cuando ustedes no están de acuerdo en cuanto a cuestiones personales no morales, deben buscar un acuerdo práctico que satisface a los dos. ¿Cómo pueden encontrar ese acuerdo? Por escoger andar en amor: determina en qué formas estás ofendiendo, o en qué puntos estás exigiendo algo no razonable. Escoge ceder algo. Es el consejo que el apóstol Pablo dio a los cristianos en Roma. Tenían muchos conflictos por cuestiones no morales, en las cuales algunos daban ofensa a otros continuamente. Su consejo era, “Sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación” (Rom.14:19). Les dijo que si escoges dar ofensa a tu hermano, “ya no andas conforme al amor” (Rom.14:15).

Por eso, determina cuáles son aquellas áreas específicas, donde se necesita llegar a un acuerdo en amor. En las áreas donde tú no has andado en amor, mostrando una actitud ofensiva, comportamiento brusco, o palabras cortantes, arrepiéntete y reconócelo a tu pareja. Necesitas estar dispuesto a pedir perdón por cada acción ofensiva o injusta. Cuando han reconciliado esas cuestiones personales, será más fácil concentrarse en lo que es más importante. Las cuestiones morales y bíblicas son las cuestiones centrales en la reconciliación.

2. Busca a un consejero bíblico. Salomón dijo, “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo...los pensamientos son frustrados donde no hay consejo” (Proverbios 11:14, 15:22). Si ustedes no pueden solucionar sus conflictos, es necesario buscar el apoyo de un consejero bíblico. Muchas veces se necesita la intervención de una persona no involucrada para desenredar los conflictos que existen en algunos matrimonios. Jesús reconoce esto, y por eso enseñó a sus discípulos que a veces sería necesaria la intervención de testigos o hasta los líderes de la iglesia para resolver algunos conflictos (Mateo 18:16-17). No debes subestimar la ayuda que puede proporcionar alguien que conoce bien la palabra de Dios, para poder distinguir entre cuestiones personales--que indican la necesidad de ceder algo y llegar a un acuerdo mutuo--y las cuestiones morales, que indican la necesidad de arrepentimiento. Todos tenemos puntos ciegos en nuestro concepto propio. Salomón señaló que “Todo camino del hombre es recto en su propia opinión” (Proverbios 21:2). Un buen consejero les ayudará a ver sus necesidades claramente, y puede indicar los pasos a tomar para resolver los conflictos.

Sin embargo, debo dar una advertencia acerca de cómo proceder para escoger a un consejero: No debes comenzar a pedir consejo de tus amistades y familiares. Entre más personas presten su consejo, es más probable que sólo termines con confusión. También es muy fácil que algunos de ellos tomen tu parte, y no den el mejor y más balanceado consejo. Además, si tus amistades y familiares están enterados de los detalles de los errores de tu pareja, será difícil para tu pareja continuar en una relación abierta con ellos una vez que ustedes hayan sido reconciliados. Por eso es mejor limitar el conocimiento de los particulares de tu matrimonio a una sola persona que pueda ser justo con los dos, y que guarde bajo confianza la información que ustedes le proporcionen.

Es indispensable que el consejero escuche a tu pareja también para conocer ambos lados del problema. De preferencia, juntará a los dos para escucharlo todo al mismo tiempo. He observado que es casi imposible aconsejar a sólo uno en los problemas matrimoniales, porque siempre existen dos puntos de vista en cada problema matrimonial. Recuerda la sabiduría de Salomón acerca de los conflictos: “Justo parece el primero que aboga por su causa; pero viene su adversario, y le descubre” (Prov.18:17). Por eso, debes estar dispuesto a ser examinado por tu pareja y el consejero, y eso a la luz de la palabra de Dios. Debe ser obvio que el consejero necesita ser un cristiano que use solamente la palabra de Dios para orientación, instrucción, o exhortación. La palabra de Dios es útil para enseñar, para redargüir, para corregir, y para instruir en justicia (2 Timoteo 3:16). Su palabra es eficaz, y penetra hasta el corazón para discernir los pensamientos y las intenciones (Hebreos 4:12). No te conformes con la sabiduría humana cuando puedes recibir el entendimiento de Dios para motivarte e instruirte. Recuerda la exhortación de David, de “no andar en consejo de malos” (Salmo 1:1). Por eso, escoge a un consejero cristiano que pueda instruirles en el camino que Dios quiere que tomen.

3. Acércate con confesión. Cuando buscas reconciliarte con tu pareja, ya sea por carta o en persona, hazlo con humildad y franca confesión de tus errores (Stgo.5:15). La actitud que demuestras es muy importante. Si tratas con tu pareja con amargura, asperidad, crítica, y nuevas acusaciones, tu intento se quedará sin fruto. Es mejor buscarle con humildad, reconociendo tus propios errores primero. Tal actitud y comportamiento comunican a tu pareja tu sincero deseo de ser reconciliado. El beneficio de actuar de esta manera está en el hecho de que de inmediato apagas el enojo de tu pareja. ¿Por qué? Porque si tú comienzas con confesión honesta de tus errores, tu pareja ya no tiene que persuadirte a reconocerlos; los acabas de reconocer tú. Asimismo, si desde el principio pides perdón por tus ofensas, de inmediato se ablanda el corazón de tu pareja un poco. Los dos tendrán que llegar al grado de tener un corazón tierno y quebrantado para que sean reconciliados. Por eso, búscale con humildad y confesión, pidiéndole perdón. Recuerda la exhortación del apóstol Pablo, “Sean benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros, como Dios también les perdonó a ustedes en Cristo” (Efes.4:32).

4. No se trata de decirlo, sino de vivirlo. Cuando quieres buscar la reconciliación, es muy fácil decir las cosas que tu pareja quiere escuchar. Pero si en verdad deseas una reconciliación duradera, tienes que vivir lo que dices. He visto este error muchas veces en la consejería. Los hombres y las mujeres prometen cualquier cosa, con tal de que su pareja les permita regresar. Sin embargo, cuando es evidente que no ha habido un verdadero cambio, nuevamente se separan. Si quieres superar esto, entonces necesitas asegurar que los cambios que has prometido se realicen. Tus acciones hablan mucho más fuerte que tus promesas. No le hables solamente de tu amor; demuéstraselo.

Ahora, algunos pueden pensar lo siguiente: “¿Soy realista si espero cambios verdaderos y permanentes en mi pareja? ¿Debe mi pareja esperar eso de mí?” ¡Claro! Si cada uno se ha examinado sinceramente, reconociendo sus fracasos personales, y si cada uno se ha arrepentido ante Dios, entonces sí se verán cambios radicales. Tales cambios, según las Escrituras, siempre resultan del verdadero arrepentimiento. Este era el mensaje del apóstol Pablo en su ministerio. Él anunciaba a todos “que se arrepintieran y se convirtieran a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento” (Hechos 26:20). Nota cómo se define el arrepentimiento: cuando una persona abandona el pecado, tiene que volverse a Dios, en quien está el poder para llevar a cabo el arrepentimiento y demostrar que el arrepentimiento es real. Al decir obras dignas de arrepentimiento, se refiere al hecho de ser obras del mismo valor, que son comparables y que coinciden con lo que se profiese. Por eso, es muy razonable que ustedes dos esperen cambios reales y permanentes, porque son la muestra del sincero arrepentimiento.

