Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 9 de diciembre de 2017

Destrucción del templo y de Jerusalén

La Caída de Jerusalén y la Destrucción de su Templo


Si tiene una Biblia a la mano, ábrala en Lucas 21:20-28. Este pasaje bíblico tiene dos partes. En la primera parte, entre los versículos 20-24 se habla de la caída de Jerusalén y la destrucción de su templo. En la segunda parte, a partir del versículo 25 se retoma el relato de los eventos que ocurrirán durante la tribulación.

Con esta idea en mente vayamos a la primera parte. Lucas 21: 20-24 dice: “Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en el campo, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas. Mas ¡ay de las que estén en cintas, y de las que críen en aquellos días! Porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo. Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones y Jerusalén, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.”

La preposición “pero” con la que comienza este pasaje bíblico parecería indicar algo nuevo que el Señor Jesús está introduciendo en su discurso profético. Todo parece indicar que está por referirse a las dos preguntas de sus discípulos. ¿Cuándo será esto? ¿y qué señal habrá cuando estas cosas estén por suceder? Antes de introducirnos en los detalles de la respuesta del Señor Jesús es necesario hacer una precisión. 

Cuando se compara el pasaje bíblico que estamos por estudiar en el evangelio según Lucas, con el pasaje bíblico que trata el mismo asunto en los evangelios según Mateo y según Marcos, se nota un lenguaje bastante parecido. Pero no debemos confundirnos. En Lucas se enfoca sobre la destrucción de Jerusalén y de su templo y en Mateo y Marcos se enfoca sobre los juicios en la segunda mitad de la tribulación. El parecido se debe a que los eventos que preceden a la destrucción de Jerusalén y de su templo son en realidad un cumplimiento cercano de la profecía sobre la futura destrucción de Jerusalén y de su templo durante la tribulación.

En esto se contempla la ley del DOBLE CUMPLIMIENTO de algunas profecías, según la cual, algunas profecías, tienen un cumplimiento cercano y un cumplimiento lejano. Es como cuando un observador mira a un pico delante de otro pico más alto, pero no se puede apreciar que entre los dos picos existe un profundo valle. Con esto en mente, entonces, el Señor comienza a responder las preguntas de sus discípulos.

¿Cuándo será esto? ¿qué señal habrá cuando estas cosas estén por suceder? 

El Señor Jesús responde: Cuando vean a la ciudad de Jerusalén rodeada de ejércitos. Cuando esto ocurra, el Señor Jesús dijo: Sabed entonces que su destrucción ha llegado. Esto se cumplió en el año 70 d.C., cuando el emperador romano Vespasiano encargó a su hijo Tito sofocar la violenta revuelta que desde hacía cuatro años sacudía Judea. Tras un duro asedio de Jerusalén, Tito logró conquistar Jerusalén y destruyó y saqueó el Templo.

Al ver a los ejércitos romanos rodeando Jerusalén, los judíos que oyeron y creyeron al Señor Jesús sabían a ciencia cierta que había llegado el momento de la destrucción de Jerusalén y de su templo había llegado. El consejo del Señor Jesús para ese tiempo es: Los que estén en Judea huyan a los montes. Judea era la región en la cual se asentaba Jerusalén. Si querían preservar la vida, los judíos que estaban en Judea tenían que huir a esconderse en los montes. Los que estén en medio de Jerusalén tendrían que buscar la manera de salir lo antes posible, antes que el sitio se vuelva más severo. Los que estén en los campos que rodean a Jerusalén y que tenían planes de entrar, no deberían hacerlo.

La razón es porque están por venir días de retribución, eso significa que el juicio de parte de Dios estaba por derramarse. Esto es inevitable porque tiene que cumplirse todas las cosas que están escritas. El Señor Jesús prosigue señalando que este tiempo será especialmente difícil para las mujeres que estén encintas y de las que estén criando. ¿La razón? Porque es difícil movilizarse con la agilidad que se requiere en esas condiciones. El Señor Jesús dijo que esos días serán días de gran calamidad. Es la ira de Dios derramándose sobre un pueblo que tercamente rechazó al Señor Jesús como el Cristo o el Mesías. Inclusive el Señor Jesús se refirió al desenlace final de este terrible tiempo. Dijo que van a caer a filo de espada y van a ser llevados cautivos a todas las naciones. Esto se cumplió totalmente.

El historiador judío Josefo señala que cerca de un millón fueron asesinados por los romanos y cien mil fueron llevados en cautiverio. De esta manera se cumplió lo que el Señor Jesús anunció unos cuarenta años antes. Lo que el Señor Jesús anunció de antemano, siempre se cumple con absoluta perfección.

A partir del versículo 25, el Señor Jesús retoma los eventos que ocurrirán en la segunda mitad de la tribulación. Lucas 21:25-28 dice: “Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” La segunda parte de la tribulación estará caracterizada por una proliferación de señales sobrenaturales tanto en el sol, como en la luna y en las estrellas. Un estudio del libro de Apocalipsis mostrará con detalle estas señales sobrenaturales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra habrá un caos total. 

El Señor Jesús dice que la gente de la tierra experimentará extrema angustia como resultado del bramido del mar y de las olas. En esta parte, el Señor Jesús está utilizando un lenguaje simbólico. El mar representa a las naciones del mundo. El mar embravecido y las olas representan el estado de agitación política y militar en la cual se sumirá este mundo.

Un estudio de los libros proféticos, como Daniel y Jeremías, mostrará que este mundo se dividirá en cuatro regiones ubicadas al norte, al sur, al este y al oeste de Israel. Los ejércitos de estos cuatro bloques estarán en batalla. El bloque del oeste o del occidente estará liderado por un siniestro personaje conocido como el Anticristo, títere de Satanás para perseguir al pueblo de Israel. Cuanta razón tiene el Señor Jesús cuando dice que los hombres que estén con vida en el mundo durante este tiempo desfallecerán por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra.

El Antiguo Testamento afirma que este es el tiempo de angustia para Jacob. Todo será un caos, porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Cuando el caos llegue a su punto máximo, el Anticristo y todo el poder militar del mundo se reunirán en el Valle de Meguido o Armagedón, en donde se aprestarán para la batalla final contra el Señor Jesús en su segunda venida.

Será en estas condiciones que se cumplirá lo que dice el versículo 27. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Es la segunda venida de Cristo. En su primera venida, el Señor Jesús vino rodeado de humildad, como Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. En su segunda venida, el Señor Jesús vendrá rodeado de gloria y poder, con vara de hierro para derramar juicio sobre el mundo que obstinadamente le ha rechazado.

Inmediatamente tendrá lugar la batalla de Armagedón, batalla en la cual el Señor Jesús acabará con el poder militar de todo el mundo, el Anticristo será apresado en conjunto con su ejecutor, el falso profeta y los dos serán arrojados al lago de fuego. Acto seguido, el Señor Jesús establecerá su reino en este mundo, reino conocido como EL REINO MILENIAL. A esto se refirió el Señor Jesús cuando dijo: Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. La angustia y el caos quedarán atrás y se iniciará un tiempo glorioso en la tierra.

Es lo que espera a este mundo, amable oyente. Si no ha recibido a Cristo como su Salvador, está en riesgo de ser parte de todo el terror de la tribulación, pero si ha recibido a Cristo como Salvador, está libre de tener que pasar por la tribulación. No espere más, este mismo momento reciba a Cristo como su Salvador.

Fuente: Facebook  (Evangelina de Jesucristo)