Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

viernes, 9 de junio de 2017

el trato cristiano en los casados

El buen trato y los desacuerdos


Los matrimonios tienen desacuerdos porque son dos personas diferentes en su formación, su genética, han vivido distintas situaciones y a menudo han tenido que superar situaciones dolorosas dolor durante su infancia y juventud.  Precisamente de la madurez del carácter depende la habilidad de resolver las desavenencias conversando sensatamente sin iniciar un ciclo de agresión, que usualmente empieza con la manera de hablar y el lenguaje corporal.

Las parejas se acaloran conversando porque utilizan las palabras incorrectas y se acercan al cónyuge con el lenguaje corporal y las actitudes incorrectas. De hecho, la conversación no empieza con las palabras, sino con la forma en que nos acercamos a la pareja para hablarles de un tema. Los esposos, ya con vernos caminar hacia ellos, se están preparando para defenderse porque saben a lo que vamos, a menos que nos aproximemos de una manera agradable. Luego, de acuerdo a cómo le hables a tu pareja, el receptor te escuchará o no te podrá escuchar si identifica falta de respeto en tus gestos o palabras. Con frecuencia no queremos admitirlo, pero creemos que la intimidad y la confianza nos dan el derecho de hablarle a la pareja como nos da la gana, sin escucharle ni tener en cuenta sus sentimientos. Es un hábito negativo que tenemos que dejar atrás por el bien del matrimonio.

La Palabra de Dios nos dice en 1 Pedro 3:9 (NTV):

“No paguen mal por mal. No respondan con insultos cuando la gente los insulte. Por el contrario, contesten con una bendición. A esto los ha llamado Dios, y él los bendecirá por hacerlo”.

¡Qué fácil es perdonar al de la oficina o a las personas que no conocemos! Pero ¿es igual en la casa? No, no lo es; la confianza y la intimidad rompen con el respeto. No debe ser así. Hablamos o respondemos a la ligera sin pensar en lo mal que se siente la persona que amamos y lastimamos sus sentimientos sin misericordia. Debemos tratar bien al de afuera, pero también al que vive contigo, al que duerme en tu cama. Tu cónyuge merece un buen trato y en la Palabra dice claramente que Dios nos bendecirá por bendecir a otro, sea con nuestras acciones o con nuestras palabras. Hagamos un esfuerzo y seamos más tolerantes, pensemos bien lo que vamos a decir, de la misma manera que lo pensamos en el trabajo para no herir a un compañero de oficina. Actuemos de acuerdo a la Palabra, teniendo la palabra amable en nuestra boca, en todo momento. Ciertamente el ambiente en el hogar se sentirá liviano y se reflejará una paz que solo se puede encontrar cuando Dios es el centro de un hogar.

Cuando vayas a conversar o a discutir un asunto con tu pareja, especialmente si sabes que es un tema que trae discordia, haz lo siguiente

Espera a que baje el coraje tuyo, el de él o el de ambos y los ánimos estén receptivos para conversar. Acércate a tu pareja con amor, una palabra amable, una sonrisa o un gesto de proximidad. Habla sobre el tema o conducta que interesas resolver en el presente y en términos de cómo te afecta. 
Conversa sin entrar en personalismos, sin insultar, menospreciar, culpar, señalar, sin traer a colación asuntos pasados y sin decir frases hirientes. Enfócate en el tema presente. Sé directa(o) y clara(o), pero respetuosa (o). Evita los sarcasmos o las palabras de doble intención.

Bendice en vez de maldecir. Para reducir y evitar los desacuerdos dañinos, esfuérzate a diario en crear un fundamento fuerte; un ambiente de paz y mutua comunicación. Ten presente el poder del acuerdo ante Dios. Busca lograr un acuerdo y más allá, persigue vivir en acuerdo en las áreas más importantes de la vida: la pareja, la crianza de los hijos, el tiempo de Dios, las finanzas y otros temas que les afecten.

“Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo” (Mateo 18:19).

No asumas ni permitas que tu pareja asuma la actitud de “me toleras así porque me conociste así, ese soy yo y no voy a cambiar”. Esa es solo una manera de perpetuar una conducta inaceptable y justificarla. Busca ayuda profesional o pastoral para manejar este tipo de actitud. Dedíquense tiempo el uno al otro. Es muy importante que mantengan  una  comunicación saludable. Cuida cómo llegas a tu hogar a diario y cómo hablas. Da lo mejor de ti a tu pareja y a tu familia. Deja tras la puerta de tu casa cualquier momento negativo que te ocurrió afuera. Si lo quieres compartir con tu cónyuge, primero entra, saluda, besa, abraza y cena. Entonces, con calma, comparte lo que te pasó y escucha sugerencias o consejos. Dos en acuerdo con Cristo piensan mejor que uno.