Este tipo de cambio es lo único que puede traer reconciliación permanente a tu matrimonio. Sin ello, en poco tiempo volverán a los mismos conflictos.

5. Ten paciencia. He visto que la paciencia es un recurso indispensable para las parejas a las cuales yo he ayudado a reconciliarse, porque casi nunca están los dos dispuestos a perdonar y a reconciliarse al mismo tiempo. Normalmente uno de los dos está dispuesto antes. Por eso, el que está ya dispuesto a buscar reconciliación necesita paciencia y mucho ánimo mientras espera a su pareja. Si no está dispuesto a esperar hasta que su pareja empiece a responder y a buscar reconciliación, sino que comienza a presionarle y a forzarle reconciliarse, puede ser que todo el proceso de reconciliación se aborte.

¿Qué cosa permite que tú seas paciente para darle a tu pareja el tiempo necesario para llegar a tener el mismo deseo de buscar reconciliación? El amor. “El amor es sufrido, es benigno...” (1 Cor.13:4). Y la paciencia es fruto del Espíritu Santo. La obra del Espíritu Santo en tu corazón te motivará a usar la paciencia que la situación requiere. Después de ser paciente (sufrido) tienes que seguir adelante usando la benignidad. Esto significa que, cuando tu pareja te pide que le des tiempo para considerar la reconciliación, no vas a gruñir, gritar, ni hacer gestos de enojo y de impaciencia.

Una advertencia para aquellos que quieren más tiempo para considerar la petición de su pareja en cuanto a la reconciliación: No extiendas mucho el tiempo de separación, porque esto puede conducir no a la reconciliación, sino al desánimo. El dejar pasar demasiado tiempo puede llevar al fracaso de la misma manera que el juntarse sin esperar los frutos de arrepentimiento. Puedes estar pensando, “¿Pero cómo puedo tener la seguridad de que él (o ella) ha cambiado en verdad?” No hay respuesta fácil. Sin embargo, de punto de vista estadística, vemos que entre más largo sea el tiempo de separación, más difícil es la reconciliación. Por eso Jesús nos advierte, “Ponte de acuerdo con tu adversario pronto” (Mateo 5:25). Además el apóstol Pablo advierte a los cristianos que la separación prolongada de los casados es imprudente, porque expone a los dos a tentaciones sexuales (1 Cor.7:2-5). Por eso, no seas desobediente al Señor en este aspecto. Acuérdate que la única forma de solucionar los problemas entre ustedes es que los dos trabajen juntos. La única forma de observar cambios reales es por vivir y convivir con la persona que está cambiando. La única excepción a este precepto sería en el caso de existir peligro o una situación ilegal en el hogar. Para tales casos, necesitarías orientación de tu pastor o consejero.

En conclusión: quiero animarte a buscar la reconciliación. Dios puede sanar cualquier corazón quebrantado. Jesús ha prometido que él posee el poder para hacerlo (Lucas 4:18) También él tiene el poder para transformar el corazón más duro. Lo que él espera es que tú te rindas. Si lo quieres, Dios puede hacer cosas grandes y maravillosas en ti y en tu pareja. Se necesitan dos corazones dispuestos para realizar los cambios permanentes que hacen un matrimonio feliz. Si así lo quieres, ¿por qué no tomas los pasos indicados hoy? Solamente por obedecer a Dios en tu propia vida podrás ver todo lo que es posible. Acuérdate, “Con Dios, todas las cosas serán posibles” (Mateo 19:26).

Fuente: https://covenantkeepers.org/ 

sábado, 24 de octubre de 2020

APOCALIPSIS 9 – Y el horror final de la humanidad

LA QUINTA Y LA SEXTA TROMPETA Apocalíptica

La quinta trompeta trae langostas demoniacas del pozo del abismo.

El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. Había siete sellos, siguiendo – si no cronológicamente, temáticamente – por siete trompetas. En su orden son similares.

Los primeros cuatro sellos y trompetas presentaban juicios dirigidos en contra de la tierra. En los primeros cuatro sellos salieron los “cuatro jinetes”, trayendo tiranía, guerra, hambre y muerte en la tierra. En las primeras cuatro trompetas, estos fueron la destrucción ecológica de la vegetación, las aguas dulces, los mares y el cielo.

Los últimos tres sellos se enfocaban en el cielo: el clamor de los mártires, rupturas cósmicas, y el preludio celestial de las siete trompetas. Pero las últimas tres trompetas hablarán del infierno, en términos de lo demoniaco. Vi una estrella que cayó del cielo: El texto claramente nos enseña que esta estrella es una persona (se le dio), no una estrella literal. El tiempo del verbo (cayó) indica que él ya había caído.

¿Pero quién es esta estrella? Las sugerencias han incluido a Nero, un ángel caído, un espíritu maligno, Satanás, la Palabra de Dios, un ángel bueno, o aún el mismo Jesús.

En el contexto, esta estrella es mejor vista como un ángel; ya sea que fuera un ángel bueno o malo depende en su relación con el ángel del pozo del abismo en Apocalipsis 9:11. Si el ángel de Apocalipsis 9:1 es el mismo que el ángel de Apocalipsis 9:11, entonces es un ángel malvado – quizás Satanás mismo. Si es un ángel diferente, entonces podría ser un buen ángel enviado por Dios para abrir este pozo del abismo para los propósitos de juicio.

Se le dio la llave del pozo del abismo nos hace asociarlo con Satanás, o algún otro ser angelical malvado de alto rango. Pero el hecho de que a él se le dio la llave del pozo del abismo no nos hace querer asociarlo con Satanás. La idea de que Satanás es el “amo del infierno” es extraña al resto de las Escrituras. Él será la víctima del infierno, no su gobernante. Al mismo tiempo nos damos cuenta que la llave se le dio a este ser, y que se le dio en un tiempo específico y para un propósito específico, para llevar a cabo el plan de Dios. Este ángel – malo o bueno – sirve para el propósito de Dios, aún cuando no quiera hacerlo.

¿Qué es el pozo del abismo? La respuesta más simple es que es el centro de la tierra, porque allí uno podría decir que todo es la “cima” y nada es el “fondo”. Pero el “pozo del abismo” puede ser simbólico. El abismo es una prisión para ciertos demonios (Lucas 8:31, 2 Pedro 2:4, y Judas 6). Este lugar quizás sea lo mismo que el pozo del abismo. Más genéricamente, este lugar es considerado el reino de los muertos, lo mismo que Hades (Romanos 10:7). Apocalipsis 9:1 es un buen ejemplo de cómo el Libro de Apocalipsis es erróneamente espiritualizado en su interpretación. Algunos comentaristas dicen que la estrella es la palabra de Dios, que el pozo es la naturaleza humana, y la lección es que el evangelio es rechazado, y que horrores son desatados. Pero esto esta lejos del sencillo significado de Apocalipsis 9:1.

