Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

domingo, 7 de junio de 2015

TENDENCIAS JUDAIZANTES, falsa doctrina

SEÑALES Y VESTIMENTAS que desenmascaran esta herejía


Kipá, talid, filacterias…¿Qué significa “la salvación viene de los judíos? ¿Debe el creyente de origen gentil dar en lo material al creyente de origen judío como una norma a seguir? ¿La Iglesia ha perdido las bendiciones de parte de Dios? ¿Son los judíos mesiánicos el olivo natural 

¿Kipá, talid, filactelias…, todo eso es espiritual? ¿y para los cristianos?

“Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza” (1 Corintios 11: 3, 4) Según se sabe, los judíos, por enseñanza de su tradición talmúdica (no bíblica), comenzaron a usar algún tipo de cobertura para la cabeza durante el siglo IV d. C. aunque es posible que algunos hubieran comenzado a usarlas en los tiempos del NT. No obstante, la enseñanza paulina, y por tanto, bíblica, enseña que el varón no debe cubrirse, porque “afrenta su cabeza”. Si un hombre cubría su cabeza, daba a entender algún grado de inversión de las funciones propias de cada género. Por lo tanto, y sin pretender entrar en rigorismos e inútiles legalismos, la pregunta no deja de ser obvia en relación a esos maestros judíos que confiesan a Cristo pero que tienen ciertas tendencias judaizantes (ya no hablemos de otros que todavía es peor): ¿Por qué se presentan ante todos con la Kipá?

“La Kipá, ni siquiera es una prenda de origen bíblico, sino de la tradición judaica, y contrario al principio bíblico, ya que el hombre no debe cubrirse”
Pero hay más, se presentan también, y muchas veces, y ante cristianos no judíos orgullosamente con las vestimentas y abalorios propios del judaísmo, como el talid, los tefilim, las filactelias y demás parafernalias judaicas que NADA tienen que ver con el cristianismo, sino que en todo caso, eran sombra de lo que debía de venir, esto es, Cristo. El propio autor de los Hebreos tiene un arduo combate explicativo sobre la INUTILIDAD de creer y practicar ese judaísmo, y simplemente creer en Cristo en el sentido explicado por la doctrina apostólica.

“Hay cristianos de origen judío, que enseñan a muchos, y que hacen ostentación ante todos los creyentes al ir con estas indumentarias. Esto es vergonzoso y es una afrenta a Cristo, el cual nos ha liberado del cumplimiento de la ley” Lo único que consiguen con toda esa indumentaria, práctica y enseñanza, es confundir al creyente y llevarle hacia un tipo de judaísmo. Eso es un hecho. El que sea judío, practique su judaísmo en privado o entre judíos. El que sea cristiano de procedencia judía NO practique su judaísmo por raza entre creyentes no judíos, de otra manera, estará JUDAIZANDO, aunque no lo quiera aceptar así. Añado: El que sea cristiano de procedencia judía, debe entender que esas prácticas NINGÚN VALOR TIENEN ANTE DIOS, sino todo lo contrario.

¿Qué significa “la salvación viene de los judíos?

Con mucha facilidad los que siguen tendencias judaizantes, en este caso, toman las palabras del Señor a la mujer samaritana para exaltar lo judío por encima de la Iglesia. En concreto esas palabras son: “Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos” (Juan 4: 22) Es menester entender bien el significado de esas palabras para no confundirnos. Los samaritanos no conocían a Dios. No tenían un verdadera revelación de Él, y por lo tanto, no podían adorarlo en verdad (ver el contexto en el que Jesús habla).

En cambio, los judíos tenían la revelación de Dios en el AT, y conocían al Dios a quien adoraban, porque la verdad acerca de la salvación vino a ellos primero, y por medio de ellos al mundo. Pero esto no hace de los judíos alguien superior a los creyentes, ya que los judíos sin Cristo su fin es la condenación eterna, así como los gentiles sin Cristo. La ecuación se resuelve de la siguiente manera: “Porque Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación” (Efesios 2: 14). Ahora, “ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gl. 3: 28)

¿Debe el creyente de origen gentil dar en lo material al creyente de origen judío como una norma a seguir?

Algunos toman las palabras del apóstol Pablo de Romanos 15: 25-27, para hacer una apología del deber hacia el judío por parte del creyente, que no es de recibo, y que sí es un abuso. El texto en el que se apoyan es este: “Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales” (Romanos 15: 25-27) Dicen que la Iglesia tiene la responsabilidad de compartir cosas materiales con los judíos, especialmente con los creyentes judíos.

