Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

martes, 19 de mayo de 2015

Los cristianos y las riquezas

¿Es Malo Para Un Cristiano Ser Rico?


¡Yo recomiendo mucho el uso del dinero porque es un bien sin el cual es muy difícil vivir! Y contrario a lo que muchos cristianos creen, el dinero no es la raíz de todos los males. "Pastor Ron, usted de verdad que erró en el blanco, porque la Biblia dice que el dinero es la raíz de todos los males"! ¡Ruego que no te desesperes! 1ª de Timoteo 6:10 dice:

"Porque raíz de todos los males es el AMOR al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.

Como puede ver, el dinero es una parte necesaria de la vida, y no es intrínsecamente malo o bueno. Esa es una de las "cosas" en la vida de un Cristiano que le pertenecen al Señor, pero que El nos permite usar como Sus mayordomos. Cuando utilizamos apropiadamente esas "cosas" que El pone a nuestra disposición, y mantenemos la actitud correcta ante ellas, con frecuencia, El las multiplica. Cuando adoptamos una actitud incorrecta ante las "cosas" es que nos metemos en problemas. Si nos permitimos a nosotros mismos desarrollar un amor y un deseo extremo por esas "cosas", eso (el amor y el deseo extremo) se vuelve pecaminoso. Repito, el dinero y las cosas materiales no son pecaminosas en si mismas.

La verdad, es que son buenas, y si nos comportamos y practicamos una buena mayordomía, Dios podrá ver que estamos capacitados para permitirnos que usemos parte de ellas! Pero déjeme apresurarme a decirle que no hay garantía. El "evangelio de la prosperidad" que algunos han estado predicando es tan falso como un billete de 3 dólares. Es un hecho que en el Antiguo Testamento, Dios le prometió la prosperidad financiera y espiritual al pueblo Judío, pero ambas estaban condicionadas a su obediencia a El. En ninguna parte del Nuevo Testamento usted encontrará una promesa semejante para los Cristianos. De hecho, lo que se nos ha dicho es que nuestro caminar con Cristo sería duro, y que tanto mas tratáramos de acercarnos a El, mas difícil se haría. En este respecto, el Cristianismo es único entre las religiones del mundo.

En 2da. Timoteo 3:12 dice "Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución".

Al mismo tiempo que la riqueza es una bendición de Dios, la pobreza no debiera verse inversamente como un castigo, porque en un sentido, la pobreza releva al individuo de una tremenda responsabilidad. Lucas 12:48 dice: "porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá". Ya que el Nuevo Testamento enfatiza cual debe ser nuestra actitud hacia las cosas que Dios ha puesto a nuestro cuidado, demos una mirada mas profunda.

El Señor Jesús en Su parábola del "Sembrador", de Lucas capitulo 8 verso 14, dice lo siguiente al hablar de la semilla que creció entre espinos:

"La que cayó entre espinos, éstos son [las personas] los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto".

En el verso 11, el Señor nos dice que la semilla es la Palabra de Dios, y cuando las personas la escuchan, y permiten que los afanes, las riquezas y los placeres de la vida diluyan su mensaje, entonces fallan en su madurar en la fe. Como Cristianos, la Palabra de Dios debe ser más preciosa para nosotros que cualquier cosa que este mundo tenga para ofrecer, si queremos lograr algún progreso en nuestro caminar con Cristo.

En Mateo 6:21, el Señor dice esto acerca de los "tesoros" terrenales: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón."

¡La eternidad es para siempre! Y seria más tonto de lo que las palabras puedan expresar, el sacrificar los tesoros celestiales por las "cosas" terrenales. Pero eso es precisamente lo que normalmente muchos Cristianos hacen, cuando se dejan conquistar por las cosas terrenales. Estoy convencido que nuestro soberano Señor nos asigna a cada uno nuestro status financiero y material, así como las habilidades (o la falta de ellas) pertinentes a esa posición. Admitámoslo, no todos tenemos el intelecto o la habilidad para tener abundancia de riquezas y manejarlas adecuadamente. Algunos sí lo hacen, y alaban a Dios por poder disfrutar del fruto de su trabajo. Otros trabajan tan duro como pueden, pero pasan sus vidas sufriendo para poder alimentarse y vestirse así mismos.

La verdadera felicidad y el contentamiento real se experimentan cuando entendemos cual es nuestro respectivo lugar en la vida y luego hacemos lo mejor que podamos, tanto como podamos. Cuando nos metemos en problemas, es cuando no estamos satisfechos con la provisión de Dios y queremos más de lo que El considera es lo mejor para nosotros. La ambición y el deseo de progreso solo son naturales y no dañinas, mientras no forcemos en este respecto. Si el Señor quiere que progresemos en nuestros trabajos y hagamos más dinero, El se encargará de que eso suceda.

Cuando El abra las "puertas", estaremos listos para caminar a través de ellas. ¡Desafortunadamente, muchos Cristianos no entienden esto y tienen las narices rotas por tratar de entrar por puertas cerradas! Esto es enfatizado por las palabras de Lucas 12:15 "Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee".