Langostas del pozo del abismo.

Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos. Y del humo salieron langostas sobre la tierra: Estos obviamente no son langostas “naturales”. Éstos evaden a las plantas y atacan a los hombres, de la manera que lo hacen los escorpiones. Éstos son una “representación visual de las hordas de demonios liberados sobre la tierra.” 

La idea es que, simplemente, como parte del juicio de la gran tribulación, Dios permitirá que las hordas demoniacas, las cuales antes estaban presas, desciendan sobre la tierra como un enjambre de langostas destructivas. ¡Éstos no son, como algunos han sugerido, herejes, Musulmanes, Turcos, Sarraceno, Jesuitas, monjes, o Protestantes!

Aquellos que tengan el sello de Dios en sus frentes (los 144,000 y quizás más) son protegidos, pero ningún otro. Este es un juicio de Dios del cual no se puede escapar. Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses: Su propósito y periodo es gobernado expresamente por Dios, y el propósito de todo esto es el traer arrepentimiento (Apocalipsis 9:20-21). Y en aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos: La muerte no les ofrecerá un escape de esta tortura prolongada. Su poder es descrito como el poder de escorpiones, y la mordida de un escorpión, aunque es muy dolorosa, raramente es fatal.

Buscarán la muerte: Los atormentados quieren morir, como lo quiso Pablo en Filipenses 1:21-23, pero por una razón completamente diferente y un resultado diferente que el de Pablo. Para Pablo la muerte le llevaría a la bendición eterna, pero para los atormentados, la muerte es un salto al sartén, del tormento presente al fuego eterno.

La idea de la “Muerte como ruta de escape”, es una decepción demoniaca. Los infames asesinos de Littleton, Colorado, hicieron escalofriantes vídeos caseros antes de la masacre. Eric Harris y Dylan Klebold dejaron un documento grabado hablando de sus motivaciones. En el último segmento de la cinta, grabaron la mañana de los asesinatos, Harris & Klebold están vestidos y dicen que están listos por “su pequeño Día de Juicio.” Luego Klebold, mirándose tenso, le dice adiós a sus padres. Él concluye, “No me gustó mucho la vida. Justo ahora voy a un mejor lugar que aquí.” Que decepción tan trágica el pensar – en el día que tú cometerás terribles asesinatos – que irás a un “lugar mejor.” No había escape en la muerte para Eric Harris y Dylan Klebold. Ahora es tiempo para el arrepentimiento, para escapar del pecado, y para ser restaurado.

La apariencia de estas langostas.

El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras humanas; tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.

El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra: Muchos intentos han sido hechos para mostrar que esta es una precisa (aunque poética) descripción de langostas naturales. Pero esta aproximación falla la obvia conexión demoniaca.

¿Porqué Dios les llamaría langostas si no son langostas naturales, sino espíritus demoniacos que son enjambre y destruyen como langostas? Entre otras razones, debido a que las langostas son agentes del juicio de Dios. Este es una figura consistente con pasajes del Antiguo Testamento como Éxodo 10:4-14, Deuteronomio 28:38, 1 Reyes 8:37, 2 Crónicas 7:13, Joel 1:4, Y Amos 4:9. Semejante a caballos . . . como coronas de oro . . . como caras humanas . . . como cabello de mujer . . . sus dientes eran como de leones: La repetición de como indica que se tiene la intención de una descripción literal. El impacto total de esta imagen es aquella de una asombrosa crueldad y antinatural.

Sugerencias de que estas langostas en realidad describen algo como las “armas de helicópteros del Anticristo” es interesante, pero meramente especulativas, y no se acomodan a todos los detalles. “Parece que no hay alternativa al concluir que Dios, satisfaciendo el deseo de antaño de esos malvados espíritus de poseer cuerpos propios, ha creado cuerpos para ellos, cuerpos apropiados en apariencia demoniaca para el carácter de los habitantes demoniacos.” (Morris) “Puede que no haya una respuesta específica a la pregunta de quién o a qué es simbolizado exactamente la plaga de langostas. Todo lo que podemos saber con seguridad es que en el periodo antes del fin, los malvados serán sujetos a un tiempo de tormento demoniaco sin precedente. Exactamente cómo esto se llevará a cabo permanecerá desconocido hasta que sea revelado por la misma historia.” (Mounce)

El líder de estas langostas.

Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. Y tienen por rey sobre ellos: Esta es otra indicación que esta criaturas no son langostas literales. La Biblia nos dice que las langostas literales no tienen rey, y éstas la tienen. Proverbios 30:27 dice, Las langostas que no tienen rey, Y salen todas por cuadrillas. Cuyo nombre en hebreo es Abadón: Se le da a su rey un nombre. Abadón y Apolión, ambos tienen el mismo sentido de destrucción y tormento (perdición). El ángel del abismo: Ya que este es el rey de las langostas, y ya que tiene el nombre de Abadón o Apolión, este es entonces el mismo Satanás, o algún otro líder de demonios de alto mando. Lo peor esta aún por venir. El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto.

La sexta trompeta: un ejército de destrucción.

Una voz desde el altar.

El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios, Oí una voz de entre los cuatro cuernos del altar de oro: EN el tabernáculo y en el templo de Israel, el altar de oro era el altar del incienso, el cual era la representación de las oraciones del pueblo de Dios. Los cuatro cuernos del altar de oro estaban en cada esquina. Sangre de expiación era aplicada en los cuernos. Desde estos cuernos Juan escucha una voz. Con esto Juan vuelve a hacer el llamado de un asunto persistente: las oraciones del pueblo de Dios juegan un papel importante en el drama del final de os tiempos.

Los ángeles y su misión.

diciendo al sexto ángel que tenía la trompeta: Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates. Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates: Éstos cuatro ángeles no tienen una conexión necesaria con los cuatro ángeles de Apocalipsis 7:1. Éstos pueden ser los mismos cuatro ángeles, o puede que no lo sean. Sea quienes fueran, ellos están preparados para la hora, día, mes y año del desencadenamiento del juicio. Fueron desatados: “Muchos de los ángeles de Satanás aún están libres – siendo los principados contra los cuales luchamos, pero algunos terribles ofensores, o altos mandos han sido atados.” (Newell) Esto asume que son ángeles “malvados”; puede ser o no que lo sean. No importa que sean, ellos son sirvientes del propósito divino.

Fueron desatados . . . a fin de matar a la tercera parte de los hombres: Las langostas demoniacas descritas anteriormente en el capítulo, estaban restringidas para atormentar la humanidad. Pero estos cuatro ángeles tenían la autoridad para matar a una escala masiva.Estos ángeles tienen una esfera específica de actividad (la tercera parte de los hombres),y son activados únicamente en el tiempo de Dios. Ellos ejecutan la voluntad de Dios en el tiempo de Dios.

