Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

jueves, 12 de enero de 2017

La Fe es la Victoria para el cristiano.

 George Müller fue un hombre de Dios que comprendió la fe. 


(1805-1898), un verdadero Guerrero de la Fe, creía que tener la promesa de Jehová era tan real como tener la cosa más necesitada en la mano, ya si era comida en la alacena o dinero en su billetera.

Él una vez dijo, "Alegremente he dedicado mi vida entera al objeto de ilustrar qué tanto puedo estar completo por la oración y la fe". Dios puso en su corazón construir orfanatos para cuidar de los niños desposeídos que vivían en las calles de Bristol, Inglaterra. Con simplemente dos schillings (50 centavos) en su bolsillo, George Müller determinó obedecer. Él no supo de dónde el dinero le iba a venir, pero ese no fue su problema. Él conoció la voluntad de Dios. Era cosa de Dios proveer la forma. Su parte era obedecer.

Müller le confió todo a su sagrado Señor. Él hizo la costumbre de nunca contarle a nadie sobre sus necesidades ­ y él mismo tenía muchísimas. Él sólo le contaba a su Padre Celestial. A través de este humilde hombre de fe, Dios levantó cinco inmensos edificios de granito, capaz de alojar a 2,000 huérfanos.

Un día, Müller estaba sin dinero para la siguiente comida de los niños. Mientras él estaba arrodillado en oración, exponiendo su necesidad ante su Padre Celestial, reclamando las promesas por la fe, alguien llamó a la puerta con un regalo de dinero. Dios había probado aún otra vez que él siempre cumple sus promesas. Los niños comieron su siguiente comida a tiempo.

A través de los años, el equivalente de millones de dólares le fueron dados en el soporte de su gran obra ­ todo sin alguna vez decirle sus necesidades a una sola alma, muchas de las cuales fueron muy urgentes. Müller dedicó su vida para revelar la bondad y el poder de Dios, ejercitó en nombre de todo el que toma su palabra y confía en las promesas del Señor que guarda sus pactos. Él reconoció que las pruebas son necesarias para todo aquel que desee tener una fe fuerte. "Aprender a tener fe fuerte es resistir grandes pruebas".  "He aprendido a tener una fe fuerte estando firme en medio de pruebas severas."

Ha sido dicho que la fe es una planta que crecerá rápidamente si es alimentada, y la fe de Müller probó la verdad de esta declaración. Sin tener en cuenta la emergencia que le afrontaba en cualquier momento, eligió confiar en Dios. Él dijo, "Esté seguro que, si usted camina con él y le ve a él, y espera la ayuda de él, él nunca le fallará. La fe de Müller fue el resultado de su experiencia de escoger confiar sin tener en cuenta las circunstancias. "Si el Señor me falla, será la primera vez," declaró él.

La Sagrada Escritura está llena de historias, que cuentan de la interacción de Dios con sus hijos atados a la tierra. 
La razón primaria para cada historia registrada en la Biblia es inspirar la fe en los corazones de los creyentes. Desde la liberación milagrosa en el mar Rojo hasta la historia de la viuda cuyo aceite fue multiplicado para que pudiese pagar su deuda, estas narraciones de tratos pasados de Dios están dirigidas a inspirar la fe y la confianza de que Aquel que ha trabajado poderosamente por Su pueblo en eras pasadas, está deseoso de hacer lo mismo hoy si su pueblo confiara en él.

Cada hijo de Dios siempre ha experimentado dificultades. Daniel fue tomado preso y lo hicieron eunuco en la corte de los enemigos de Judá. José fue injustamente arrestado. Job perdió a sus hijos, su riqueza y su reputación. ¡Esther fue tomada de su familia y fue hecha esposa de un rey pagano que era muchos años más viejo que ella!
El Señor no detiene las cosas malas de ocurrir. Hebreos 11, el famoso capítulo del "Salón de la Fama de la Fe", provee ejemplo sobre ejemplo de personas que, cuando afrontaron pruebas y dificultades infranqueables, triunfaron - no en su propia fuerza, sino descansando en las promesas de Dios.