El peligro espiritual subyacente que está asociado con el dinero y con los bienes materiales es que fácilmente ellos pueden convertirse en ídolos en nuestras vidas. Estoy seguro de que usted no cree que un ídolo es solamente una figura de madera o de metal sentada en un templo, rodeada de adoradores. ¡No! Un ídolo es cualquier cosa que permitimos esté entre nuestro Dios y nosotros. El demanda toda nuestra fidelidad, así como se demandan un esposo y una esposa entre sí. Cuando nuestra atención es puesta en algo o alguien mas que en Dios, El se siente ofendido, y deberíamos entender porque.

Este concepto es resaltado en Mateo 6:24 cuando dice: "Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas." [Esto es riquezas, dinero, posesiones o cualquier cosa en la que confiemos]

El Apóstol Pablo se detiene a hablar un poco sobre las cosas materiales y en su primera carta a Timoteo, advierte a los Cristianos, y sobre todo a los predicadores acerca del uso incorrecto del dinero. En 1ª Timoteo 6 empezamos nuestra lectura a la altura del verso 5 y continuamos hasta el verso 9, luego pasamos al verso 17:

"disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; [y es en efecto, una gran fuente de ganancia] apártate de los tales. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos (satisfechos) con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición;"

"A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las [disfrutemos].

Nuestra sociedad valoriza excesivamente las riquezas y los bienes materiales. Las personas están clasificadas socialmente según sus ingresos: Clase baja, clase media y clase alta, con alguna variación entre ellas. Somos constantemente bombardeados con propaganda publicitaria diseñada para apelar a mejorarnos a nosotros mismos y a "escalar el escalón social". Una propaganda específica que he visto mucho últimamente es el tema recurrente de "Tú te lo mereces" o "Te lo debes a ti mismo". Las agencias publicitarias conocen muy bien la naturaleza humana y explotan ese conocimiento al máximo para promocionar sus productos y servicios. Nosotros, seres pecadores, tenemos una tendencia intrínseca por el placer y por los "bienes materiales", y ellos usan eso para sacar provecho económico de ello. Como Cristianos, debemos estar siempre alertas sobre esta urgencia de "tener" y ganar status social, así como de aquellos que sacan provecho de eso.

Es también muy penoso escuchar de Cristianos que no tienen el dominio propio para practicar una apropiada mayordomía sobre lo que Dios les ha dado. El deseo de tener y adquirir y usar ha crecido a tal grado que millones están desesperadamente endeudados, y ciertamente algunos Cristianos están en ese grupo. Satanás ha gestionado un crédito fácil para arruinar el testimonio de incontables Cristianos alrededor del mundo, y esta situación no esta mejorando.

Nadie debería endeudarse más allá de su capacidad financiera para pagar, especialmente aquellos que profesan la fe en Jesucristo. Hacer tal cosa es menospreciarse así mismo y el nombre del Señor. Esas tarjetas plásticas son increíblemente fáciles de obtener, pero pueden convertirse en narcóticos para algunas personas, y lo primero que aprendemos es la cantidad de intereses que se van acumulando. Aquellos que nunca soñaron en jugar en un casino contraen deudas igual o aun mayores con sus tarjetas de créditos y eso nos hace preguntar ¿cual es la diferencia esencial? Deber lo que no puede pagar es dañino, y pecaminoso si fue por falta de auto-control que usted contrajo esa deuda. Cuando consideramos el factor de que somos los administradores del Señor y estamos malgastando su dinero, eso pone las cosas en la perspectiva correcta.

Mi consejo es que si tienes deudas ahora mismo, salgas de ellas tan pronto como sea humanamente posible, aunque eso signifique vender algunas de las "cosas" que te llevaron a esa situación. (No estamos hablando de hipotecas y deudas de esa naturaleza, porque ya tienen esas características). Cuando nos vemos frente a sumas impagables la salida más fácil es declararse en bancarrota, y dejar que los acreedores se encarguen. ¡Pero Dios prohíbe que algún Cristiano haga tal cosa! Sí, es legal, pero definitivamente que no es ético. Si está enfrentando una situación así, por favor, trate de hacer lo correcto y póngase de acuerdo con sus acreedores en el pago, aunque dure el resto de su vida trabajando en dos empleos mas! Ellos no le torcieron el brazo para que dejara acumular los intereses, y lo menos que puede hacer es un esfuerzo honesto de pagarles. Hacer cualquier otra cosa es perder por completo su testimonio, y avergonzar el nombre de Cristo.

El Espíritu Santo hablando a través de la pluma del apóstol Pablo tiene esta tremenda exhortación para nosotros [y de hecho, es una gran fuente de ganancia] Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos (satisfechos) con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas (inútiles), que hunden a los hombres en destrucción y perdición." (1 Timoteo 6:6-9)

Cuando el énfasis de nuestra vida esta bien fundado en la piedad, el contentamiento personal es una de las maravillosas consecuencias. Después de todo, ¿que puede ser mejor que tener nuestras necesidades satisfechas y poder dormir con la conciencia limpia? Píenselo.

Si ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero se ha comportado muy tibiamente en su caminar con El, usted necesita hablar con el inmediatamente y pedirle su perdón y restauración. El le perdonará en el mismo momento, y llenará su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Entonces, necesita comenzar un andar diario de oración y estudio de la Biblia.

Fuente: cuttingedge.org