Al gran río Eufrates: ¿Porqué están estos ángeles de juicio conectados con el Río Eufrates? El Eufrates era la marca de la antigua Babilonia. Era la frontera de la tierra prometida de Israel por Dios en su plenitud (Génesis 15:17-21). También era el imperio del antiguo Imperio Romano, el cual será revivido bajo el Anticristo.El Eufrates también esta asociado con el primer pecado (Génesis 2:10-14), el primer asesinato (Génesis 4:16), la primera revuelta organizada en contra de Dios (Génesis 11:1-9), la primera guerra de confederación (Génesis 14:1), y la primera dictadura (Génesis 10:8-10).

Descripción del ejército guiado por estos ángeles.

Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su número. Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y el azufre que salían de su boca. Pues el poder de los caballos estaba en su boca y en sus colas; porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas, y con ellas dañaban. El número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones: ¿Es este un número literal o simbólico? “Es posible que el número no debiera de ser tomado literalmente, pero que simplemente sugiere un ejército que es imposible de contar y que es más grande que lo que la humanidad a visto.” (Hocking)

Corazas de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre: Se les da una descripción rara y grotesca. Esta es una poderosa imagen de horror, destrucción y asociación demoniaca.

¿Esto habla de un ejército natural o sobrenatural? ¿Un ejército de hombres o un ejército de demonios?

Si esto describe un ejército natural de hombres, entonces la rara descripción podría hablar de la mecanizada guerra moderna. Juan pudo describir la maquinaría moderna en los únicos términos que él podía, y el resultado que se tiene es raro, grotesco y terrible Pero un ejército humano de este tamaño jamás a sido visto. El número total de todos los ejércitos – en ambos bandos – en el pico de la Segunda Guerra Mundial era solo de 70 millones. En 1965 China dijo que tenía un ejército de milicia de 200 millones, pero este reclamo se puso en duda por muchos. Aún si un ejército como tal fuera organizado, y marchara hacia el oeste, es difícil (pero no imposible) ver a tal ejército matar a mil millones o más personas – la tercera parte de los hombres.

Por lo tanto, quizás la interpretación más segura es el ver esto como el ejército literal fuerte de 200 millones, pero un ejército demoniaco invadiendo la tierra. Esto da continuación a la idea de un ejército demoniaco en formas de langostas descritas en el capítulo anterior.

La respuesta del hombre.

Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.

Fuente: https://enduringword.com/

sábado, 3 de octubre de 2020

LA TIERRA ESTÁ GIMIENDO

El planeta también padece

Esta mañana, 29-8-16, hora 7am; mientras estaba sentado frente a la televisión, se sintió un fuerte golpe que estremeció momentáneamente la vivienda y se escuchó un sonido. Era el paso de una onda sísmica bajo la tierra la cual produjo un temblor, una sacudida muy rápida. En el noticiero que miraba, al instante dijeron: “está temblando”. No me alarmó el hecho de saber y sentir que estuviera templando, sino el hecho de que no nos demos cuenta de lo que está sucediendo, lo cual está escrito y profetizado en la palabra de Dios.

Una explicación científica.

De acuerdo al planteamiento basado en la ciencia, el Planeta Tierra cuenta con una capa externa de rocas, la cual se conoce como la “Corteza Terrestre”. Esta corteza no es uniforme, sino que está a su vez formada por placas rocosas que reciben el nombre de “Placas Tectónicas”. Debido a que las placas tectónicas flotan en el manto basáltico de la tierra, estas placas se mueven. La presión, fricción, choque o superposición entre las Placas Tectónicas libera bruscamente una inmensa cantidad de energía elástica en el interior y superficie de la tierra en forma de ondas sísmicas o de vibración, las cuales hacen que se produzcan los temblores de la tierra. Y, dependiendo de la cantidad de energía que sea liberada, estos movimientos de la tierra pueden llegar a convertirse en terremotos o sismos. Sin embargo es conveniente saber qué nos dice la Biblia sobre los temblores de la tierra ¿Son éstos tan sólo un proceso de la dinámica normal de la tierra o hay algo más que saber de ellos?

Una visión espiritual.

El Salmo 82:5 al respecto dice que la gente en general, “No saben, no entienden, Andan en tinieblas; Tiemblan todos los cimientos de la tierra.” Como principio da a entender que hay un oscuro desconocimiento respecto de los Temblores de Tierra y que hay más que simple roce entre Placas Tectónicas o hay más que un simple proceso Físico detrás de esos movimientos de la Tierra, los cuales hay que observar y tener muy en cuenta. Por eso veremos algunos versos de la Biblia que nos aclaran las verdades sobre los Temblores desde el punto de vista Espiritual 0, de la Palabra de Dios. 

Conviene recordar que la Biblia nos dice que en el día sexto de la creación, Jehová Dios vio todo lo que había hecho, y que todo era bueno en gran manera (Génesis 1:31). Esto, claro está, incluía a la Tierra como tal. Sin embargo, al pecar Adán y Eva en el huerto del Edén (Génesis 3:6), una de las consecuencias de su pecado fue que Dios maldijo la tierra: “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida.” (Génesis 3:17). A partir de ese momento la condición original de la tierra ya no fue la misma. Esa maldición que vino sobre la tierra a causa de Adán sigue siendo evidente hasta nuestros días, con áreas desérticas, tierras de escasa o nula fertilidad y productividad, climas que amenazan la vida humana y animal; todo esto sumado a la avaricia del hombre quien la sigue destruyendo para enriquecerse monetariamente, lo cual intensifica las catástrofes en el planeta; porque de Dios se escribe que “El convierte los ríos en desierto, Y los manantiales de las aguas en sequedales; La Tierra fructífera en estéril, Por la maldad de los que la habitan” (Salmos 107:33-34), “Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo” (Génesis 3:18), (“Se apresura a ser rico el avaro, Y no sabe que le ha de venir pobreza” (Proverbios 28:22).

Por eso, las Escrituras nos dicen que aun la creación misma fue sujetada por Dios a vanidad y corrupción. En la carta a los Romanos lo dice, “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Romanos 8:18-21).

Toda la creación de Dios al igual que nosotros desea que Cristo Jesús la transforme porque el pecado y la destrucción a nivel mundial se tornan cada vez más fuertes y agobiantes, “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora (Romanos 8:22). Nosotros también estamos gimiendo a veces muy silenciosamente por lo que se dice de nosotros: “y no sólo ella (la creación), sino que también nosotros mismos (los hijos de Dios), que tenemos las primicias del Espíritu (su Sello), nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo (Romanos 8:23), – y la transformación de la Tierra.

Lo paradójico que todo esto es que aun los científicos están anunciando que el Planeta Tierra es un ente vivo, y que éste cada vez más está reaccionando a través de desastres naturales, como un gesto de dolor, ante la destrucción que el hombre le produce. La Tierra y lo que en ella habita está gimiendo y agonizando. No obstante, las Sagradas Escrituras nos enseñan con más profundidad que cualquier estudio científico, cómo se producen los terremotos y por qué se producen los temblores.