Éstos son los Guerreros de la Fe

“Que por fe conquistaron reinos,  hicieron justicia,  alcanzaron promesas,  taparon bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada,  sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros. Las mujeres recibieron sus muertos mediante resurrección;  mas otros fueron atormentados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección. Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno; errando por los desiertos, por los montes, por las cuevas y por las cavernas de la tierra... Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe... (Hebreos 11:33-12:2)

Las historias de la Biblia enseñan que la máxima necesidad de cada individuo es la fe en las promesas divinas. Las pruebas y las dificultades que surgen son las tutoras celestiales para enseñarnos fe y confianza. El poder de Dios es lo suficiente como para responsabilizarse por cada demanda por esto. Es bastante grande como para solucionar cada emergencia. La única limitación está es si el individuo ejercitará la fe o no, porque "Todo es posible para la persona que tiene fe." (Marcos 9:23)

"Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan." (Hebreos 11:6, VRV 1960)

Un día, un centurión romano le pidió a Jesús que sanase a su criado.Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré. Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará. Porque también yo soy hombre bajo autoridad,  y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve,  y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe...Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste,  te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora. (Mateo 8:7-10, 13)

Cuando el centurión pidió la ayuda de Jesús, el Salvador inmediatamente respondió: "Iré". El centurión estaba asustado. Él no esperaba que un israelita voluntariamente entrara en su casa, la de un gentil. Él respondió rápidamente "Oh, no. Eso no es necesario. Simplemente hable la palabra solamente y mi criado se pondrá bien"."Eso," dijo Jesús, "es fe".

Dios sabe que usted necesita fe. La única manera para que usted desarrolle una fe bien fundada en la roca en el poder del Señor que le cuidará individualmente, es teniendo problemas que son imposibles de resolver por cualquier esfuerzo humano. Cualquier problema que le confronte como resultado de la obediencia, Dios conoce todo sobre él. Cada prueba es "individualmente diseñada" para desarrollar en usted la fe y la dependencia en su Padre Celestial que usted necesita atravesar por los días difíciles por venir. Sería mejor perder una fina casa y vivir en un apartamento simple o una casa de remolque [trailer] en el país, que no obedecer a la voluntad declarada de Jehová. Sólo aquellos que viven en estricta obediencia pueden reclamar las promesas.

Dios ha provisto promesas para obrar en cada emergencia y suplir cada necesidad. Cuando usted ha hecho todo lo que ha podido para obedecer su voluntad revelada, su parte es escoger creer porque él es el Señor y él no puede mentir. Sin problemas humanamente infranqueables, su fe en su liderazgo providencial no aumentará. ¡Las pruebas que usted afronta están para el propósito expreso de proveerle una oportunidad para ejercitar su fe a fin de que crezca! Sin pruebas, la fe no crecerá más que lo que los músculos no pueden crecer sin ejercicio.

Porque la situación de cada persona es única, no hay un consejo que pueda ser aplicado a cada circunstancia individual. Hay una razón por qué sus problemas trascienden su habilidad o recursos disponibles para tratarlos. Dios no pretende que los seres humanos suplan la ayuda que él quiere proveer. Dios no faculta a ninguna persona o institución, como WLC, a poder proveer respuestas y dinero para cada problema que confrontan a Sus hijos. Vuestros problemas son diseñados para ayudarle a desarrollar la fe en el Señor, no dependencia de la sabiduría de sus amigos, o los recursos de otros.

Las pruebas que te confrontan pueden ser más espantosas que cualquier cosa que usted alguna vez haya afrontado; Los peligros pueden ser muy reales. A través de todo ello, vuestro curso más seguro es la obediencia y la confianza. Los objetivos de la misericordia de Diosen cada prueba son llevarle a usted más cerca de él.