Dicen que este pasaje enseña que, debido a que los gentiles se han convertido en partícipes de las bendiciones espirituales judías, los gentiles han llegado a estar en deuda con los judíos, y que la forma en la que los creyentes gentiles cumplen o pagan su deuda es supliendo para las necesidades físicas de los creyentes judíos, y que los creyentes gentiles tienen la obligación de compartir con los creyentes judíos en alguna forma material.

Lo cierto es que no se dan cuenta, por lo que enseñan, que la Iglesia tanto está formada por creyentes de origen gentil, como judío, por tanto esa enseñanza judaizante falla por la misma base. El apóstol Pablo nunca jamás quiso decir esto que enseñan estos judaizantes. El apóstol Pablo estaba hablando de puntualmente ayudar a los creyentes de Jerusalén que en aquellos momentos estaban sufriendo una terrible hambruna, y que era bueno que les ayudaran, ya que en su momento el Evangelio había salido de ahí para bendecirles espiritualmente a ellos, es decir, los de Macedonia y Acaya.

Esto no debe ser una regla a seguir de continuo, porque la Palabra enseña otra cosa: “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gl. 6: 10), y los de la familia de la fe son TODOS LOS CREYENTES EN CRISTO, no sólo los de origen judío.

¿La Iglesia ha perdido las bendiciones de parte de Dios?

Por consecuencia de creer en el postulado Arminiano y semi Pelagiano, algunos insultan a la Iglesia diciendo que esta ha perdido su balance, que ha perdido sus bendiciones de parte de Dios; que ha perdido su unidad doctrinal y ha perdido su pureza doctrinal. Decir estas cosas es declarar que Dios ha fracasado, que ha fallado en Sus propósitos respecto a la Desposada de Cristo. Como puede verse, es un postulado herético. Déjenme antes de proseguir aquí, decir unas cosas. La Iglesia que Dios ve NO es la iglesia que nosotros vemos. La Iglesia que el Señor viene a buscar es pura y sin mácula por la acción de la sangre y la justicia de Cristo. Dios conoce a los que son Suyos (2 Ti. 2: 19)

Lo mismo fue con Israel. El verdadero Israel fue el formado por los verdaderos judíos. Como dijo Pablo: “Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios” (Romanos 2: 28, 29) El verdadero Israel no falló. La verdadera Iglesia no falla ni fallará. Dios conoce a Su pueblo, porque Él eligió a Su pueblo, y a cada individuo de Su pueblo (Ef. 1: 3-7, 11 etc.)

Pero la cosa va a más cuando se da por razón del supuesto fracaso de la Iglesia el no evangelizar al judío. Los que muestran tendencia judaizantes, dicen que fue por cesar de evangelizar a los judíos, que las supuestas maldiciones vinieron a la Iglesia. Esto no es de recibo. Si bien es cierto de que un amplio sector “eclesial” visible cayó en un antisemitismo palpable, lo cual tampoco es de recibo, lo que no contemplan es lo que la Escritura dice acerca de los planes de Dios hacia Israel.
Por dos días, (2.000 años) Israel debía ser apartado, por ser dejada la casa de David desierta (ver Oseas 6: 1-3; Mt. 23: 37-39). Estaba en los planes de Dios que el judío fuera dejado momentáneamente de lado en pos del gentil (Ro. 11: 11). Por lo tanto esta enseñanza judaizante pro arminiana, es otro error.

¿Son los judíos mesiánicos el olivo natural?

Otro error grave que se está enseñando, y como tendencia judaizante, es el declarar que los judíos mesiánicos son el olivo natural (Romanos 11: 11ss). De nuevo insistimos aquí que todo judío que haya nacido de nuevo (como todo gentil), es cristiano, y por tanto, parte de la Iglesia de Jesucristo. No es un ente aparte. No es un pueblo apartado por Dios, apartado de la Iglesia. Es parte de la iglesia (Ef. 2: 14). Enseñar que los judíos creyentes son el olivo natural, ¿dónde dejaría esto a los gentiles creyentes? Esa es una estupidez, fruto de gran ignorancia teológica.

Dejemos claro que el olivo natural NO son los judíos, ya que estos constituyen en gran manera las ramas desgajadas (Ro. 11: 17). El olivo natural no son los gentiles, ya que estos como creyentes, hemos sido injertados, no en las ramas, sino en el tronco (Ro. 11: 24). El olivo natural NO es Israel tampoco. El olivo natural o buen olivo, básicamente es la promesa de Dios a Abraham, la cual es Cristo en definitiva. Es el pacto de salvación que DIOS hizo con Abraham. Por tanto nada tiene que ver con lo humano y con lo de esta creación, sino con lo divino y Celestial.

Fuente:  noticiascristianaschile.