Hablando del Dios creador dice que solamente a él se le debe dar el reconocimiento de toda la creación, por lo creado e incluso la misma creación lo hace, “Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras. El mira a la tierra, y ella tiembla; Toca los montes, y humean”, (Salmo 104:31-32). Con sólo que Dios vuelva su rostro hacia la tierra y la observe ésta “Tiembla”, puesto que observa la maldad de la gente y a la destrucción a que es sometida. Solamente basta pensar en la contaminación a nivel mundial para que podamos entender qué es lo que Dios está observando de la Tierra, su creación y el trato que le estamos dando, qué es lo que estamos haciendo de aquello que él dijo que era bueno. La frecuencia de los temblores hace pensar qué tan pendiente está Dios de su creación o con cuanta frecuencia vuelve su mirada hacia ella. Dice que con sólo que toque los montes estos humean, lo cual también produce vibraciones de la tierra.

Nuevamente al respecto se expresa: “Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste; Te has airado; ¡vuélvete a nosotros! Hiciste temblar la tierra, la has hendido; Sana sus roturas, porque titubea. Has hecho ver a tu pueblo cosas duras; Nos hiciste beber vino de aturdimiento” (Salmo 60:1-3). Vemos cómo el Salmo 60 empieza con un ruego ante Dios, en el cual se reconoce que las calamidades se debían a que Dios los había desechado, ya no contaban con su respaldo; y hasta la tierra se encontraba hendida (abierta, rajada) a causa del temblor de tierra que Jehová había permitido, no dejando de lado que menciona lo aturdimientos humanos resultantes de la conmoción emocional que causan los temblores de tierra.

Las Pruebas del gemido de la Tierra.

Incluso, nuestro Señor Jesucristo nos instruyó en su Palabra, hablando de este tiempo, que los temblores de tierra son parte de las señales de los últimos tiempos. Éstos están incluidos en el principio de dolores antes del arrebatamiento de la Iglesia y el inicio de la tribulación, “Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada. Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán. Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:1-8). Cabe mencionar que las señales como los terremotos no sólo han servido para anunciar acontecimientos profetizados en las Escrituras, sino también para que la gente crea que Jesús es el Hijo de Dios y es Dios quien está a cargo y tiene el control de todo lo que sucede en su creación.

Por eso, basta con observar el mapa mundial en el cual registran a nivel de todos los países los temblores de la Tierra, no se puede más que notar que ésta está gimiendo, toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora esperando su completa redención. Los volcanes están despertando, erupciones se están reportando por el mundo entero. 

Aún hay Esperanza de ser libres. Un hecho alentador y que contiene esperanza para todos los hijos de Dios que estamos gimiendo con la Tierra, es cuando Pablo y Silas estaban presos en Filipos, Dios también usó un fuertísimo terremoto, “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron” (Hechos 16:25-26), suceso que Dios hizo primeramente para libertar a Pablo y a Silas a fin de que el carcelero y su familia creyesen en Jesús (Hechos 16:27-34). De igual forma, en la actualidad Dios sigue permitiendo eventualidades como los terremotos para que aun la gente incrédula pueda ver que Dios y Su Palabra son reales.

Por eso, la señal de los movimientos de tierra que se producen, traen consigo, más que liberación de la energía acumulada en las placas tectónicas, la finalidad de manifestar que el creador de la Tierra quiere traer completa libertad al alma humana. Ese es el clamor de la Tierra: “LIBERTAD”.

Fuente: https://conquistacristiana.org/

domingo, 13 de septiembre de 2020

Testimonio sobre el suicidio Vilma de Souza

A propósito del dia mundial de prevención al suicidio quiero compartir una experiencia con ustedes.

Por muchas veces oímos con tristeza y decepciones relatos sobre cristianos o pastores que llegaron al extremo del suicidio...

¿Quien de nosotros durante la trayectoria de vida, aún siendo cristianos nunca pensó en suicidarse??

Llegó el día que yo había llegado a mi límite de presión emocional, problemas de todos tipos: familiares y económicos ; con el agravio de las calúnias y rechazo de los supuestos" hermanos"... religiosos que siempre tienen una palabra de derrota diciendo cosas que suenan más como un tiro de misericordia que con estímulos...

Además de esa horrible presión, se acercaba un compromiso para predicar en una conferencia de mujeres.

En el trayecto hacia la iglesia vino un fuerte pensamiento:

-DE QUE TE SIRVIÓ CAMBIAR DE RELIGIÓN SI AHORA VIVES PEOR QUE ANTES? Satanás enviando una saeta envenenada letal contra Dios a mí corazón, y seguía clavando sus garras destruidoras terminando con la idea:

-PORQUE NO TE MATAS Y ASI TERMINAS CON TUS PROBLEMAS Y SUFRIMIENTOS?

Pare en la cima de un puente sollozando en llantos, pensando en saltar a la línea férrea debajo del tren, mientras el maligno seguía con sus saetas;

-MIRA... ALLA VIENE EL TREN, LO QUE NO HICISTE EL DÍA DE TU CONVERSIÓN AL EVANGELIO HAZLO AHORA...

Pensé erróneamente... ES VERDAD... todos los sufrimientos se terminarian con la muerte!

Aún siendo MISIONERA PREDICADORA de la palabra de Dios, NADIE está libre de ser tentado y probado.

El tren se acercaba, yo lista para tirarme del puente para "descansar del sufrimiento" cuándo de repente oí una persona detrás mío decir - ¡PAZ SEA CONTIGO!

Me enfurecí pensando que aquel no era el momento para aparecer hermanos cristianos cerca mío...

Respondí entre molesta y cansada: BENDICIONES!

y paso el tren... Me voltee a mirar al hermano "incoveniente" que había frustrado mi plan suicida y vi que era un joven alto muy agradable que mirándome con firmeza repitió: ¡PAZ SEA CONTIGO, MI GRACIA TE BASTA!!

Explote en llantos; llore mucho por aquellas palabras de profundo amor y cuando miré nuevamente hacia atrás para agradecer al joven que apareció en el último momento, para mí sorpresa no había nadie más que yo allí....

Entonces entendí que el saludo y palabras de amor de aquel joven, son las palabras que él BENDITO LIBERTADOR me inspiro a compartir con mis amados que se encajan en esta terrible realidad del destruidor

"PAZ SEA CONTIGO"

MIRE HACIA EL CALVÁRIO DONDE EL HIJO UNIGENITO DEL DIOS ALTÍSIMO DERRAMÓ SANGRE INOCENTE HASTA LA ÚLTIMA GOTA POR AMOR A PERSONAS QUE VIVEN DIARIAMENTE ATORMENTADAS POR PENSAMIENTOS DE MUERTE"!

Mi fuerte oración y clamor es en favor de su vida preciosa y comprada por un valor altísimo

JESUCRISTO ES MISERICORDIOSO Y PODEROSO PARA LIBERARNOS DE CUALQUIER YUGO DEL MAL!

JESÚS ES EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA

Fuente: https://www.facebook.com/vilma.laudelino.de.souza

sábado, 29 de agosto de 2020

El cristiano y el fin del mundo

5 razones por las que el cristiano no debe temer al fin del mundo

En estos últimos años hemos visto un incremento en la frecuencia y en la intensidad de los desastres naturales, las guerras, la persecución de los cristianos y las enfermedades. Muchos temen que estemos viviendo el final de los tiempos.