"Porque el Señor no desecha para siempre; Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias; Porque no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres." (Lamentaciones 3:31-33)

Jehová podría hacer desaparecer tu deuda. Él podría crear dinero en su bolso. Pero eso no edificaría tu fe y la fe es tu máxima necesidad. Sólo cuando un problema humanamente infranqueable es solucionado por la guía divina y su intervención, es que la fe aumenta. Los problemas más difíciles son los que sentimos que nos hemos causado a nosotros mismos a través de un desacertado curso acción:

No deberíamos haber construido esa casa grande y cara. No debería haber removido ese préstamo. Deberíamos haber reparado el carro viejo, no haber comprado uno nuevo. ¿Por qué removí tantos préstamos de la escuela? Cuando una persona ha firmado papeles y HA PROMETIDO repagar, hay un sentido de obligación que si usted no cumple con su palabra, usted deshonrará al Creador. Ninguno debería perder la fe en el liderazgo amoroso de Dios si ellos terminan perdiendo sus trabajos e incapaces de repagar préstamos. "He aquí que no se ha acortado la mano del Señor para salvar, ni se ha agravado su oído para oír". (Isaiah 59:1) Aún debemos seguir y obedecer, aún cuando no comprendemos las razones de su gobierno.

Las mismas experiencias que encontramos más difíciles son las que se necesitan más para refinar nuestros caracteres. Es también muy posible que Dios necesite a un testigo, como Job, quien permanecerá fiel y confiado sin tener en cuenta las circunstancias. Puede ser para la salvación de las almas de otros que usted es conducido por los valles de sombras. Aún cuando nos hemos metido nosotros mismos en dificultades y enmarañamientos que no fueron la voluntad de Dios en que nos involucráramos, todavía podemos llegar al Padre y le podemos pedir en nombre del Hijo que nos dé sabiduría para ver una senda que sea segura para seguir.

Es seguro confiar en Dios en cada situación, en la seguridad de que él siempre nos guiará igual como escogeríamos nosotros si pudiésemos ver el futuro como él puede, y su glorioso plan que él está obrando en nuestras vidas. El poder del Todopoderoso respalda cada promesa que él ha hecho. Así, no hay excusa para rehusarse a ser obediente ­ aun si la obediencia para la verdad le cuesta su empleo, su casa, su coche, su reputación, su matrimonio o incluso su vida.

¿Es tentado usted? Él librará. ¿Es usted débil? Él fortalecerá. ¿Es usted ignorante? Él dará la luz. ¿Está usted herido? Él curará. Dios"cuenta el número de las estrellas;"  Y todavía "El sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. ". Salmos 147:4, 3. "Vengan a Mí," es Su invitación. Cualesquiera que sean sus ansiedades y pruebas, exponga su caso delante de Él. Vuestro espíritu será vigorizado para resistir. Se abrirá el camino para que usted sea librado de la vergüenza y la dificultad. Mientras más débil y más indefenso usted sepa que está, mucho más fuerte estará usted en Su fuerza. Mientras más pesadas sean vuestras cargas, más bendecido será el descanso al echarlas sobre el Cargador de las cargas.

El Señor dice, Invoquenme en el día de angustia". Salmos 50:15. Él nos invita a que le presentemos a él nuestras perplejidades y nuestras necesidades, y nuestra necesidad de ayuda divina. Él nos alienta a ser instantáneos en la oración. Tan pronto como las dificultades surgen, debemos levantar a él nuestras peticiones sinceras y fervorosas. Por nuestras oraciones importunas damos evidencia de que nuestra confianza está fuerte en Dios. El sentido de nuestra necesidad nos conduce a orar seriamente, y nuestro Padre divino es movido por nuestras súplicas.

A menudo esos que sufren reproche o la persecución por su fe está tentados a pensar que han sido abandonados por Señor. A los ojos de los hombres ellos son la minoría. Para toda apariencia sus enemigos triunfan sobre ellos. Pero no les dejen violar su conciencia. El que ha sufrido en su representación, y ha soportado sus pesares y sus aflicciones, no los han abandonado.

Los hijos de Dios no han sido dejados solos o indefensos. La oración mueve el brazo de su Omnipotencia. . . .

Si entregamos nuestras vidas a Su servicio, nunca podremos estar colocados en una posición para la cual Dios no haya hecho provisión. Cualquiera que sea nuestra situación, tenemos a un Guía para dirigir nuestro camino; Cualesquiera que sean nuestras perplejidades, tenemos un Consejero seguro; Cualquiera que sea  nuestro pesar, nuestro luto, o soledad, tenemos un Amigo simpatizante. Si en nuestra ignorancia tropezamos, Jesús no nos deja. Su voz, clara y bien definido, se oye diciendo, "soy la Camino, la Verdad, y la Vida" (Juan 14:6) "Porque él librará al menesteroso que clamare, Y al afligido que no tuviere quien le socorra." Salmo 72:12).