Procura esmerarte en tu relación matrimonial y atender a tu pareja. No permitas que te cargue la vida cotidiana.Trabajen en ustedes mismos como individuos y como pareja para mejorarse continuamente. Más allá de oír, aprende a escuchar a tu pareja cuando te habla. Lo que hace extraordinario un matrimonio es que la pareja haga cosas extras para mantener y fortalecer la relación. No esperes a un retiro matrimonial o una cena en la iglesia, un cumpleaños o un evento familiar para tener detalles el uno con el otro, ni para acordar citas románticas. Si estás en pecado, arrepiéntete con honestidad, deja entrar a Cristo en tu corazón y busca ayuda para cambiar tu manera de vivir y salvar tu matrimonio.

Si eres cristiano, no permitas en tu hogar el maltrato institucional que denigra la posición de la mujer en el nombre de Dios. No te sientes en tu casa a esperar a que te sirvan defendiendo un enfoque esclavista a nombre de la fe. El mutuo servicio y atención en la pareja no puede ser esclavitud, sino recíproco y basado en el amor. Pónganse de acuerdo en cuanto a todo lo que necesita hacerse diariamente en el hogar y la familia, y ayúdense el uno al otro para que ninguno de los dos se recargue y se resienta. El beneficio es, además de un matrimonio balanceado, una pareja con más tiempo y energía para dedicarse el uno al otro.

Toda restauración de un matrimonio empieza con Cristo como su centro. Y Dios en su perfección, hizo un matrimonio perfecto en seres imperfectos para que necesitáramos de Él, lo buscáramos y entendiéramos que solo en Él podemos alcanzar un matrimonio extraordinario. Sin Él nada podemos hacer.

fuente: http://vidacristiana.com

1 comentario :

  1. Dios tiene una palabra para cada tiempo, para cada realidad y para cada pueblo. Esta es la palabra para Venezuela:

    Teocracia Venezuela

    Bienvenidos a la Teocracia, el gobierno de Dios
    Teodoro Darnott le invito a conocer el inicio de lo que se convertirá pronto en el más poderoso movimiento revolucionario que ha de cambiar la faz social y política de Venezuela de la democracia hacia la teocracia.
    Teocracia Venezuela propone la construcción de una sociedad cristiana bajo un pacto constitucional cristiano, lo que implica un gobierno y un estado cristianos. La república Cristiana Teocrática De Venezuela.

    Dios ha estado anunciando que levantará a Venezuela como la primera teocracia de América. La voz de Dios ha salido en primer lugar de la boca de Teodoro Darnott en el 2006 luego a traves de Alexis Moncada del Estado Táchira; Ver esta página: https://atalayavenezuela.blogspot.com/p/introduccion-este-es-un-material.html ahora lo está anunciando por medio de los profetas José Leones y Edi Leones Teocracia para Venezuela por: Edi Leones. Ver: Triunfo de la teocracia en este vídeo
    https://www.youtube.com/watch?v=GXLLhNvkrLE Ver muerte de la democracia en este otro vídeo https://www.youtube.com/watch?v=EpqVKTyUGRY&t=328s

    También ha estado anunciando el fin de la democracia por medio del profeta José Leones Muerte de la democracia en Venezuela por: José Leones

    Venezuela en estos momentos mas que nunca espera una respuesta concreta departe de Dios a toda esta situación de hambre, vicio, idolatría violencia y muerte inútil.

    Teocracia Venezuela como orden cristiano en todos los ámbitos, social, político, cultural, económico ect es esa respuesta.

    Es también la respuesta a esa suplica milenaria: venga tu reino, hace tu voluntad en la tierra en la misma forma como se hace en los cielos.
    Creemos que esa voluntad es el fin de todo aquello que nos enferma, nos destruye y nos separa de Dios. Pero que esa voluntad no viene por obra de un milagro sobrenatural, sino que estamos llamados por Dios a construirla en nuestros pueblos.


    Hoy gracias al conocimiento teocrático que inundó mi vida como un océano de luz infinita, sirvo al respeto, a la santidad, espiritualidad y fidelidad a Dios y a sus santos mandatos.
    Esta transformación que he logrado con la obediencia a Dios y a Jesucristo es lo que de todo corazón deseo para todo el pueblo venezolano, para América y el mundo.

    Es este deseo lo que me lleva a escribirle a fin de encontrar alguna palabra de solidaridad que me de fuerza moral y espiritual para seguir adelante anunciando a Venezuela y a América la solución de Dios para todos nuestros pueblos, esto es, la Teocracia Cristiana como ordenamiento jurídico, social, político, cultural-espiritual. El levantamiento en América de las sociedades nacionales cristianas, donde la gente y los recursos estén al servicio de la gloria de Dios y de Cristo.

    Gracia amado (a) por el momento de su tiempo que me ha dispensado. Que Dios nuestro padre le bendiga abundantemente a usted y a su familia con toda clase de bendiciones del cielo y de la tierra, y que la paz y el amor de Jesucristo abunde para gracia en su corazón.
    Atte
    Teodor R Darnott

    Precursor de la Teocracia para Venezuela y América Latina
    Teocracia Cristiana Venezuela Visite nuestro sitio web en http://teovczla.blogspot.com

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