La verdad es que no sabemos si es así. Solo Dios Padre lo sabe como nos advierte Mateo 24:35-37. Pero lo que sí sabemos es que la Biblia nos insta a estar pendientes de las señales de los tiempos y a estar preparados para lo que ha de venir.

Aprendan de la higuera esta lección: Tan pronto como se ponen tiernas sus ramas y brotan sus hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Igualmente, cuando vean todas estas cosas, sepan que el tiempo está cerca, a las puertas. (Mateo 24:32-33)

¿Cuál debe ser la actitud del cristiano en este momento? Obviamente no debe ser una de miedo. El miedo no viene de Dios. Cuando sentimos que quiere apoderarse de nuestros corazones debemos rechazarlo en el nombre del Señor. Servimos al Dios Todopoderoso, lleno de amor y misericordia que cuida de sus hijos. Él nos ama con un amor perfecto que echa fuera todo temor. Debemos seguir el ejemplo de Jesús que no se dejó llevar por el temor sino que confió en el amor del Padre hasta el final.

Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesús. En el amor no hay temor, sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor. (1 Juan 4:15-18)

¡Estamos seguros en los brazos de amor de nuestro Padre celestial! Su amor nos libera del poder del temor. Podemos vivir confiados sabiendo que Dios es soberano, su presencia nos acompaña y nos guía en medio de cualquier situación.

Veamos algunas de las razones por las que nosotros, los hijos de Dios, no debemos tener miedo ante las cada vez más frecuentes señales del fin del mundo.

¡Dile NO al temor y SÍ a la confianza plena en Dios!

5 razones para no temer al fin del mundo

1. Sabemos a quién pertenecemos

Somos del Señor, no existe nada ni nadie que pueda arrebatarnos de sus brazos. Pertenecemos al Dios Todopoderoso, Padre amoroso que jamás abandona a sus hijos. No permitamos que la mentira y el engaño del maligno nos hagan dudar de esta (nuestra) realidad.

Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4)

Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. (Juan 10:27-28)

Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. (Efesios 2:19-20) 

2. Dios está con nosotros

¡No estamos solos! Podemos estar seguros de eso. Después de su resurrección y antes de subir al cielo, Jesús prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20). ¡Él está con nosotros! Es en su presencia donde recibimos toda la fortaleza necesaria para hacer frente a las pruebas de esta vida.

Mientras más nos acerquemos al fin de los tiempos, más experimentaremos catástrofes y momentos de dificultad. Acercarnos a Dios y pasar tiempo con él nos ayudará a recibir el consuelo necesario en esos momentos difíciles de incertidumbre y nos llenará de fuerzas y valentía para continuar. ¡No batallamos solos o con nuestras propias fuerzas! ¡El Rey de Reyes está a nuestro lado!

No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—.(Zacarías 4:6b)

Se me afligía el corazón y se me amargaba el ánimo por mi necedad e ignorancia. ¡Me porté contigo como una bestia! Pero yo siempre estoy contigo, pues tú me sostienes de la mano derecha. Me guías con tu consejo, y más tarde me acogerás en gloria. ¿A quién tengo en el cielo sino a ti? Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra. Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna. (Salmo 73:21-26)

..porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos...(Sofonías 3:17) 

3. Dios es bueno y tiene todo el control

La realidad es que la bondad de Dios no ha terminado y todavía él está en el control de todo lo que sucede. Aun en medio de la incertidumbre de los tiempos presentes y de circunstancias que no logramos comprender, tenemos que seguir confiando en la bondad, el amor y el poder de nuestro Dios. ¡Él nunca cambia!

Nada de lo que sucede sorprende a Dios: él conoce el pasado, el presente y el futuro. Y es por eso que él nos dejó en su Palabra un resumen de todo lo que va a suceder. Lo hizo para que nos preparemos y recordemos que él tiene todo en sus manos. Nos toca permanecer firmes en nuestra fe y en la certeza de que Dios está con nosotros. No cedamos a la tentación de dudar: sigamos confiando en nuestro Señor.

Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre.(Salmo 100:5)

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.(Romanos 8:28)

Reflexión sobre Romanos 8:28, todo ayuda para el bien 

4. Sabemos quién es el vencedor

Puede que veamos mucha maldad a nuestro alrededor y que las circunstancias parezcan confusas. Pero en realidad ya conocemos el final de la historia: ¡Jesús venció! Sí, él ya venció el poder de la muerte y al diablo. En Jesús tenemos paz en medio de las circunstancias y vida en abundancia. ¡Esa es la vida que él nos consiguió por medio de su muerte y su resurrección!

No vivamos como derrotados: Dios es más poderoso que cualquier ataque del enemigo porque Dios es más poderoso que el enemigo. Andemos en esa verdad. Actuemos con mucha prudencia y sabiduría ante los retos de estos tiempos, pero no perdamos de vista que servimos al Dios victorioso, el Rey de Reyes, ¡el vencedor!

Lo cierto es que Cristo ha sido levantado de entre los muertos, como primicias de los que murieron. De hecho, ya que la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir, pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen. Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies. (1 Corintios 15:20-25)

Luego oí en el cielo un gran clamor: «Han llegado ya la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios; ha llegado ya la autoridad de su Cristo. Porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba día y noche delante de nuestro Dios. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no valoraron tanto su vida como para evitar la muerte. Por eso, ¡alégrense, cielos, y ustedes que los habitan! Pero ¡ay de la tierra y del mar! El diablo, lleno de furor, ha descendido a ustedes, porque sabe que le queda poco tiempo». (Apocalipsis 12:10-12)1 Corintios 15:57

5. Conocemos nuestro destino final

En Apocalipsis encontramos detalles sobre cómo será el fin del mundo. Sabemos lo que sucederá. Esta tierra pasará, no existirá más. Pero los hijos de Dios, los que hayamos recibido a Jesús como Señor y Salvador moraremos con él por la eternidad. El sufrimiento, el dolor, la muerte, la incertidumbre y los desastres, todo eso terminará. Viviremos eternamente con nuestro Padre celestial. Gozaremos del cielo nuevo y la tierra nueva y alabaremos a nuestro Dios por siempre.

Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». (Apocalipsis 21:3-4)

La ciudad no necesita ni sol ni luna que la alumbren, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Las naciones caminarán a la luz de la ciudad, y los reyes de la tierra le entregarán sus espléndidas riquezas. Sus puertas estarán abiertas todo el día, pues allí no habrá noche. Y llevarán a ella todas las riquezas y el honor de las naciones. Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.(Apocalipsis 21:23-27)

Fuente: subiblia.com

sábado, 15 de agosto de 2020

Pastor salio de la cárcel por el poder de Dios

 Pastor es liberado de prisión después que juez de tribunal soñó con Jesús

Un juez de una corte islámica, que tenía que sentenciar a muerte a un pastor por renunciar al Islam, cambió su resolución después que tuvo un sueño impactante con Jesucristo.

El pastor (Se omite el nombre por seguridad), casado y padre de dos niños, de 4 y 6 años, trabaja incansablemente para fortalecer la iglesia clandestina en una nación altamente restrictiva en el Medio Oriente.