Dios declara que él será honrado por esos que se acercan a él, quienes fielmente le rindan servicio. "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado. " (Isaías 26:3) El brazo de la Omnipotencia está extendido para guiarnos adelante y todavía más hacia adelante. Siga adelante, el Salvador dice; Les enviaré ayuda. Es por la gloria de Mi nombre que ustedes piden, y que ustedes reciben. Seré honrado enfrente de aquellos que esperan vuestro fracaso. Verán Mi palabra triunfar gloriosamente. "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis." Mateo 21:22.

Dejen a todo  aquel que sea afligido o injustamente tratado, clamar a Dios. Den la espalda a aquellos cuyos corazones con como acero, y hagan vuestras peticiones a vuestro Hacedor.  Nunca es rechazado quién llega a él con un corazón contrito. Ni siquiera una oración sincera está ha sido perdida. En medio de los himnos del coro celestial, Jehová oye los clamores del ser humano más débil. Derramamos el deseo de nuestro corazón en nuestros armarios, respiramos una oración como caminamos por el camino, y nuestras palabras alcanzan el trono del Monarca del universo. Pueden ser inaudibles para cualquier oreja humana, pero ellas no pueden desvanecerse en el silencio, ni pueden perderse a través de las actividades de negocios que están ocurriendo. Nada puede ahogar el deseo del alma. Se sobrepone al estrépito de la calle, a la confusión de la multitud, hacia las divinas cortes. Es a Jehová a quién hablamos, y nuestra oración se oye.

Usted que se siente lo más indigno, no sienta temor de consignar su caso a Dios. Cuando él entregó a sí mismo a su Hijo por el pecado del mundo, él se encargó el caso de cada alma. "El que no escatimó ni a su propio Hijo,  sino que lo entregó por todos nosotros,  ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? Romanos 8:32. ¿No cumplirá él con la palabra de gracia dada para nuestro ánimo y nuestra fuerza?

Jesús claramente advirtió que alcanzar el reino de los cielos requeriría abandonar todo lo demás. No sólo esté dispuesto a prescindir de eso, sino en verdad esté dispuesto a hacerlo.

Además,  el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo,  el cual un hombre halla,  y lo esconde de nuevo;  y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene,  y compra aquel campo.“También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa,  fue y vendió todo lo que tenía,  y la compró.” (Mateo 13:44-46, VRV 1960)

La Salvación es un regalo gratis, pero ninguno que siga en desobediencia la obtendrá. Porque la provisión amplia ha sido hecha para todos los que venzan, todos se quedan sin excusas si se pierden. Las principales razones de los que no quieren llevar la cruz de la obediencia es el orgullo. Les gustan sus casas confortables, más que un hospedaje más humilde. Les gusta el prestigio percibido que viene con un trabajo bien pagado. No quieren la vergüenza de la pérdida del trabajo o la posible pérdida resultante de la casa y o el coche si fallan en sus pagos.

Es fácil para Dios resolver los problemas que usted pueda enfrentar. ¡Sus recursos son ilimitados! Sin embargo, es difícil para los pecadores desarrollar fe en él. Jesús nunca le obligará a ejercitar fe en sus promesas. Como un amante de la libertad, él le deja esa elección a usted. "En verdad, hay suficiente luz para aquellos que quieren creer y suficientes sombras para cegar a aquellos que no quieren creer".7 

Hagan una elección intencional de confiar en su Creador y su Redentor. La vida eterna vale la pena, aun si le cuesta todo. Regocíjese siempre, en todo dé gracias, vea en todas las cosas una invitación para la oración. No hay montaña demasiado grande que ÉL no pueda mover; Ninguna distancia demasiado distante que ÉL no pueda cruzar. Él oirá sus oraciones y él ordenará los acontecimientos que serán, al fin, sus más grandes bendiciones.

Fuente: www.worldslastchance.com