Este blog rinde honor y alabanza al Dios de nuestra salvación a Jesucristo el Señor.

sábado, 18 de agosto de 2012

¿SERAS UNO DE LOS 7 MIL que no doblaron sus rodillas ante Baal?


“Yo tengo un remanente de siete mil para mí en Israel, todos aquellos cuyas rodillas no se han doblado ante Baal, y todos aquellos cuyos labios no le besaron”. 1 Reyes 19:18.


7,000 escondidos, quienes no se han entregado al espíritu de esta era, 7,000 que comparten la misma carga que tu.Estos 7,000 representan el remanente santo que Dios está preparando hoy para el caos que se avecina. Dios también tiene un remanente escondido en esta generación quienes no se han inclinado a los ídolos de este siglo. 
Para comprender este concepto totalmente, necesitamos examinar qué estaba sucediendo en Israel durante los días de Elías. El culto a Baal se originó en la Torre de Babel, bajo Nimrod. Este hombre declaró, “Hagámonos un nombre” (Génesis 11:4). Así que Babel fue construido como un monumento al éxito y logro humano. En los días de Elías, el dios Baal supuestamente garantizaba a sus adoradores el éxito, la fama y la prosperidad.Aquellos quienes besaran los pies del ídolo buscaban el cumplimiento en cada área del materialismo y de la sensualidad. Quiénes eran estos adoradores de Baal? Era el pueblo escogido de Dios, adoradores apartados de Jehová. Así como yo, usted se preguntará; Cómo el pueblo de Dios pudo ser atraído a una idolatría tan ostentosa? Ante todo, este pueblo ya había sido juzgado por Dios por codiciar prosperidad. Tuvieron que huir a Egipto, donde enfrentaron la pobreza, el hambre y el desamparo. Allí vieron a los seguidores de Baal siendo bendecidos materialmente.
Y razonaron: “Nosotros teníamos suficiente comida en Jerusalén cuando nos arrodillamos a nuestros ídolos. Fuimos bendecidos y exitosos entonces, sin sufrimiento. Pero desde que dejamos de adorar a aquellos ídolos, encontramos solamente penurias. Volvamos a quemar incienso y a hacer libaciones a la reina de los cielos. Entonces quizás obtengamos las cosas que nosotros deseamos otra vez
”Mas desde que dejamos de ofrecer incienso a la reina del cielo y de derramarle libaciones, NOS FALTA TODO… (ver Jeremías 44:16-19). Esto está pasando en nuestros días. Ahora, el mismo espíritu de Baal ruge en nuestras sociedades. En Wall Street, frente a la Bolsa de Valores de EEUU, vemos la misma imagen de este dios pagano. Esta es una estatua de bronce de un gran toro, representando a un “Mercado alcista”: una prosperidad cada vez más incrementada, gran riqueza y fama, logros humanos. Estos son los dioses que las naciones adoran. 
Y lo peor de todo es que este pervertido concepto del éxito se ha deslizado dentro de la Iglesia. El pueblo de Dios parece que ha caído también bajo la poderosa seducción de un espíritu de avaricia y codicia que ha apoderado el mundo, de modo que sus vidas ahora están centradas alrededor de las riquezas y el reconocimiento. Por supuesto, no hay nada malo en el éxito, si usted hace las cosas a la manera de Dios, sin haber existido en ella alguna mezcla impía. El éxito a los ojos de Dios es sentirse totalmente completo en la ministración a él. Tales siervos no se están esforzando para “lograrlo” o buscando la seguridad terrenal. Ellos solamente quieren conocer a su Señor y ministrarle a él, está pasando esto a los hombres ‘’piadosos’’? O se están mezclándose otra vez con el mundo volviéndose a sus rudimentos, como el perro vuelve a su vomito? 

En las iglesias a través de América, el mismo espíritu seductor de Baal está obrando. Multitudes de creyentes son llevados por una urgente necesidad de hacerlo en grande. Y como resultado estan llevados al fondo de un hoyo de deudas. Este espíritu también ha producido un punto de vista distorsionado del éxito similar al punto de vista mundano. Cuando un movimiento Pentecostal en Canadá recientemente realizó un seminario para “Pastores exitosos,” este estipuló que solamente los ministros con congregaciones de al menos 1,000 personas deberían asistir. Aparentemente, números grandes fueron su único criterio para el éxito. Muy a menudo nosotros medimos el éxito en el ministerio por cuán grande es una iglesia o por cuán grueso es su presupuesto. Si le preguntas al cristiano promedio que describa cuánto le ha bendecido Dios, él probablemente dirá, “El Señor me ha dado un carro nuevo, una casa bonita, y buen ingreso.” Aún así, en algún tiempo, esa misma persona podía haber respondido, “Dios me ha bendecido con una carga para orar y una visión fresca por las almas perdidas. El ha renovado mi hambre por él.” En Israel, los templos de Baal estaban repletos. 
Pruébese si está entre los 7,000 que no doblaron rodillas. 
El número siete es igualado con el propósito eterno de Dios. Por lo tanto, yo creo que el número 7,000 que Dios citó a Elías simplemente denotaba a cada uno de los que componían su remanente. El pueblo que él aparta para sí mismo podía ser el número 70 ó 7 millones. Lo que importa es que ellos estén totalmente entregados a él. 
Por lo tanto, ¿cuales son las características de este remanente? He aquí tres señales que los definen:

Un compromiso inmutable de aferrarse al Señor. Cada creyente de remanente ha hecho una decisión eligiendo nadar en contra de la corriente de maldad. Los 7,000 en los días de Elías permanecieron en la verdad a pesar de la gran caída de Israel. Su sociedad había enloquecido con la sensualidad. Incluso los miembros de su familia y amigos se habían movido hacia la idolatría. Pese a las seducciones poderosas del siglo, estos 7,000 fueron capaces de permanecer de pié contra la marea. Ellos soportaron vergüenzas, privaciones y persecuciones, sin Biblias, sin predicas o compañerismo con los de afuera. 
Ciertamente, mientras más vil su sociedad, más rectos se hacían ellos. Elías sabía que las multitudes estaban con la mente entre dos pensamientos, deseando tanto una medida de Dios así como del mundo. Y él los confrontó, diciéndoles, “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1 Reyes 18:21). ¿Ya ha hecho usted su decisión por Jesús? Quizás teme separarse de su viejo grupo. Quiere a Cristo, pero también quiere una parte de su vieja vida. Yo le digo, esto no funcionará. Solo logrará hacerle volver a sus viejos caminos. No puede testificarle a los pecadores si está bebiendo con ellos o riéndose de sus chistes sucios.

Pablo advierte, “Por lo cual salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo” (2 Cor. 6:17). En algún momento, tiene que hacer un compromiso, declarando, “No me interesa lo que otros dicen o hacen. Yo soy del Señor. Y no me rendiré al espíritu maligno de este siglo.”

Los 7,000 en los tiempos de Elías soportaron debido a su esperanza en un venidero día de rescate.

Predisposición para identificarse con los pobres. En tanto que la tendencia de la sociedad es asociarse con los ricos y exitosos, usted se alinea con la clase sufrida. Como Abdías, usted puede tener una medida de éxito o estatura. Aún cuando aquel hombre santo era un gobernador en la casa de Jezabel, él determinó temer a Dios solamente. Y él demostró que su corazón estaba con los pobres al cuidar de aquellos 100 harapientos y sufridos profetas. Agradezco a Dios por cada creyente que es exitoso.

Por David Wilkerson