El pastor fue detenido en una redada por la policía religiosa islámica, que después de golpearlo, lo llevó a un tribunal islámico, según el ministerio Bibles for Mideast.

Cuando el juez le preguntó por qué había dejado a Islam para convertirse en pastor cristiano, respondió: “Yo era un pecador y tuve varios problemas. También contraje una enfermedad grave y estaba moribundo. Pero el Señor Jesucristo me salvó la vida".

La corte ordenó que el pastor fuera encarcelado por 15 días. Si regresaba al Islam, sería encarcelado por dos años más y luego estaría al servicio de las autoridades religiosas en su lucha contra el cristianismo. Si no renunciaba al cristianismo sería decapitado.

El pastor rechazó la oferta y fue enviado a prisión para esperar la ejecución.

El juez de la corte, que también permanece en el anonimato, perdió a su hijo mayor a los 21 años por un cáncer terminal. Ahora su segundo hijo enfrentaba el mismo diagnóstico.

Una semana después de la sentencia del pastor, el juez se despertó en medio de la noche con una voz que decía: "Libera al pastor de la prisión y pídele que ore por su hijo para que se cure". No le gustó lo que escuchó, el magistrado lo ignoró.

Al día siguiente, el estado de salud de su hijo empeoró aún más. Esa noche, el juez soñó con una luz que se dirigía hacia él. Las palabras parecían fluir de la luz cuando se acercaba: “Libera a mi siervo de la prisión y pídele que ore por tu hijo. Con sus oraciones podrá ser sanado".

Por tercera noche, tuvo un sueño que hizo la experiencia más clara. "Yo soy Jesús, el Hijo del Altísimo", proclamó el hombre de blanco en el sueño. “Morí en la cruz y ahora vivo para siempre.¡Estás persiguiendo innecesariamente a mi siervo! Libéralo de la prisión y tu hijo será sanado".

El juez se levantó de la cama al oír a su hijo gritar de dolor. Corriendo hacia el dormitorio, vio a su esposa y otras hijas de pie, llorando junto a la cama. Le contó su sueño y, al mismo tiempo, su esposa e hijas le rogaron que liberara al pastor y pidiera por sanidad del niño.

Cuando los funcionarios de la prisión recibieron una orden inesperada del juez, inmediatamente liberaron al pastor, quien fue a la casa del magistrado. Fue llevado a la habitación del joven y les comenzó a explicar acerca de la vida, muerte y resurrección de Jesús.

Después de escuchar el Evangelio, el joven enfermo se entregó a Cristo con su familia. El muchacho saltó de la cama y comenzó a danzar, agradeciendo a Jesús por su completa curación.

Durante los siguientes tres días, el pastor permaneció en la casa del magistrado, orando, ayunando, enseñando la Biblia y preparando nuevos creyentes para el bautismo. Al cuarto día, toda la familia fue bautizada. 

Fuente: https://www.acontecercristiano.net/

domingo, 12 de julio de 2020

La Victoria sobre Satanás

Los cristianos pueden ser vencedores


La razón por la cual la vida cristiana es una guerra es que tenemos un enemigo terrible que busca destruirnos LA VIDA CRISTIANA es una vida de guerra. Somos llamados a ser buenos soldados del Señor Jesucristo y a "militar la buena milicia". La razón por la cual la vida cristiana es una guerra es que tenemos un enemigo terrible que busca destruirnos. Ese enemigo es Satanás. La Biblia nos advierte: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8).

Nuestro enemigo: Satanás

Satanás se llama "el príncipe de la potestad del aire" Originalmente Satanás fue creado como un ángel bello y sabio que se llamaba Lucifer, pero el orgullo entró en su corazón y se rebeló contra Dios. Muchos de los ángeles del Cielo siguieron a Satanás en su rebelión contra Dios.
Satanás se llama "el príncipe de la potestad del aire" porque él y sus ángeles caídos habitan ahora en la atmósfera sobre la tierra. Aunque no los podemos ver, Satanás y sus ángeles caídos son los verdaderos enemigos del Hijo de Dios. La Biblia dice: Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires (Efesios 6:12).

Cómo trabaja Satanás

Satanás y sus espíritus malignos pueden hacer muchas cosas milagrosas El propósito de Satanás es el de destruir a la gente. El Señor Jesús dijo que éste era "homicida desde el principio". Satanás tiene muchas maneras de destruir a la gente, pero sus armas principales son el engaño y la mentira.

SATANÁS ENGAÑA a la gente para hacerles creer que todo lo sobrenatural viene de Dios. Pero no todos los "milagros" son de Dios. Satanás y sus espíritus malignos pueden hacer muchas cosas milagrosas que están más allá del poder del hombre. Jesús dijo que vendrán falsos profetas en los días postreros y engañarán a mucha gente con "grandes señales y milagros".
Y no comuniquéis con las obras infructuosas de las tinieblas (Efesios 5:11).

SATANÁS PONE OBSTÁCULOS a la obra de Dios. Cuando se predica el Evangelio, allí está Satanás para sembrar la duda y la incredulidad en las mentes de los que escuchan.

SATANÁS OPRIME a los cristianos. Pone pensamientos de duda, temor y desaliento en sus mentes. Trata de desanimarles para que no vivan para Dios.

SATANÁS TIENTA a los cristianos para que cometan pecados terribles. Trata de engañarles para que crean que no es malo que ellos hagan todo eso. Usa las cosas del mundo para que alejen sus corazones de Dios y no hagan Su voluntad. Trata de evitar que entreguen su vida entera a Dios.

En esta lección consideraremos la poderosa victoria de Cristo sobre este enemigo terrible, Satanás. Veremos cómo la victoria de Cristo es también nuestra victoria.

Por qué Cristo vino

LA CRUZ ES EL LUGAR donde Cristo redimió a los hombres del poder de Satanás El Señor Jesucristo vino al mundo para destruir las obras del diablo. La Biblia dice:Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo (1 Juan 3:8). LA CRUZ ES EL LUGAR donde Cristo redimió a los hombres del poder de Satanás. Satanás mantenía cautivos a los hombres por causa del pecado; pero en la cruz el Señor Jesús pagó por nuestros pecados. Él puso fin a todos los derechos de Satanás sobre nosotros. Los hombres ahora pueden escoger a quien servir. Los que escogen a Jesucristo como su Señor son librados del poder de Satanás. La Biblia dice: Dando gracias al Padre… que nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo (Colosenses 1:12-13).

Pero al tercer día resucitó de la tumba con un triunfo poderoso sobre Satanás y las potestades de las tinieblas LA CRUZ ES TAMBIÉN EL LUGAR donde Satanás fue derrotado. La Biblia dice que el Señor Jesús tomó nuestra naturaleza sobre Sí mismo…para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo (Hebreos 2:14). Cuando el Señor Jesús murió en la cruz, parecía como si los poderes de las tinieblas hubieran obtenido la victoria sobre Él. Pero al tercer día resucitó de la tumba con un triunfo poderoso sobre Satanás y las potestades de las tinieblas.

El Señor Jesús apareció en la tierra por un período de 40 días después de Su resurrección. Antes de ascender al cielo, Él dijo:

TODA POTESTAD me es dada en el cielo y en la tierra (Mateo 28:18).

¡Las potestades de las tinieblas fueron derrotadas! El Señor Jesús volvió al Cielo Vencedor sobre todas las potestades de las tinieblas Satanás y sus espíritus malvados fueron despojados de toda su autoridad. El Señor Jesús volvió al Cielo Vencedor sobre todas las potestades de las tinieblas, desacreditándolas públicamente. La Biblia dice: Y despojando (venciendo) a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos… (Colosenses 2:15).
QUÉ ESPECTÁCULO MÁS ADMIRABLE debe haber sido éste en el mundo espiritual invisible cuando el Señor Jesucristo volvió al Cielo Vencedor poderoso de Satanás y de las potestades de las tinieblas.

Cristo fue glorificado

El Padre dio la bienvenida a Su amado Hijo al hogar en la gloria y le dio el sitio más elevado de poder y honor. Jesucristo fue colocado en el mismo trono del cielo, sobre todas las potestades de las tinieblas. La Biblia dice: (Dios) operó en Cristo, resucitándole de los muertos, y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado, y autoridad, y poder, y señorío… (Efesios 1:20-21).

La Victoria de Cristo es nuestra victoria

Dios resucitó a Cristo y lo colocó a Su misma diestra y nos resucitó con Él. Ahora bien, aquí hay una verdad maravillosa: ¡La victoria de Cristo sobre las potestades de las tinieblas es nuestra victoria! Lo que hizo Cristo, lo hizo como nuestro representante. Participamos en Su muerte, participamos en Su entierro, participamos en Su resurrección y, ¡compartimos también Su victoria sobre Satanás! Dios resucitó a Cristo y lo colocó a Su misma diestra y nos resucitó con Él. La Biblia dice: Y juntamente con él (Dios) nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús (Efesios 2:6). ¿Cuál es nuestra nueva posición espiritual? Estamos sentados con Cristo sobre todas las potestades de las tinieblas. Los que estamos en Cristo estamos sentados con Él en aquella posición de poder y victoria "sobre todo". ¡Compartimos Su trono!

EL COMPARTIR EL TRONO DE CRISTO quiere decir compartir Su autoridad. Se nos ha dado autoridad sobre toda fuerza del enemigo. El Señor Jesús dijo a Sus discípulos: He aquí os doy potestad… sobre toda fuerza del enemigo… (Lucas 10:19).

TENER AUTORIDAD de Cristo quiere decir que poseemos el derecho de actuar como Sus representantes. Podemos hablar y actuar en Su nombre.

HAY UNA DIFERENCIA entre "poder" y "autoridad"
Un camión tiene poder (fuerza motriz), pero un policía tiene autoridad. Detrás del policía está la autoridad del gobierno de la ciudad, y el chofer del camión reconoce eso y lo obedece. Satanás y sus espíritus malvados tienen poder, pero Cristo nos ha dado autoridad. Si permanecemos en Cristo, podemos hablar en Su nombre, y las potestades de las tinieblas tienen que obedecernos. Ellas reconocen que detrás de nosotros está la autoridad de Cristo mismo.

La batalla no ha terminado

Fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza Satanás es un enemigo vencido. Un día él y sus espíritus malvados serán lanzados a un lago de fuego, y nunca volverán a molestarnos más. Pero mientras tanto, Satanás está muy activo y va como "león rugiente" tentando, engañando y destruyendo. Ningún hijo de Dios es capaz por sí mismo de contender con este enemigo terrible. Sólo mediante Jesucristo podemos vencerle. La Palabra de Dios nos dice: Fortaleceos en el Señor, y en el poder de Su fuerza (Efesios 6:10).
No debemos sentirnos fuertes en nosotros mismos, sino debemos ser fuertes en el Señor. Cristo es el Vencedor de Satanás, y debemos ser fuertes en Él.

Los vencedores de Dios

El libro del Apocalipsis habla de los "vencedores": Los que vencieron a Satanás. La Biblia nos dice el secreto de cómo le vencieron. Es un secreto triple Y ellos le han vencido (a Satanás)
(1) por la sangre del Cordero,
(2) y por la palabra de su testimonio;
(3) y no han amado sus vidas hasta la muerte (Apocalipsis 12:11).

Consideremos cada una de estas tres cosas y veamos cómo podemos usarlas para vencer a Satanás.

La Sangre del Cordero

Mediante la sangre del Señor Jesús podemos vencer las acusaciones de Satanás
Satanás es engañador y homicida, y uno de sus ataques principales contra los cristianos es acusarles. Él se llama el "acusador de los hermanos". Nos acusa ante Dios y nos acusa en nuestra mente. Nos dice que somos muy malos. Nos dice que somos débiles y pecaminosos y que siempre seremos así.

¿CUÁL ES NUESTRA DEFENSA CONTRA LAS ACUSACIONES DE SATANÁS?

Nuestra defensa es "la sangre del Cordero". Mediante la sangre del Señor Jesús podemos vencer las acusaciones de Satanás. Podemos decir a Satanás: "Sí, soy pecaminoso, pero la sangre de Jesucristo, el Hijo de Dios, me limpia de todo pecado".

La Palabra de su Testimonio

¡Jesucristo es el Señor! ¡Jesucristo es el Vencedor! ¡Jesucristo es Rey! Dios nos ha dado "la sangre del Cordero" como nuestra defensa contra las acusaciones de Satanás. También nos da un arma para usar contra el mismo Satanás. Esa arma es "la palabra de nuestro testimonio". Eso quiere decir que podemos declarar a Satanás las grandes realidades de la victoria de Cristo sobre él.
Podemos decir a Satanás: "¡Tú estás vencido! ¡Jesucristo es el Señor! ¡Jesucristo es el Vencedor! ¡Jesucristo es Rey! Yo soy uno con Él". Estas son grandes realidades y Satanás no puede refutarlas. Él sabe que son verdad.

No han amado sus vidas
Si hemos de vencer a Satanás, no debemos amarnos a nosotros mismos. Si nos amamos, seremos vencidos. Pero no tenemos que dejar que el "Yo" reine sobre nosotros. Fuimos crucificados con Cristo para que ya no viviéramos por nosotros mismos sino por Él, que murió por nosotros. Podemos decir con el Apóstol Pablo:

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí... (Gálatas 2:20).

Podemos decir ¡No! al pecado, al Yo, a la carne, al mundo y a Satanás mismo.

Por nuestra muerte, sepultura y resurrección con Cristo, hemos sido librados del poder de todo enemigo. Podemos decir ¡No! al pecado, al Yo, a la carne, al mundo y a Satanás mismo. No solamente nos ha librado el Señor Jesús del poder de nuestros enemigos, sino el mismo Cristo victorioso y resucitado vive en nosotros. ¡Podemos ser vencedores! La Biblia dice:

Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque (Cristo) mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo (Satanás) (1 Juan 4:4).